Narra Leila:

Después de las clases Jasper me acompaño a casa, mientras que Edward llevaba a Isabella y como era de esperarse al llegar a casa ahí se encontraba una Alice preparada para hacer que me cambiara y no dejarme con ninguna vía de escape.

-No se supone que deberías de estar en tu casa planeando una fiesta-la mire incrédula.

-Te conozco perfectamente Leila Luzbel Rits como para saber que si no venia contigo te escaparías, además así te podre vestir y vendrás a mi casa-sin poder decir nada me quito las llaves de mi casa y a Jasper las llaves de mi carro.

-Bien, pasen-entramos y ahí se encontraban mi madre y Charlie.

-Ya llegue madre, me acompañan Alice y Jasper-cuando dije esto ella salió de la sala y los saludo.

-Hola chicos ¿Cómo están?

-Hola, Elizabeth. Bien solo venimos a que Luz se cambie para irnos a nuestra casa-hablo Alice.

-Bien-contesto con una sonrisa en los labios mi madre-si quieres puedes esperarlas en la sala con nosotros Jasper o si te sientes más cómodo puedes estar en el estudio.

-Gracias creo que prefiero esperarlas en el estudio.

Nosotras subimos a mi habitación y Alice no perdió tiempo en ir a mi closet en el cual siempre que entraba descartaba todo lo que fuera completamente negro ya que decía que tenía que usar más colores, escuche como soltaba un chillido por lo que me levante de mi cama y fui a mi closet a ver que sucedía.

-Te encuentras bien, Alice-la mire y tenía un vestido entre las manos, cuando giro a verme sus ojos brillaban.

-Este es perfecto, nunca creí que tendrías un vestido tan hermoso como este y el color borgoña combina perfectamente con el tono de tu piel, tus ojos y cabello. Así que vamos a bañarte y vestirte-me empujo hacia mi baño-te estaré esperando para peinarte y maquillarte.

Cuando termino de arreglarme bajamos a donde se encontraba Jasper, al entrar al estudio me lo encontré en mi escritorio viendo una de las pinturas, mientras me acercaba a él, levanto la mirada y sonrió a verme así.

Alice se había quedado conversando con mi madre, ya que Charlie había regresado al trabajo por unas desapariciones que estaban ocurriendo en Seattle y le habían llamado para que fuera a ver.

Al estar frente a Jasper este me tomo de la cintura el aun sentado en la silla de mi escritorio, lo tome de los hombros y le pregunte.

- ¿Qué estabas viendo?

-Solo veía las pinturas y fotos que tienen aquí, son algo... interesantes-me reí de su expresión.

-Puedes decirlo amor, hay unas que son algo perturbadoras, pero recuerdas cuando fuimos a tu casa y me mostraste las que tenían en el estudio de Carlisle, piensa que es como eso, recuerdos para no olvidar o como vivimos las brujas.

-Te vez hermosa en ese vestido-se levanto de la silla y tomo mis manos-te vez bella-me dio una vuelta-perfecta-se acercó a mi oído y murmuro-si no tuviéramos que irnos te lo quitaría ahora mismo.

-Lastimosamente tu hermana nos espera, fuera en la sala con mi madre-lo mire con un puchero-tendrás que esperar a cuando termine la fiesta.

Me beso y mordió mi labio inferior, para luego irnos de mi casa, despidiéndonos de mi madre y prometiéndole que llegaría a la casa a dormir.

Ya eran las siete, estábamos en la sala de la casa Cullen esperando a que Alice trajera a Isabella, la cual se encontraba junto a Edward en el estudio de Carlisle. Jasper, Damon y yo nos encontrábamos mas alejados que los demás por obvias razones.

Ninguno quería ningún accidente y conociendo lo torpe que podía llegar a ser Isabella, habían decidido que Jasper y Damon por ser los que menos control a la sangre tenían se quedaran lo más alejados posibles, yo estaba en desacuerdo ya que para empezar no quería estar aquí y Jasper me hubiera acompañado lo que haría que tuvieran un vampiro menos junto a una chica que se puede caer con el mismo aire.

Cuando llegaron Alice bajo rápido las escaleras y se posiciono a un lado de ellas, cuando Isabella ya estaba a tres escalones de llegar al suelo con un Edward por detrás Carlisle hablo.

-Lamento todo esto, tratamos de controlar a Alice.

-Como si eso fuera posible-le siguió Esme y le dio un abrazo-. Feliz cumpleaños Bella.

-Gracias-Alice le tomo una foto.

-La encontré en tu bolsa, te molesta-pero antes de que pudiera contestar escuche a Emmet hablar.

-Saliendo con mujeres mayores excelente-Edward solo le daba una mirada de muerte y negó- ¿Qué? -murmuro desconcertado a lo que reí.

Alice se me acerco y me separo de Jasper, tomo mi mano y me entrego el regalo que había escogido para que le diera a Isabella junto con el que era de parte de Jasper, mi regalo iba a juego con el de Rosalie y Jasper. Le entrego también su regalo a Rosalie para que se lo diera.

-Es un collar, lo escogieron Alice y Luz-hablo Rosalie tendiéndole su regalo.

-Gracias-murmuro, para quitar lo incomodo me acerque y le di los dos regalos.

-Son de parte de Jasper y el mio, espero que te gusten, van a juego junto con el de Rosalie-me dio una sonrisa y me hice a un lado.

Alice llego con Edward y lo puso a su lado para sacarles una foto después lo quito y me puso a mí, la mire un poco fastidiada pero no podía hacer nada así que deje que tomara la foto y me aleje un poco. Alice fue a la mesa de regalos y le extendió otro regalo.

-Este es de Emmet, toma Bella-ella lo sintió ligero por lo que lo agito e hizo una mueca.

-Ya lo instale en tu camioneta Bella, al fin un equipo de sonido decente en ese montón de chatarra-lo corto Bella, por insultar a su camión.

-Oye, no le digas así.

Cada vez me ponía mas lejos de todos estaba intentando escapar de ahí, pero Alice vio mis intenciones y me tomo del brazo jalándome junto a ella y no me soltó, mire a Jasper el cual me miraba divertido mientras Alice le entregaba otro regalo a Bella.

-Abre el de Esme y Carlisle-y ahí todo paso como si fuera en cámara lenta.

-Algo para iluminar tu día-menciono Carlisle.

-Es que te he visto algo pálida-y ahí todo paso como si fuera en cámara lenta.

Isabella se había cortado y levanto el dedo enseñándoselo a su pareja-me corte-la escuche murmurar.

Por instinto, me zafe del agarre de Alice y fui hacia Jasper el cual Edward había aventado Asia el piano, me acerque y con la fuerza que tenia lo tome de los brazos mientras recitaba un hechizo para que se debilitara, pero antes de poder terminarlo, sentí como nos derribaban, y sentí un cuerpo aplastarme. Antes de poder reaccionar este cuerpo se levantó dándome la vista perfecta de un Damon, que al igual que Jasper perdieron el control.

Al darme cuenta que no podría contra ellos Emmet junto a Rosalie tomaron a Jasper, mientras que a Damon lo sostenían Carlisle, Esme y Alice la cal le estaba hablando para que se concentrara en su voz, fui rápido a donde se encontraba Isabella con el brazo cubierto de sangre y la ayude a incorporarse, sin importarme nada mas ni lo que pudiera pasar, vi a Carlisle y le hable, Edward no reaccionaba, así que cuando Carlisle llego al lado de Isabella me levante y fui con Jasper.

-Damon, Damon, tranquilo, es solo una gota de... sangre-note como le costaba hablar, mientras yo estaba con Jasper intentando lo mismo.

-Tranquilo, Jazz, todo esta bien, es solo una gota de sangre, tu puedes, ve mis ojos-sabia que tal vez mis ojos no eran tranquilizadores ya que su color era rojo, como cuando los vampiros se alimentan de humanos pero tenía que intentarlo.

Note como Jasper poco a poco dejaba de luchar contra sus hermanos y me miraba con arrepentimiento en su mirada, eso me había roto por dentro, Alice aun tenia problemas con Damon así que cuando Jasper dejo de luchar y dejo que Rosalie lo sacara Emmet agarro a Damon para ayudar a Esme y Alice las cuales ya se estaban cansando.

Todos volteamos a ver a Carlisle cuando hablo.

-Saquen a Damon de aquí-Jasper ya se había ido por lo que solo estábamos batallando con Damon, mire a Alice y hablo.

-No, no puedo. Lo siento-puse una mano en su brazo y la guie a la salida, al llegar a la sala, mire a Alice.

- ¿Cómo te sientes?

-No sé, siento que acabo de traicionar a Bella, su sangre huele tan bien que no me pude resistir-me miro con preocupación.

-Alice no es tu culpa, quien diría que se cortaría con un sobre, ni siquiera un niño de 3 años se corta con uno-hable tranquila-no fue ni tu culpa ni la de ninguno, ni de Jasper ni de Damon en tendido-ella solo asintió con su cabeza- ¿quieres que te ayude a ver como sigue Damon?

-Te lo agradecería-la acompañe a su cuarto donde se encontraba un Damon siendo aun sujetado por Emmet, eso me llamo mucho la atención se suponía que Jasper era el que peor lo llevaba.

-Damon, tal vez esto que hare no sea de tu agrado pero puede que te sirva para que tu sed de sangre humana te sirva-todos me miraron-con Jasper no lo e ocupado, no lo termine porque nos caíste en sima-el me miraba y empecé con el hechizo, lo que le ocasionó un pequeño mareo por el cual se tambaleo un poco en la cama, para después recuperar la conciencia y mirarnos a todos.

-Mejor-hablo Emmet soltándolo.

-Gracias y perdón-negué con la cabeza y lo mire.

-Como le dije a Alice esto no es su culpa, no es su culpa que Isabella sea tan torpe como para cortarse con un sobre, ahora iré con Jasper quiero ver como se encuentra-antes de salir me gire para ver a Damon-si cuando intentes levantarte te mareas avísame, nunca lo había ocupado y bueno puede que haya ocupado más de lo necesario.

-Está bien, gracias, Leila.

Salí con dirección a la habitación de Jasper antes de poder tocar, Rosalie salió de está impidiéndome pasar por lo que la mire preocupada.

-Dale tiempo nunca pensó que lo llegarías a ver así-me hablo tranquila a lo cual suspire y asentí.

Como respetaría su decisión de no verme hable a través de la puerta.

-Jasper, se que no me quieres ver y tal vez mis palabras no te ayuden, pero quiero que sepas que esto no fue ni tu culpa, ni la de Damon ni la de nadie-suspire un poco-. Nadie podía haber sabido que Isabella sería tan estúpida como para cortarse con un sobre con el que ni un niño de tres años se corta. No quiero que te sientas culpable por ello, porque no tienes culpa, te supiste controlar cuando viste mis ojos-solté una pequeña risa-yo que pensaba que con mi mirara se te aria más difícil y lograste controlar a la bestia que pedía sangre humana eso me pone feliz.

<<Jasper te amo, espero que pases una buena noche.

Sin mas baje a la sala en la cual todo ya estaba como si nada, me despedí de los demás dándome cuenta de que ni Edward ni Bella se encontraban por lo que tome mi chamarra y salí a mi auto y conduje con tranquilidad a mi casa. Solo esperaba que lo que paso esta noche no haga actuar a ninguno de una forma imprudente y que lo olvidaran, eso es o que más quería que pasara.

Al llegar a mi hogar, solo tenia un mal presentimiento no le quise hacer caso por lo que después de dejar mi carro entre a la cocina no se encontraba nadie despierto por lo que decidí irme a dormir.

"Me encontraba en una habitación con un trono de huesos frente a mí, aun lado en el suelo se encontraba Nick, del otro lado yo estaba sentada en un trono parecido al que estaba en medio y sentada en este se encontraba Lilith.

Con nosotros se encontraban los tres reyes, además de que se encontraba un chico con el cabello hasta los hombros ondulado y con un buen aspecto físico, llevaba una camisa blanca abierta y un pantalón de mezclilla.

Mi apariencia había cambiado tenia los ojos de un rojo brillante y el cabello lo tenia completamente blanco cortado un poco debajo de los hombros, mi larga cabellera se había ido y vestía un vestido negro pegado con unos botines con tacón."

Desperté con la respiración agitada, me había asustado mi apariencia tenia una mirada tan fría una mirada que nunca había tenido, no comprendía que había pasado para que estuviera ahí cuando, pero lo que seguía confundiéndome era que no sabia donde se encontraba el señor oscuro y porque en su lugar Lilith se encontraba en su puesto.

Mientras seguía en mis pensamientos escuche como mi ventana se rompía lo que ocasiono que me encogiera y me cubriera con mis sabanas.

-Pero que rayos-me fije que se había estrellado con mi ventana y me di cuenta de que era un murciélago.

Fui rápido por uno de mis libros y lo aplaste, luego fui por una caja y lo guarde, no podía esperar hasta mañana así que decidí mandarle un mensaje a Nick.

"Crees poder aparecer en mi habitación"

No me contestaba y eso me estaba poniendo nerviosa, porque el mal presentimiento que tenia aun no se iba de mi pecho, eso me estaba preocupando.

"Paso algo malo"

"Entro un murciélago por mi ventana y tengo un mal presentimiento"

Se estaba tardando en contestar por lo que decidí, tomar unas velas para poder hacer la aparición.

"No estoy en mi casa, de hecho estoy con tu prima. Estamos tratando de averiguar algo"

"¿Necesitan ayuda?"

"Si, puedes ayudarnos te lo agradeceríamos"

Ya no conteste nada más, prendí las velas y me recosté en el centro. Ya cuando los pude ver, nos encontrábamos en el cuarto de Sabrina.

-Ahora si que está sucediendo-los mire y vi como se asustaron-eso que les avise.

-Bueno, al parecer alguien me quiere fuera de la competencia porque han aparecido a los tres demonios que estuvieron en tu examen-la mire sorprendida.

-Bueno eso es malo, pero lo que te puedo asegurar es que a los tres reyes, no pueden ser conjurados por ningún brujo con poco poder. Debe de ser alguien con un poder mayor y es algo difícil ya que ellos no siguen las ordenes de nadie ya que se creen superiores hasta de Lucifer-mencione seria mientras caminaba de un lugar a otro, apareció un pajarito en la ventana de Sabrina.

-Entonces el único con poder para hacerlo seria el padre Blackwood ya que nadie más están fuerte como para lograrlo-menciono Nick-creo que deberías irte pronto princesa.

-Si, pero antes. Alguno sabe cómo porque un murciélago decidió entrar a mi habitación en medio de la noche-ambos se rieron y los mire mal.

-Segura que no era tu novio haciendo te una visita nocturna-hablo con burla Sabrina.

-Muy graciosa prima, ellos no se convierten en murciélagos eso es un mito y ya lo mate. Tengo un mal presentimiento, tengan cuidado, si se van a enfrentar al padre Blackwood les recomiendo tener mas evidencias, ya que si no solo serán humillados frente a todo el aquelarre-ya me iba a ir por lo que les dije-que gane el mejor.

Desperté en mi habitación, decidí que mañana a primera hora enterraría al murciélago en el patio y aria unos hechizos de protección, por lo tanto no podría asistir a la escuela. Regrese a mi cama dispuesta a dormir sin mas sueños extraños o eso esperaba.

