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Capítulo 19.

summary: harry lo logra.


El golpe se marca bien.

A medianoche, Harry se sienta en la cama y ve su reflejo en la ventana de la enfermería, puede distinguir un ojo morado y un labio hinchado, un pequeño corte cerrado. Nadie lo ha visto, como si fuera un criminal esperando el veredicto. Probablemente lo es. Promete darle un gran agradecimiento a Fionn cuando salgan del lugar.

Harry decide no colocarse los lentes hasta que haya llegado a la torre. Sabe cómo llegar ahí y realmente no quiere que la presencia irritante de Louis esté en su oído. Harry es bastante capaz. Realmente no puede ver con su ojo izquierdo, tiene un horrible dolor de cabeza, pero es capaz de hacerlo.

Esperar que la próxima hora no se prolongue tanto como espera. Hay varias cosas para observar, como la nieve que se acumula en la ventana grande y, de vez en cuando, se golpea el moretón para ver cuánto más le podría leer. (No le duele) El silencio se derrama sobre el patio como barro, lento y grueso. Es hora, puede decirlo. Empuja las frazadas. Luego, abruptamente, oye que la puerta se abre y las arroja sobre su cuerpo.

Harry parpadea aturdido ante la persona que se acerca, como si acabara de despertar. Es el hombre rubio, el escocés. Su expresión es fría, líneas duras escritas en el pliegue de su frente. Harry se pregunta cuántos años tiene.

"Levántate," el escocés demanda.

Harry lo mira con ojos abiertos y se coloca los zapatos. "¿A dónde vamos?" El hombre agarra el cuello de la sudadera de Harry y tira de él con fuerza. Es arrastrado por la puerta hacia una escalera distante.

"¿A dónde vamos?" Harry repite. El hombre le da una mirada estricta y, luego, lo mira otra vez. "¿Dónde están tus lentes?"

Mierda.

Y luego, le pega con el codo en la cara,

No es mucha la fuerza detrás de la acción, pero aturde al hombre lo suficiente como para darle a Harry unos segundos extras para desarmarlo, y descargar el arma, arrojándola a un lado, lanzándose a las escaleras. Se ha ganado algo de tiempo, pero no tiene idea a dónde va. Todo lo que realmente puede hacer es correr.

Harry sube los escalones y, a media que asciende, los pasillos se vuelven cada vez más estrechos y sabe que ya casi está ahí. No piensa mucho en lo que hará cuando llegue, sabe que es probable que sea asesinado a tiros en el momento en el que doble en la esquina. No escucha una alarma, pero no sabe si es bueno o malo. Harry tropieza y cae con las palmas de sus manos, que duelen por el impacto. Si no suena una alarma, es probablemente una buena señal.

Se coloca los lentes cuando puede sentir que se está acercando. Las escaleras son interminables y cuando se mezcla un dolor de cabeza y su visión defectuosa, él... realmente debería estar tratando de andar con cuidado, aunque esa no es una opción en este momento. Los lentes cobran vida.

"¡Harry!" Niall grita en el minuto en el que está en su cara. "¿Estás loco?"

"¿Están aquí?" Jadea.

"¿Qué—?"

"¿Están los camiones aquí?"

"Mierda, están a cinco minutos. No puedo creer—"

"Dime qué hacer." Harry parpadea fuertemente para aclarar las manchas que llenan su visión. "Por favor. Dime qué hacer."

Niall suelta un gruñido de frustración en el micrófono. "Mierda," repite. "Bien, tienes un guardia arriba. Tienes que desarmarlo. Hay dos, eh, ¿cuál es la palabra, Lou? No son patrullas. Mierda... funcionarios, o algo. Crean los programas. ¡Programadores! Están arriba, pero no están armados."

Harry trota pasando una ventada, una que no está cerrada. Una ráfaga de viento helado llega a través de la abertura y levanta la vista para ver al hombre que espera en la cima, con la pistola apuntando hacia abajo y directamente a su cara.

"Has hecho esto antes," Niall le dice, tranquilamente. "Puedes hacerlo de nuevo."

"¡Quédate quieto!" el guardia le grita. Harry se inclina. "¡Quédate quieto!"

Harry toca el bolsillo de atrás y se agacha justo cuando la bala es disparada, justo sobre su cabeza. Los oídos de Harry zumban, pero tiene el tiempo suficiente como para la tapa de una botella y la tira a un lado, ahora tiene más tiempo. Cuando el guardia se acerca para ver qué es lo que ha tirado, Harry se abalanza sobre él, empujando el arma hacia un lado. Aprieta los dientes cuando la cabeza del hombre golpea la pared detrás de él y sus ojos revolotean.

"No quiero herir a nadie," había llorado una noche, lágrimas silenciosas bajando por su cara. Z lo había mirado y Ed había lo había abrazado con más fuerza. Era la noche antes de su primera misión.

"Ya lo superarás," Z había respondido.

"¡Manos arriba!" Harry grita al entrar en la torre, apuntando con el arma a las dos personas ahí. Ambos hombres, ninguno armado como Niall había dicho. Están temblando. La culpa lo recorre. "¡Háganlo!"

Esa no es mi voz, piensa, desesperanzado, y es como si se viera a sí mismo detrás de escena. Ese no soy yo.

Claro que lo eres, dice una voz conflictiva dentro de él mientras mantiene el arma apuntando a los hombres, esperando las órdenes de Niall. Sa es la única persona que siempre has sido.

"Agáchense," Harry demanda. "¿Niall qué mierda hago?"

"Mierda. Demonios. Bien, hay un panel a tu izquierda. ¿Lo ves?"

"Sí."

"Hay tres interruptores en la derecha. Súbelos todos."

Lo hace. Nada pasa.

"Niall," dice, su voz tiembla.

"Hay un botón tojo bajo el panel. No puedes no verlo. Apriétalo."

Harry trata de sentir algo bajo la superficie del panel, su mano roza algo que se siente como un chicle y hace una mueca. Y ahí está, lo presiona y hay una serie de chasquidos antes de que un chirrido penetrante atraviese la noche silenciosa. Se da vuelta para ver a los dos hombres todavía enroscados en el suelo.

¿Ahora qué? Piensa.

"Corre, Harry." Niall le dice. "Sal de ahí."

Así que, corre.


🔥🔥🔥


El pánico ha caído por toda la base.

Hay chicos corriendo hacia la izquierda y derecha, todos tropezándose entre ellos. No puede ver, realmente, pero está seguro de que las rejas principales es la fuente de dónde viene el chirrido.

Harry no está seguro de cuándo ni cómo decide tomar un desvío, pero lo golpea de repente. Se detiene en seco, sus pies se deslizan por el barro congelado, por lo que casi se cae y gira la cabeza hacia donde está su carpa. No le preocupan los otros muchachos. Se las arreglarán bien. Sólo piensa en Fionn y en lo parecidos que son y en cómo se supone que Harry debía agradecerle.

"Dame un minuto," le murmura a Niall y debe parecer como si se estuviera hablando a sí mismo, Harry piensa que es gracioso.

"H, ¡ve a los camiones! ¡Ahora, no estoy bromeando!"

"Un minuto. ¿Bien? Estaré ahí," se da la vuelta, bloqueando las protestas de Niall y corre a través de la multitud.

Pasa por la carpa. "Mierda." Está desierta. Sabe que le dijo a Fionn que corriera, pero tiene un dolor en su estómago, como si... como si alguien fuera a morir. Como si tuviera certeza de que sangre se va a derramar esta noche, y no toda será del enemigo.

"¡H!" Niall está gritando. "¡Sal de ahí!"

El viento se siente como cuchillos en su piel mientras corre hacia las rejas. Hay sonidos de gente disparando, y desea que sus piernas se muevan más rápido. No quiere morir. No ahora y no aquí. No antes de que pueda agradecerle a Fionn.

Es como si hubiera un descanso en el enjambre de personas, lo que le permite moverse hacia la fuente del caos. Su zapato se engancha en una rama y cae. Está tirando en el suelo con la boca llena de hierba. Siente un latido comenzar en su dedo gordo. Probablemente se lo quebró. Quiere reír. Harry se infiltró a un campamento y se quebró un dedo.

Harry llega al borde de la reja. "¡No disparen!" Sube sus manos sobre la cabeza. "¡Estoy aquí!"

Hay alguien en el frente que empuja a los soldados más atrás para que ninguno logre salir por las puertas. Bajan sus armas y Harry ve a Liam, sus ojos demasiado dulces y preocupados como para mirarlo por la mirilla del rifle.

Liam le pide a Harry que se ponga detrás de él. Harry quiere arrodillarse y llorar de alivio. Lo logró.

"Camina por ahí," el hombre le dice. "Hay una camioneta al final de la línea. Jack te está esperando. Te llevará a casa." Liam se detiene y las esquinas de su boca suben en una sonrisa. "Puedes sacarte los lentes. Buen trabajo."

De alguna manera, Harry siente que le sonríe también, un movimiento que apenas está ahí, pero es existente.

"Gracias."

Al final del camino, los camiones están estacionados, esperando. Detrás de cada uno, hay un Rebelde. Lo miran mientras empieza a caminar. Ni siquiera les regresa la mirada. Por primera vez, es responsable por lo que va a suceder.

Las puertas del último vehículo se abren, una camioneta blanca con una X pintada a un lado. Se saca los lentes y cuando da la vuelta, Jack está sentado ahí.

"¡Harry!" Exclama, moviendo sus manos en el aire. "¡Lo lograste!"

Sin nada que decir, Harry le pasa los lentes, y se sienta al borde de la camioneta.

Sí. Lo logró.


🔥🔥🔥


Cuando llegan a la base, es como la calma antes de la tormenta.

El descenso al metro es silencioso. Jack lo escolta a través de los túneles hasta que llegan a un lugar que reconoce: la escalera que conduce al gimnasio. Los pasillos están tranquilos. Todas las habitaciones están tranquilas. Incluso la voz de Jack es tranquila cuando habla.

"Iremos a la enfermería," le dice, susurrando. "¿Cómo te sientes?"

Es la veintésima vez que le primera desde que llegar. Harry desea no pensar en lo que está pasando en el campamento, el caos frenético y los disparos. Cierra sus ojos.

"Estoy bien," dice, cosa que no es una mentira. Puede sentir su dedo quebrado a través de sus zapatos, pero no duele tanto, y su mandíbula sólo le duele donde lo golpearon. Está vivo. Y está exhausto.

"Muy bien," Jack responde con simpatía. "Vamos," la caminata es lenta y un poco agonizante, pero parece valer la pena cuando finalmente colapsa en la camilla, las sábanas de papel crujiendo bajo su peso. Jack le da un cambio de ropa.

"¿Cansado?" el hombre le pregunta y él coloca una mano sobre su cara y asiente una vez. "Bueno, hiciste un buen trabajo. Y no he tenido ninguna actualización, pero eso es algo bueno." Espera un momento, dejando que Harry respire. "Veo que te metiste en una pelea."

"Fue intencional," responde, jadeando con esfuerzo. "Tuve un poco de ayuda."

Jack se queda quieto donde está buscando lo que Harry puede suponer que son vendas.

"¿Qué tipo de ayuda?"

¿Se supone que no debía hacer eso? Es muy tarde ahora. Y ya ha terminado la misión. Se acabó. Ya hizo su trabajo.

"De un niño," Harry dice cuidadosamente. "Y no le dije nada." Jack lo mira por un momento, pero después se mueve.

"Bueno. A pesar de eso, probablemente van a regresar pronto. Así que, por qué no me dices exactamente qué pasó cuando entraste." Jack se sienta en un banco con ruedas y se acerca a un lado de la cama, inclinándose. "Vimos que te noquearon. ¿Qué pasó después?"

La cosa es que no está seguro. Puede recordar cosas vagamente, ser paralizado, llevado a algún lado y el dolor cegador, pero... nada más.

"Pasó de nuevo," dice, finalmente. "El... no sé. El suero. Lo que fuera, era la misma cosa que usaron la primera vez. Cuando tenía dieciséis."

Jack suspira un poco, cruzando sus brazos y mirando sus pies. Se ve como si estuviera pasando a través de un debate mental y Harry se intenta sentar.

"¿Sabes...?" Harry se muerde la mejilla. "¿Sabes algo?"

El hombre sube la cabeza para encontrarse con los ojos de Harry, pero antes de que pueda abrir la boca, hay un suave golpe en la puerta. "Entra," Jack dice, y la manilla se gira y Niall entra.

Tiene círculos oscuros bajos sus ojos y hay un rasguño en su frente y también en su clavícula. Su ropa está manchada con lo que podría ser tierra, pero también podría ser sangre. Se ve exhausto, pero cuando su mirada cae sobre Harry, su rostro se divide en una gran sonrisa y se arrastra para abrazar a Harry.

"Dios, me alegra que estés bien," Niall dice. Harry coloca un brazo alrededor de él y lo aprieta a medias.

"Hueles mal," Harry responde y le sonríe.

Sonríe. Realmente sonríe, y no se da cuenta hasta que Niall se está alejando y da una explicación a medias de lo que está pasando. Hay dos camiones que han vuelto, es lo que dice, ambos están llenos de soldados, así que Jack necesita verlos a todos. Cuando Harry le pregunta cómo puede ayudar, Niall responde. "Anda a ver a Louis. Él te dirá qué hacer."

Ahora hace una mueca. No espera que Louis realmente lo ante, pero no descartaría una discusión de algún tipo y no está realmente de humor para lidiar con eso en este momento. "No te preocupes," agrega Niall rápidamente. "No está enojado. De hecho, es todo lo contrario."

"¿Estás seguro?" Harry pregunta, a regañadientes.

"Sí. Pero tenemos que irnos," sonríe de nuevo. "Tenemos alrededor de cien soldados viniendo hacia acá."

Harry realmente no tiene un descanso, pero no le importa mucho. Es agradable ser necesitado.


🔥🔥🔥


Al final, Niall estaba equivocado y Louis no está particularmente feliz de ver a Harry.

Aparentemente, su rostro está atorado en un ceño fruncido que solo se profundiza cuando Harry entra en la habitación siguiendo las instrucciones de Niall, pero de nuevo, Louis no usa lentes, por lo que no parece tan severo y no golpea a Harry inmediatamente en la cara, cosa que Harry toma como una buena señal.

Hay algo en Harry que se agita un poco, como un constante recordatorio del secreto de Louis. Lo hace sentir un poco nervioso, y no puede decir que le gusta ese sentimiento.

"Así que, regresaste." Louis observa, mirándolo de arriba abajo. Está en una silla giratoria frente a una colección de pantallas. De repente, Harry se siente inseguro y cohibido, incluso con su ropa normal.

"Sí," juega con sus dedos un rato. "Niall dijo que tenías un trabajo para mí."

"En realidad, sí," Louis gira su silla. Sí, sus facciones son considerablemente más suaves sin lentes. "Necesitamos hablar con los soldados. No interrogarlos, como tal, pero entrevistarlos y sacarles cuanta información puedas. Sólo no te pases de la línea," Louis entrecierra un poco los ojos. "¿Ya fuiste revisado por Jack?"

"Sí," Harry repite, luego se calla. "Ninguna contusión o... cualquier cosa. En caso de que te estuvieras preguntando."

Louis suspira. "Eso es bueno." Gira su cabeza ligeramente y Harry ve una cicatriz detrás de su oreja, bajando por la línea del nacimiento de su cabello. "Bueno. Ve a la cafetería. Es en donde dejaron a todos. Estaré ahí en un rato."

"Bien," Harry se da la vuelta para ir, pero se detiene. "¿Qué les tengo que preguntar exactamente?"

El ceño fruncido de Louis desaparece, un poco.

"No los estás entrevistando realmente," repite, lentamente. "Estás... viendo cómo están. Asegurándote de que están bien." Su voz baja. "Supuse que eras la mejor persona para hacer eso."

Harry no tiene idea de dónde proviene la nueva versión de este hombre, y mientras su amabilidad es un poco perturbadora, se siente mejor. Siente que pertenece aquí.

"Bien," Harry responde, luego: "Gracias."

"No me agradezcas," Louis dice, tan bajo que Harry apenas lo escucha y, tal vez si no estuviera en la habitación, podría pensar que lo imaginó.

Se enfoca en el sonido mientras camina a través de los pasillos; poco a poco se vuelve más fuerte hasta que puede descifrar las voces, hablando al mismo tiempo y siente que su corazón late con fuerza en su pecho. ¿Realmente puede hacer esto? ¿Cómo se supone que debe consolar a otras personas si ni siquiera puede consolarse a sí mismo?

La curiosidad lo supera, por supuesto, y realmente no puede evitar caminar por la puerta. No se ve muy distante de lo habitual, excepto... que estos son jóvenes adolescentes que se ver heridos por todas partes, pero todos ellos están con vasos en sus manos y llenando sus caras, y quiere llorar. Porque algo sobre esto, algo sobre ver a todos estos niños juntos y rescatados lo hace querer algo que no puede identificar. Como el pasado que nunca tuvo. De alguna manera, siente que es él quien debería haber sido rescatado, no el que efectuara el rescate.

Siente ese dolor en la garganta, la sensación familiar de las lágrimas se aproxima. Se agacha para salir por la puerta.

Está ocurriendo otra vez. Puede sentirlo, la bilis subiendo por su garganta, las lágrimas llegando y su pecho apretándose. TEPT (trastorno de estrés postraumático), alguien dijo una vez. No recuerda quién. Sin embargo, esto no lo es. Él es más fuerte que eso.

¿No es así?

No está seguro después de todo, ya que sus pies lo llevan devuelta de dónde vino y, casualmente, se encuentra con Louis, quien parpadea hacia él, desconcertado.

"Jesús, mira por dónde..." Louis deja de hablar. Todavía no está usando sus lentes y sus ojos son penetrantes sin ellos. "¿Estás... estás bien?"

Harry abre su boca, trata de hablar —nada sale, sólo un llanto estrangulado.

"Mierda. Ven conmigo," Louis lo agarra del brazo y lo lleva a través del pasillo a una habitación que parece no tener ningún propósito hasta que Harry se da cuenta de que hay un lavabo, un baño y un espejo y su propio reflejo. Se desliza por la pared y siente que está flotando, pero no de una buena manera. Para nada.

"¿Qué hace Niall normalmente?" Louis le pregunta, retorciéndose las manos. Es la primera vez que se ve preocupado por la perspectiva por su bienestar. Harry mete su cara entre sus rodillas, tratando de respirar. Su pecho arde. "Styles. Dime qué hacer. ¿Qué sirve de ayuda?" Para este tiempo, mantiene una distancia segura, como si Harry fuera a saltar y morderlo.

No puedo hacer esto, Harry piensa y muerde su mejilla lo suficientemente fuerte para que sangre. No puede respirar.

"Harry," Louis dice desesperadamente, y da un paso adelante. "¿Qué hago?"

"Dime algo," Harry jadea. "Cualquier cosa."

"No sé nada," Louis responde, estresado. "No tengo nada qué decirte."

"Pretende que sí," Harry entierra sus uñas en sus pantorrillas y se resiste a arrancarse todo el pelo. "Pretende."

"Mierda." Louis maldice suavemente, y se inclina contra la pared. "Um. Mientras te fuiste."

"Sí," Harry le dice, ahogándose con lágrimas así no se ve como un completo idiota.

"¿Tuve este sueño? En vez de Ben, era este perro grande. Y todos lo adoraban. Como si fuera la única cosa que importara. Pero los perros no viven mucho, ¿sabes? Y ya estaba viejo."

La historia no parece tener sentido. Pero no importa. "Sigue," Harry susurra.

"Es difícil hacer planes," Louis continúa, su voz tensa. "Cuando el futuro es incierto. Cuando no puedes hacer que sea certero. ¿Sabes a lo que me refiero?" Harry sacude su cabeza y respira. "Sabes que el perro muere. Sabes que todos mueren. Pero no sabes cómo va a pasar ni cuándo, o cómo controlarás todo después de que pase. Sólo sabes lo que sabes."

"Sí," Harry murmura en su regazo.

Puede respirar de nuevo. Louis se calla.

"Gracias," dice después de un momento, una vez que sus lágrimas se han secado y su pecho se siente menos apretado. "No tenías que hacer esto."

"Por supuesto que sí," Louis responde francamente.

Y eso es todo.

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