summary: es la culpa de Harry.

"Y bueno," Ben dice.

El reloj está sonando en la pared. Son las diez. Harry ha esperado dos horas enteras para ser interrogado, viendo en turnos a Liam, Nick y Niall entrar a esa pequeña y silenciosa habitación. Ahora es su turno, y no sabe si alguna vez ha odiado a Ben más de lo que lo hace ahora.

El sonido de su ritmo cardíaco en el monitor es constante y monótono; se ha mantenido igual todo el tiempo, desde que se lo colocaron en el pecho y lo hicieron sentar en una silla frente al escritorio de Ben, en donde está ahora, paciente y cortésmente. Ben sólo se inclina contra la pared, sus brazos cruzados en silencio con un aire misterioso de contemplación.

"Y bueno," Harry repite.

"Esto no tomará mucho tiempo, Harry," Ben dice. "Si me dices la verdad. Todo lo que debes hacer es decirme qué pasó anoche y te dejaré ir."

Harry presiona sus labios en una firme línea.

"Empieza por el principio, por favor."

El principio.

Di la verdad.

"Fui despertado," Harry empieza lentamente, observando con atención la cara de Ben. "Alguien tenía una daga contra mi garganta, me dijo que caminara con él. Dijo que me iba a matar. Me levanté de la cama. Fuimos por el pasillo, a la habitación donde... donde encontraron los cuerpos. Me tiró al suelo. El que tenía la daga se sacó la máscara." Se detiene, sin saber qué tan lejos ir.

"¿Y bien?" Ben presiona.

"Era Tom. Mi compañero de habitación. Estaba enojado conmigo."

"¿Dijo por qué estaba enojado contigo?"

"Porque maté a uno de sus amigos. Gerry."

Ben asiente. "Es cierto. Aún no has hecho lo suficiente para remediarlo. Haré que Louis se encargue de eso. Entonces, ¿qué más pasó?"

"Tom tenía un arma. Iba a matarme. Pero... no estaba cargada."

Los ojos de Ben se achican. "¿Cómo sabías?"

Porque Louis me salvó y casi lo matan por eso.

"Porque lo escuché. La pistola se escuchaba vacía. Me dio algo de tiempo." Escuchando atentamente el ritmo del monitor que no ha cambiado desde que se sentó, Harry apoya su espalda en la silla, feliz con su trabajo.

Ben alza una ceja. "¿Derrotaste a esos hombres tú solo?"

Levanta un hombro. "He peleado con más. Herido, además."

El hombre lo mira por un momento. "Niall dijo que cuando despertó, no estabas ahí y que volviste alrededor de las ocho con Louis. ¿Qué estaban haciendo?" La manera en la que lo dice envía escalofríos a la espalda de Harry.

"Me hirieron la cabeza en la pelea. Fui al baño para limpiarme. Me encontré con Louis. Dijo que tenía suministros médicos y me puso un par de puntos."

"¿Por qué no te llevó a la enfermería?"

"Porque..." su ritmo cardíaco no cambia en ningún momento. "Le dije que no quería ir. No quería despertar a Jack... no a esas horas de la noche." Ben lo mira y Harry necesita toda su fuerza de voluntad para permanecer quieto.

"¿Así que pasaste la noche?"

"No... podía caminar. Estaba muy mareado para hacerlo."

No está seguro si Ben lo cree o no, pero no parece muy seguro decir la verdad. La absoluta verdad lo meterá en problemas o a Louis si es que Ben le creyera, y, a pesar de que no le gusta mucho Louis, Harry odia más a Ben. La única cosa que ha hecho por él es hacerlo pasar por esas horribles pruebas. Louis lo ha rescatado, en un momento en el que no debía hacerlo.

Louis me salvó.

El monitor suena de nuevo, manteniendo el mismo sonido entre pulsos. Hizo un buen trabajo.

"Muy bien." Ben dice después de un largo momento. "Puedes irte. Dile a Louis que puede entrar. Tenemos un par de cosas qué discutir."

