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Capitulo 15

Apartir de aquí comienza un maratón, cada treinta minutos subiré un capítulo, en su total serán tres.

Narra Leila:

Ya había terminado la cena, había sido muy incómoda. Por las preguntas y todo, me estaba despidiendo de mi madre, ya que Charlie había subido a su habitación, por petición nuestra después de despedirnos.

-Preparada hija.

-Si, madre-la abrace-recuerda que puedes utilizar las pócimas que te utilice solo en casos de verdad importantes.

-Claro, ahora recuerda siempre que la familia esta primero antes que cualquier petición-la mire con duda-recuérdalo y sea lo que sea que te pida el señor oscuro, siempre que sea debajo de tu familia.

Al terminar de hablar nos despedimos por última vez y junto con Lucifer nos transportamos a Greendale.










Lucifer me había dejado en el bosque cerca de la casa de mis tías, cuando por fin llegue a la casa me di cuenta de que estaban clavando estacas de hierro y colgando cebollas alrededor de la casa. No sabía que estaba pasando pero esto no era una buena señal, por lo que decidí acercarme y escuchar más ahora que vi llegar la camioneta de Harvey.

-...las puertas del infierno que también están en Greendale-menciono Sabrina, no sabía porque estaban buscando las puertas, pero si esto está conectado a lo que tengo que hacer, me ayudara a tomar la decisión correcta.

-Mierda.

-En las minas-murmuro Harvey.

-Si tal vez ahí están-menciono Sabrina pensativa, por lo que decidí intervenir.

-En realidad si se encuentran ahí en el túnel 3 para ser más específica-Sabrina fue la más sorprendida al verme ahí.

- ¿Qué haces aquí Leila?

-Nosotros iremos a revisar las minas, si están las minas nosotros podremos ayudar

-No te ofendas granjero pero esta vez no creo que quieras involucrarte-le contesto Nick y esto no me gustaba, no quería saber nada de novios celosos.

-Miren, algo está pasando aquí y no sé porque es que Lucifer fue por mí a Forks y me ha traído aquí-hable perdiendo la calma-así que si alguien me pudiera explicar qué demonios está pasando seria lo mejor.

-Estas aquí porque el señor oscuro te atraído-solo asentí- ¿Por qué has venido?

-No tenía elección prima, el día que mi madre quería casarse con un mortal tuve que hacer un trato con él para que la dejara ser feliz, tuve que dejar que el tuviera la decisión de poder controlar mi vida una vez-ella me miro asombrada.

-No se supone que él le pide a todos los brujos y brujas hacer algo para mostrar su lealtad-Nick y yo negamos al mismo tiempo.

-Sabrina tu prima es la consentida del señor oscuro por así decirlo siempre ha tenido un trato especial con ella, si ella no quería cumplir con la tarea que él le mandaba no le hacía nada ni a ella ni a nadie de los que le importaban.

-Eso no es lo importante, ahora quiero que alguno de los que están aquí presentes me diga que está pasando y que nos concentremos.

-Resumiéndolo Sabrina ayudara al señor oscuro a tener dominio entre mortales y brujos, trayendo caos y destrucción al mundo-hablo Ambrose acercándose y dándome un abrazo-así que creo que es bueno que estés aquí Luz.

-Sabrina dejarnos ayudar a buscar las puertas del infierno

-Recuerda que son mortales...

-Yo también lo soy Nick-eso me sorprendió.

-Esperen Sabrina, ¿esto de que eres mortal tiene que ver con la mandrágora?

-Si-se giró a sus amigos-si pueden encontrarlas seria genial y si encuentran una forma para evitar que se abran sería mucho mejor.

- ¿Usando dinamita?

- ¡Sabrina! -grito nuestra tía Zelda y vi cómo se dio cuenta de mi presencia- ¡¿Leila?! Por Satán, ¿Qué haces aquí?

-Podría funcionar-les dijo Sabrina a sus amigos mientras que estos se iban.

Entre en la casa después de despedirme de Nick, prometiendo que hablaríamos pronto. Cuando entre a la casa mis tías me abrazaron con fuerza.

- ¿Qué haces aquí cariño?

-El señor oscuro fue a cobrar su favor que le debo a cambio de que mi madre podría casarse con un mortal.

-Entonces esto no solo será por Sabrina, sino también por ti cariño.

Mi tía Zee estaba demasiado angustiado lo pude notar, cuando Sabrina entro a la casa, tomo la Biblia satánica y nos empezó a decir que en ella no venía nada de lo que Sabrina les había dicho de una profecía.

Seguimos hablando hasta que entro en la casa la señorita Wardwell o también conocida como Lilith.

-No lograran nada créanme, ya lo intente.

-Señorita Wardwell vino a cumplir la voluntad de su amo-hablo Sabrina y me quise reír, pero lo contuve.

- ¿Qué sucede? -pregunto Hilda y Sabrina le respondió-Ella es la lacaya del señor oscuro tía Hilda, estuvo maquinando contra mí, contra todos desde el principio.

- ¿Eso es cierto? ¿Así burlaste nuestra protección?

-Pues yo no tengo la misma aversión a las cebollas que el señor oscuro-nos miró-ya vámonos. A él no le gusta que lo dejen esperando.

Me levante de donde estaba sentada y me acerque a ella, bajo la atenta mirada de mis tías y primos, no me dejaron llegar a ella ya que hicieron un campo para bloquearla.

-No dé un paso más bruja/Te superamos en número, querida. Somos tres y tu una-hablaron mis tías.

-No pruebes tu suerte bruja-menciono al final Ambrose y yo no aguante más y me reí.

- ¿Bruja? Yo no soy bruja, no solo soy una bruja.

- ¿Quién ángeles eres? -menciono Sabrina seria acercándose y yo no pude más, decidí hablar.

- ¿No te has dado cuenta en realidad de quien es prima? Tú has representado su papel Sabrina.

-Al menos una noche lo representaste Sabrina-hablo Lilith.

- ¿Eres Lilith? -aplaudí, mientras que mis tías y primo quitaban la protección y yo me acerque a ella para poder abrazarla.

- ¿Lilith? -todos estaban desconcertados.

-Te distinguí desde el día de mi examen ¿pero porque has tenido que elegir un atuendo tan horrible-hable sin prestar atención a mi familia.

- ¿Qué le has hecho a la señorita Wardwell? -hablo Sabrina- ¿la mataste?

-Pues...

-Tú la mataste, te hiciste pasar por ella. Ayudando al señor oscuro, ayudándome a que cumpliera con la profecía-ahí me aleje de ella para mirarla con asombro.

-Y ahora tienes que venir conmigo-yo la mire sorprendida-bueno tú también Luz. Tienen que venir conmigo o el vendrá por ambas destruyendo todo y a todos a su paso, además de que tu pequeña hiciste un trato con él.

-Muy bien, iré-menciono Sabrina por lo que la mire con una ceja levantada.

-Tanto drama para que al final vayas a ir por tu propia cuenta-mencione por lo bajo, mientras que mis tías se negaban yo simplemente me puse junto a Lilith.

-Tengo que enfrentarlo. Necesito respuestas, por lo menos necesito saber la verdad sobre mis padres.

-No tienes poderes amor, serás como un cordero yendo al matadero-hablo tía Hilda.

-Yo iré con ellas-hablo Ambrose, pero Lilith lo detuvo.

-No, pero pueden llevar a sus espíritus-miro a mis tías-no tienen de que preocuparse mientras que Luz este junto a ella nada malo pasara, el señor oscuro la quiere demasiado como para dañar a alguien que ella quiera frente a sus ojos.










Cuando llegamos al bar de Christian Grey, nos sentamos en unos sofás individuales a esperar a Lucifer, mientras lo esperábamos Sabrina le pregunto a Lilith por qué siempre obedece y hace a su voluntad de Lucifer, en sus planes y ella le conto lo que le prometió, cosa que yo ya sabía.

-Al principio era amable, gentil. Pasábamos los días cerca del lugar donde callo a la tierra, donde miles y miles de años después el viejo pueblo de Greendale seria fundado.

- ¿Por eso es que Greendale es un caos? -pregunto Sabrina a lo que conteste.

-Es un nexo-mencione restándole importancia.

-Como menciona Luz es un nexo, un lugar maldito.

- ¿Qué paso después? Con el señor oscuro.

-Entre más tiempo pasaba desde su caída, el cada vez más, se convertía en esta clase de oscuridad.

- ¿Por qué aun le servías? Incluso ahora.

-Es todo lo que conocí.

-Pero que terrible y débil razón-mire a Sabrina con seriedad, ya que Lilith tenía razones para servir al señor oscuro aunque no quisiera, además de que ya no podía escapar de él, aunque quisiera.

Grey se acercó a donde nos encontrábamos, aclaro su garganta y hablo.

-Él las está esperando.

Lilith nos guio a donde se encontraba el señor oscuro esperándonos con una cena servida.

-Bienvenida Sabrina-con un movimiento una silla se abrió para que ella se pudiera sentar-pequeña es bueno saber que has venido sin poner resistencia-ahora otra silla se movió.

Ambas bajamos las escaleras y nos sentamos, pero como siempre Sabrina empezó a hablar.

-Nos llamaste y venimos-acerco nuestras sillas más a la mesa- ¿Qué es lo que quieres de nosotras?

-La verdadera pregunta es ¿Qué quiero de ti? -ella alzo una ceja y asintió-respeto, amor ¿no? -hablaba con su tono normal serio y tranquilo, pero al ver el rostro de Sabrina siguió hablando-es muy pronto para todo eso. Mientras tanto me conformo con gratitud.

- ¿Gratitud? ¿Por qué?

- ¿Qué no te he dado todo lo que deseas? Belleza, fuerza, poder sobre todos los mortales.

Me sentía incomoda escuchando esta platica, sentía que era algo privado y no comprendía él porque estaba presenciándola.

-Yo no te pedí nada de eso, yo no quería nada de eso...-Lucifer la corto.

-No, eso es mentira y no debe haber mentiras entre nosotros Sabrina. No en la víspera de nuestra gloriosa ascensión-en esa parte yo ya estaba más que sorprendida- la verdad Sabrina es que tu haz amado el poder que te e otorgado, el poder que tienes ahora, no se compara con el que mi pequeña podría tener, pero ella ha preferido la inmortalidad a el poder-me dio una mirada triste que no comprendí del todo-lo has disfrutado, la ira que me has mostrado ha sido magnifica he esperado un milenio por una consorte que sea así y no se me negara ahora. Pero tienes que saber que no has sido mi primera opción, Leila fue la primera a la que pensé como mi consorte, pero al conocerla de bebe, quede maravillado de ella y no la quise de otra forma que no fuera de una manera paternal.

Que el señor oscuro haya dicho que en un principio me quería de consorte o sea que me quería a su lado, era algo sorprendente por el simple hecho de que siempre lo he visto como a un padre, un amigo y un consejero, por eso cuando dice que quedo maravillado y desde ahí me quiso de manera paternal me alivie. Seguía un poco angustiada por Sabrina y por cómo le fuera a contestar a Lucifer.

-Entonces, podría sugerir a Lilith-desvié mi mirada para poder verla y sentí pena por ella, tanto que baje mi mirada, más con lo que dijo.

-Lilith conoce su lugar, su propósito es servir y este es el tuyo. Como es el de Leila, permanecer a nuestro lado como mi pupila. Tu sonaras la trompeta de Gabriel para mí, abriendo así las puertas del pozo para que así la aristocracia del infierno asista a sus coronación, usaras la corona y te sentaras en el trono-luego me miro a mi-tu usaras la tiara y estarás en un trono junto al nuestro.

No me estaba gustando nada esto, si esto se llegaba a completar significa que jamás volvería Forks, jamás podría volver a ver a mi madre, a mis tías, a mi primo y no podría volver a ver a... Jasper y no quería eso.

<<Cuando hallamos bailado el vals de Mefistófeles, el mundo será rehecho a imagen del infierno. Todas las hordas de demonios serán liberadas y ustedes junto a mi reinares sobre el infierno y la tierra, nosotros como los reyes y tu mi pequeña serás la princesa oficialmente, por toda la eternidad.

-Lo siento pero tengo clases-menciono Sabrina reacia a lo que Lucifer le decía, yo no podía hablar me sentía mal, nunca creí que llegaría a pedirme algo como en cuanto al favor debido, el comenzó a burlarse de Sabrina.

-Haz dicho no en cada oportunidad desde tu decimosexto cumpleaños y aun así aquí estamos, solo ha existido un camino para ti Sabrina, el camino de la noche. Cada decisión que has tomado te ha traído aquí, yo me asegure de eso. No es así... Nicholas.

