Capítulo 12.
Summary: el primer ataque.
Hay una daga en la garganta de Harry.
Sabe que no tiene que no debe gritar, o moverse, pero la oscuridad es sofocante y la figura sobre él apenas es una sombra. La daga es afilada, fría y le punza la piel frágil de su cuello.
"No te muevas."
Está todo oscuro, silencioso como para saber de quién es la voz, pero Harry piensa que lo que le pide es estúpido. ¿Hacia dónde se movería?
"Te levantarás," la voz le instruye en un susurro pesado. "Lentamente. Y me seguirás. Si hacer algún sonido, te cortaré la garganta. Asiente si entendiste."
Harry asiente una voz, cuidadosamente. La voz es familiar —con certeza él ya la ha escuchado antes— sólo falta que diga un par de palabras más y Harry probablemente podrá saber quién es. "Bien. Levántate." Se saca las frazadas y nunca había estado más feliz de haber dormido con pantalones. Se sienta, deslizando sus piernas de la cama hasta que sus pies tocan el suelo.
"Camina conmigo," su vista aún está un poco difusa por el sueño, Harry parpadea y espera que su visión enfoque las cosas, desliza los pies cautelosamente como si tuviera miedo de pisar alguna cosa. La persona es unos centímetros más baja que él, está vestido con ropa negra, holgada y su cara está cubierta por un pasamontaña. Refleja cada uno de sus movimientos, está presionado contra la espalda de Harry, manteniendo la daga firme en su garganta y lo empuja hacia adelante, hacia el pasillo sin considerar lo lento que está caminado.
La luz del pasillo es brillante y sus ojos le duelen, pero no se atreve a girar su cabeza para ver quién está detrás de él, para mirar a Niall y verlo dormido. Cree que puede safarze del agarre en el que está envuelto; lo ha hecho antes.
No le toma un minuto darse cuenta de que su plan de desarmarlo no va a funcionar. La persona detrás de él está entrenada para este tipo de cosas, aparentemente. Hay un brazo firmemente puesto alrededor del hombro de Harry por lo que no puede escapar y la daga está presionada lo suficientemente fuera que, en el momento en el que gire su cabeza, lo cortará rápidamente. Estratégico.
Era el mismo método que le habían enseñado a Harry y a Niall para capturar soldados británicos.
Mientras caminan, la daga no cambia en ningún momento de posición. Es un camino largo y agonizante, la espalda de Harry duele por el extraño ángulo en el que está y, un par de veces, casi se cae, el miedo pasando a través de él mientras trata de enderezarse.
Finalmente, lo empujan por una puerta y, abrúptamente, la daga es retirada de su cuello al igual que el brazo y, mientras trata de enderezarse y analizar lo que acaba de pasar, lo golpean fuertemente con el pie, directamente en la espalda, enviándolo directamente al suelo. Detiene el golpe con la muñeca que tiene mala, un dolor paralizante recorre su brazo, el dolor aumentando en su clavícula.
"¿Realmente lo hiciste?" Escucha, es una voz nueva, la puerta se cierra mientras rueda sobre su espalda y toma aire temblorosamente después de haber sido golpeado en los pulmones.
Hay otros tres hombres alrededor de él, todos usando la misma máscara y ropa. Está sobrepasado, no está seguro de que pueda noquearlos a todos; ellos están sanos, son fuertes, tienen masa muscular y años de práctica, y mientras él tiene un poco de músculos, se ve frágil, un sobreviviente malnutrido. Aunque lo es, en realidad.
La primera persona, su captor, se saca el pasamontaña y Harry parpadea.
Es Tom. Tom, quien es parte de su nuevo equipo. Con quien comparte habitación.
"Siento que haya tenido que ser así, Harry," Tom dice, sin emoción, ignorando la conmoción en la cara pálida de Harry. "Pero, asesinaste a uno de nuestros hombres. Y no podemos perdonarte por eso." Levanta su mano y uno de sus lacayos saca una pistola de su cinturón y se la pasa.
"Mañana, alguien vendrá y te encontrará. Pensará que te suicidaste. Serás recordado como un cobarde, que es exactamente lo que eres." Tom lo mira. "Asesinaste a alguien, Harry. Mataste a nuestro amigo. Eres un cobarde."
"¡Maldito cobarde!" Z grita, golpeándolo una y otra y otra vez en el pecho. "¡No puedo creer que dejaste que esto pasara! ¡Podría haber muerto!"
"No sabes ni una mierda de mí," Harry escupe.
La pistola está al nivel de sus ojos ahora. Harry no podría estar en un peor ángulo; está en el suelo, apoyado sobre sus brazos, la pistola justo en su cara. Nadie lo vendrá a salvar. Esto es, piensa, voy a morir. Será asesinado por un veinteañero, por un soldado Rebelde que está enojado y quiere venganza por su amigo muerto que Harry ni siquiera sabía que existía.
Harry ni siquiera trata de hablar y defenderse. Espera, espera y espera y los segundos pasan mientras Tom tiene su dedo sobre el gatillo, pero en un momento de valor, cuando siente que el silencio se ha acentuado demasiado y porque no quiere morir así, se levanta del suelo y golpea los pies del hombre. Tom cae y la pistola rebota en el suelo.
Un cuerpo pesado colapsa contra Harry antes de que pueda pararse; el impacto lo tira de nuevo contra la pared y no es lo suficientemente fuerte en el momento, pero una vez que recibió un golpe en la cara hace que la ira suba por su cuerpo, está enojado y molesto, por lo que empuja al hombre con toda su fuerza, golpeándolo fuertemente en el estómago. El hombre cae contra su compañero. Harry usa el tiempo extra para ir hacia la puerta, dándose cuenta de que no podrá ganarle a todos. Antes de que pueda colocar sus dedos alrededor de la manilla de la puerta, una mano agarra su cara, dándole vuelta rápidamente que es como un latigazo y casi oye cómo le parten el cuello, una uña excavando en su cabeza y dejando una herida a su paso, luego cae al suelo.
Harry se mueve contra el cemento del suelo para protegerse de alguna manera mientras Tom se acerca a él, colocando sus dedos alrededor de su cuello, la pistola se ha perdido en alguna parte. Harry golpea torpemente a Tom en la cabeza con la palma de su mano, aturdiéndolo lo suficiente como para extender un brazo y agarrar la pistola.
Se escucha un sonido vacío sobre él. Un momento, Tom está parado, su dedo apretando el gatillo de lo que es un arma sin balas, y en el siguiente, Tom está en el suelo, tacleado por una pequeña persona vestida de gris, Harry no está seguro de quién pueda ser.
Harry respira fuertemente y trata de protegerse con la pared, escondiendo su cara; los otros están temporalmente distraídos. La persona da dos fuertes golpes antes de que tenga al otro acorralado contra la pared, lo tira hacia atrás y lo tira de nuevo fuertemente contra el muro. El tercero, aturdido y golpeado. El cuarto, tratando de escapar antes de que un arma sea atizada contra su sien, justo en la parte suave de su cráneo. Eso va a ser fatal.
Hay sangre en la cara de Harry cuando la persona se gira y se pregunta si en realidad la uña era una daga.
"¿Louis?" Tose y Louis sacude su cabeza, da un par de pasos hacia donde está Harry en el suelo y se hinca frente a él. Harry parpadea, aturdido.
"Jesús," Louis dice. "No hables. ¿Puedes caminar?"
"Sí."
"Bien, vamos," Louis le ofrece la mano y tira a un Harry adolorido para que se coloque de pie. Las luces se mueven en la visión de Harry. Está cada vez más seguro de que esa uña no era, en realidad, una uña. "No metas ruido." Louis envuelve sus dedos alrededor del brazo de Harry y, cuidadosamente, pasa por el cuerpo tirado que está cerca de la puerta. Harry se tropieza, casi cae.
"¿Cómo es que—?"
"No hables, maldita sea, Harry, ¿me escuchaste?" Louis gira su cabeza en varias direcciones como si tratara de estar seguro de que no los están siguiendo, y lo tira hacia el pasillo, moviéndose demasiado rápido como para que Harry pueda seguirlo.
Ahora el dolor se ha incrementado, casi de la misma manera en la que solía hacerlo cuando peleaba, el cansancio familiar lo está tirando a la inconsciencia, pero la mano de Louis es cálida y callosa contra su piel... y se siente extrañamente cómodo. Se da cuenta después de unos segundos de que Z solía hacer eso, y ahora sólo se siente un poco triste.
Harry se tropieza de nuevo. Louis lo ayuda, aunque continúa llevándolo por el pasillo.
"Louis," empieza, pero es silenciado de nuevo, girando hacia la izquierda y guiándolo por una puerta.
Hay una cama, un armario que está contra la pared. Un sofá está en frente. Una lámpara, una mesa. Las frazadas están desordenadas y hay una puerta al otro lado, que está abierta y lo guía haca el pequeño baño. No hay muchas cosas de valor sentimental que estén a la vista; es tan simple que hace que el miedo de Harry incremente, pensando que entraron a la habitación equivocada.
"Siéntate," Louis demanda, dejándolo al borde de la cama y cerrando la puerta firmemente detrás de él. "Espera." Va hacia el baño y los ojos de Harry se mueven por los nudillos heridos, sangrantes de Louis.
Oye el agua correr mientras cierra sus ojos. La cama es suave, las sábanas son cálidas y lo invitan a dormir. Casi quiere acostarse y hacerlo, pero su cabeza está sangrando, mucho, por lo que necesitará puntadas. Mierda. ¿Qué pasó? No está completamente seguro.
Harry respira profundamente, calmándose a sí mismo para poder hablar. "Yo no—"
"Silencio," Louis dice. "No quiero escucharte hablar."
Vagamente, se pregunta si ha hecho algo mal.
Louis vuelve después de un momento y Harry todavía está sentado al borde de la cama, se queda quieto mirando los movimientos precisos y cuidadosos de Louis. Es como si trata de no hacer algo brusco, como si tuviera miedo de asustarlo. ¿De verdad Harry es tan asustadizo? Louis tiene lo que parece ser un paño húmedo en su mano, y algunas gotas han caído en su camiseta blanca; las mangas cortas dejan ver varios tatuajes, diseños elaborados y oscuros que no entiende. Por primera vez, Harry se da cuenta de que este hombre no está usando sus lentes. Suaviza sus facciones, hacen que sus ojos sean más azules, claros, no tan intimidantes.
"Quédate quieto," Louis dice, colocando una silla frente a él, colocando el paño en la cabeza de Harry sin preámbulos. Está frío y duele y Harry se mueve sin poder evitarlo. "Está bien. Sólo es agua." Su toque es más gentil ahora, pero todavía tiene un propósito, limpiar la sangre que ha empezado a sacarse, haciendo que su cabeza duela y se enfríe.
"Me despertó," Harry susurra después de un momento, considerando si es seguro hablar. "Había una daga... estaba enojado conmigo. No sabía que era él. No sabía..." Su cerebro empieza a sacar las peores conclusiones. "No sé si Niall está bien. No sé si mató a alguien o—"
Louis saca el paño de su cara, viéndolo con una mirada severa. "Tom no los mataría a menos que tuviera una razón y puedo garantizarte que no lo hizo. Tenía razones para matarte. Ahora, silencio, déjame ver." Con un dedo y suavidad en contraste con sus palabras, gira la cabeza de Harry, un toque cálido buscando a través de la mejilla de Harry. "No está tan mal. Estarás bien con un par de puntos." Saca su mano y se levanta, yendo hacia el baño donde Harry puede verlo arrojar el paño al fregadero y abrir un gabinete, sacando lo que parece ser una aguja e hilo y una botella de lo que está seguro que es agua oxigenada.
Se sienta de nuevo. Harry lo toma como una invitación para empezar a hablar cuando Louis moja un poco de algodón con el agua oxigenada y empieza a pasarla por la herida. Duele un poco, pero es familiar y a Harry le hace bien lo familiar.
"¿Cómo nos encontraste?"
"Escuché ruidos," Louis responde, juntando sus labios en concentración. "No es fácil ignorar ese tipo de cosas aquí." Saca el algodón y rompe el hilo, deslizándolo a través de la aguja con facilidad. "Te diría que esto va a doler, pero asumo que eso ya lo sabes."
"Está bien," Harry dice, de alguna manera diciendo también estoy listo, y Louis se inclina más cerca, haciendo el primer punto. El dolor lo llena, es extravagante y no es mejor de lo que recordaba en su cabeza, deja que sus ojos se cierren mientras Louis trabaja.
"No soy ningún doctor," Louis murmura, y Harry siente el hilo moverse a través de su piel y sus ojos se llenan de lágrimas. "Lo siente. Por esto. Te llevaría con Jack, pero está durmiendo. No debería despertarlo, no quiero empezar nada ahora. Deberías esperar hasta la mañana para reportar a Tom, de todas maneras. Ben es odioso cuando está cansado. Será peor porque no le agradas mucho."
"Está bien," Harry repite.
"Siento lo de Tommy también. Maldita sea. Era un buen niño. No peleará con nosotros después de esto."
Harry abre sus ojos, girando su cabeza ligeramente para mirar a Louis, quien tiene el ceño fruncido. "No tienes que decirle a nadie. No lo voy a... vender. No soy así."
"Nunca dije que lo fueras. Pero trató de matar a un miembro de la Rebelión —de la cual, por cierto, eres parte por si no te acordabas— y no dejamos que ese tipo de personas nos represente." Se detiene entre las suturas, dándole tiempo para recomponerse. "Es un cobarde. Siempre ha sido un poco tímido, si soy honesto. Mierda." Sacude su cabeza. "Necesito un trago. ¿Estás listo para lo otro?"
"Sí," Harry responde rápidamente. Porque no sabe cómo actuar ante este lado nuevo de Louis.
"Necesitas ser más cuidadoso, demonios," Louis continúa, empezando la otra sutura. "Tienes que dormir con un ojo abierto. No puedes ser engreído."
"No lo soy,"
"Mierda, lo sé. ¿Está bien? Lo sé."
"Confío en Niall," Harry dice, honestamente. "Lo he conocido por mucho tiempo."
"Las personas pueden cambiar, Harry," Louis le dice, sin darle tiempo entre estas suturas. "Mira, sé que has pasado por cosas al igual que Niall. Liam y Nick no pueden entenderlo. Así que, sí. Confía en Niall. Pero no puedes tener amigos acá." Realiza otra sutura y rompe el hilo con su uña. "Aprenderás. Tarde o temprano."
"Por eso a ti te ha ido bien, ¿no?"
Louis suspira, se levanta para guardar los suministros y vuelve con vendas en silencio.
"He estado con la Rebelión por un largo tiempo. Sé cosas."
"He viajado por mucho tiempo. ¿No crees que yo también sé cosas?"
El hombre desenvuelve las vendas, colocándolas una por una sobre la herida. Harry todavía no tiene idea de cómo se ve el corte; también podría estar totalmente ciego. Se siente así. Su visión es difusa y el zumbido en sus oídos aún no desaparece.
"Sólo... sé cuidadoso." Louis dice. "Hablo en serio. Cuídate."
"Bien," Harry responde, luego añade: "gracias. Debería... irme ahora."
"Lo siento, pero no puedo dejarte ir hoy."
La mandíbula de Harry cae abierta, pero la cierra tan rápidamente como puede así puede evitar verse como un idiota. "¿Qué?"
"Estás a salvo aquí. Puedes dormir en el sofá." Louis toma una almohada y una frazada que está doblada, de la cama, y la coloca en el sofá.
"Yo—"
"No tienes opción. Si vuelves a tu habitación, cosas malas van a sucedes. Puedes pasar la noche aquí. Es una orden."
Harry balbucea un poco incómodo, moviendo sus manos y mirando alrededor de la habitación como si eso le ayudara a decir: en realidad, no confío en ti ni en tus ideales y tengo miedo de que, si me doy la vuelta, algo pasará, algo peor de lo que ha pasado esta noche.
Harry se balancea sobre sus pies: "Yo..." quiere decir que no. Realmente quiere hacerlo. Pero la manera en la que Louis lo está mirando, cansados, con sus párpados caídos, pantalones de chándal y una polera, sin armas ni ira contenida; ni siquiera lo está intimidando, el gesto cansado en sus ojos... Harry trata de no sentirse seguro, pero está exhausto, y el dolor en su cabeza sobrepasa todos sus sentidos. "Bien."
"Bien." Louis asiente una vez, su cara reflejando algo similar al alivio. "Duerme un poco. Despiértame si... si algo pasa."
"Gracias." Harry se sienta en el sofá, ajustando la almohada. Sigue sin zapatos, y desliza sus calcetines una vez por el suelo para recordarse a sí mismo que la puerta está lo suficientemente cerca de él por si tiene que salir corriendo, antes de acostarse de lado, colocando la frazada sobre él. Observa a Louis hacer lo mismo, dándose la vuelta para darle cara a la pared y alcanzar el interruptor de la luz.
"No me agradezcas, Styles."
Y las luces se apagan.
🔥🔥🔥
Sus sueños son borrosos y están llenos de caras.
Una de las caras que ve es la de su hermana; está trenzando su cabello frente al espejo del baño. Se da cuenta de que la está viendo y le sonríe. Siente que él le sonríe de vuelta. Le gusta sonreír. Su hermana se convierte en Ed; mira a Harry con esos ojos vacíos, riendo y el sonido es como si se estuviera ahogando, entonces Ed se convierte en Z, cuyos ojos son tormentosos y pensativos, Z se convierte en Louis, quien mira a Harry hasta que despierta, sorprendido.
Las luces están prendidas, y hay ruido en el baño. Louis está ahí. No recuerda por qué hasta que gira su cabeza y siente el vendaje de su cabeza tocar la almohada, todo vuelve a él rápidamente; el ser despertado con una daga en su garganta, el ser arrastrado a una habitación diferente donde Tom estaba decidido a matarlo, el ser salvado por Louis, el ser cuidado por Louis, el que Louis le pusiera puntadas en su cabeza, el tener un lugar para dormir junto a Louis.
No debería haberse quedado aquí por tanto tiempo.
Se sienta lentamente, su mano vagando por su cara para tocar el vendaje de ahí. Se siente mojado, y cuando saca la mano, sus dedos están rojos con su propia sangre. Su garganta se siente seca como si hubiera estado gritando.
Los sonidos provenientes del baño se detienen en el momento en el que Louis sale de él. Está usando esos pantalones negros que siempre usa, pero sin polera, exponiendo más aún su pecho lleno de tatuajes, su cabello está húmedo debido a la ducha. Mira despectivamente hacia donde Harry está quitándose la manta, buscando una polera verde que está colgada sobre el respaldo de una silla.
"Estás despierto." Louis observa. "¿Cómo está tu cabeza?"
"Está mejor." Harry trata de tragar, pero su lengua está seca.
"Bien. La alarma ya sonó y estabas durmiendo, ellos ya tienen a Tom. Está consciente ahora; lo interrogaron, pero no quiere hablar. Quieren que tú lo hagas."
"¿Por qué yo?"
Louis se coloca la polera, frunciendo el ceño hacia él. "¿Por qué crees? Eres nuevo y están preocupados de que hayas empezado tú todo esto."
"¿Qué se supone que tengo que decir?"
"La verdad. Te pondrán un lector de mentiras. Así que, puedes decirles la verdad."
"¿Qué pasa con Tom?"
Louis mueve la cabeza, con un aire de desesperación en sus movimientos. Su cabello cae sobre su cara y lo quita rápidamente como si fuera un hábito, tomando sus lentes del velador.
"Tom debería ser la última de tus preocupaciones. Él decidió atacarte." Se coloca los lentes. "Ve a lavarte. Te traerán zapatos y un cambio de ropa de tu habitación cuando te vayan a interrogar. Hay un cepillo de dientes en el gabinete."
"¿Qué hay de ti?"
"Ya me las arreglaré. No te preocupes por mí. No tenemos mucho tiempo."
"¿No te meterás en problemas? ¿Por golpear a un soldado?"
Louis se endereza, mirándolo, totalmente molesto. "Puedo defenderme a mí mismo, gracias. Deberías estar pensando en ti mismo. Anda."
Harry se levanta sin gracia. "Gracias."
Louis se ve como que quisiera decir algo, pero no lo hace; en cambio, trata de verse ocupado haciendo la cama y colocándose las botas a mediad de que Harry hace su camino al baño, cerrando la puerta detrás de él.
"Deberías cambiarte los vendajes también," Louis le dice y Harry se mira al espejo por primera vez. Sus ojos están rojos, una fina barba enmarca su mentón y los cuatro vendajes están desordenados alrededor de su cabeza, todos casi bañados en sangre. Hay una marca rosada de un moretón formándose en su mejilla.
No le da a su reflejo una segunda mirada; buscando por ahí hasta encontrar el cepillo de dientes, se limpia rápidamente y retira las vendas. El corte es irregular, los puntos son desordenados, su piel se mantiene unida por un fino hilo. Se pone más vendas limpias lo más rápido que puede, pasándose una mano por su cabello en un intento de ordenarlo y se pellizca un poco las mejillas para darle color a su cara. Respira hondo hasta sentirse recuperado.
Cuando sale después de tres minutos, Louis lo está esperando junto a la puerta, moviendo su pie con impaciencia.
"Ya son casi las ocho. Vamos."
Harry se resbala un poco por andar con calcetines al caminar por el pasillo. Está vacío por el momento, pero cuando entran en donde están las habitaciones de los soldados, la gente empieza a girar sus cabezas para mirarlos, susurrando y diciendo cosas como si ya se hubiera corrido la voz del ataque. Cuando entran a su habitación, Niall y Liam están parados ahí, hablando en voz baja.
"Jesús," Niall suelta con alivio al verlos entrar. "Hemos estado muy preocupados. ¿Qué mierda pasó, H? ¿Qué mierda le pasó a tu cabeza?"
"Ponte los zapatos," Louis le dice a Harry y él se "Hubo un ataque." Louis continúa, hablándoles a Liam y a Niall, quienes lo miran con ojos abiertos. "El jefe quiere interrogarlos a ambos y a Nick también."
"¿Qué ataque? ¿Qué?" Liam tartamudea.
"Fue Tom. Necesitamos irnos. Vamos. ¿Dónde está Nick?"
"Fue a desayunar," Niall responde sin aliento. "Mierda. ¿Estás bien, H?" Se da vuelta hacia donde Harry está atándose los cordones de los zapatos. "Tu cabeza está sangrando. Maldición."
"Estoy bien," Harry dice.
"Mierda." Niall repite, sacudiendo su cabeza una y otra vez como si eso hiciera que todo desapareciera.
"Los tres, a la oficina de Ben ahora." Louis dice. "No se demoren. Iré a buscar a Nick. Vayan." Cuando nadie se mueve, él alza su voz. "Ahora."
Niall coloca una mano en su hombro mientras dejan la habitación, y todo lo que Harry puede hacer es ignorar el latido en su cabeza que lentamente empieza a empeorar.
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