Es más rápido de lo que esperaba, pero Harry no dice nada respecto a eso. En el momento en el que se coloca de pie el sentimiento de cansancio y el mareo llegan a él. Recuerda su muñeca dislocada y la contusión, Louis entrando a su celda la primera vez, leyendo su diario, colocando su muñeca en su lugar, llevándolo a las duchas donde se desmayó, Louis suturando su cabeza y dejándolo estar con él. Louis. Louis... que está esperando afuera de la oficina de Ben, a un lado de Niall, quien se ha comido las uñas con una mirada perdida en algún punto del suelo.

Harry no sabe qué pensar.

"¿Estás listo ya?" Louis pregunta, alzando una ceja.

"Quiere que entres."

"Bien." Louis espera un momento, tratando de mantenerse completo, y da un paso hacia la puerta. Harry lo agarra antes de que entre.

"De acuerdo a la historia," Harry murmura, su boca tan cerca al oído de Louis que prácticamente se están tocando. "No estabas en la escena anoche. Te encontré en mi camino hacia los baños y estaba sangrando mucho. No quería despertar a Jack así que tú me curaste. ¿Entendiste?"

Louis parpadea.

"¿Entendiste?" Harry repite, más firme ahora.

Louis lo mira de arriba abajo, su cara con un gesto entre confundido y con el ceño fruncido. Dice una sola palabra, en voz tan baja que Harry casi no lo escucha.

"Bien."

Harry lo deja ir.

🔥🔥🔥

El almuerzo de Harry no tiene sabor y pasa más tiempo jugando con la comida que comiendo.

El dolor en su cabeza ha disminuido; después del interrogatorio de Harry, Niall lo había llevado a la enfermería donde Jack, un poco molesto porque no lo despertaron, le había dado a Harry un poco de anestesia y le había quitado los puntos, volviendo a suturar la herida, todo mientras maldecía en voz baja.

"Demonios," Jack se decía a sí mismo, pasando el hilo por la piel. "Lou siempre quiere hacer las cosas por sí mismo. No ha suturado una herida en años. Tienes suerte de que no está infectada."

Lo que cubre el corte es una gasa limpia, no un vendaje desordenado, colocado rápidamente sobre los puntos. Se ha ganado un par de miradas rápidas porque eso suele pasar, pero la cafetería está relativamente tranquila con un estado de ánimo calmadamente sombrío, como si todos supiera lo que sucedió, pero decidieron seguir adelante.

Harry mueve el tenedor contra el fondo de su plato. Casi como que quiere vomitar.

"Se supone que deberías empezar el entrenamiento hoy," Niall dice. Mira hacia arriba lentamente. Liam y Nick están sentados al final de la mesa, comiendo en silencio, con miradas vacías sobre sus pacíficas caras.

"¿El entrenamiento?"

"Probablemente debe estar cancelado. Pero Lou te iba a llevar al centro de entrenamiento e ibas a disparar para familiarizarte con algunas armas." Niall se lleva el tenedor lleno de papas a la boca. "No creo que puedas hacer eso ahora, no por cómo se encuentra tu cabeza. Sin mencionar que la base está en tu contra por ahora. Piensan que es tu culpa que Tom esté en problemas."

"¿Por qué?"

"Los rumores mal contados siempre merodean. De acuerdo a ellos, tú atacaste a Tom y te cortó en defensa propia. Creéme, sé que no harías eso."

La comida de Harry está fría, un bulto grisáceo poco apetitoso en su bandeja. Finalmente, deja su tenedor en la mesa con un suspiro. "Muy bien."

"Es un maldito desastre, ¿sabes? No había pasado si no hubiesen enviado eso..." Niall deja de hablar, sacudiendo su cabeza.

"¿Qué cosa?"

"No importa."

"¿Niall? ¿Enviar qué?"

"No debería haber dicho nada. Lo siento, amigo. Sólo... termina de comer, ¿sí? Los niños están en sus habitaciones así que no tengo que trabajar hoy. Ambos podemos volver a la habitación. Deberías descansar."

