Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

14. Corre

–¿Está todo bien?

Jongin había estado observando a Kyungsoo y el chico se veía un tanto incómodo y pensativo, pero él mismo no parecía ser la causa.

–Sí, la comida está deliciosa. Gracias, no conocía este lugar– respondió el chico.

–Te ves un tanto...distante. ¿Está todo bien?

–Lo siento. Sólo estoy un poco distraído. Estos días han sido un poco demandantes y estoy un tanto cansado. De todas formas estoy teniendo un momento muy agradable.

–Pero algo te molesta, ¿Verdad?

–En realidad, siento como si alguien nos observara.

–Es algo que no esperaba. ¿Crees que alguien nos observa? ¿Pasó algo que yo no sepa?– Jongin parecía preocupado.

–No, no. Lo lamento, sólo estoy un poco ansioso.

–Bueno, también estoy un poco ansioso– admitió el menor de los dos.

–¿Por qué?

–Bien, es la primera vez que estamos los dos solos desde esa vez que te invité a casa. Luego pasó algo en la oficina– Jongin hizo un gesto como de beso y luego rió avergonzado, haciendo que Kyungsoo sintiera muchísima ternura. –Y las cosas se han puesto un poco incómodas entre nosotros. Sin contar con que Baek está todo el tiempo hablando de lo maravilloso que es tu amigo Kai, como si quisiera hacer que me sienta mal al respecto.

–¿Baek te habló sobre Kai?– se sorprendió el muchacho.

–¿No debería? ¿Me estoy metiendo en tu vida privada? Si es así, lo siento mucho yo...

–No, no es eso. Bien, tengo una pregunta muy importante. ¿A qué quieres llegar con todo esto, Jongin?– preguntó el muchacho con tensión. –Sé que tu intensión es que tengamos una buena relación, pero estoy un poco confundido después de todo lo que ha pasado. No me gusta sentirme así. Quiero que las cosas sean claras desde ahora para evitar malos entendidos en el futuro. No te estoy presionando a absolutamente nada, pase lo que pase entre nosotros el trabajo continuará igual de bien y seremos adultos.

–Entonces, empecemos desde el principio– sugirió Jongin. –Cuando te conocí me sentí demasiado intimidado, todo el mundo decía que tenías esa mirada que asustaba, pero no era eso. Me gustaste y yo era demasiado joven e inmaduro para entender lo que estaba experimentando. Cuando finalmente lo hice, tu rechazo en mi contra se hizo evidente, así que me asustabas y me gustabas al mismo tiempo. Nunca tuve la oportunidad, ni la valentía para que fuéramos más cercanos, incluso si Chanyeol intentó ayudarnos un par de veces. Al final, nos separamos y ahora que nos volvemos a encontrar... me pasó otra vez.

–¿Qué cosa?– preguntó curioso Kyungsoo.

–Me sentí totalmente intimidado por el hombre en el que te convertiste. Eres un adulto confiable, trabajador y responsable que sigue manteniendo un atractivo juvenil muy poderoso. No supe cómo manejarlo, me sentí atrapado por mis miedos del pasado y mis miedos actuales. De todas formas, he crecido y entiendo que no puedo comportarme de manera infantil. Hasta ahora, hemos logrado una amistad cordial de compañeros. Pero, si soy sincero, eres tú quien me confunde.

–Estoy impresionado. No me esperaba que fueras tan directo, así que yo también voy a serlo. Así que te confundo... ¿por qué te confundo?– preguntó cruzándose de brazos.

–Porque cuando llegaste todavía me odiabas. Yo podía sentirlo. Fuiste cordial, pero era obvio que yo no te caía bien. Pero entonces, de la nada, empezaste a ser más amable y a sonreírme y a ser lindo conmigo. Y Baek empezó a preguntarme qué nos traíamos entre manos y Chanyeol a poner sus caras raras de que está disimulando cuando estamos cerca o trabajamos juntos. Hablas conmigo como si me conocieras mejor de lo que yo te conozco, como si supieras las cosas que me gustan y con una naturalidad como si fuéramos muy cercanos.

–¿Eso te pone incómodo?– Kyungsoo lo miró intensamente y Jongin se sonrojó.

–No incómodo, pero es un tanto extraño. Es decir, ¿cómo sabes todas esas cosas? No he hecho nada para ganarme todas esas sonrisas. Si lo haces porque ya no me odias y quieres ser mi amigo... tal vez no...

–Jongin, yo jamás te odié. Fuiste honesto y lo seré también. Es cierto que te tenía cierto resentimiento cuando éramos jóvenes, pero no era nada del otro mundo. Me dolió mucho que le dijeras a las personas que yo era malo e intimidante porque me limitó mucho la capacidad de hacer amigos, pero también me hizo fuerte y era verdad que nunca me sentí muy a gusto con mucha gente a mi alrededor. Me gustaría que las cosas hubieran ido por otro camino, pero no es el fin del mundo.

–Yo jamás dije nada sobre ti– aseguró Jongin indignado.

–Escuché claramente lo que le dijiste a Chanyeol sobre que no querías ir si iba yo.

–¡Te lo dije! Estaba aterrado y confundido– se justificó el muchacho. –Pero fue sólo a Chanyeol, a quien tenía confianza. Estaba tan confundido que no me atrevía a hablar de ti con nadie.

–Minsoo me dijo claramente que eras la persona detrás de los rumores en mi contra– Kyungsoo frunció el ceño, no quería discutir tonterías de adolescentes, pero sí quería la verdad.

–¿Minsoo? Es la persona menos confiable del mundo. ¿Tú sí supiste lo que hizo Minsoo? Incluso en la universidad se inventaba cosas sobre mí hasta que terminó por declararse. Y cuando lo rechacé, le dijo a todo el mundo que dormíamos juntos y me metió en unos líos que no te imaginas.

–Entonces... ¿no eras tú el de los rumores en mi contra? Estuve... resentido contigo cuando debía estarlo con Minsoo. Me siento como un idiota. ¡Oh, Jongin! Lo siento tanto.

–¿Chanyeol no te lo dijo?– Jongin estaba un poco alterado así que el otro muchacho tomó su mano y le pidió que se calmara, para no llamar la atención en el restaurante.

–No es culpa de nadie. Yo mismo le pedí a Chanyeol que no tocáramos el tema, yo ya no quería saber nada y decidí enfocarme en los estudios y en las pocas personas con las que me sentía bien.

–Pude ser una de esas personas– se lamentó el menor de los dos.

–Todavía puedes– Kyungsoo sonrió y no dijeron nada más hasta que acabaron de comer.

Los chicos tuvieron una divertida discusión sobre quién debía pagar, haciendo a la cajera reírse y terminar por aceptar la tarjeta de Jongin quien, con sus encantos, logró convencerla frente a un serio Kyungsoo que más bien se ganó unas sonrisas tímidas de la chica. Estaban de regreso, cada uno camino a su auto, cuando a Kyungsoo se le ocurrió una idea, para confirmar su teoría.

–Bueno, hoy hemos logrado arreglar los malos entendidos del pasado. ¿Quieres tomar un poco de vino en mi casa?

–Sí. Es una buena idea– aceptó Jongin entusiasmado. –Envíame tu dirección y nos encontramos ahí.

–Quieres que te envíe mi dirección.

–Sí, por mensaje, para que la aplicación me guíe– Jongin mostró su celular.

–Porque jamás has estado en mi casa...

–Exactamente. También podemos ir por el mismo camino y yo te seguiré con mi auto, ¿te parece?

–C-claro.

***

–¿Sabes qué es lo más triste? Que has estado tanto tiempo en esa forma, que ya no eres una mala copia, ahora tienes tus propios defectos.

Kai tenía la cabeza gacha. Lo habían golpeado tanto, que tenía hematomas en el cuerpo, un ojo negro y el labio inferior completamente hinchado. También estaba cansado. No podía teletransportarse porque ya no tenía más fuerza y, como había corrido para salvarse, terminó por rendirse.

–Los humanos están lleno de miedos, inseguridades, ideas mal entendidas y tantas otras tonterías que no vale la pena ni nombrarlas. Tenías un maldito trabajo, y te dejaste llevar por algo tan insignificante como un mísero humano.

–Kyungsoo no es un mísero humano. Él es una de las leyendas– se atrevió a contradecir Kai.

–Que está dormida y que se comporta como un mísero humano con todas las tonterías que eso implica. Tu tiempo se acabó, todos están atrapados ya y se está cumpliendo el proceso. Sólo falta el número 12... y es tú responsabilidad traerlo por las buenas o por las malas.

–No se puede por las malas, eso arruinaría todo. Si despertamos a las leyendas, seremos descubiertos y, además, conocerán nuestra ubicación porque dos están ahí. Haré esto a mi manera, para evitar cualquier problema aún más grande.

–Parece que no entiendes. Ya que eres casi un humano también, puedo amenazarte con el dolor físico y emocional. Puedo hacer que te quede muy claro todo: después de ti, irá él. ¿Comprendes?

–No es una maldita película– Kai escupió sangre en el piso. –Conmigo pueden hacer lo que quieran, pero antes de que logren poner un dedo sobre Kyungsoo, despertarán las leyendas. Y cuando lo haga, no tendrán oportunidad frente a él. Recuerden que es uno de los más poderosos.

La valentía de Kai le valió una paliza que lo dejó tendido sobre el suelo por lo menos un par de horas antes de que pudiera incorporarse. Le costó mucho tiempo y un pequeño robo a una farmacia ir a un lugar abandonado, a pie, porque sus fuerzas no le daban para teletransportarse. Estuvo todo el día curando sus heridas, bebiendo agua y comiendo lo que logró robar mientras respiraba con dificultad y esperaba sanarse de a poco.