Al despertar, tome un baño y me cambie. Tome mi mochila pero en vez de poner lo que ocuparía en la escuela, guarde la caja donde había puesto al murciélago y baje a la cocina, al pasar por el comedor me encontré con Charlie e Isabella por lo que los salude, al llegar a la cocina me encontré con mi madre cocinando así que la salude.

-Buenos días, madre.

-Buenos días, hija-se giró a verme- ¿ocurre algo? Te vez más pálida de lo normal.

-Anoche entro a mi habitación un murciélago-me miro con sorpresa-no te preocupes ya lo e matado, pero bueno quisiera enterrarlo y también te aviso que no iré a clases.

- ¿Por qué no iras? Tiene algo que ver con la actitud preocupada que tiene Bella, desde que despertó-me miro a los ojos- ¿paso algo anoche en la fiesta?

No quería mentirle así que decidí huir-tengo que hacer hechizos de protección y no se nada sobre Isabella, ahora iré a enterrar a este amiguito-saque la caja de mi mochila y la agite.

Fui al sótano, tome una pala pequeña que tenia la cual me servía con las plantas que cuidaba y fui hacia el patio trasero, cuando pase a la cocina me tope con Isabella.

- ¿No iras a la escuela? -me pregunto.

-No, tengo cosas que hacer.

Sin más salí y empecé a hacer un hoyo en la tierra, cuando ya estaba lo suficiente profundo metí la caja, volví a ponerle la tierra encima. Entre a la casa nuevamente, ya no se encontraba nadie así que me dirigí al sótano para empezar a hacer las protecciones.

Llevaba alrededor de tres horas metida en el sótano, ya había terminado con las protecciones básicas, así que salí y empecé a colocarlas alrededor de la casa, comencé por la parte de enfrente mientras las ponía iba recitando el conjuro de protección, estaba por terminar de poner las de la parte de enfrente cuando escuche un golpe que me hizo sobresaltarme. Al darme cuenta de quien era fruncí el ceño.

-No se supone que deberías estar en la escuela junto a Isabella.

-No se supone que tenias que ir a clases-me miro con preocupación en su mirada, al parecer no quería que nadie lo viera.

-No fui por asuntos personales y ya no puedes entrar a la casa amenos que te invite, así que dime Edward que haces aquí cuando Isabella se encuentra en la escuela, lo más probable buscándote.

-Vine por unas cosas mías que guarda Bella-lo mire con una ceja alzada.

-Y yo nací ayer-lo mire incrédula-di la verdad Edward, que buscas si no créeme que no podrás entrar nuevamente en esta casa.

-Si esperas a la tarde podrás saberlo, mientras déjame pasar.

-Solo te digo que si rompes algo, te hare pagarlo y si rompes algo que contenga un demonio no te ayudare a deshacerse de él. Edward Cullen estas invitado a entrar. Ve-logro entrar, yo seguí trabajando en lo que hacia aunque ese presentimiento malo se hizo más grande.

-Nada malo pasa Leila, todo está en tu mente-seguí con los hechizos hasta que escuche a alguien detrás de mí.

-Gracias por dejarme entrar Leila, vendré en un rato por Isabella. Jasper pasara por ti a las cinco.

-Bien, adiós, Edward-pero no se fue me miro con curiosidad.

- ¿Por qué estas poniendo más protección a la casa?

-Simple, tengo un mal presentimiento y este vino acompañado de un murciélago-me miro con una ceja levantada-perdón si era algún pariente tuyo-dije con burla a lo que negó con una media sonrisa en el rostro.

-Creo que nos pudimos haber llevado bien, si no hubieras tratado de borrar la memoria de Bella-me miro.

-Lo dudo, ahora nos vemos Edward tengo que seguir con esto-sin más desapareció.

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-ortiz6acosta