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Capítulo 31.

summary: los días antes de la revolución.


Agosto.

"Eres un idiota."

Louis hunde sus dientes en el lugar donde su oreja se encuentra con su mandíbula. "Lo siento."

Harry tiene la suerte de estar apoyado contra la puerta de la habitación de Louis, de otra manera, sus rodillas hubieran colapsado y se habría caído directamente al suelo.

"No lo sientes," Harry exhala, de manera temblorosa. "Si lo hicieras, no intentarías tanto calentarme."

"Ya estás caliente." Louis dice en su piel.

Bueno, no está equivocado.

Están en un momento del verano donde el calor se ha impregnado en todo. En el subsuelo está lo suficientemente caluroso como para ser sofocante. El calor se filtra por el suelo, las paredes y las puertas. En su ropa, su cabello y su piel.

La revolución tomará lugar en una semana. Están sudados, exhaustos y el calor este año es mucho peor de lo que Harry recuerda. No le ayuda que en el último mes no haya hecho nada más que trabajar, preparar las cosas y planear. En realidad, no ha tenido tiempo para nada más que un par de besos castos cuando están solos. Si no están trabajando, estarían comiendo o durmiendo.

Por supuesto, el último domingo después de que se van de la oficina, Louis decide que ese día estará dedicado a descansar. No es una mala idea. Hasta que lanza la idea de hacer algo, en su oficina, que debería reservarse para una habitación. Y, Harry siendo la persona que es, realmente no puede rechazarlo; no cuando Louis le está mostrando sus ojos bonitos y agarrando su cintura con una mano mientras tira de su cabello con la otra.

Pobre Niall, no podría haber anticipado con lo que se encontraría.

Así que, Harry odia a Louis. Mucho.

"¿Qué pasó con ser cuidadosos?" Harry le pregunta. Suena mucho más de lo que esperaba, porque el maldito de Louis desliza una mano en su bóxer.

"A la mierda ser cuidadosos," Louis murmura en su oído. Harry tiembla.

Incluso aunque han hecho esto por un tiempo, Harry no cuestiona su relación. Así que, son amigos. No necesitan ser nada más que eso. Harry no quiere que sean nada más que eso. (Lo ha pensado mucho)

Existen. No hay preguntas ni cambios. Trabajan, planean y se preparan. Hay cosas más importantes por las que preocuparse.

De todas maneras, si agosto significa que Louis lo va a tocar hasta que termine en sus pantalones, Harry no se está quejando.


🔥🔥🔥


Harry no podría haber anticipado cuánto trabajo toma planear una revolución.

La palabra no encaja bien. Se siente como cualquier otra misión, sólo que hay incontables escenarios, posibilidades y maneras en las que podría terminar mal. Más vidas que podrían perderse. Más personas a las que proteger. Más peligro.

Han recolectado una gran cantidad de recursos. Sus escuadrones están arreglados en número y letras, y Louis ha convocado escuadrones 1A y 2B. Ahí tiene a catorce soldados. Además de Harry, Fionn —quien insistió en ser parte de esto— y Louis. Nick ha tomado el papel de su médico principal, mientras que Jack se queda atrás con Niall.

Niall está agresivamente infeliz de que no ha podido participar en la misión. Demasiado.

Incluso si no estuviera discapacitado, aun así, se le habría pedido quedarse. Louis necesita a alguien que se haga cargo de la Rebelión mientras no están, y Niall es el segundo al mando. Aunque eso no lo detiene de andar insoportable por la base.

Hay una cuenta regresiva en la pared de concreto de la cafetería, escrita con tiza de un color pastel. Dice la cantidad de días hasta la revolución y ha estado ahí durante todo el mes. Cuando se borraron los números pares y se reemplazaron por un solo dígito por primera vez, se les sirvió lo que llamaron pizza, pero sabía más a pan empapado con salsa de tomate. Sin embargo, se sintió festivo, a pesar de que Harry todavía no puede entender exactamente lo que están celebrando.

Pero, con los días que pasan, el ceño fruncido en la cara de Niall se vuelve más profundo, los músculos de Louis son más tensos y Harry está más y más aterrorizado.

No es difícil identificar exactamente qué es lo que lo está asustando tanto. En una semana, se reunirá con su hermana.

Eso, por sí mismo, es jodidamente aterrador.

Tiene este horrible presentimiento de que ella lo odiará. Si realmente trabaja para el gobierno, lo resentirá simplemente por su condición de rebelde. Si la retienen contra su voluntad... bueno. Realmente está tratando de no pensar en eso.

Louis está haciendo todo lo que puede para consolar a Harry. Para sacar de su mente lo que podría ser la misión más difícil de su vida. Hay muchos besos esta semana, incluso cuando no ha sido de mucha ayuda, es una gran distracción, pero siempre hay algo que pincha bajo la piel de Harry. Como si se estuviera a punto de arrojar a algo para lo que no está listo.

Podrá ver a Gemma. Después de seis años, se verán de nuevo. Harry podría morir antes de llegar a ella. Ni siquiera sabe la cantidad de soldados y refuerzos que tendrán en Cardiff. Louis no lo sabe tampoco. Nadie lo sabe.

Harry espera que Ben sepa de lo que estaba hablando. De otra manera, están jodidos.

Y entonces jura que, no importa lo que pase, no dejará que nadie muera. Incluso si eso significa que no volverá a ver a su hermana o perder su propia vida en el proceso, no cree que pueda soportar perder a Louis. Eso, probablemente, lo mataría.

Por lo menos, Niall estaría a salvo. Todavía mira de mala manera a cualquiera que mencione la revolución y pasa una buena cantidad de tiempo enfurruñado, pero es para mejor.

Todavía faltan cuatro días antes de que se marchen y Harry se siente tan asustadizo que podría morder a cualquiera que lo toque. Louis se ha dado cuenta, claro que sí. Como que se da cuenta de todo lo que le pasa. Además de esto, comenzaron a dormir en la misma habitación, en la misma cama. Harry anhela tocar a alguien y Louis necesita a alguien a quien abrazar. Encajan perfectamente.

Amigos, Harry se repite a sí mismo como un mantra cuando el cuerpo de Louis está acurrucado a un lado de él y sus dedos están trazando una parte de su cara. Amigos, amigos, amigos.

Louis le pregunta una noche. Se habían ido a la cama antes de lo usual y Harry estaba seguro de que harían algo. Fue un día duro, por decir lo menos. Está tan ansioso que siente que podría explotar, y está vibrando por la energía. Recién duchado, Louis se sienta en el borde de la cama donde Harry se está colocando la parte de arriba de su pijama.

Amigos.

"Te tengo una pregunta," Louis dice, casualmente, pasando una toalla por su cabello. Harry responde con un murmuro, colocándose calcetines. "Me estaba, uh, preguntando, ¿si quieras hacia algo esta noche...?"

Harry inclina su cabeza. "Sí. está bien."

Louis lanza lejos la toalla y lo mira. "Quiero decir. Hemos estado haciendo lo mismo por mucho tiempo. ¿Quieres...?"

"¿Qué?" Harry le pregunta, lentamente.

"Como," Louis se sonroja y se rasca la parte posterior de la cabeza. "No lo sé. Estaba esperando que pudiéramos, como... ¿tener sexo? ¿Tal vez?"

El corazón de Harry sube a su garganta.

"Oh," es todo lo que puede decir.

"No tenemos que hacerlo," Louis le dice, rápidamente. "Pero... si querías, yo también."

Tragando, Harry trata de mirar hacia otra parte, lejos de la cara de Louis. Debería querer, esa es la cosa. Parte de él definitivamente quiere hacerlo. La otra parte no puede olvidar el pasado, no importa cuánto lo haya intentado.

"Um... no lo sé, Louis," hay mucho compromiso con el sexo. Es tan íntimo y es un gran cambio, para el que Harry no está preparado. Cambia todo a lo que Harry se ha acostumbrado.

"No tenemos que hacerlo," Louis dice de nuevo, amablemente. "Pensé que podía sugerirlo. Hemos estado haciendo esto por un tiempo, amor." Amor. "Cualquier cosa que quieras, ¿está bien?"

Harry toma una respiración profunda. Para empezar, nunca había pensado en sí mismo como un... top. La palabra lo pone un poco aprensivo. No cree que sea el tipo de persona que podría tomar el control así. De todas maneras, todo lo que Louis y él han hecho, Louis ha sido el que lo guía. Es así cómo funcionan. Lo que significa que Harry sería el que iría abajo, bueno, tendría que serlo y la última vez que hizo algo así...

"No," Harry dice, automáticamente. "Está bien. Podemos hacerlo."

"¿Estás seguro?" Louis es muy dulce con él. "No quiero hacerte sentir... no sé, como si te estuviera presionando. Porque no lo hago, nunca lo haría. Lo sabes, ¿verdad?"

"Lo sé. Quiero hacerlo," Harry piensa que quiere. Es lo mismo, ¿no?

Louis sonríe, un movimiento suave y pequeño que hacer que el corazón de Harry se derrita. "Ven aquí, déjame besarte."

Harry se arrastra de su lado de la cama y desliza una pierna sobre el regazo de Louis, colocando un dedo debajo de su barbilla para guiar sus bocas. Es cálido, agradable y libre de presión, por lo que Harry no está seguro de por qué se está formando un hoyo en su estómago.

"¿Quieres recostarte?" Louis dice cuando se besan por unos segundos.

"Bien," Harry susurra, pero no se mueve. Louis suelta una risa contra sus labios y los gira, por lo que Harry están presionado contra la cama.

"Coloca la cabeza en la almohada, H," Louis le instruye, parándose de la cama y buscando el mismo frasco de vaselina del velador a un lado de la cama. Hay un propósito detrás de esto ahora. Harry se inclina contra la almohada y espera que sus nervios se vayan. No se van. Se imagina que es por lo que están a punto de hacer, porque nunca ha ido tan lejos. Z y él ni siquiera terminaban juntos. Y ahora, Louis se está sacando la polera. ¿Cómo llegó a eso?

"¿Estás bien?" Louis se detiene para verlo, sus ojos preocupados y considerados. A Harry le gusta tanto.

"Sí," Harry siente que sus músculos no funcionan. Como si estuviera volando. Y aun así la sensación de nervios no se va.

"¿Te saco la ropa?"

"Sí," repite. "Por favor."

Louis se inclina y levanta el dobladillo de su polera por sobre la cabeza de Harry. Un poco de cabello cae en la cara de Louis y Harry se lo quita con la punta de los dedos.

"Eres hermoso," Louis susurra, se agacha y lo besa de nuevo.

Harry no está completamente seguro cómo ambos terminaron sin sus pantalones, pero es todo fluido y cada movimiento lleva al otro, e incluso cuando hay sudor en el nacimiento de su cabello, Louis tiene esa manera mágica de hacerlo sentir perfecto. Sin mucho calor ni frío. Sólo perfecto.

Cuando Louis envuelve su mano alrededor de Harry, toda su respiración es sacada de sus pulmones y todo lo que puede pensar es: ¿tenemos que ir más lejos? ¿Tiene que haber más? ¿Quiere esto ahora?

Quiero esto, se dice a sí mismo firmemente mientras la boca de Louis está en su cuello, su mano se mueve hacia abajo y Harry gime, pero hay algo que no está bien. Quiero esto.

Entonces, la mano de Louis baja más, sus dedos se mueven ligeramente y Harry entra en pánico.

"Louis," deja salir, congelado y su voz no suena como suya. "No puedo."

Al instante, Louis se echa hacia atrás, viéndose tan culpable que Harry se siente peor.

"Lo siento," Louis dice. "Mierda. Lo siento tanto."

"No," Harry hace una mueca. Es tan estúpido. "Yo lo siento... debí, no lo sé. Lo siento."

"Aquí," Louis le pasa su polera, pero ya no se sienta sobre él y se coloca sobre el borde de la cama como si tuviera miedo de tocarlo. Harry es tan estúpido. "¿Estás... estás bien?"

Harry toma la polera, pero se la coloca sobre su regazo para taparse. "Sí. Yo... no. No en realidad."

Louis se ve tan roto y sin palabras. "Mierda," dice de nuevo. "¿Necesitas algo? Lo siento tanto. Mierda. No quería—"

"Está bien, no hiciste nada malo," Harry le dice. "¿Podemos... bajo las mantas, por favor?" Sus frases son entrecortadas. El humor cambió. Ha arruinado todo.

"Por supuesto," Louis dice sin pensarlo, echando hacia atrás las frazadas para que Harry se deslice abajo. Se mete a sí mismo también una vez que Harry se acomoda, pero Harry no se recuesta ni se pone cómodo. Su espalda se curva y sostiene el edredón cerca de su pecho como si eso lo fuera a tragar y absorber todo si dolor, como si no estuviera ahí. Louis envuelve un brazo alrededor de sus hombros tentativamente.

"Lo siento," Harry susurra. Es lo único que puede pensar en decir.

"No lo estés, por favor," Louis roza sus labios sobre el costado de la cara de Harry. "¿Qué pasa? No tienes que decirme si no quieres, soy un idiota."

"No. No lo eres... yo," Harry suspira temblorosamente. Como si manos invisibles le arañaran la espalda y necesita toda su energía para evitar sacarse los brazos de Louis de encima. "Um. En el campamento, estos hombres... pensaron que dejaría de ser gay si..." Cierra sus ojos y Louis maldice bajo su aliento.

"No tienes que decirme, Harry. No, si no estás listo."

"Quiero hacerlo," Harry dice. "Mereces saberlo." Tiene suerte de poder apretar el edredón en sus puños, o de lo contrario sus uñas ya habrían perforado la piel de su mano. "No lo hacían a menudo, ¿sabes? Y siempre fue un secreto. Los guardias lo ocultaron a los superiores, no se les permitía hacerlo, por lo que se meterían en problemas. Por eso nunca me expusieron por... ser gay."

"Mierda," Louis dice y suena áspero y lloroso.

"Lo hacía siempre y cuando obtuvieran algo a cambio," Harry continúa, sus ojos llorosos y su voz quebradiza. "Era una mierda. Lo siento. Desearía que pudiéramos..." no tiene que terminar. Louis saca las manos de Harry de su agarre furioso alrededor de la manta, sosteniéndolas entre las suyas y presionando un beso en sus nudillos.

"Te jodieron," Louis dice. Harry nunca lo había escuchado sonar así antes. "Y lo siento tanto, maldita sea. Jesús, te mereces... más que esto. Y quiero dártelo, ¿sabes? Soy un estúpido. Lo siento, Harry."

"No lo estés," Harry dice. "Por favor."

Louis presiona su rostro con el hombro de Harry. Está mojado.

Se quedan así por un tiempo.


🔥🔥🔥


"¿Qué somos?" Louis susurra a través de la oscuridad cuando están acurrucados contra el otro.

"No lo sé," Harry responde, honestamente.


🔥🔥🔥


Faltan dos días. La revolución se acerca. El ambiente se vuelve más pesado y hay una espesa nube negra de un humor terrible cerniéndose sobre todos ellos.

Niall es el peor. Está terrible y hay un ceño fruncido permanente en su rostro. Se queja de todo, e incluso cuando Louis le pide que se detenga, sale de la habitación con la cara roja. Harry decide confrontarlo sobre eso, colocándose frente a él en la fila del almuerzo, frunciéndole el ceño con desaprobación.

"¿Cuál es tu problema?"

Lo primero que hace Niall es burlarse, pero Harry lo conoce lo suficientemente bien como para descifrar el dolor en sus ojos.

"Sé que quieres venir, pero no puedes. Lo entiendes, ¿verdad?" Los ojos de Niall buscan la cuenta regresiva en la pared. Tres. Tres días hasta que sus vidas sean cambiadas. El número socava la extremidad de lo que están a punto de hacer. No dice nada. "Tu rodilla, Niall, tú—"

"Sé soy un maldito cojo, H," Niall dice y Harry da un paso hacia atrás, sorprendido. "No necesito que me lo recuerdes."

"No lo estaba haciendo," Harry dice, rápidamente. "Lo siento." Se siente terrible. Saber que, si no fuera por él, Niall podría caminar de manera adecuada, lo hace aún peor.

Algo en Niall cede y sus hombros caen, suspirando, baja la mirada. "No. Sé que... no puedo. Pero me está matando, ¿sabes?" La fila se mueve. "No quiero pensar en ustedes arrojándose a un edifico gubernamental. Es algo suicida."

"Planeamos todo," Hary dice. "No hay nada que pueda salir mal."

"Hay muchas cosas que pueden salir mal," Niall le dice, de manera honesta. "Podrían tener una armada esperándolos. El edificio podría estar tan fortificado que no habría manera de entrar. Podrían tener máquinas de guerra."

"No es reconfortante."

Niall se ríe por primera vez en un tiempo, casi sin ánimos, como un ladrido. "Lo sé. Lo siento, hombre, les irá bien. Prometo que dejaré de ser un idiota. Creo que sólo necesitaba que alguien metiera algo de sentido en mí."

"Te amo," Harry dice, sin pensarlo. "Y lo siento."

Niall le sonríe, y le revuelve el pelo. "Te amo también. ¿Te molestaría moverte? No he comido en seis horas."


🔥🔥🔥


El día antes de que se vayan, es una de las cosas más difíciles por las que Harry ha tenido que pasar.

Ese día, la cena es mucho antes. Hay una capa pesada de silencio, miedo y tensión en cada persona que camina por los pasillos. Nadie conversa. Nadie habla. Nadie ríe, ni siquiera un susurro o una sonrisa. Se reúnen en la sala de conferencias, Harry la recuerda por el juicio de Tom, las mesas están repartidas formando un gran rectángulo.

Louis, Harry, Niall y Jack están sentadas en una mesa, solos. Los lados opuestos están ocupados por las personas que irán a la misión en Cardiff, Harry conoce a Liam, Nick y reconoce a Leigh. Cono a Fionn y a un par más, pero los otros ocho son extraños para él. Tendrá que protegerlos con su vida.

Louis tendrá que protegerlos con su vida. Harry no puede soportar el pensamiento de perderlo.

Hay una pila de papel sobre la mesa frente a ellos. Todos se sientan en silencio durante cinco minutos, tentadoramente largos antes de que Louis los reparta y se aclara la garganta.

"Mañana es la revolución." Un par de personas se mueven en sus sillas. "Quiero empezar agradeciéndoles a todos por su ayuda en los últimos meses. No ha sido fácil. Estamos todos cansados, pero espero que estemos listos para pelear. Hay mucho que no podremos anticipar, así que me gustaría repasar el plan de nuevo." No hay protestas. Louis se ve tan nervioso como todos los demás.

» Lo primero será en la mañana, a las seis justas, dos camiones se llevarán al escuadrón D, C y B, en las dos horas de viaje hacia las afueras de Cardiff. Se detendrán, recogerán su armamiento y, Liam, quien lidera este grupo, llevará la cuenta. Contará doce. Si alguien, por algún motivo, se pierde o se separa del grupo, me contactarán por radio. Todos tienen sus auriculares, así que traten de mantenerlos prendidos y manténganse en contacto. ¿Entienden?

"Sí," todos repiten colectivamente.

"Bien," Louis toma una respiración profunda y toma el mapa para pasarlo por la gente. "Miren con cuidados. Todos tendrán una copia mañana, pero quiero asegurarme de que saben exactamente dónde estaremos posicionados. Sus lugares están dispersos por el edifico, pero tengan cuidado. Si hay guardias o patrullas donde se supone que deberíamos estar posicionados, los matan. Recuerden a su pareja: estar de a dos es más seguro."

El mapa se pasa entre las personas y es examinado con cuidado. Harry lo ha visto tanto estos últimos días que la imagen se ha quedado grabada en su cerebro.

"Llegarán alrededor de las ocho y continuarán a pie hasta sus posiciones. Harry, Jack, Liam, Nick y yo nos iremos a las siete en helicóptero, así que cuando lleguemos ahí, ya estarán estacionados. Aterrizaremos lejos de donde estarán para mantener un perfil bajo y continuaremos hacia las puertas principales. Son nuestra defensa, lo que significa que confiamos en ustedes para que nos den las ubicaciones de los guardias así podemos noquearlos. ¿Lo entienden?"

"Sí," dicen de nuevo.

"Bien," Louis se detiene y toma otra respiración profunda. "Entraremos. Sus auriculares se quedarán encendidos todo el tiempo, ¿me escucharon? Pero lo tomaremos desde ahí. Mientras cubran todas las entradas, estaremos bien."

» La misión grande es matar a todos los que están en el edificio. Todas esas mierdas del gobierno que destruyeron nuestras vidas. Los queremos muertos, ninguno es inocente. Todos tuvieron un rol en los campamentos y en la represión. Si alguien anda por ahí, disparen a matar. Si no son capaces de hacerlo, hagan lo que puedan para asegurarse de que no puedan escapar del área. Está encerrado en árboles, lo que hace que sea más fácil escabullirse. No los dejen hacerlo. Cuando terminemos con el edificio, los contactaré. No sigan ningún otro comando.

Hay otro silencio largo y aleccionador. La realidad de lo que están a punto de hacer realmente los impacta ahora. Hace seis meses, Harry nunca habría pensado que estaría liderando una revolución contra el gobierno. Hace seis meses, habría dado cualquier cosa porque la Rebelión se extinguiera de la faz de la tierra. Hace seis meses, la idea de conocer a otro hombre como él era imposible.

Espera que Gemma esté orgulloso de él. Donde sea que esté.

"Primer grupo, su médico es Matty," Louis añade. "Espero que ninguno termine necesitándolo," exhala, mirando hacia abajo al desparramo de papeles. Harry toma su mano debajo de la mesa y la aprieta. "Sólo quiero que sepan," Louis dice, su voz quebrándose. "Que estoy muy agradecido de trabajar con ustedes. Gracias por todo. Y no importa lo que pase mañana, sepan que confío en ustedes plenamente. Realmente creo en esto. Esto es todo en lo que hemos trabajado por los últimos diez años. Buena suerte mañana. Manténganse a salvo."

Liam levanta su mano lentamente. "Tengo... una pregunta."

Louis asiente. Harry no confía en su voz tampoco. Esto puede ser lo más aterrador que cualquier cosa que haya hecho. Tiene mucho que perder.

"¿Podemos orar? ¿Juntos?"

Si fuera en cualquier otra situación, Harry reiría. No es religioso, a pesar de que sus padres lo eran, esa parte de él estaba perdida hace mucho tiempo. Si alguien lo sugería en el campamento, se burlarían de él. Niall también se habría reído. Nadie se ríe aquí. Ni siquiera es chistoso.

"No me enseñaron a hacerlo," Liam explica rápidamente. "Ni siquiera sé si lo he hecho bien, pero... deberíamos hacerlo. Todos necesitamos la ayuda que podamos tener, ¿no?"

"Sí," Louis dice suavemente después de un momento. "Estoy de acuerdo."

Una sonrisa pequeña aparece en la cara de Liam. "Tomémonos de las manos." Coloca ambas sobre la mesa, tomando la mano de Nick y buscando la de Jack. Lentamente y a regaña dientes, todos se toman las manos, apretando con fuerza y con seguridad. Harry sostiene en su mano derecha la mano de Niall y la de Louis en su izquierda, sobre la mesa ahora. Nadie lo ve como raro o invasivo. Harry cierra sus ojos.

"Querido Dios," Liam dice, un poco incómodo. Harry no está seguro si alguien más cierra los ojos. No los quiere abrir. "Por favor, cuídanos mañana. Por favor, garantiza nuestra seguridad. Gracias por darnos la oportunidad de salvar vidas y proteger a las personas, y gracias por darnos la fuerza para ir en esta misión. Esperamos que puedas protegernos en el regreso. Realmente... lo necesitamos ahora." Se detiene para respirar. "Amén."

Todos respiran juntos.

"Amén."

Es, posiblemente, la cosa más hermosa que Harry ha experimentado.

No dejan ir sus manos por un largo tiempo. A Harry le gusta pensar que es porque se están dando fuerza. Es curioso con cuanta rapidez ha encontrado un hogar con la Rebelión.

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