Cuando dejó de sentir las presencias extrañas, supuso que podía ir a visitar a Kyungsoo. Verlo y tocarlo le haría curarse, estaba seguro de que era su fuente de energía. Pero tuvo que caminar y estaba lejos. Cuando por fin llegó, era cerca de media noche. No importaba, igual abriría la puerta y lo recibiría, lo curaría y dormirían acurrucados. Era su motivación para seguir.

Pero lo que vio cuando logró subir el último escalón, lo desmoronó por completo. Era el verdadero Jongin, saliendo del departamento con una gran sonrisa. Recibió una llamada y eso hizo que Kai tuviera la oportunidad de esconderse, con mucho dolor y mucha dificultad.

–El conductor está aquí– informó el chico.

–Me alegra que seas tan responsable. No bebimos mucho, afortunadamente– comentó Kyungsoo. –Entonces, ¿nos vamos mañana?

–¡Temprano en la mañana!– el menor de los dos se acercó y dejó un casto beso en los labios del dueño de casa. –Gracias por todo.

Kai miró con odio a Jongin bajar las escaleras con una sonrisa y luego saludar con un hombre que condujo por él, seguramente hasta su casa. Avanzó con dificultad otra vez, sintiendo como el dolor emocional superaba al físico. Sus ojos se llenaron de lágrimas y se sentó frente a la puerta a sollozar como un niño necesitado de afecto. Se sentía al mismo tiempo traicionado y estúpido, por esperar que Kyungsoo no se enamorara de la persona que él mismo se supone que era.

Debían ser cerca de las dos de la mañana, cuando logró ponerse de pie y golpear lastimosamente la puerta por veinte minutos hasta que fue escuchado. Kyungsoo abrió la puerta y él se dejó caer a sus pies.

–¡Jongin!– el chico se apresuró a ayudarlo y lo hizo entrar, casi arrastrándose, cuando se dio cuenta que estaba herido. Lo sentó y vio sus ojos. Se llenó de preocupación. –¿Kai?

–Ayúdame...

–¿Qué te pasó?

–Me... atacaron.

–¿Quién te hizo esto? ¿El conductor?

–No

–¿Quién?–exigió saber.

–No lo sé.

–Tenemos que llevarte al hospital.

–No podemos ir ahora. Mañana, sólo necesito dormir un poco. Te necesito a ti.

–En el hospital pueden ayudarte con todo, con el dolor, con las heridas y... con todo lo demás, Kai.

–Por favor– rogó entre sollozos. –Por favor.

Kyungsoo estuvo cuidado de él hasta que se quedó finalmente dormido. Parecía mucho mejor de cuando lo encontró en el suelo, tal vez el estar recién despierto y asustado le hizo ver las cosas con una perspectiva más extrema. Se metió a la cama también y Kai lo abrazó posesivamente. Al siguiente día, casi no lo dejó salir de la cama y comió como si hubiera estado en ayuno por un mes.

–Te quedarás aquí hoy te justificaré en el trabajo. Iremos al hospital porque necesitas ayuda, Kai. ¿Escuchaste? Hago esto porque en serio me preocupo por ti.

–Creo que estoy enamorado.

–¿Qué?– a Kyungsoo se le revolvió el estómago.

–De ti.

Silencio. Kyungsoo no se atrevió a responder. Estaba emocionado hasta las lágrimas, pero no fue capaz de decir "yo también" así quisiera hacerlo desesperadamente.

–Volveré a casa pronto, ¿puedes esperarme?– preguntó el chico, con voz muy baja.

–Sí– Kai se incorporó y el otro muchacho se acercó para decirle que descansara, entonces terminó sentado en la cama, siendo besado por un muy necesitado muchacho. Cuando logró separarse, le hizo prometer que no se levantaría y que fuera bueno mientras él regresaba con el almuerzo.

–¡Lamento la tardanza!– dijo Kyungsoo mientras llegaba corriendo y sus amigos lo recibieron con una sonrisa.

–¿Jongin y tu tuvieron una noche interesante? Él también está llegando tarde hoy– bromeó Baek en voz baja y Kyungsoo sonrió. Se emocionó al ver la nueva y hermosa oficina.

–No sé si pueda...

–¡Lo siento!– se disculpó Jongin. –Me quedé dormido, soy un desastre el día de hoy– comentó con una hermosa sonrisa.

–Oh, si, puedo verlo– se burló Baekhyun, pero se preocupó al ver la expresión de Kyungsoo que se tensó por completo y luego empezó a darse lentamente la vuelta sobre su propio eje. Y, cuando se encontró frente a frente con Jongin, peinado, arreglado, perfumado y sin un sólo rasguño en su cara, se puso total y completamente pálido.

–¿Soo? ¿Estás bien?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro