Capitulo 2
Narra Leila:
Jasper se encontraba arrodillado frente a mi, se veía seguro de su decisión y sus palabras me sorprendieron, pero antes de que pudiera contestarle Sabrina entro como un rayo a la habitación seguida de Ambrose.
-Leila, necesito tu ayuda-hablo Sabrina, pero al vernos su rostro cambio de preocupado a a sorprendido-interrumpimos algo importante.
-Si y no-mire a Jasper rápido, él se encontraba aun arrodillado por lo que lo ayude a levantarse y lo mire a los ojos-. Te dejare que vuelvas a conquistarme.
Le di un beso en la mejilla y me acerque a mis primos.
-Ahora si ¿Qué es lo que necesitan?
-Queremos saber si sabes algo sobre las Reliquias Impías-hablo Ambrose.
-Claro que se algo sobre ellas, Lucifer me hizo aprender todo sobre de ellas cuando tenía ocho años, de hecho a los once intente buscar la corona del Rey Herodes, pero cuando la encontré, supe que no era lo mejor el llevármela, por lo que la deje ahí.
-¿Como que la encontraste?-menciono asombrado Ambrose.
-Pues eso, se encuentras en un árbol en el bosque de Riverdale, ¿para que la necesitan?
-Se que acabas de despertar después de haber tenido al señor oscuro dentro de ti por mas de un mes, pero prima ahora yo soy reina del infierno-la mire sorprendida-antes de que me reclames algo, quiero que sepas que lo hice por ti y por Nick, era la única manera para traerlos a Greendale-la abrace y le agradecí-. No esperaba que reaccionaras así, pensé que te enojarías.
-No estoy enojada, sería una egoísta si lo hiciera.
-Pero ahora Calibán junto con los reyes del infierno están tratando de que perdamos nuestro trono, nos a retado a una búsqueda por las tres Reliquias Impías. Necesitamos tu ayuda Ambrose logro encontrar la primera o bueno la logro rastrear hasta Riverdale pero no pudimos encontrar donde esta, entonces tu dices que ya la has encontrado ¿podrías llevarnos por favor?
Mire a mis primos sorprendidos, luego mire a Jasper el cual estaba tenso, tome su mano dedicándole una pequeña sonrisa, él me la regreso.
-¿Te gustaría ir con nosotros al bosque de Riverdale?
-No volveré a dejarte ir, a donde sea que tu vayas yo iré-lo mire con una sonrisa y me gire a mis primos.
-Vamos a Riverdale.
Una hora después de que nos alistáramos y que yo hablara con mi madre asegurándole que me encontraba bien, también asegurándole que terminando lo de las reliquias regresaría a Forks sin más sorpresas, tomamos el auto carrosa de la funeraria con rumbo a Riverdale.
Al cruzar el cartel de bienvenida, le di una brújula a Sabrina la cual me miro sorprendida.
-Ella nos guiara a la corona del Rey Herodes.
Dejamos el carro y comenzamos a andar por todo el bosque hasta que nos detuvimos en un árbol y mis primos estaban demasiado maravillados. Jasper junto con Ambrose comenzaron a talar el árbol, Jasper había querido hacerlo solo pero Ambrose no lo dejo por lo que ambos lo hicieron y él no aplico sus súper fuerza.
Al lograr hacer un hoyo, Ambrose la agarro.
La Corona de Herodes, jamás terminaran las sorpresas-menciono mientras que Sabrina le quitaba el hacha.
-Dámela, dame el hacha.
-Oye que crees que haces.
-La destruiré y así nadie lograra usarla en nuestra contra y llevare los pedazos al infierno.
Antes de que ella pudiera hacer algo Ambrose la detuvo y la convenció de que lo dejara estudiarla para que pudiera restaurar la fuerza del aquelarre, cosa que no comprendía muy bien, ahora nos dirigíamos a casa, para que ella se fuera a la feria mientras que nosotros iríamos a la casa.
Cuando llegamos a la casa dejamos a Ambrose en el sótano.
-Leila-me llamo Jasper-¿Le gustaría dar un paseo por el bosque señorita?
-Me encantaría caballero.
-¿Como le gustaría ir?
-¿Que tiene planeado caballero?
-Me encantaría llevarla a un lugar que encontré en el bosque, pero para ello necesito que aceptes ir en mi espalda.
-Sabes que puedo seguirte el paso ¿verdad?
-Lo se, pero quiero ser un caballero y que no te canses-tomo mi mano dándole un beso casto.
-Entonces mi caballero, dejare que me lleve a tan hermoso lugar del que habla.
Sin perder el tiempo me subió en su espalda y nos adentro en el bosque hasta que encontramos una cascada, esta no era muy grande pero aun así transmitía una gran tranquilidad al ambiente. Él me bajo de su espalda con gran delicadeza y se poso detrás de mi.
-¿Te gusta?
-Es hermoso, nunca había llegado tan profundo en este bosque-me miro sorprendido-siempre preferí ir a pasear al infierno.
Ambos comenzamos a acercarnos al pequeño lago que tenía la cascada.
-Creo que siempre preferí estar en el infierno, antes que aquí. Ahora ya no se que pensar, mire mis pies con tristeza.
-¿Porque estas triste?
-Cuando mi padre murió junto a mis tíos, el señor oscuro estuvo presente en nuestra casa-miraba al lago-él no se presento a mis tías, mis primos o a mi madre, solo fue a verme a mí-lo mire con una sonrisa pequeña-a partir de ese día el solía visitarme, si el no lograba o no podía ir a verme mandaba a Lilith. Ambos se hicieron demasiado importantes para mi, Lilith fue la primera en llevarme al infierno, según ella el señor oscuro me quería ver pero tenia mucho trabajo por lo que yo tendría que ir con ella para verlo a lo que acepte.
>>Yo iba a pedirle permiso a mi madre, pero Lilith me dijo que ella le avisaría, además no se encontraban en casa, solo nos encontrábamos Ambrose y yo, Sabrina había ido a casa de Theo. Por lo que me fui con ella, al llegar al infierno se me hizo un lugar con vistas maravillosas, pero al mismo tiempo me dio un escalofrió, por tanto sufrimiento que sentía en el lugar. Llegamos a la sala del trono ahí se encontraba Lucifer en su trono y frente de el se encontraban Belcebú, Asmodeo y Leviatán, los cuales al verme pensaron que era un alma y que me castigarían, pero al ellos intentar acercarse Lucifer les ordeno no hacerme nada.
>>Tendrías que haber visto sus caras, estaban perplejos, yo una simple niña de siete años en el infierno con mi vestido negro y cabello suelto que me llegaba a los hombros. Ninguno se atrevió a contradecir a su señor, luego el junto a Lilith me dieron una corona y me dijeron que yo era la princesa del infierno que podía hacer lo que quisiera ir a donde mas me gustara, que yo daba las ordenes en ese lugar. Te imaginaras que para una niña de siete años era lo mas divertido del mundo, yo amaba ir al infierno, Nick en ese entonces era mi único amigo, con mis compañeros de escuela nunca me había llevado bien y bueno a Nick casi no lo podía ver por culpa de su familiar, por lo que ir al infierno era lo mejor que me podía haber pasado.
-Tu considerabas a Lucifer un padre-me dijo y yo asentí.
-Lo considero como mi padre, se que lo que nos hizo fue malo, pero bueno el es Lucifer la encarnación de todo lo malo en este y en los demás mundos. Él junto a Lilith me enseñaron muchas cosas, me consentían, me hicieron la mejor bruja de todas no puedo negar que me duela la traición de él.
-¿Pero?
-Ahora que estuve con él, lo comprendo-sentí su mirada sobre de mi-comprendo porque lo hizo. Sabía que yo no dejaría a mi madre de lado aunque el me lo pidiera y menos me iría de Forks por ti, así que cuando Sabrina logro cumplir con la profecía y yo le debí el favor, solo espero el momento justo en el que mi corazón estuviera lo suficientemente destrozado para poder controlarme, pero no lo logro.
-Todo fue mi culpa-escuche que se dijo.
-No fue tu culpa Jasper, él siempre consigue lo que quiere y Sabrina ya le había dado muchos dolores de cabeza. Lo que Sabrina no sabe es que si ella no acepta el trono después de que venzamos a Calibán yo seré la que tenga que tomar su lugar, tengo el poder de Lucifer en mi, además del fuego infernal lo que me hace la bruja mas poderosa.
-¿Que pasaría con nosotros si tu eres reina del infierno?-me tomo de las manos y lo mire a los ojos-ya no podría conquistarte, ya no podría verte.
-Gracias a que Lucifer noto el amor que me tienes y cuanto es que yo te quiero, logre que tu mi caballero, lograras verme aunque sea Reina del Infierno, tu podrás si así lo deseas permanecer a mi lado. Aunque también entendería que desearas quedarte al lado de tu familia, en ese caso yo te visitaría cada que pudiera...
Antes de que pudiera seguir hablando el me interrumpió.
-Te seguiré a donde sea que vayas. No importa si estas en el infierno o si estamos en Forks, yo estaré donde tu estés porque donde estas tu, esta mi hogar.
-Gracias soldadito.
-¿Te gustaría ir a la feria?
-Acaso caballero me esta invitando a una cita de adolescentes normales.
-Si mi bella dama, pero también es porque Sabrina me amenazo y quiere que te lleve con ella.
