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Capitulo 7

Narrador omnisciente:

El tiempo paso y mientras que Leila con Jasper veían a su pequeño crecer con rapidez, también estaban preocupados por la familia del vampiro, ya habían pasado dos meses del nacimiento de Bélier y los Cullen no habían dado ninguna señal de vida, por lo que Jasper tenía decidido ir a buscarlos.

Leila no podía apartarse del infierno por ese momento estaban habiendo demasiado problemas, luego también tenia que averiguar que sucedía con Lucifer, el cual cada día se encontraba en peor estado. Ella se encontraba en su oficina, terminando con unos papeles antes de ir a una junta con el consejo infernal, Jasper tenía que decirle lo que había decidido hacer, no sabia como se lo tomaría pero sabia que al final lo entendería.

-Hola-hablo Jasper, entrando.

Leila sin levantar la vista de sus papeles le respondió-. Hola amor, ¿como están?

-Bien, pero tenemos que hablar-dijo pasando, esto llamo la atención de la chica.

Se levanto de su silla en el escritorio y fue a sentarse junto a Jasper el cual llevaba a Bélier en sus brazos, ambos ya sentados en los sofás se miraron a los ojos, él vampiro logro notar como su esposa se encontraba estresada.

>>Amor, se que no es el mejor momento, pero quisiera que fuéramos a Forks-dijo de golpe.

-No puedo, lo siento-fue lo único que dijo, mientras agarraba a su hijo en brazos.

-Mi familia no me ha contestado ni dado señales de vida, desde hace ya más de dos meses, estoy preocupado. Lo único que se es gracias a Elizabeth o Charlie que dicen que están bien, pero ocupados. Ni siquiera Rosalie nos a hablado para saber de Bélier.

-Entiendo eso Jasper, pero debes de comprender que en estos momentos no puedo irme de aquí, están pasando muchas cosas y si me llego a tomar un tiempo libre los reyes me van a querer quitar el trono.

-Necesito ir con ellos, amor. Tengo un mal presentimiento, siento que algo va mal.

Leila, tomo una mano de Jasper para mirarlo a los ojos.

-Se que te encuentras preocupado por ellos... solo te pido me des una semana, terminare con todo mi papeleo y lo que debo de adelantar, iremos a Forks checaremos que todos se encuentren bien, nos quedares un par de semanas-lo miro con detenimiento en su voz-. Luego yo tengo que volver mi poder es algo que mantiene al infierno y su poder, tu puedes seguir unos días más en Forks.

-Yo debo ir ahora Leila, mi familia podría estar en peligro...

-Solo una semana te pido...

-No puedo, tenemos que ir, amor.

-Amor, te daré una solución. Yo no podre irme ahora, debo de terminar con mi trabajo, tú puedes ir ahora mismo... puedes ir, si quieres lleva a Bélier contigo, yo iré en una semana como máximo.

Jasper la miraba sin comprender, porque no quería ir ahora.

-¿Por qué no puedes ir ahora, eres la reina? Puedes dejar a Lucifer a cargo como en otras ocasiones.

-No lo puedo dejar a cargo, ya no más... no se que este pasando con el en este momento. Pero tú lo dijiste soy la reina del pandemónium y eso lo complica.

Jasper llevaba días sin ver a Lucifer, tampoco encontraba su esencia por el lugar, así que lo que dijo su mujer lo sorprendió.

-¿Qué sucede con él?

-No lo se, me molesta que vuelva a ocultar cosas conmigo, pero también me preocupa la última vez que lo vi se le notaba cansado. Además si vas con ellos, deberías de llevar contigo a Bélier, él se ha vuelto más apegado a ti.

-Solo lo es cuando no te encuentras cerca de él, te prefiere a ti antes que a mi.

Bélier comenzó a reír, mientras que se reía al ver las caras de sus padres. De un momento a otro ambos se sorprendieron, por lo que escucharon.

-Mamá-la voz era suave, pero alegre.

-¿Qué?

Ambos se miraron impresionados y después de darse una mirada entre ellos, se giraron a ver a su bebé, que ahora parecía de dos años. No era su primera palabra pero era la primera palabra completa que decía y que fuera clara.

-¿Qué dijiste pequeño?

-Mamá... papá-decía mientras los veía.

-Oh mi pequeño, bebé-dijo Leila.

Ambos se encontraban felices, lo abrazaron al mismo tiempo, cuando se separaron de él, notaron que su pequeño ahora parecía un niño de tan solo cinco años, cuando la realidad era que tenía un poco más de dos meses.

-¿Como a pasado esto?-pregunto Leila.

-Al parecer nuestro pequeño volvió a crecer-menciono como si nada Jasper-. Debemos cambiar su ropa nuevamente.

-Vamos, pequeño-dijo Leila levantándose del sillón junto a Jasper.











Cuando terminaron de cambiar a su bebé, Leila lo miraba con ternura, mientras que Jasper no sabía muy bien que decir. Él quería que Leila lo acompañara a Forks, pero sabía que no conseguiría nada con solo pedírselo, porque tenia cosas más importantes que realizar.

-Se que quieres que te acompañé a Forks, Jas... pero de verdad no puedo ir aun, te prometo que iré apenas termine el ultimo documento que tenga en mi escritorio.

-No quiero irme sin ti, amor. Esperare a que termines tus trabajos e iremos juntos con mi familia, por lo mientras seguiré tratando de comunicarme con ellos, pero dudo lograrlo.

Mientras seguían jugando con su bebé uno de los sirvientes llego a donde se encontraban.

-Reina Leila, el consejo infernal la espera.

Ella miro a su familia preocupada no quería alejarse de su bebé, cosa que Jasper noto por lo que solo asintió dándole a entender que estaba bien.

-Regresare pronto.











Después de tres horas de consultas, propuestas, reclamos, peleas, por fin todo termino, cada uno de los presentes se estaba dispersando ya que se estaban yendo, pero se detuvieron cuando entro con prisa Demonic Minion, el cual llevaba un mensaje para sus amos.

-¡Reina Leila! Traigo un mensaje urgente del clan vampiro Vulturi.

Al todos escuchar el nombre del clan vampiro más antiguo giraron a ver a Leila con expectación, para que leyera lo que decía la carta.

"Mandamos un gran saludo a la nueva reina del pandemónium.

Hemos de informar, que tenemos noticias de que uno de los clanes de nuestra especie a cometido un acto imperdonable. Han creado un niño inmortal, nosotros nos haremos cargo de eliminar al clan Olimpia por completo, ya que son el clan creador de este niño.

Nuestra informante Irina Denali del clan Denali de Alaska. Nos ha mostrado las pruebas suficientes para su castigo. Nos complacería que nos acompañara el día de su ejecución, para que presencie como es debido el castigo ya mencionado con anterioridad.

Atte: Los reyes Vulturi"

Leila salió de la sala sin comentar lo que había escrito en la nota, simplemente fue corriendo a la habitación que compartía con Jasper, este se encontraba sentado en una silla leyendo, cuando la noto preocupada se levanto y tomo en sus brazos.

-Debemos de ir con tú familia, ¡AHORA!-dijo soltándose y comenzando a empacar.

-¿Por qué? ¿Qué paso Leila?

Trato que ella se detuviera, pero no lo consiguió, ella solo guardaba cosas, después dejo la nota en la cama y fue al cuarto de su hijo, donde preparo una pequeña maleta del bebé. 

Mientras que ella preparaba las cosas de su hijo, Jasper leyó la nota y su cara quedo en shock total, hasta que ella lo movió para que se apurara, con eso comenzó a hacer su maleta, después de diez minutos se encontraban listos para irse.

Antes de que pudieran irse, Leila tenia que avisar a Lucifer y Lilith, así que se dirigieron a la sala del trono donde normalmente se encontraban ambos. Al llegar solo estaba Lilith así que hablo.

-Lilith, necesito que le digas a papá que cuide el infierno.

-Ahora ¿Qué paso para que tengas que abandonarnos?

-Problemas familiares, prometo no tardar.

-Debes recordar que en una semana tenemos el evento para que todos vean los nuevos avances que has creado, no puedes faltar.

-Lo se, lo se, prometo venir. Solo por favor háganse cargo por unos días volveré lo más rápido posible.

-Bien, vayan con cuidado.

Se dieron un abrazo y ella junto con su familia se transportaron a Forks, apareciendo fuera de la mansión Cullen. Al estar fuera de ella, Jasper se dio cuenta que había un nuevo neófito en la casa, además de que el olor a perro mojado era demasiado fuerte y se escuchaban dos latidos de corazón cercanos.

Antes de que pudieran poner siquiera un pie en las escaleras de la entrada, Carlisle se encontraba abriéndoselas.

-Hola, chicos. Que sorpresa el que vengan antes de la navidad.

Menciono, pero en su cara se notaba la preocupación, aunque también noto la sorpresa, al ver al niño que iba en los brazos de Jasper, aquel niño de cabello rubio y ojos de color rojo con detalles marrón.

-El es Bélier, nuestro hijo-hablo Leila, mientras lo saludaba al entrar-. Hijo, el es tú abuelo Carlisle.

El niño con una gran sonrisa, se soltó de la mano de sus padres y fue a donde se encontraba el vampiro abrazando sus piernas sorprendiéndolo.

-Eres como mi abuelo Lucifer.

-No, pequeño. Soy el papá de Jasper-dijo mientras que él pequeño soltaba sus piernas haciendo que el adulto lo mirara con una sonrisa.

-Entonces... ¿eres igual de fuerte y veloz que papá?-después se puso a pensar y murmuro para si mismo-. "Como dijo demonio... demonio chupasangre ¿vampiro? si eso dijo papá" Eres un vampiro.

Carlisle le sonrió y miro a la pareja con una gran sonrisa.

-Eres muy inteligente, Bélier. ¿Te gustaría conocer a tus demás tíos?

El niño vio a su mamá, para después ver a su padre, ambos estaban sonriéndole, aunque al final la cara de Leila se transformo en una seria.

-¿Puedo?

-Claro, pequeño-dijo su madre-. Carlisle, necesitamos hablar con todos, es algo importante y tiene que ver con los Vulturi.

El patriarca del clan la miro preocupado pero suspiro, ya se imaginaba de lo que querían hablar.

-Acompáñenme estábamos en la biblioteca. Creo saber que nos quieren contar, pero antes de que pasen debo decirles que necesito que juzgues antes de comprender.

Ambos se miraron y después asintieron para seguirlo.

-Vamos.

El niño miro con una gran sonrisa a sus padres, para tomar la mano de Carlisle, él le sonrió feliz, comenzando a caminar. Al llegar a la biblioteca la tensión podría cortarse con un cuchillo, todos los miraron sorprendidos, pero al ver a Carlisle llegar con una sonrisa escuchando una vocecita tan tierna.

Bélier iba contándole a Carlisle todo lo que había aprendido con su padre, como se la pasaba jugando con sus juguetes en el infierno. Rosalie que fue la primera en reaccionar soltó un chillido de emoción, con su velocidad vampírica se paro frente a Bélier y lo alzo en brazos, haciendo que él pequeño gritara por ayuda.

-¡Mamaaá! ¡Ayudaaaa!

-Rosalie, baja a mi pequeño. Él no esta acostumbrado a que lo carguen otras personas que no seamos nosotros-dijo mientras que Rosalie lo soltaba y él pequeño se iba a resguardar tras las piernas de su padre, causando la risa de todos los presentes.

-Familia, les presento a Lucas Bélier Hale Morningstar, nuestro hijo.

El pequeño salió de detrás de su padre y saludo con una sonrisa tímida, ganándose una de ternura por parte de todas las mujeres.

-¿Tuvieron un hijo?-pregunto sorprendido Edward.

-Así es, hace 2 meses nació nuestro pequeño, ahora parece de 5 años y su mente es demasiado avanzada para alguien de su edad.

-¿Por qué su olor es tan fresco?-pregunto Damon.

-Porque esta bautizado y tiene la protección del falso dios-dijo Leila con una mueca.

-¿Pensé que no lo bautizarían?

-Digamos que gracias a los hermanos de Lucifer y su padre nos ayudaron a que no sufriera por el embarazo, ya que solo vomitaba lo que comía, hasta que ellos nos dieron la solución.

-Pero ¿como es que sigues viva?

-Recuerden que yo tengo en mi sangre fuego infernal, tuvieron que ponerme un poco para ayudarme. Pero ahora si a lo que venimos, los Vulturi me han enviado una carta para avisarme que vendrán por ustedes, ellos vienen a matarlos por la creación de un niño inmortal. Ahora si díganme porque lo creen.

Todos se dieron una mirada, para después ver a Bella y Edward, ambos la miraron preocupados.

-No son los únicos que han tenido un hijo, Edward y Bella también han una hija-dijo Alice.

Leila que siempre había odiado a Bella, la miro sin creérselo.

-Tenían que ser ellos-menciono como si nada-. Por lo que veo lograron conseguir que el embarazo fuera exitoso. Quisiera conocerla.

Jacob que había escuchado todo, entro a la biblioteca junto con la niña que parecía de ocho años. La niña los miraba con una sonrisa.

-Ella es Reneesme.

-Hola pequeña, soy Leila Morningstar, el es mi marido Jasper-la pequeña los miraba felices, todos le habían hablado de ellos.

-Papá dijo que no los podría conocer hasta navidad-hablo la niña, haciendo que los dos adultos miraran al lector de mentes.

-Nos pregunto por las personas de las fotos de la sala, hija ven, muéstrale a la tía Leila.

La niña se acerco a Leila, la cual se puso en incado, dejando que la niña colocara su mano en su mejilla derecha con esto le mostro como había sido su nacimiento, como Isabella murió después de dar a luz, también pudo ver todos los momentos que había pasado con los Cullen. Al terminar de ver los recuerdos que le mostraba Reneesme, Leila se volvió a levantar, su hijo la miraba preocupado, aunque Jasper tratara de tranquilizarlo.

El niño, al ver a su mamá desconcertada, camino a su lado y miro con enojo a la niña que se encontraba frente de ella.

-¿Qué le has hecho a mi mamá?-todos lo miraban asombrados, para ser un niño tímido estaba defendiendo a su mamá.

Esto causo que una pequeña risa saliera de los labios de Jasper y Edward los que podían sentir y ver los pensamientos del más pequeño en apariencia.

-Al parecer el chiquitín tiene carácter-menciono con gracia Emmet.

Bélier seguía viendo de mala manera a Reneesme, lo que ocasiono que Jacob soltara un gruñido, esto sorprendió al pequeño porque dejo de ver a la niña, pero también ocasiono que su mirada fuera dirigida con curiosidad al único de piel canela.

-Acaso eres un perro para gruñir-hablo con burla, él menor ocasionando la risa de todos los presentes y que su madre despertara de todas las imágenes que se encontraban pasando por su mente.

-A mi hijo no le gruñes Black-fue lo primero que dijo Leila, luego miro a su hijo y lo cargo-. Estoy bien, pequeño. Reneesme solo me mostro sus recuerdos, ella es parecida a ti.

-Entonces puede ir al infierno-dijo con alegría, al pensar que ya no seria el único niño ahí-. Puede conocer a los abuelo L y podría ayudarme a molestar a Calibán.

-No, ella no tiene permitido ir, recuerdas que te explique que tu eras como papá y mamá-él pequeño asintió-. El papá de ella es igual al tuyo pero su madre no es como yo, ella era una simple humana y ¿Qué pasa con los humanos en el infierno?

-Se mueren-dijo con alegría al saber la respuesta, pero esto ocasiono que los demás la vieran extraño.

-¿Como es posible que él tenga tantos recuerdos de travesuras, si hace unas horas tenia la apariencia de un niño de dos años y no sabia hablar claro? -pregunto Edward.

-Desde que comenzó a caminar, fue muy travieso-menciono divertido Jasper acercándose a su familia.

Los adultos miraban a los dos niños, Bélier se parecía mucho a ambos rubios, pero no sabían si tenia las mismas capacidades de su madre o si era más parecido a su padre, Carlisle tomo la palabra.

-Niños que les parece si van a jugar a la sala, Nesi porque no le enseñas donde están los videojuegos a Bélier.

-Claro, abuelo.

El niño miro a sus padres pidiendo permiso para salir de la habitación, pero se detuvo al ver que él hombre que le había gruñido salía detrás de la menor.

-Yo no quiero ir, con el hombre que me gruño que tal si me quiere morder y luego me contagia la rabia-menciono a su madre, ocasionando la risa de todos menos de Reneesme y Jacob.

-Si te intenta morder, solo lo lanzas como papá te enseño-dijo Jasper, su hijo lo miro con una gran sonrisa para acompañar a la niña.

Cuando todos los adultos notaron que ambos niños estaban lo suficientemente lejos para no escuchar comenzaron a hablar.

-Ahora si díganme porque Irina Denali, creyó que Reneesme es un niño inmortal.

-Ness quiso ir a jugar en la nieve, comenzó a pescar copos de nieve cuando ella la vio, no dejo que le explicara nada solo huyo.

-Si, saben que los Vulturi, los van a querer matar y no escucharan razones ¿verdad?

-Tú no puedes lograr que cambien de opinión-hablo Bella, mirando a su hermanastra.

-Lo siento pero en lo que respecta a los vulturis y sus decisiones hacia los clanes de vampiros yo no los puedo ayudar deteniéndolos porque quiera. Soy la reina del pandemónium, pero el infierno tiene un acuerdo de paz con ellos, no puedo sin pruebas o testigos.

-Y la mente de Irina les mostro las suficientes pruebas para que crean que es inmortal-concluyo Edward.

Jasper se acerco a su esposa, sabia que a ella no le caía nada bien Bella, pero también tenia en cuenta que aria lo que fuera por salvar la vida de alguien inocente, por eso era que los reyes del infierno no estaban de acuerdo con su forma de gobernar. Estos pensamientos fueron al lector de mentes que lo miro sorprendido. Pero antes de que pudiera decir algo, Leila volvió a hablar.

-Yo no puedo quedarme mucho por estos rumbos, debo de regresar al infierno, se que este no es mejor momento para ustedes, pero no podre ayudarles mucho aunque quisiera, nos hemos ido de un momento a otro y las cosas tampoco están siendo fáciles halla abajo.

>>Podre venir cada determinado tiempo, pero no quedarme por mucho. Solo puedo ofrecerles mi ayuda cuando tengan un plan que este bien formado.

-Tendríamos que pelear-hablo Jacob, entrando a la habitación, sin rastro de alguno de los niños.

-Sus armas son demasiado poderosas y teniendo en cuenta que el infierno tiene un acuerdo de paz con ellos, no podríamos hacer que Leila traiga un ejercito, eso seria contraproducente para ella y su pueblo-hablo el patriarca del clan Cullen.

-Entonces los convencemos-hablo Isabella.

-Vienen a matarnos, no a hablar-dijo de manera seria Emmet.

-Tienes razón no nos escucharan... pero tal vez hay otra forma-miro a su padre-. Carlisle tenemos amigos por todo el mundo.

-No les pediré que peleen...

-No pelear ser testigos, si suficiente gente sabe la verdad, podríamos convencer a los vulturis.

-Nuestros amigos harían eso-dijo Esme tomando el brazo de su pareja.

En ese momento se escucho un ruido en la parte de afuera de la casa que alarmo a todos los presentes, poniendo a todos en guardia cuando escucharon el grito del pequeño Bélier. Los únicos que mantuvieron la calma fueron Jasper y Leila, ya que reconocieron el aroma a azufre, además de que Leila escucho el llamado a su persona.

Antes de salir de la biblioteca, todos decidieron que buscarían a los testigos necesarios al día siguiente, por lo que sin más la pareja que acababa de llegar salió con calma, seguida de toda la familia que seguía en guardia.

Al llegar a la sala miraron a un hombre bajo con traje de botones de estatura mediana, todos lo miraban con extrañeza al ver al pequeño como lo llenaba con una sustancia que reconocieron como espuma de broma color azul.

-Minion, ¿Qué es lo que haces aquí?-hablo Leila con voz seria.

-Perdone la interrupción así su majestad, pero el rey Lucifer pide que regrese lo más pronto al castillo y la señora Lilith me a pedido que le traiga algunas cosas a su hijo-menciono señalando la bolsa que se encontraba a lado del sillón, en la cual estaba metido la mitad de arriba del cuerpo del niño, este salió y mostro a los presentes una daga de color negro.

Al Leila verla, corrió a su hijo y se la quito.

-Por amor a Satán que pensaba Lilith al darte una de las dagas-luego miro a Minion, cargando a su hijo en brazos- ¿Por qué Lucifer me necesita?

-Reina, el rey Lucifer se encuentra muy grave, los demonios no creen que dure mucho tiempo antes de que su padre lo reclame para que vuelva al cielo.

-¡¿Como?! ¡Eso es imposible, el no puede pisar el hogar de ángeles celestiales, lo tiene prohibido!

-Hace unos meses, cuando usted aun no se encontraba en el infierno, el rey Lucifer tubo de visitas a sus hermanos, a todos ellos. Le dijeron que el falso dios lo había perdonado y que era hora de regresar con ellos, pero el se negó, es por eso que a estado muy débil, su padre siempre a de ganar cuando se trata de jugar con él.

-¿Qué pasaría con nosotros? ¿con Lilith? ¿con Sabrina?-Leila se encontraba apunto de llorar por lo que todos decidieron darle espacio a excepción de Jasper el cual la abrazo, logrando que comenzara a sollozar-. Si el sube, ¿Qué pasaría con las brujas?

-Usted tiene el mismo poder que el mi señora, usted es ahora la reina, todos la seguirán hasta el fin de los tiempos. El rey Lucifer le ha pasado casi todos sus poderes para que las brujas no perezcan de magia, usted desde el día que acepto gobernar el pandemónium lleva consigo sangre angelical.

Leila no sabia que hacer o decir, estaba completamente muda. Su papá, al que no hace mucho perdono se volvería a ir y esta vez para siempre.

>>Le recomiendo que valla, antes de que se oculte el sol, no creo que dure mucho el rey Lucifer.

Sin más desapareció, Leila que seguía llorando en los brazos de su marido, no podía concentrarse en nada que no fueran las ultimas palabras de Minion.

"No creo que dure mucho el rey Lucifer."

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¿Qué les pareció? Se esperaban lo de Lucifer

-ortiz6acosta

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