Capitulo 6
Narrador omnisciente:
Era la hora el bebé ya venia en camino, Jasper se mantenía tomando la mano de Leila, no la soltaría en ningún momento, hasta que ella se lo pidiera.
Lilith se encontraba preparando todo junto con otras tres chicas, que él sabia eran demonios. Le pusieron un trapo húmedo en la frente a Leila, Lilith le pedía que respirara con calma y le ayudaba con las respiraciones tranquilas, mientras esperaban que estuviera lista para el labor de parto.
Jasper con ayuda de su don, la tranquilizaba e intentaba que su dolor no fuera mayor. Cuando Lilith anuncio que era el momento, le pidió a Leila que comenzara a pujar, ella hacia su mayor esfuerzo, aunque Jasper estaba controlando el dolor que sentía este era cada vez más fuerte.
-Amor tu puedes, no te rindas ya falta poco-hablo Jasper en el oído a Leila.
-Te juro por Lucifer que no me volverás a dejar embarazada.
Esto hizo reír a Lilith, que se encontraba recibiendo a un pequeño bebé de cabello rubio.
-Un poco más Leila, ya casi-y con un ultimo esfuerzo nació un pequeño bebé-. Felicidades, han tenido un pequeño.
Les acerco a los padres, él pequeño en cuanto los padres lo miraron se sintieron tan felices, Leila se encontraba tan cansada que solo tomo a su pequeño un rato acariciando su mejilla, haciendo que él pequeño abriera sus ojos, que eran de color rojo, pero estos tenían unos reflejos marrones.
-Bélier Hale-dijo Leila.
-Nuestro pequeño, Lucas Bélier Hale Morningstar-dijo Jasper, acariciando el poco cabello que tenia en su pequeña cabecita.
Todo era felicidad, hasta que el vampiro noto como su esposa que empezaba a desvanecer, esto preocupo, por lo que tomo en manos a su hijo y llamo la atención de Lilith.
-Leila, se esta desmayando.
-Traigan la una vasija con fuego infernal-dijo a las demonios que le habían ayudado.
Como salieron regresaron con una vasija de color bronce, de esta emanaba un fuerte calor se fijo como había unas flamas de color azul, en el fondo se notaba un tipo de magma azul violácea, Lilith con un conjuro, tomo un poco del fuego con su magia traspasándolo a su cuerpo. Jasper se asombro al ver, como el fuego iluminaba las venas de su amada.
-Recuerda que ella contiene en sus venas fuego infernal, por ello mismo es que ella el control sobre este con mayor dominio que cualquier bruja que halla existido, hasta mejor que Lucifer o yo misma.
-Lo sabia, pero... es impresionante el ver como actúa en su cuerpo.
-Ella es demasiado especial, eso nunca cambiara; es fuerte, como cualquier guerrero, valiente, como ninguna otra persona y daría lo que fuera por su familia o aquel que gane su respeto.
-Esa es una de tantas cualidades que me gustan de ella. Ahora ella me a dado una razón más para sentirme completo, nuestro pequeño Bélier.
-Tienes suerte, su pequeño saco semejanza a ambos, tiene una combinación de ojos de ambos, la piel pálida de Leila y tu color de cabello.
-Tiene la nariz de Leila-menciono para el mismo.
-Ahora debemos dejar descansar a Leila, el proceso de curación durara algunas horas.
Ya había pasado una hora y aun Leila no despertaba, según Lilith ella se encontraba en proceso de curación, a Jasper le entregaron su hijo, cuando ya lo habían limpiado y vestido. Ahora mismo padre e hijo se encontraban junto al cuerpo dormido de Leila, en su espera.
Jasper decidió que era momento de avisarles a su familia que el pequeño había nacido bien y que era Lucas Bélier Hale Morningstar.
Mientras que Jasper se encontraba marcando a su familia, más exactamente a Alice, su bebé se encontraba cada vez con los ojos más cerrados.
Llevo a su hijo a la cuna que habían traído a la habitación, lo acostó y tapo, se le quedo mirando por un tiempo, en lo que su hijo seguía bostezando, Jasper logro sentir las emociones, todas eran de paz, tranquilidad o curiosidad por lo que veía.
Mientras que miraba a su hijo dormir con tranquilidad, siguió intentando comunicarse con alguno de sus hermanos o alguno de los miembros del Clan Cullen, pero ninguno contestaba, por lo que opto a marcar a Elizabeth.
Después de dos tonos, escucho la voz adormilada de Elizabeth.
"¿Hola?"
"Hola, Elizabeth. Soy Jasper."
"¿Todo esta bien? ¿Leila se encuentra bien?"
Jasper, no pudo evitar la risa que salió por sus labios, al escuchar como la madre de su esposa se preocupaba.
"Todo se encuentra en orden, solo llamaba para avisar que ya a nacido"
"¡Oh, por Satán! ¿Todo salió bien? ¿Leila donde se encuentra? ¿Qué fue?"
"Todo salió bien, Leila se agoto demasiado, le tuvieron que dar un poco de fuego infernal. Por el momento esta dormida recuperando fuerzas, es Lucas Bélier Hale."
"Me alegro que todo saliera bien. Cuando lo podre conocer."
"No sabría decirte, lo más seguro es que vayamos para navidad"
"Dile a Leila, cuando este más recuperada que quiero fotos del pequeño. Aun no puedo creer que ya soy abuela"
Jasper se encontraba feliz, por como se escuchaba la voz de Elizabeth, sabia que la había despertado por el horario en el que se encontraban. Pero ahora no parecía estar cansada, escucho como movía a Charlie, para avisarle que Leila ya había tenido a su hijo.
"Elizabeth, sabes algo de mi familia. Ninguno contesta y eso me tiene preocupado."
"No debes de preocuparte, ellos deben de estar bien. Ayer vi a Esme en el supermercado, si quieres yo puedo ir a avisarles de la noticia por la mañana"
"Gracias, me harías un gran favor. Te dejo descansar"
"Nos vemos"
Sin más corto la llamada, él seguía pensando que algo andaba mal con su familia pero no quería preguntar más, solo esperaba a que su mujer despertara, porque no sabia que darle de comer al pequeño y este aunque se encontraba dormido, no tardaría en despertar, por lo que había dicho Lucifer.
Ya era de mañana cuando Leila despertó, en la habitación no se encontraba nadie, eso la asusto, no sabia cuanto tiempo abría pasado. Agudizo sus sentidos, para poder encontrarlos, con cuidado se levanto de la cama, se encontraba con un vestido debajo de la rodilla de color negro, sus ojos se encontraban de un rojo escarlata más vivos que antes, noto como las venas de sus brazos, daban un ultimo resplandor azul.
Salió de la habitación con paso tranquilo, con su audición pudo escuchar una leve risa y un gruñido por lo bajo que venia de parte de Jasper. Al escuchar la risa tan tierna que parecía más un balbuceo, recordó a su bebé y con una sonrisa plasmada en su rostro fue con mayor rapidez a donde escuchaba a su hijo junto a su pareja.
Cuando llego a la puerta que daba al comedor, se detuvo en la puerta, mirando la escena que se presentaba frente a sus ojos. Jasper intentando que Bélier tomara del biberón que había preparado con su leche especial.
Leila sintió una gran alegría ir subiendo desde su interior, cuando una risa de ternura, causa por el tierno motivo salió de sus labios sin que ella pudiera evitarlo, esto hizo que Jasper que se encontraba tan concentrado en su hijo y no se dio cuenta de cuando ella se acerba se diera la vuelta.
El pequeño que se encontraba en una sillita alta, solo miro a Leila con una sonrisa en su pequeño rostro y cuando Leila se acerco a donde se encontraban, Jasper giro para seguir tratando que su pequeño comiera algo, pero este solo reía y movía sus bracitos arriba y abajo.
Jasper se rindió dejando el biberón en la paletita que tiene incluida la silla y tomo de la cintura a Leila para sentarla en su regazo cuando llego a su lado.
-¿Como te sientes amor?-pregunto mientras ponía su rostro en su cuello.
-De maravilla, ¿como se encuentra nuestro bebé?
-Es un pequeño demonio, que no a querido comer desde que se despertó-menciono con un bufido al final Jasper.
Ambos giraron a ver a su pequeño, el cual se encontraba con el biberón en la boca, tomándose el contenido de este, esto causa la risa de Leila y la indignación de Jasper.
-Pero si se esta tomando el solo toda la leche. Esto no lo debería de poder hacer aun, es muy pequeño.
Menciono Leila que lo miraba sorprendida, ella juraba que su bebé era más pequeño antes de caer en la inconciencia.
-Mientras que dormía a crecido un poco y es muy inteligente, al parecer quería que llegaras para comer.
Leila comenzó a reírse, por el tono que había utilizado Jasper. Por lo que se levanto del regazo de su marido y camino a su hijo, lo tomo en brazos y comenzó a hacerle cosquillas en su estomago. El bebé soltaba pequeños balbuceos que podrían ser comparados con risas.
-¿Quien extrañaba a mamá?
-Al parecer nuestro pequeño demonio ya tiene a un favorito, eso no es justo.
-Nuestro pequeño, no es ningún demonio, amor.
-En realidad... es medio demonio por mi parte, pero aun así, solo es un apodo cariñoso, amor.
-Pero... al parecer a nuestro bebé no le gusta que le digan demonio y es por eso que me prefiere-Bélier comenzó a estirar sus brazos hacia Jasper-. Al parecer ahora quiere ir con su padre.
Mientras que los dos se divertían con su pequeño, las puertas fueron abiertas por Lucifer, detrás de él venían sus dos hermanos, ambos ángeles se sorprendieron al ver el crecimiento del bebé, ya que no se veía como un recién nacido.
-Hola, lamentamos interrumpir-hablo el ángel Miguel.
-No se preocupen, estábamos jugando un poco con nuestro pequeño-hablo Leila con tranquilidad.
-Nos alegramos que te encuentres mucho mejor, Leila-dijo el ángel Gabriel-. Padre se alegrara al saber que el embarazo a salido a la perfección y no has sufrido ningún percance en el proceso.
-Ahora hemos venido a que se cumpla la palabra de nuestro padre-hablo un tercer ángel que no había visto antes.
Al parecer todos se dieron cuenta de nuestro desconcierto por lo que Lucifer tomo la palabra.
-Si, antes de que lo pregunten el es Rafael otro de mis hermanos.
-Si, evitemos las presentaciones y hagamos lo que venimos a hacer en este lugar.
-Olvidaba lo aburrido y deprimente que eras hermano, al menos podrías presentarte a la nueva reina del pandemónium y su familia.
-No me interesa lo que pienses hermano, simplemente quiero terminar con este encargo lo más rápido que nos sea posible.
-Es un placer conocerlo, esta es mi familia; mi esposo Jasper Hale y mi hijo Lucas Bélier Hale Morningstar-Ritz.
-Un placer, ahora debemos de bautizar a tú hijo.
Aunque Lucifer, Lilith y Leila no se encontraban del todo seguros de que el bebé fuera bautizado por la iglesia del falso dios. Pero aun así, ellos siempre cumplían sus promesas.
-Claro, ¿Dónde y cuando seria el bautismo de nuestro pequeño?-hablo Jasper.
-Sera hoy mismo, pero no podemos hacerlo aquí mismo, así que será en el mundo terrenal, ya que Lucifer y Leila no tienen permitido el pase a él cielo.
-Lo haremos en el pueblo de Riverdale, es el pueblo contiguo a Greendale ya que Greendale, es demasiado oscuro para el gusto de padre, así que será ahí-hablo Rafael.
-Podrán cambiarse y en cuanto estén preparados, solo necesitamos que inviten a una familia, que llegue lo más rápido al lugar y se hará, el bautismo.
-Marcaremos a los Cullen-hablo Leila, pero Jasper negó.
-Ellos no se encuentran disponibles, lo mejor es que marquemos a Elizabeth o a alguien más de tú familia.
-De mi familia nadie puede entrar a ninguna iglesia del falso dios-menciono Leila.
-En realidad, una persona puede-dijo el ángel Miguel y todos lo miraron-, le recuerdo que su prima Sabrina, aunque firmara el libro de la bestia, ella fue bautizada por nuestra iglesia, así que ella podrá pasar sin ningún problema.
-Entonces hablemos con la hija que me odia e intento matarme-hablo Lucifer a sus hermanos.
Los tres ángeles miraron a Leila de reojo y luego a Lucifer, él ángel Miguel miro a su hermano con una sonrisa burlona y dijo.
-Pero no se supone que la que te mantuvo preso en ella, fue a la misma que coronaste como reina del pandemónium.
-Si, hermano. Pero ella lo hizo porque antes me había advertido y yo no le hice caso, me metí con su familia y pague el precio...
-Además eso es historia pasada, ya no hablamos de ello-dijo Leila intentando evadir esa conversación-. Hablare con Lilith para ver si puede ir por Sabrina...