Lo mire divertida, ya que lo había dicho con una nota de temor, que me dio gracia, así que decidí a burlarme un poco de él.
-¿Acaso mi prima te da miedo?
-No me da miedo, simplemente prefiero que no este molesta ahora que es reina del infierno.
No pude aguantar la risa, así que comencé a reír. Luego cuando mi a ataque de risa lo jale para que comenzáramos a caminar de regreso a la casa.
-Acepto ir contigo a la feria.
-Entonces sube, nos deben de estar esperando.
Habíamos llegado al limite del bosque y el estacionamiento de la feria, me iba a bajar de la espalda de Jasper pero este no me dejaba.
-Jasper, puedo caminar desde aquí, ya me has cargado durante mucho tiempo-le reproche.
-No importa eres como una pluma, de verdad que no pesas nada-me miro haciendo que nuestros rostros quedaran muy juntos, el aparto la vista después de un momento no sin antes dejarme un casto beso en la mejilla-. Además ahí están los amigos de tu prima vamos a acercarnos.
Cuando llegamos a donde se encontraba la camioneta de Harvey estacionada, nos encontramos con Ros, Harvey, Theo y un chico que no conocíamos, la primera en saludarnos fue Ros.
-Hola chicos, ustedes también vinieron, Sabrina dijo que nos acompañarían pero no lo creía.
-Si bueno queríamos hacer algo tranquilo, después de todo lo que a pasado-hablo Jasper antes que yo, provocando mi risa.
-Y bueno chicos ¿como han estado?-les pregunte para quitar un poco el ambiente tenso que se había formado por el comentario de Jasper.
-Bien, déjenme presentarles a Robin-hablo Theo.
-Mucho gusto Robin, soy Leila y el que me esta cargando se llama Jasper.
Se nos quedo viendo un rato hasta que por fin hablo-Sus ojos son extraños, ¿usan lentillas o son así?
-Los míos son naturales, los de Jasper son lentillas-hable divertida con la situación.
-Eso es cool, nunca había conocido a alguien con los ojos rojos-Jasper y yo nos empezamos a reír.
-Te la creíste, no ambos usamos lentillas. Nos gustan los ojos únicos.
Los amigos de Sabrina se tranquilizaron al oír eso, ya que desde que había empezado a hablar de nuestros ojos se habían puesto un poco tensos, pero dejamos el tema cuando Theo hablo.
-¿Que les parece si ya entramos?
-Vamos-Jasper aun no me dejo bajar, por lo que nos acercamos a la entrada donde escuchamos al que da la bienvenida.
-¡Pasen, pasen! Citando a un amigo, les mostraremos cosas que no conocen, les contaremos de lugares que jamás han visitado. Desde montañas en las que soplan vientos locos, islas donde los céfiros soplan suaves y cálidos. Llegamos a los cielos y a las bajas tierras. ¡Pues queríamos tener un grandioso show!
-¿Estas bien?-escuche como Harvey le preguntaba a Ros.
-Si, si estoy bien. Pensé haber visto algo por un momento-ella le contesto, nosotros nos encontrábamos mas alejados que los demás, hasta que Theo ve a Sabrina.
-Sabes Jasper-le hable-me siento extraña.
-¿Por qué mi bella dama se siente extraña?
-Porque mi caballero es más alto que todos nuestros acompañantes y el me esta cargando, haciendo que yo quede de su estatura, cuando en realidad soy una enana.
-No es mi culpa ser alto-le resto importancia, mientras que nos acercábamos a Sabrina, Nick y sus amigos.
-No, pero eres un poste-lo miro y puedo notar como alza una ceja.
Llegamos justo cuando la conversación de los chicos se hacia mas agresiva y la cortaba Sabrina.
-¿Entramos?-menciono mi prima antes de mirarnos.
-Excelente idea, miremos que juegos tienen.
-¡Juegos!-el señor que se encontraba hace un rato dando la bienvenida se nos acerco asustando a los chicos, mientras que Jasper y yo lo miramos con una ceja levantada-. Tenemos una amplia gama; autos chocones, un rio vivo y una casa embrujada.
-Ok, entremos-todos pasamos, aunque Jasper seguía cargándome a lo que Sabrina se nos acerco.
-¿Te encuentras bien Leila?-yo asentí-¿porque te carga Jasper?
-Tu pregúntaselo, el caballero aquí presente no me a querido bajar desde que estábamos en el bosque aunque sabe que puedo andar por mi propia cuenta.
Escuche como soltaban una pequeña carcajada, los mire mal.
-No se burlen, que todavía no te perdono por completo soldadito.
Sin más cada quien tomo su ruta.
Ya llevábamos aquí mucho tiempo, ya había oscurecido, pasamos por varios puestos de juegos, también me compro algunos dulces, el se comporto como un verdadero caballero, ahora mismo nos encontrábamos en la rueda de la fortuna. Nos encontrábamos sentados juntos, hacia un poco de frio aquí y por haber salido sin saber a donde nos dirigíamos no había tomado nada para taparme y estas eran las consecuencias. De repente sin que me diera cuenta Jasper había colocado su chamarra sobre mis hombros y paso su brazo para acercarme más hacia él.
-Siempre que tengas frio yo estaré para cubrirte-me dijo Jasper.
Acosté mi cabeza en su hombro y murmure.
-Me haces difícil la tarea de odiarte.
-Lo que menos quiero es que me odies, solo quiero ganarme tu perdón. Quiero que vuelvas a confiar en mi, no sabes cuan arrepentido estoy de la decisión que tome, ese día en el bosque cuando dije todo eso lo que mas me molestaba fue no poder controlar tus emociones para que tuvieras paz, tampoco podía sentirlas eso me enojo más, pero verte con las lagrimas es una imagen que jamás saldrá de mi memoria.
No sabia que decir, una parte de mi quería perdonarlo, decirle que no tenia porque mortificarse mas que siempre estaríamos juntos, pero otra parte de mi me decía que tenia que hacerlo sufrir, que el no se merecía mi perdón.
Termino la vuelta en la rueda de la fortuna y bajamos, Jasper coloco sus manos en mis ojos.
-¿Que haces?-no contesto solo sentí como me hacia caminar-¿A donde me lleva caballero?
-Me gustaría dar un paseo con la hermosa dama que hoy me acompaña, así que espero y acepte subir conmigo a esta atracción.
Destapo mis ojos dejándome ver el túnel del amor, mi corazón comenzó a latir muy rápido y sabia que el lo estaba escuchando.
-Acepto dar un paseo con usted en el túnel del amor, pero que sepa, aun no somos más que amigos.
-Mi plan de volver a enamorarte esta surgiendo frutos o tengo que hacerlo mucho mejor-me miro mientras pagaba al del juego, pero antes de que pudiera contestarle Sabrina salió corriendo y Nick volando.
-¿Que es lo que pasa?
Ninguno me contesto ya que no hizo falta cuando un ¿hombre salió de la atracción?
-Tu robaste mi corona-golpeo al de la caseta-perturbaste mi sueño.
-¿Herodes?-murmure por lo bajo-es por eso que Lucifer me advirtió cuando comencé a estudiarlas, cada reliquia tiene un guardián.
Nick intento golpearlo con un palo pero este se lo impidió y lo golpeo, Jasper intento ayudarlo pero también salió lastimado. Eso me hizo reaccionar me acerque a la puerta mientras que Sabrina se encontraba alejando a la gente yo comencé a sellar la entrada, ella entro y vimos como Herodes peleaba con Nick y Jasper.
Nick logro quitarle la corona pero este lo hechizo al igual que con Jasper, ambas nos asustamos y fuimos por ellos, cuando ya estábamos cerca nos ataco pero solo afecto a Sabrina, así que yo lo rete.
-Rey Herodes, te has equivocado, Sabrina no es la única que a robado y perturbado tu sueño, yo Leila Morning star, princesa del infierno la e ayudado a encontrar la corona-mientras que yo lo distraía espere a que Sabrina tomara la corona pero en vez de que ella la tomara apareció Calibán.
Mi prima tan ingenua le pidió ayuda, pero este como el traidor que es la tomo y desapareció. Esa simple distracción sirvió para que Herodes pudiera hacer que Sabrina, Nick, Jasper y yo estuviéramos a su merced, hasta que Ambrose llego y nos salvo.
Todos terminamos cubiertos de sangre y putrefacción.
-Seguí su rastro sangriento y de...
-No lo deje terminar cuando me levante y tome la mano de Sabrina.
-Tenemos que irnos. Sabrina tenemos que irnos ahora-la mire seria.
-Estoy débil ahora, pero quizás podría limpiar antes de teletransportarme a casa.
-¿Quieren que los llevemos?
-No-negó Sabrina-ustedes vayan, nosotros nos iremos caminando.
Sin más ambos fuimos a casa íbamos a medio camino corriendo con nuestra velocidad, cuando siento como alguien me carga. Al llegar a casa no hay nadie, nos quedamos en el centro de mi habitación y lo veo a los ojos.
-Tal vez Sabrina no lo noto, pero yo se que ni tu ni Nicholas se encuentran bien. Dime que puedo hacer para ayudarte-tomo mis mejillas entre los manos.
-Ayúdame a olvidar-le pedí, mientras me acercaba a él.
VOTAR - COMENTAR - SEGUIR
Espero que les guste.
¿Les gustaría que agregara la parte final de CAOS?
-ortiz6acosta
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro