Narra Jasper:

Ya habían pasado dos meses y aun no encontrábamos manera de rescatar a Leila y Nick, me sentía de verdad inútil sin poder hacer nada por Leila, junto a Sabrina y sus amigos hemos estado intentado buscar alguna solución, pero hasta el momento no hemos encontrado ninguna que nos asegure que no sufrirán ningún daño.

Ambos nos encontrábamos estresados ya que no solo queríamos salvarlos para que no sufrieran si no que se trataban de nuestros compañeros, Sabrina la pasaba mal en las noches, al ser el único que no necesitaba de dormir y tener una audición sobrenatural no ayudaba mucho, ella tenía pesadillas en las noches aunque intentaba disimularlas por las mañanas.

Me encontraba en el comedor como todas las mañanas desde que había llegado, por pedido de las tías de Leila, tenia que comportarme como una persona más, aunque ya muchos de los adolescentes se habían dado cuenta de algunos de mis comportamientos y me hacían preguntas que evitaba con excusas.

Mientras que me encontraba sentado en una silla al otro lado de donde estaban todos los que desayunarían, llego Sabrina y Hilda iba entrando con el ultimo platillo. Eso me recordó que hoy tendría que ir a cazar. Me levante bajo la atenta mirada de la mayoría de los que se encontraba.

-Iré a pasear-hable y sin esperar respuesta salí.
Siempre que salía a cazar ocupa ese tiempo para pensar, desde que había llegado aquí no había vuelto a sentir ese dolor en el pecho que sentí cuando Leila se fue al infierno. Según Zelda ella me dijo que es porque en Greendale se encuentran las puertas al infierno lo que me deja mas cerca de estar con ella.

Cazar un ciervo regrese a la casa encontrándome con que todos ya estaban recogiendo sus cosas, por lo que con la mirada me dispuse a buscar a alguna de las Spellman para que me dijeran que es lo que estaba sucediendo.

Antes de poder encontrarlas vi salir rápido a Sabrina la cual se detuvo frente a mi.

-Es hora de seguir intentando-con un asentimiento la seguí fuera de la casa, para ir con Harvey a las minas.

Sabrina a estado intentando abrir las puertas del infierno desde que empezamos a buscar alguna manera para salvarlos, pero aunque lo a intentado no logra abrirlas, junto con Harvey, nos quedamos observando y esperando por un resultado que sea diferente.

Ya llevábamos tres horas en las minas Sabrina nuevamente no había logrado abrirlas, Harvey había regresado hace algunos minutos diciendo que teníamos que irnos para que nadie nos viera, pero Sabrina le había pedido unos minutos más, que claro ya no nos podía dar así que decidí interrumpir.

-Sabrina creo que ya es suficiente por hoy-ella me miro, pero antes de que me contestes tara la interrumpí-si gustas mañana volveremos, pero por hoy es suficiente, Harvey tiene razón es mejor que nos vayamos antes de que alguien nos encuentre.

-Bien.

Tomamos nuestras cosas y salimos de ahí, yo caminaba junto a Sabrina y a su lado Harvey. Íbamos en completo silencio hasta que Harvey nos habló.

-¿Qué pasa si logramos de algún modo sacarlos de ahí? Pero si aún tienen a... al diablo dentro de ellos-nos miro.

-Encontraremos una mejor trampa, para él. Para mi padre.

-Solo tenemos que sacarlo del cuerpo de Leila, sacándolo de ella Nick estará bien.

Termine lo que estaba diciéndole Sabrina, con mi mirada perdida. El se giró a Sabrina y le habló.

-Eres increíble, lo sabes. Ambos lo son-lo mire con una ceja levantada-digo Nick te traiciono y aun así tratas de salvarlo y bueno Leila y tu no están en los mejores términos que digamos, no sabes si ella y tu regresarían.

-No están simple Harvey, cuando el señor oscuro té pide hacer algo si estas en deuda con el, como lo estamos las brujas, estábamos a excepción de Leila que no se como no está en deuda con él, es imposible el negarnos.

-Sigue siendo un invencible si me lo preguntas.
Me divertía estar junto a Harvey era sarcástico en los momentos justos, al igual de que era alguien con demasiado optimismo, aunque se podía sentir desde lejos cuanto odiaba a Nicholas. Por lo que solté una pequeña risa.

-¿Y tu Jasper? Conozco a Leila desde que conozco a Sabrina y puedo decir que no es de las personas más amorosas del mundo.

Lo mire y sonreí de lado.

-Mi relación con Leila, no es simple amor-solté un suspiro-en nuestro mundo existen los compañeros de vida o como mejor los conocen los humanos nuestras almas gemelas, nuestra otra mitad-miraba al frente ya que la estaba recordando-nuestro lazo es aún más complicado de entender, ella es mi tua cantante y yo soy su alma gemela. Ambos nos complementamos, los dos somos el uno para el otro...

Sabrina me interrumpió haciéndome burla.

-Uuu, quien diría que eres tan romántico.

-Recuerda que nací en otro tiempo-le dije con sonar-además por Leila haría cualquier cosa, no la voy a volver a dejar, solo espero que me pueda perdonar por todo lo que la hice pasar con mis decisiones. Además ella salvó mi vida, necesito devolverle el favor, aunque ella no quiere verme.

En eso paso un camión de helados al cual se le quedaron viendo con extrañes.

-No es muy pronto para la temporada de helados.

Después de eso seguimos caminando hasta llegar a su escuela.

-Nos vemos al salir-me dijo Sabrina.

Sin más yo me fui a la academia donde me habían dicho que estarían las tías de Leila, al llegar ahí me encontré a Zelda destruyendo la estufa de Blackwood.

-Que bueno que llegas Jasper, necesitamos de tu ayuda con esto-señalo con su mazo la estatua.

-¿Qué necesitan que haga exactamente?

-Que la reduzcas a polvo, por completo.

-Claro será algo fácil-mientras que comenzaba a tomar el manso que me extendía Zelda, llegó Hilda y le habló.

Cuando termine de destruir la estatua Zelda me dijo si podía juntar todo lo que había salido para que lo pudieran tirar a lo que acepté, cuando estaba terminando de recogerlo me llegó un mensaje de parte de Sabrina.

"Te veo en casa de Harvey en 15 minutos" 

Sin responderle, fui primero a ,a casa para cambiarme la ropa sucia por una limpia, al terminar me dirigí a la casa de Harvey, al llegar me encontré a Sabrina esperándome afuera para que entráramos, desde aquí podía escucharlos como tocaban y cantaban. Era algo que molestaba a mis oídos pero no me podía quejar.

-Para que me necesitabas aquí.

Sin responderme abrió la puerta y entró yo la seguí.

-¡Oigan! -ellos dejaron de tocar.

-Sabrina, Jasper.

-Escuchen, ya lo resolví-la mire sorprendido-es hora de la operación carretilla.

No necesité otras palabras más antes de que la abrazara, estaba feliz por fin podría volver a ver a mi brújula, a mi princesa a mi Leila.

-Espera Brina, estás diciendo que iremos al infierno.

-Iremos al infierno, al infierno real.

-Si encontré la puerta trasera.

-Tengo que preguntarte algo-Harvey alzó la mano-los humanos pueden entrar al averno.

-Técnicamente no, pero podemos solucionarlo. Hay cosas para prepararnos y creo que es algo bueno tener a Jasper para que nos ayude con eso, si aún quieren ayudarme.

Todos se miraron entre sí, mientras que yo me seguía preguntando que necesitaba de mi. El que contestó fue Theo.

-Hagamos esto.

-Bien iremos a mi casa para prepáranos-me volteo a ver-técnicamente estas muerto ¿verdad?-asentí-bien necesito que vayas a la casa y te bañes y el agua que uses la guardes en una cubeta.

La miré confundido.

-¿Para?

-Para que nos ayudes ahora andando, en lo que nosotros llegamos a la casa.

Me fui de ahí y llegué a la casa Spellman, me bañé en la tina del cuarto de Leila y toda el agua que quedaba en la tina la dejé en cubetas como me había dicho Sabrina aunque aún no sabía el porqué.

Al bajar, ya era tarde nos fuimos a la parte de la morgue, ahí ya se encontraban los chicos.

-Bien, que bueno que llegaste Jasper-habló Sabrina.

Estaban reunidos alrededor de un cadáver, mientras que Sabrina llevaba dos cubetas con una agua de color blanco transparente parecida a la que él llevaba en las cubetas que cargaba.

-¿Dónde las dejó?

-Una junto a Harvey y otra aquí-le señaló donde ella se iba a colocar y miró a sus amigos.

-¿Qué tenemos que hacer para poder entrar al infierno? -Rose.

-Tendremos que bañarnos con el agua de estas cubetas, para poder pasar desapercibidos. Tenemos que estar completamente cubiertos.

Note como Sabrina comenzaba a quitarse la ropa para quedar en su ropa interior, sus amigos la siguieron, yo me quede recargado en una de las paredes que se encontraban ahí.

-¿Por qué Jasper no se cubre con el agua?

-No la necesita-sus amigos la miraron con duda-al ser vampiro técnicamente ya está muerto, además de ser considerado un demonio.

Sin más todos comenzaron a esparcirse el agua en ellos. Mientras yo miraba todo lo que tenían en ese cuarto al que solo había entrado un par de veces, hasta que me dio curiosidad una mesa que tenía zapatos y botas.

-¿Por qué tienen zapatos aquí?

-Los vamos a necesitar para poder caminar en el infierno, no solo tendremos que camuflaje nuestro olor, también tendremos que usar ese calzado, pues solo gente muerte pisara el suelo del infierno..

-De que dijiste que era esta agua, Brina.

-Es agua espectral-miraron el agua-básicamente se obtiene al lavar cadáveres o del baño de un vampiro.

Ahí fue cuando me quedo claro todo, por eso es que Sabrina me había pedido lo del baño. Quería reírme pero no lo consideraba un momento adecuado como para hacerlo.

-Nos estamos lavando con agua que uso Jasper para bañarse-nos habló Harvey.

-Solo tu y yo-Rose y Theo, están usando agua de cadáver, no sé cuánta sea la efectividad del agua de Jasper, es por eso que no se las di a ellas. Además usaremos los zapatos de muertos.

Cuando ya estuvieron listos, nos fuimos con dirección al bar de Dorian Grey, ya estando con él nos guio a un cuarto donde tenía muchas pinturas, nos guio hasta una específicamente.

-Contémplenlo el averno. Recuerden el infierno es un lugar solitario y desolado quizás no vean muchos monstruos o demonios-me vio fijamente-pero ahí estarán, encuentren el camino a la ciudad del pandemónium, tan rápido cómo puedan y no lo olviden el encantamiento que les di solo funcionara para traerlos de vuelta a menos que sostengan mi flor.

Sabrina se volteó a ver a sus amigos y habló.

-Los amo chicos-nos miro a los cuatro-. Recuerden manténganse cerca. Soy el paso al reino profano, soy el paso a la ciudad del temor, soy el portal para los perdidos y olvidados. Abandonad toda esperanza los que entréis aquí.

Todos seguimos a Sabrina por el cuadro, me maree un poco al entrar y termine tirado en arena de una ¿playa?. Me levante lo más rápido que pude y ayude a los chicos a ponerse de pie, ellos se notaban afectados, todos estábamos mojados y parecía como si los hubieran ahogado.

-¿Todos están bien?-preguntó Sabrina.

-Esperen, ¿el infierno es una playa? -Harvey.

-Leila, me había dicho algo de una costa de los lamentos o algo así, una de las veces que me contó de cuando venía aquí de niña-mencioné con una sonrisa triste, todos me miraron y luego giraron a buscar algo.

-Costas de los lamentos-leyó Sabrina y me miro.

-Oigan haya que es eso-Theo.

Mire donde señalaba y eran personas como en cajas sobre el mar, hasta que una voz nos interrumpió.

-Las almas de los condenados, se ahogan cuando la marea sube. Se ahogan y se ahogan por la eternidad-hablo un chico de cabello rubio, un olor dulce me llego a mi nariz, era el olor de mi Leila, pero su olor venia del chico, por lo que lo miré serio.

-Hola-habló Sabrina, mientras nos acercábamos a el-buscamos a Lilith, ¿Madame Satán? ¿La reina del infierno? O a Leila-al escuchar el último nombre lo vi sonreír aun más-están en el pandemónium si nos pudieras mostrar el camino.

-Toda la sangre fluye al pandemónium, sigue el flujo sangriento y ahí encontrarás el trono infernal.

-Gracias ¿Quién eres?

-Nunca salgan del camino-me miro con burla-No la tomen, si la toman no podrán salir. Es bueno que usen zapatos de gente muerta, cualquier demonio que valga su peso en sal puede oler mortales a la distancia.

Sin más se fue y Sabrina habló.

-Esta bien, vámonos.

-No me agrado.

Todos se giraron a verme antes de caminar y yo los miré con duda.

-Hablaste en voz alta Jasper-mencionó Harvey con burla- ¿Por qué no te agrada?

-Tiene el olor de Leila impregnado.

-Eso significa que la ha visto, por ende si nos a dado el camino correcto-mencionó Ros y yo negué.

-No sólo significa que a estado a su lado o a hablado con ella, significa que se han visto más de una vez y no solo para hablar-Mirella a la playa y después la sangre.

Leila ya me había olvidado, ya no me quería. Sentí como las emociones de los demás cambiaban y me miraban, hasta que sentí la mano de Sabrina sostener la mía.

-Vamos, tenemos que encontrarlos y ellos nos podrán explicar qué sucede.

-Creo que al único que podremos regresar va a ser a Nick, dudo que Leila se quiera ir de aquí.

-No, creo que sea ella la única que mande en su cuerpo Jasper, se que ella te amo, te ama y te amará, si no ella nunca abría sacrificado su vida por los demás, ella antes de encarcelar al señor oscuro nos dijo que te amaba. Ahora vamos a rescatarla para que ambos puedan volver a ser felices juntos y tú no seas un bobo.

Nos encontrábamos siguiendo el camino cuando llegamos a una parte donde se encontraban unos cuerpos en cruces y cuervos que se los comían "Campo de los testigos". No nos teníamos que detener, teníamos que llegar cuanto antes al trono infernal cuanto antes para que pudiera ver a Leila lo más rápido posible.

-No miren, vean el camino, sigan caminando-Sabrina.

-Esperen ese es... tío Jessey. ¡Tío Jessey! ¡Tío Jessey!

Todos le empezaron a gritar pero no les hizo caso por lo que terminamos siguiéndole, ella se encontraba en negación por haber encontrado a su tío en los campos de castigo del infierno, al final descubrimos que Lilith lo mandó a los campos de testigos, Sabrina hizo un hechizo de protección y nosotros seguimos con el camino después de convencer a Theo de seguir caminando.

Narrador omnisciente:

Mientras que Sabrina y los demás iban camino al trono infernal, ahí se encontraban Lilith junto a Leila sentadas en sus tronos y Nick en el suelo encadenado y sin camisa, el cual estaba con los ojos cerrados. Leila ya no parecía más una chica de 16 años, su físico había cambiado al de una joven de 19 años, lo cual tenía a Lilith asombrada pero ella pensaba que tenía que ver con el señor oscuro.

Frente de ellas se encontraba uno de sus sirvientes, el cual les estaba dando una noticia no tan grata.

-¿Qué dices? La hija de estrella de la mañana, está en nuestro reino-hablo Lilith, mientras que Leila se encontraba en su trono con la mirada perdida como le pasaba tres veces al día por tener al señor oscuro dentro de ella.

-Si señora, siguiendo el camino sangriento.

-Ja, no me sorprende era cuestión de tiempo supongo que viene por ti-miro a Nick-No lo crees, que dijiste no te escucho, el gato se comió tu lengua.

En eso Leila empezó a reír llamando su atención.

-Querida sabes que cuando quiero divertirme con ambos el se encuentra en trance al igual que Leila, son fuertes pero Leila no me quiere dañar por eso no me a vencido.

Quien hablaba era el señor oscuro, aunque era con la voz de Leila la cual siempre intentaba pelear con él para que no entrara a la mente de Nick, aunque no lo quisiera dañar por lo que no ocupaba toda su fuerza al contrario de él que si luchaba con todo.

-No hables quieres, que cuando logre vencerte no serás nada en su cabeza.

Miro a su sirviente y volvió a su platica.

-Si está siguiendo el camino sangriento, pasará pronto por el bosque del tormento, dime Esmirro el leñador está aceitado-este solo asintió con la cabeza y se iba a ir.

-Espera-lo detuvo Leila-dile al muñeco de arcilla que requiero de su presencia, que no tarde.

Sin más se fue y Lilith la volteó a ver.

-Sabes que no lo soporto verdad, prefiero al vampiro que tenías de compañero al menos él era educado.

-Pero no puedes negar que el muñeco de arcilla está como quiere y sabe lo que hace-mencionó con burla Leila ocasionando que ambas rían.

Después de tres minutos Calibán se encontraba entrando a la sala y acercándose a Leila, ella al verlo solo le hizo una seña para que la siguiera y él obedeció sin más ambos llegaron al cuarto de Leila y sé divirtieron, como lo llevaban asiendo desde que Leila llegó al infierno y todos la reconocieron como la sucesora del señor oscuro, teniendo más poder que Lilith.

Narra Jasper:

Llegamos a un bosque que contenía muchas estatuas según Sabrina me había explicado aquí encontraríamos la flor que quería Dorian en el "bosque del tormento".

Mientras que íbamos caminando Theo se iba lamentando por haber visto así a su tío Jessey, al llegar a la entrada del bosque empecé a escuchar los lamentos y tormentos de todos los árboles.

-Escuchan eso-habló Ros después de unos segundos en los cuales yo empezaba asentir las emociones que venían del bosque.

-Yo no solo las escucha, también estoy sintiendo todo lo que sienten los árboles y no es nada agradable.

-Según Dorian la flor del mal, la única flor mal crece aquí en alguna parte.

-No puedo creer que diga esto pero Sabrina y yo buscaremos en esa parte del bosque mientras que Harvey, Jasper y Theo busquen del otro lado.

-Recuerden no hagan ruidos fuertes, creo que el agua espectral se desaparece y nos nos esconderá por mucho tiempo más de los monstruos por más tiempo.

Sin más nos separamos y empezamos a buscar la flor, mientras que íbamos caminando yo tenía al máximo mi audición por si se presentaban problemas solo intentaba evitar los lamentos de los árboles, hasta que Harvey me habló.

-Puedes olor la flor del mal Jasper.

-Nunca e visto siquiera una flor del mal, así que no conozco su olor por lo que no sabría decirte cuando la encontremos por el olor.

-Entonces sigamos.

Mientras que íbamos caminando escuché como si talaran un árbol.

-Chicos han escuchado eso-Theo-sonó como si-se volvió a escuchar.

-Suena como si talaran un árbol.

Ambos se prepararon por si algo se nos acercaba con sus armas un hacha y una escopeta. Mientras que yo solo me prepare por si algo se nos acercaba con la escopeta que me había prestado Theo, era extraño traer un arma para defenderme después de tanto tiempo utilizando solamente mi fuerza y agilidad. Pero según Sabrina me había dicho que lo mejor sería que si nos enfrentábamos a algo los ataques fueran a distancia.

Caminamos con precaución hacia donde escuchamos el sonido. Cuando vi lo que estaba talando el árbol me quede estático los chicos aún no se habían dado cuenta por lo que siguieron caminando hasta que lo vieron con sus propios ojos y Theo soltó una maldición. El árbol parecía que soltara sollozos de mujer.

Por la maldición que soltó Theo el leñador se dio vuelta, Harvey se giró a vernos y gritó.

-¡Váyanse y busquen a Sabrina, necesitamos su magia!

-¿Qué hay de ti?

-Yo lo detengo ustedes vayan.

Theo se fue corriendo pero yo me quede para ayudarlo, ya que yo tendría más oportunidad que Harvey. Mientras que Theo iba a buscar a las chicas nosotros nos quedamos peleando con el leñador de hojalata, Harvey lo golpeaba con su hacha mientras que yo lo atacaba con mi fuerza ya que si intentaba dispararle podría dar a Harvey ya que se movían mucho.

En un punto a Harvey le rompió su hacha y mientras que peleaba con él llegaron los demás y Sabrina lo congeló, Harvey se encontraba en el suelo hablando como en transe como si fuera con su hermano por lo que podía escuchar. Tome la escopeta que me presto Theo y le disparé por atrás y con eso lo maté.

-Perdón Harvey, pero ese no era tu hermano. No lo conocí pero esto es solo un leñador de hojalata-le dije.

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-ortiz6acosta