-Ella no podrá, recuerda que ahora mismo la forma en la que esta tiene un cuerpo en ese mismo pueblo, por lo que no podría ir sin levantar sospechas.
Leila suspiro y miro a Lucifer.
-Bien, la contactare con la forma que tenemos-sin dejar que nadie hablara, con su hijo en brazos junto a su marido fue a su habitación.
>>Ahora, ¿Dónde deje el bolígrafo?
-Creo que en realidad lo dejaste en tu oficina-le menciono Jasper.
-No, nunca lo lleve. Debería de estar... justo... aquí ¡Sí!
Dentro de un de sus abrigos, ahí era donde se encontraba un bolígrafo con el que podía comunicarse con su prima lo más rápido posible, lo tomo y en su mano puso un "Hola, Sabrina soy Leila ¿puedes venir al infierno, sin que nadie se entere?"
>>Solo queda esperar-se puso frente a su pequeño y dijo-. Pronto conocerás a tu tía Sabrina, la cual no sabe que me encontraba embarazada de tú padre.
En lo último miro nerviosa a Jasper, su prima la mataría por no haberles dicho nada antes, pero era un riesgo que tendrían que correr. Salieron de la habitación con dirección a donde los habían dejado, pero antes de llegar al comedor los encontraron en la oficina que ahora pertenecía a Leila, se encontraban de pie a por la habitación, mientras que Lucifer se encontraba sentado en uno de los sillones del lugar.
-Ya he mandado el mensaje, solo es cuestión que ella aparezca.
-Sabe a lo que vendrá-pregunto Rafael.
-Es mejor que se entere cuando este aquí, si no hablaría con nuestras tías y ellas me matarían peor de lo que ella lo hará, cuando se entere que es tía y que ella no sabia nada de mi estado.
Tomo asiento detrás de su escritorio y comenzó a trabajas, pero su hijo se movía en los brazos de Jasper, para que su madre lo cargara, él se lo paso y se quedo a su lado, los ángeles los miraban, veían como el vampiro miraba con amor a Leila y su hijo.
Ellos nunca habían visto a un vampiro que fuera vegetariano y mucho menos que formara una familia. Creían que eran seres creados con el solo propósito de matar a los humanos.
Esperaron al rededor de una hora, cuando las puertas fueron abiertas por una muy preocupada Sabrina que entraba corriendo sin fijarse en los presentes.
-¡Leila, ¿Dónde estas?!
-Sabrina, que bueno que llegas. Déjame presentarte-en ese momento se fijo en todos los presentes de la sala, su mirada estaba clavada en los ángeles.
-¿En qué problema estas metida ahora?-pero miro al bebé que cargaba-¿Eso es un bebé?
-Primero las presentaciones, Sabrina; ellos son los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel-su prima solo asintió y menciono un bajo "Ok"-. Están aquí, porque este pequeño bebé... es mi hijo, tú sobrino y lo tenemos que bautizar en la iglesia del falso dios.
-¿Como que tú hijo?
-Que nuestras tías no te han explicado como se hacen los bebés, prima-hablo con gracia Leila.
-No es eso, pero si tú eres la madre, quien es el padre-miro a Jasper y luego a su prima, murmuro-. Acaso cambiaste a Jasper.
Lo que Sabrina había olvidado, era que se encontraba en una habitación donde todos podían escucharla, aunque hablara lo más bajo posible.
-Sabrina te recuerdo que todos pueden escuchar lo que dices aunque murmures-le dijo su prima provocando que Sabrina se sonrojara-. Nunca cambiaria Jasper por nada, él mi pareja destinada, mi otra mitas y mi esposo por lo que no lo cambiaria por nada, él es el papá de mi bebé.
-¿Como?
-Todavía hay muchas cosas que no conoces acerca de las brujas, sigues siendo muy joven en este mundo, solo debes de saber que podemos tener hijos con nuestro compañero, sea de la especie que sea.
-Aja y ¿Qué necesitas de mi?
-Que seas la testigo en el bautizo de Bélier, eres la única de nuestra familia que puede entrar a esa iglesia y la familia Cullen no se encuentra disponible por el momento.
-Bien, ahora entiendo el porque no querías que avisara a alguien.
-Si, si, si. Como ya nos encontramos todos preparados es hora de que vallamos a Riverdale.
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-ortiz6acosta
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