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Capitulo 6

Narra Leila:

Ya era un nuevo día, me encontraba arreglando mis maletas ya que me iría a Greendale, el dolor en mi pecho cada vez era mayor y aunque no lo quisiera aceptar no me encontraba bien y sabía que mi madre lo notaba pero aceptaba mi forma de intentar superar a Jasper, le había comentado que la casa nuevamente estaba protegida de todos, que el único capaz de pasar la protección era el señor oscuro por su gran poder.

-Ya es hora hija-mi madre entro a mi habitación.

-Gracias, madre-volveré después de la boda de tía Zelda.

-Está bien-me abrazo-solo cuídate y no te dejes caer.

Me soltó de su agarre y me miró fijamente.

-Si vuelvo a ver a Jasper le daré yo misma un golpe-ambas reímos y bajamos a la sala, donde se encontraba Charlie sentado en el sofá viendo un partido de beisbol junto a Billy Black y Harry Clearwater.

-Nos vemos Charlie-me despedí de el-cuida a mi madre.

-Nos vemos pequeña, cuídate y pásala bien. No te preocupes por tu madre que yo la protegeré.

Asentí a lo que dijo y me fije que los otros dos adultos presentes me miraban con curiosidad por lo que hable.

-Nos vemos, Billy y Harry. Volveré en un par de días o lo más pronto posible-ellos se miraron y después a mí.

- ¿A dónde vas Leila?, si es que podemos saber claro-pregunto Billy.

-Iré a Greendale, una de mis tías se casara y que mejor momento para irme que este.

-Cuídate Leila-me dijo Harry, que de todos los miembros del consejo él era el más amable.










Me encontraba llegando a casa de mis tías cuando abren la puerta y se deja ver a mi tía Hilda saliendo de la casa, para recibirme con una gran sonrisa.

-Querida que alegría es tenerte aquí-me extendió los brazos y la abrace con todas mis fuerzas, ella siempre ha sido un gran pilar para mí, la quería mucho.

-Tía Hilda, es bueno volver a verlas-me separe del abrazo-ya las extrañaba.

-Ven-me ayudo con mis maletas para poder entrar a la casa-Sabrina se encuentra en su habitación, Ambrose se encuentra en la suya y Zelda se encuentra con el padre Faustos.

-Vale, gracias, tía-me acompaño a mi habitación, me senté en mi cama viendo todo, note una foto en mi mesita de noche y la tome.

Éramos Jasper y yo en el patio de la casa, me encontraba sentada frente a él, los dos estábamos leyendo un libro, él me miraba con una gran sonrisa mientras que yo leía sonriendo. Ver la foto hizo que mi pecho volviera a dolor con mucha intensidad y que quisiera volver a llorar, mi tía lo noto por lo que me abrazo por los hombros y me guio a mi cama donde tomamos asiento ambas.

-Dime pequeña ¿Qué es lo que atormenta a tu corazón?

-Él se fue tía, se fue y me destrozó en el proceso-no aguante más mis lágrimas, estas comenzaron a salir sin mi permiso.

-O mi pequeña, seguro que todo se resolverá-me abrazo pero yo rápidamente negué separándome de ella y abrace mis piernas y escondí mi cabeza en ellas.

-En realidad no tiene solución, no creo que le importe después de todo lo que me dijo tía, le doy asco. Lo que soy le da asco, el solo me quería para divertirse y tomar mi sangre.

Mi tía soltó una exclamación de sorpresa. La puerta se abrió y por ella logre distinguir a Sabrina, Ambrose y Nick entrar, por lo que me seque lo más rápido que pude mis lagrimas e intente hacer como si nada pasara pero no lo logre, mi voz se me corto en medio de la oración.

-Hola chicos, ¿Cómo han estado? -eso fue lo último que pude decir antes de empezar nuevamente a llorar.

- ¿Qué pasa Luz? -se acercó a mí, mi prima.

-No pasa nada prima todo está bien-ella me miro incrédula al igual que todos en esa habitación.

- ¡LEILA LUZBEL RITS! -dijo mi nombre completo, por lo que sabía que estaba irritada-tu nunca lloras, nunca haz llorado frente a alguien a excepción del día del funeral de tu padre-me miro seria.

-Solo me entro una basurita en el ojo prima no es nada de qué preocuparse.

-Hola chicos, ¿Cómo han estado? -eso fue lo último que pude decir antes de empezar nuevamente a llorar.

- ¿Qué pasa Luz? -se acercó a mí, mi prima.

-No pasa nada prima todo está bien-ella me miro incrédula al igual que todos en esa habitación.

- ¡LEILA LUZBEL RITS! -dijo mi nombre completo, por lo que sabía que estaba irritada-tu nunca lloras, nunca haz llorado frente a alguien a excepción del día del funeral de tu padre-me miro seria.

-Solo me entro una basurita en el ojo prima no es nada de qué preocuparse.

- ¿Cómo que ya no están juntos? Se supone que son almas gemelas, pareja predestinada, además los dos se aman-hablo Nick enojado.

-Pues tal parece que yo fui la única idiota que se enamoró-todos me miraban sorprendidos, mi tía me tenía abrazada por los hombros intentando consolarme.

- ¿Por qué dices eso Lu?

-Simple lo que el siente por mí no es nada de amor o cariño solo siente asco por mi o más bien a lo que soy, el me lo confeso antes de irse-Nick se levantó de su lugar y se jalo el cabello sin poder creérselo, mientras que Sabrina y Ambrose estaban intentando comprender lo que acababa de decir.

-Pero eso no es posible, se enfrentó al mismísimo señor oscuro para estar junto a ti prima-hablo Ambrose-cuando vinieron a la casa se enfrentó a la tía Zelda y nos confirmó cuanto te quería.

Solté una risa sarcástica-él lo único que quería era divertirse y beber mi sangre.

-Lo voy a matar-hablo Nick levantándose de su lugar, pero fue rápidamente detenido por Sabrina.

-No vale la pena Nick, además ya no se encuentran en Forks-hable.

- ¡¿Qué no vale la pena dices?! ¡Leila, tú nunca has llorado frente a ninguna persona! ¡No te das cuenta de que él es...!

-Nick se lo que me hizo y sé que nunca me habían visto así-lo mire con lágrimas que aun corrían por mis mejillas-pero ya no hay nada más que hacer, el tomo la decisión de irse y destruirme-suspire-yo solo tengo que recuperarme e intentar ver como llevare el resto de mi inmortalidad.

-Si lo llego a ver estará muerto-hablo Nick.

-Nick no es el único que lo matara-hablo Ambrose-él te lastimo de la peor forma que se puede lastimar a una bruja.

-Yo estaré para apoyarte prima, recuerda siempre juntas contra el mundo-hablo Sabrina mientras me abrazaba, eso me causo gracia.

-Gracias de verdad.

-Creo que estaba equivocada cuando Elizabeth me dijo que vendrías por la boda de Zelda-empezó a hablar Hilda-vienes para alejar a los malos recuerdos e intentar superarlo.

-Si, en Forks todo me lo recuerda, aparte de que Isabella. La hija del esposo de mi madre salía con Edward Cullen uno de los hermanos de...-no pude decir su nombre-ella está peor que yo y no quiero que mi madre me vea sufrir, solo tengo que sanar e intentar no caer en el abismo.

-Eso no es fácil-me miro tía Hilda.

-Lo se tía, pero no tengo de otra si es que quiero continuar con mi vida, solo necesito empezar a distraerme, sé que lo lograre-todos me miraban con duda.

-Aquí todos te ayudaremos pero ahora tenemos que prepararnos para la boda, ¿tienes algún vestido querida?

-No, esperaba ir mañana al pueblo a comprarlo.

-Bien, te acompañare. Le diré a Theo, Rosalind y Harvey, para que nos acompañen y claro si Nick nos quiere acompañar-hice una mueca que fue bastante evidente para todos.

-De hecho preferiría si solo fuéramos nosotras.

-Está bien.

-Ahora vayamos todos a cenar, después podrás desempacar tus cosas cariño.

Todos bajamos al comedor donde ya estaba todo servido, mientras cenábamos llego tía Zelda que al verme se sorprendió pero después de analizar la habitación sonrió.

-Hola querida, no sabía que vendrías tan pronto.

-Quería alejarme por unos días de Forks y que mejor pretexto que el de la boda de mi tía Zelda.

-No ha venido ese vampiro que es tu pareja-menciono con diversión y yo solo me concentre en mi plato mientras que tía Hilda intento cambiar de tema.

- ¿Vas a cenar querida hermana?

-Claro y vamos Luz, dime no está por algún lado de la casa y nos escucha-siento como mis ojos se humedecían nuevamente eso no era buena señal.

-No sé dónde se encuentre en este momento tía-hable con un hilo de voz.

- ¿Te encuentras bien cariño?

-Si, porque no lo estaría-le di una sonrisa forzada.

-Tal vez porque tu alma gemela, te ha roto el corazón y no es algo fácil de superar-hablo como no queriendo la cosa Nick, aunque sabía que seguía molesto y con ganas de matarlo.

- ¿Cómo?

-Como escucho señora Spellman, Jasper Hale no es más que un hijo de perra que solo ha jugado con los sentimientos de Luzbel-lo mire pidiendo que dejara de hablar, mientras que mi tía solo me miraba a mi sin creerlo-no solo termino con ella, si no que la destrozo y aplasto todo lo que ella creía.

- ¿Cómo es que te dejo Leila? -hablo firme mi tía, ahí me di cuenta de que no podría esquivar el tema aunque quisiera.

-Tía, en palabras de Jasper me dijo "Lo nuestro no debió de existir para empezar" luego dijo "Lo nuestro solo era atracción, la verdad es que nunca te ame Leila, pensé que sería divertido jugar contigo y después tomar tu sangre, pero después de descubrir lo que eras y me dio asco" esas fueron sus palabras antes de que yo me intentara hacer la fuerte frente a el-mencione y una lagrima traicionera cayo por mi mejilla.

-Pero ¿él no se supone que puede sentir las emociones de los demás?

-En realidad puede pero conmigo ya no pueden, ya que antes de que habláramos hice unos escudos ya que sentía que algo iba mal, luego de que un murciélago aterrizara en mi cuarto, por lo que después de proteger la casa y hacer unos escudos personales para cada miembro de la familia Jasper ya no podía sentir lo que yo sentía, para el seria como un hoyo negro, eso me ayudo a que no tuviera el gusto de verme destrozada-me miraron sorprendidos-ya que si me dijo toda la verdad era solo con el propósito de verme derrumbar y no se lo iba a permitir.

-Yo te lo dije Leila, que no era de confiar pero tu estabas completamente enamorada-me dijo seria mi tía Zelda como siempre-pero bueno, nada que con un hechizo vudú no se arregle.

-Nadie hará nada contra de él, si le hacen algo yo estaré más destruida-me miraban sorprendidos-porque aunque él no me ame él es mi pareja predestinada lo que significa que no pueden hacerle daño sin que me lo hagan a mí también.

- ¿Qué pasara si no logras superar el dolor Leila, te recuerdo que no queremos que termines mal por culpa de ese vampiro?

-Lograre superarlo aunque me tenga que ir al mismo infierno para superarlo.










Antes de irme a dormir le mande un mensaje a mi madre para que sepa que estoy bien, le pedí que se cuidara y que cualquier cosa que sucediera me hablara le dije que cuando la boda pasara yo regresaría, aunque todos habían intentado que cambiara de opción.

Mientras dormía sentí como alguien me movía de un lado a otro, no me quería despertar pero escuche la voz de Sabrina.

-Luz despierta tengo algo que contarte-me seguía sacudiendo por lo que me levante con un poco de pereza.

- ¿Qué sucede Sabrina?

-Es sobre nuestros padres-no necesite más para estar completamente despierta.

-Dime que no te meterás en ningún tipo de problema, por lo que sea que estas intentando hacer.

Ella se lo pensó pero después me miro.

-En realidad si me estuviese metiendo en problemas además de que necesito tu ayuda, Nick no podría solo y bueno yo no sé aguantar la respiración tanto como ustedes-me miro y yo a ella.

- ¿Qué es lo que necesitas?

-Necesito que me ayudes a buscar el manifiesto que mi padre llevaba con él en el avión cuando iban a roma para ver al antipapa, era para que todos los aquelarres pudiéramos tener una nueva forma de vida. También creo que el padre Blackwood tuvo algo que ver con su "accidente"

-Sabrina te das cuenta de que lo que estás diciendo es una locura y son acusaciones demasiado graves.

-Lo sé pero dime que a ti no se te ha hecho una mínima idea de que esto que te digo puede ser verdad.

-Sabrina, la verdad es que también creo que el padre Blackwood tuvo algo que ver, pero nunca he tenido las pruebas para poder hacer algo así que solo ve con cuidado y más ahora que esta tan cerca la boda de nuestra tía.

-Por eso es que necesitamos desenmascarar a el padre Blackwood si no le podría hacer daño a la tía Zelda.

-Bien, te ayudare-la vi sonreír-pero por ahora déjame dormir.

-GraciasLuz.






Ya era un nuevo día Sabrina se había ido a la academia al igual que la tía Zelda y Ambrose, mientras Hilda me había dicho que si quería podía acompañarla en la librería del doctor Cerberus, a lo que acepte pero le dije que iría más tarde ya que aún no terminaba de desempacar las pocas cosas que había llevado.

Me encontraba desempacando cuando mi celular sonó. Al ver quien me hablaba decidí no contestar, no tenía nada que hablar con ellos, estaba segura de que ellos sabían lo que en verdad Jasper sentía por mí y no podía evitar sentirme herida por su traición. Colgué sin ningún tipo de arrepentimiento cuando el nombre de Rosalie volvió a aparecer en mi celular.

Al terminar de arreglar todo, fui a bañarme pero antes decidí apagar mi celular ya que me seguían marcando, ya no solo eran de parte de Rosalie sino que también me habían comenzado a marcar Emmet, Esme, Carlisle, Damon y Alice. Los únicos que no me habían marcado eran Edward y Jasper, tengo que admitir que agradecía que el primero no me hablara porque le empezaría a dar muchas maneras en las que se podría matar y a Jasper era un sentimiento amargo.

Termine de bañarme y arreglarme, tome mi bolso junto a un poco de dinero. Fui camino a la librería pero a medio camino comenzó a caer una lluvia torrencial por lo que comencé a correr y poder llegar más rápido. Al llegar a la puerta me encontré con mi tía la cual se estaba asomando por la puerta y al verme, se hizo a un lado para que lograra cruzar.

-Querida pero ni un paraguas has tomado de la casa-me miro preocupada.

-Cuando salí aun no comenzaba a llover y no me imagine que fuera a llover justamente hoy tía, pero bueno ya estoy aquí ¿necesitas ayuda con algo?

-En realidad no hay mucha gente el día de hoy así que si quieres puedes tomar un libro para leer un poco.

-No te preocupes tía, si quieres puedo ayudarte con los clientes que halla y tú puedes estar junto al Dr. C un rato.

-Estas segura cariño.

-Si tía, además prefiero mantener mi mente entretenida y que mejor que atender a un par de clientes del lugar-me dedico una sonrisa y me mostro que tenía que hacer.

Mientras que mi tía me explicaba, me seque el cabello con una toalla que me dio y solo me quite mi sudadera que fue la que termino mojada, eso era bueno. Odiaba que últimamente tenía que volver a usar prendas que me cubrieran del frio cosa que no había necesitado desde que había comenzado mis estudios en la academia.

-Te dejo a cargo cariño, si necesitas algo estaremos atrás.

Mi tía se fue y uno de los clientes alzo su mano para llamar mi atención.

- ¿Necesitas algo más? -le pregunte al chico que estaba en una de las mesas.

-Si, me gustaría una malteada de galleta.

-Bien, en un momento te la traigo.

Fui a preparar la malteada, cuando ya estuvo lista se la fui a dejar.

-Aquí tienes.

-Gracias-note como me miraba y me miraba a los ojos antes de que me pudiera ir volvió a hablar- ¿de casualidad eres Leila?