La mente de Niall parece estar en otro lugar y no parece notar el hecho de que Harry no ha tocado su comida. Harry pasa una pierna sobre la banca y sigue a Niall, ignorando la sensación de que todo el mundo lo está mirando.

"¿Ya terminaron?" Louis los sigue y Niall sólo se da vuelta, encogiendo los hombros rápidamente antes de caminar a la salida.

"¿Estás... bien?" Harry le pregunta, tentadoramente.

"Yo..." suspira. "Sí. Estoy bien. Mierda, hombre, sólo... Tom era un buen chico. Tuvo una infancia difícil; perdió a sus padres, llegó acá cuando tenía doce. Gerry y él eran buenos amigos. No quiero hacerte sentir mal, sin embargo, ¿sabes? No fue tu culpa. No fue tu culpa de que ellos te atacaran." Sacude su cabeza, mirándose los pies. "Pero hay reglas acá y atacar a otro soldado, es romper la regla más grande de todas y no hay ninguna manera de que Ben lo deje volver al equipo. Lo encerrarán hasta que le den una sentencia en un juicio."

"¿Un juicio?"

"Sí. Todos tenemos que estar ahí. O lo dejan volver o tendrá que compensar el hecho de que intentó matarte, prácticamente a nuestra persona más valiosa ahora, o lo desterrarán. Pero no creo que hagan eso. Sabe demasiado."

"¿Desterrarlo, como enviarlo lejos?"

"Sí. He visto que lo han hecho un par de veces. Se vuelve carroñeros. Hay un..." se detiene, vacilando entre las últimas palabras. "Olvídalo," dice de nuevo. "Estoy hablando demasiado." Dan vuelta hasta su habitación.

"Necesito saber," Harry responde, sentándose al borde de la cama. "Quiero saber."

"Lo harás, pronto. Lo prometo." Niall cierra la puerta y colapsa junto a él soltando un gran suspiro. "Sólo... debería saber que no quería que te trajeran. Tenía ganas de verte... pero a veces es mejor andar por tu cuenta."

"¿Cómo encontraste este lugar?" Harry cambia de tema rápidamente, guardando las palabras de Niall para considerarlas más tarde.

"Bueno. Hace dos años me encontré con estos sobrevivientes. Yo estaba muy mal; mi rodilla estaba pésimo, y no había comido bien en años. Era sólo... estaba todo mal. No creía que lo iba a lograr. Y ellos me aceptaron en su grupo, me dieron comida. Me dijeron que iban a tratar de llegar a Londres, habían escuchado del movimiento Rebelde. Dijeron que tenían planeado derrocar al gobierno. Así que, hice lo mismo que le hice a la gente de Cardiff, robé un par de cosas y corrí. Estaba en... Oxford o algo así. No puedo recordar. Me tomó un par de semanas llegar a Londres y, bueno...no encontré ni mierda. Una ciudad fantasma. Así que fui al subterráneo, y busqué por las vías si podía encontrar algo, y ahí había un cartel en una de esas pequeñas puertas laterales. Entra por la Rebelión, o algo así. Por lo que entré. Y así fue cómo llegué aquí."

Niall se deja caer contra la cama, estirando sus extremidades. "No hablé los primeros días. Estaba demasiado asustado. No tenían idea de que era del campamento hasta después de un mes."

"¿Tú...?" Harry traga, girando su cabeza un poco. "¿Lo extrañas? El campamento, quiero decir."

Niall está en silencio por un momento.

"Extraño algunas cosas, supongo. ¿Y tú?"

"Tú primero."

"Bien. Bueno. Extraño estar con las personas que me entendían. Extraño a los chicos. Eddy. Z." Harry siente cómo una ola de tristeza atraviesa su interior. "Extraña lo simple. Que te dieran órdenes y...hacer las cosas sin tener que pensar si está bien o mal. No extraño tener que matar personas, eso sí. O el ser golpeado o estar asustado todo el maldito tiempo. Tu turno."

"Yo..." Harry pasa las manos por su cabello, de manera ausente. Está enredado y un poco sucio, grasiento. Debería lavarlo. "No puedo decidir si lo extraño o no."

"No tienes que decidir nada, amigo. Sólo vive."

"Sólo vive." Repite.

"Sí. ¿Sabes? Sólo deja que las cosas pasen."

Sólo vive.

Harry piensa que puede intentarlo.

🔥🔥🔥

El resto del día es tranquilo; se quedan dormidos en algún momento y despiertan antes de la cena y se limpian. Niall le muestra la selección de libros que tienen. Liam y Nick se quedan jugando a las cartas hasta que no pueden mantener los ojos abierto antes de que finalmente salen de su miseria y se acuestan a dormir.

Al día siguiente, es tranquilo hasta el almuerzo, cuando Louis viene corriendo a través de las puertas de la cafetería, con sus lentes casi cayéndose de su nariz y sus ojos llorosos. Instantáneamente los encuentra en la mesa, comiendo de una manera silenciosa. Cuando llega a la mesa, ignora la mirada de Harry de manera obvia.

"El juicio de Tom está empezando. Los necesito a todos. Rápido."

El apetito se les va abruptamente, agarran sus bandejas en una gran ráfaga frenética de conmoción y tiran los restos a la basura. Su caminar se vuelve más rápido cuando llegan al pasillo y, de alguna manera, de repente Harry no se siente como un extraño. No mientras sus pasos son iguales a los de los otros soldados, que se están moviendo hacia el mismo destino, con el mismo pensamiento en sus cabezas.

Sólo vive.

"¿Por qué no nos notificaron?" Nick pregunta.

"Porque estaba ocupado." Louis le responde de manera sarcástica. "Cállense. Escuchen bien. No sé qué va a pasar. Pero si deciden que necesitan más información de ti, diles la verdad. No creo que pregunten más, pero, no importa cuál sea la sentencia, no trates de detenerlos y no causes ningún tipo de distracción." Le da una mirada sobre su hombro a Harry, pero termina antes de que Harry se dé cuenta de lo que pasó. "Mentir sólo herirá a Tom y a ustedes."

"No lo desterrarán, ¿cierto?" La sangre se va de a cara de Liam. "No pueden hacer eso. No ahora."

"Bueno. Ben puede hacer la mierda que le plazca. Así que, sólo quédense en silencio."

Quedarse en silencio. Nunca ha sonado tan fácil.

Harry reconoce el ala de la base mientras entra hacia donde está la oficina de Ben. Pasan por su puerta —Harry le da una mirada de disgusto sólo porque puede— y da vuelta a la izquierda hacia otro pasillo, donde la puerta al final está resguardada por dos guardias. Louis asiente en un simple reconocimiento hacia ellos, y abre la puerta antes de que Harry tenga tiempo de prepararse a sí mismo.

Hay un pequeño panel de personas a las que nunca ha visto, pero que asume que son los líderes del concejo. La mesa al frente de la habitación tiene a cuatro asientos y, justo ahí, al frente y en el medio, está Tom; su cara está herida por los golpes de Louis, tiene el ceño fruncido y sus manos están temblando como si no tuviera control sobre ellas. Harry puede darse cuenta de ello desde donde está parado, paralizado cerca de la puerta.

"Gracias por venir," Ben los saluda desde algún lugar. Siente que Liam salta junto a él. "Pueden sentarse." Hace gesto hacia la fila de sillas que están detrás de la mesa como una invitación, Louis va primero, liderando el camino para los cuatro, quienes están parados ahí, sintiéndose inútiles, mirando de manera ansiosa alrededor de ellos como si eso fuera a ayudarlos o si eso fuera una explicación para ellos. La habitación es grande, con una alfombra y las luces son fuertes, reflejando toda la superficie plástica, brillante.

"Estamos aquí para sentenciar a cuatro personas," Ben anuncia después de que todos se sentaran. "Tres nombres no serán revelados por respeto a sus familias." Familias. Todavía es interesante escuchar que eso existe en este mundo. "Tom Carney es encontrado culpable por el intento de homicidio y agresión a Harry Styles." Agarra un pedazo de papel doblado que está en la mesa. Todos esperan con expectación.

Ben lo desdobla lentamente, mirando las palabras escritas ahí.

"Decidido por la mayoría, tres de los cuatro acusados han sido categorizadas como personas violentas y con mala conducta. Pasarán cuatro meses en confinamiento solitario antes de ser liberados." Los tres en la mesa que no son Tom. Harry nunca los ha visto antes. Sus miradas caen, decepcionadas y Harry trata de no sentirse culpable —real, realmente lo intenta y sabe que no son buenas personas, pero él tampoco lo es, ¿o sí?

"Carney, por intento de homicidio, no enfrentará el confinamiento."

La sala estalla en murmuros, y mira alrededor confundido mientras Niall entierra su cara en sus manos, la cara de Liam es pálida, Nick mueve la cabeza, sin palabras y las manos de Louis están convertidas en puños.

"Carney se enfrentará al destierro de la Rebelión por dos años hasta que vuelva a retomar sus funciones como soldado. El juicio ha concluido. Pueden retirarse."

"Mierda," escucha que Niall susurra, pero los ojos de Harry se quedan en Tom, sin moverlos de la cara del chico. No puede ser más grande que Harry, por cómo luce —Tom lo está mirando, sin perder el contacto visual. No es culpa de Harry. Él no quería esto. Él nunca quiso esto. La mirada en la cara de Tom, sus ojos vacíos y sus labios en una línea, respirando tan ligeramente que parece una estatua... Harry piensa que no será capaz de dormir esa noche.

Dos años. Nadie sobrevive dos años vagando por ahí, nadie que no haya sido un sobreviviente, para empezar. La vida de Tom terminó.

"Vamos," Liam le dice suavemente, tanto que Harry podría empezar a llorar porque su tono de voz es tan amable y eso es lo que Harry realmente necesita ahora. Un poco de amabilidad. "Vamos."

Se para torpemente, sin quitarle la vista a Tom, quien sólo está sentado ahí, completamente quieto. Cuando Harry pone un pie en el pasillo, tiene que presionar su espalda contra la pared y respirar hasta que siente que tiene el control de nuevo, sus músculos se sienten flácidos, se siente vacío, como un montón de huesos y piel sin vida.

"No es tu culpa," Niall le dice firmemente mientras las personas empiezan a salir, la multitud amenaza con sofocarlo, con tragárselo entero.

Claro, piensa cínicamente. No es mi culpa. Claro.

Harry sabe que es su culpa. Sólo le duele menos pretender que no lo es.

🔥🔥🔥

Harry tiene razón.

No duerme esa noche.

🔥🔥🔥

La mañana siguiente va así:

Se despierta antes que todos. Se baña usando algún champú hecho a mano de avena que deja hojuelas en su pelo y hace que su piel huela extraño. Utiliza un peine que encuentra debajo del fregadero para sacarse los nudos del pelo.

Cuando vuelve a su habitación, todos están levantados, vistiéndose. El ánimo es solemne. Como si todos tuvieran miedo de hablar. Niall le da una sonrisa gentil antes de ponerse las botas. Harry se pregunta si alguna vez le darán unas de esas.

El desayuno no se ve rico y no tiene sabor, pero ya se ha acostumbrado a eso. Come un poco así puede sobrevivir el día y resiste la necesidad de vomitar porque no es tan autodestructivo como todo el mundo piensa que lo es.

Niall lo lleva a la armería. Aparentemente, Niall no ha obtenido una respuesta por parte de Louis de hacerlo, pero necesitan la distracción si quieren lograr pasar la mañana sin tener un ataque de pánico. Los bastidores de armas que recubren la pared son infinitos y un poco reconfortantes. Niall le da una pila de rifles descargados para limpiar. Se sientan en sillas de metal uno frente al otro, trabajando en silencio.

El trabajo no es tan rápido que para el momento de almorzar recién terminan. Niall empieza a tararear una canción mientras caminan, y le manda un dolor a través del cuerpo de Harry porque sabe cuál es. Nunca cantaron mucho en el campamento, por lo menos no con las patrullas están alrededor, pero de vez en cuando escuchaba a los soldados murmuran canciones de amor y se las aprendería. Solo como un testimonio de las personas que solían ser. Se imagina a Niall solo en la sala de música con una guitarra en mano, esa misma canción cayendo por los labios rotos de un chico roto. Harry piensa que, tal vez y sólo tal vez, sería algo perfecto ahora.

El almuerzo es un sándwich. Harry se lo lleva a la boca y, sin pensar, le pide a Niall que lo lleve a la sala de música. Sin palabras, Niall termina su comida y acepta. Los pasillos están extrañamente silenciosos.

"Le diré a Lou," Niall dice cuando llegan a la habitación y Harry puede ver los instrumentos por la puerta entreabierta. "Te haría bien un tiempo a solas aquí. La habitación es a prueba de ruido, así que puedes meter el ruido que quieras. Sólo... no te escapes o algo." Su tono es ligero, podría ser una broma si las palabras no fueran tan amenazadoras.

"Gracias," Harry dice y realmente lo siente.

Niall asiente una vez, sonriendo suavemente y se va al pasillo, dejando que Harry abra la puerta y entre a la habitación.

Se ve mucho más diferente de que lo hacía cuando estaba llena de personas. Es una habitación grande, con techos altos y luces brillantes que la amplían aún más y, por supuesto, el piano al final, tres guitarras en sus soportes, un mini kit de batería. Se siente un poco... adolescente para él, si es honesto. Cuando era niño, siempre elegía la música por sobre otras cosas, pero seguir una carrera en eso no era una opción. Ahora, no sabe qué es lo que quiere, pero piensa que tiene que ver con la necesidad de sentir las frías teclas del piano bajo sus manos.

Está solo. Por primera vez en mucho tiempo. Recuerda cuando el pensamiento de estar alrededor de personas constantemente era lejano e imposible. Ahora, tener un momento para él, casi lo asusta, pero está bien. Puede respirar sin tener un par de ojos siguiéndolo a todas partes.

Se sienta en la silla del piano, mirándolo. Está asustado de presionar una tecla. Tiene miedo de romper el silencio.

"¡Harry, tenemos que irnos!"

"¡En un momento!" Gritó. Tenía trece, tirando frenéticamente sus cosas a la gran mochila que tenía. La poca ropa que tenía ya estaba guardada. Su cepillo de diente, su champú de viaje. Sus libros, dos novelas gráficas y tres de Harry Potter. Una revista de deportes. La foto. Un diario que estaba casi lleno. El collar que le prometió a su mamá que usaría.

"¡Ahora! ¡No estoy bromeando, el bus se irá sin nosotros!"

"¡Voy!" Gritó, agarrando su abrigo, su mochila y corriendo hacia la puerta donde su hermana, de quince años, lo estaba esperando, golpeando el suelo con la punta de su zapato y con sus brazos cruzados.

"Por fin," dijo. "Te estoy esperando de hace diez minutos. Tendrás suerte si no nos dejaron atrás."

El bus que los tenía que llevar a la siguiente ciudad, donde había un refugio para huérfanos, los dejó. Durmieron escondidos en la puerta de una iglesia que no podía darles amparo sin romper el toque de queda. Bueno, Harry durmió, enroscados en una pequeña bola debajo de una frazada hecha a mano. Gemma se quedó despierta toda la noche, siempre cuidándolo.

Desea que ella estuviera aquí. Por primera vez, se permite desear tener a su hermana aquí, para que lo protegiera. Ella sabría qué hacer. Qué decir. Qué pensar.

Hay algo húmedo en su mejilla. Cae a su labio y el sabor a sal se extiende por su boca apenas roza la punta de su lengua. Han pasado casi tres años desde que lloró, y se siente tan, tan bien.

Harry no se molesta en quitarse la lágrima de la mejilla. Sólo lo deja pasar. Se queda mirando las teclas del piano mientras su visión se humedece y se vuelve borrosa. El negro se mezcla con el blanco y no está seguro por qué o cómo, pero se siente tan bien sólo dejarse llevar.