- ¿Te conozco?

-Soy Reggie Adams, fuimos juntos en la secundaria hasta que dejaste de asistir.

-Vaya estas muy cambiado-lo mire bien y era verdad, ahora era más alto aunque continuaba con algunas de las facciones con las que lo conocí.

-Quisiera decir lo mismo de ti, pero lo único que veo diferente es tu tono de cabello ahora es más claro y bueno como siempre tus ojos peculiares ahora los noto más rojos de lo que antes eran-me dio una sonrisa.

-Bueno sí, me pinte el cabello y bueno los ojos... es por la luz-no sabía que más decir, Reggie fue uno de mis compañeros en la escuela desde la primaria.

-Hace años que no te veía, ¿Dónde has estado todos estos años?

-Este... tengo que seguir atendiendo-le dije ya que el otro cliente estaba esperando en la caja para poder pagar.

-Bien.

Seguí ayudando a mi tía, hasta que volvió y me dijo que si quería podía ir a sentarme un rato que ella seguiría le hice caso y me senté en la barra, como no había ningún cliente nuevo, nos pusimos a platicar de cómo me iba en la escuela y de su relación con el señor C.

Mientras que estábamos hablando no nos dimos cuenta de que se nos había acercado el único cliente que quedaba el cual era Reggie, hasta que este se aclaró la garganta y nos dimos vuelta para verlo.

-Venía a pagar-hablo.

-Me podrías decir que has ordenado-hablo mi tía.

-Asido una hamburguesa con papas y dos malteadas de galleta.

Antes de que se fuera el me hablo.

-Fue un gusto volver a verte Leila, espero nos podamos reunir pronto. Me gustaría que me hablaras de que ha sido de tu vida-me regalo una pequeña sonrisa.

-Si quieren pueden ir, ya no está lloviendo y Leila no tiene nada que hacer ahora-hablo mi tía por mí, note como Reggie se ponía nervioso lo que me saco una pequeña sonrisa.

- ¿Te gustaría ir al cine? -hable.

-Me parece perfecto-tome mi sudadera y salimos de la librería para ir al cine.

Mientras que caminábamos íbamos hablando de recuerdos que teníamos, era algo incomodo más que nada porque la razón por la que había conocido a Reggie fue porque un día mis tías no podían llevas a Sabrina a casa de Harvey y mi madre accedió a llevarla, al llegar a su casa nos recibió su hermano mayor Thomas, el me invito a quedarme ya que íbamos al mismo curso aunque yo era un año menor, me había saltado un grado por mis calificaciones. Me acuerdo de que estaba el junto a Reggie viendo una película, me quede con ellos para cuidar de Sabrina. Ellos se sorprendieron al darse cuenta de que no me había asustado con la película de terror, mientras que ellos habían gritado varias veces yo la miraba divertida.

<<Desde ese día nos volvimos amigos inseparables, aunque yo siempre me escapaba para practicar mi magia, ellos siempre me hacían burla porque todos los días llevaba un libro diferente en la mano. Cuando firme el libro de la bestia fue lo único que me dolió perder el contacto con mis dos amigos, pero gracias a Sabrina sabia como estaban. Luego paso lo de Thomas, no me dolió mucho ya que no nos veíamos desde hace tres años por lo cual no le di mucha importancia pero ahora encontrarme con Reggie es algo gracioso.

-Entonces Reggie, sigues interesado en el misterio o has cambiado de literatura.

-En realidad ahora soy más de las novelas de terror-rio un poco-aún recuerdo como en la escuela junto con Thomas siempre te hacíamos burla por tu obsesión con los libros, aunque yo también amaba leer.

-Pero los libros que yo leía eran para aprender, tu leías solo novelas y cuentos-lo mire con burla.

Llegamos al cine y nos decidimos por una película de terror que estaban dando, tengo que admitir que fue una mala elección al salir ambos nos estábamos burlando de la historia, decidimos regresar a la librería ya que había comenzado a llover nuevamente.

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Espero que les guste, 20 votos y 10 comentarios para el siguiente capítulo.

Reggie Addams | Hero Fiennes-Tiffin

-ortiz6acosta

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