Al escuchar el nombre de mi mejor amigo me desconcerté y alce la mirada para verlo entrar e intentar pedirle perdón a Sabrina aunque también le explicaba el plan del señor oscuro, hasta que le revelo que ella era su alma gemela.

-No lo culpes no fue su elección-lo defendió el señor oscuro-no existen las elecciones, solamente mis deseos.

- ¿Mi padre también fue parte de esto? El conspiro contigo.

- ¿Tú crees que tu padre trabajo para mí?

- ¿Lo hizo? Responde eso al menos.

-Niña, Edward Spellman... no es tu padre, yo lo soy.

Mi cabeza me empezaba doler con toda esta nueva información, Lucifer estrella de la mañana era el padre de Sabrina, Sabrina no era hija de mi tío Edward por ende no era mi prima, aunque podría ser como su hija adoptiva y ya sería mi prima, lo peor Lucifer quiere desposar a su propia hija. Al levantar mi mirada para poder ver a Sabrina note como estaba comenzando a llorar y eso me partía el alma.

-Así como vez no te queda nada más que rendirte-luego me dio una mirada y regreso su atención a Sabrina-prepárate sonaras la trompeta de Gabriel, al anochecer en el claro donde firmaste mi libro.

Sabrina sin más se levantó de su lugar y se fue, yo iba a hacer lo mismo pero me detuvo.

-No princesa tú no te iras, tú te quedaras conmigo hasta que Sabrina toque la trompeta de Gabriel y sea su coronación-volteo a donde se encontraba Lilith y le hablo-Lilith, necesito que prepares a mi princesa para su coronación.

Lo mire sorprendida, yo quería ir con Sabrina necesitaba de mi apoyo, Nick que seguía de pie junto a la mesa me miro y como sabía que no me podría ir solo asentí y le pedí que les dijera a mis tías donde estaría. Pero antes de que pudiera irse el señor oscuro lo detuvo.

-Alto ahí niño, tu trabajo ha terminado.

-Podría Nick ir a avisar a mis tías que no iré a casa-mencione.

-Esta bien, puedes ir Nicholas-sin más él se retiró, mientras que Lucifer se paraba y me extendió su mano para que la tomara.

Junto con Lucifer y Lilith, fuimos a donde se estaban quedando, me llevaron a una habitación.

-No podrás salir de aquí hasta que Lilith venga por ti princesa.

Sin mas el señor oscuro se fue y escuche como la puerta se cerraba detrás de él.

Me quede en la cama pensando un plan con el que podría escapar de este lugar, pero sabia que si no hacia lo que el pedía podía hacer a mi madre pagar las consecuencias, entonces tendría que vencerlo para poder lograrlo.










Ya habían pasado un par de horas en las cuales me había puesto a buscar algo que me ayudara en los cajones y el armario del cuarto, no encontraba nada y me comenzaba a estresar. De un momento a otro sentí como me transportaba a otro lugar, desconcertada mire el bosque donde caí, hasta darme cuenta donde estaba y con quien.

Mis tías tenían una daga apuntando a su cabeza, Ambrose se encontraba inconsciente en el suelo, Sabrina frente a ellas intentando hacer algo y el señor oscuro dándome la espalda.

-Me alegra que llegaras a tiempo princesa. Al parecer tu prima nunca a aprendido que nadie es más astuto que yo.

Mire confundida a todos hasta que caí en cuenta de que lo acababa de traicionar Sabrina y ahora la iba a manipular con nuestras tías, por lo que intente actuar.

-Yo quería ser civilizado pero si hay que derramar sangre-rápido alce mis manos e intente hacer que las dagas cayeron al suelo, pero su magia era mas fuerte que la mía.

-Por favor no-suplico Sabrina, mientras que yo seguía tratando, hasta que sentí como caía al suelo.

Princesa de viste escoger el poder a la inmortalidad-su atención, se fue a Sabrina-o podrías tomar la trompeta de Gabriel-le hizo una seña y pude ver la.

-Prima no lo hagas/Sabrina no-grite junto a mis tías.

-Hazlo o las matare y Leila no podrá hacer nada.

-Lo siento-fue lo ultimo que dijo Sabrina antes de sonar la trompeta.

-Listo el juego de la perdición comienza finalmente-se volteo a mis tías-las esperare en la coronación de mi hija y princesa, desafíenme de nuevo y no voy a dudar.

Sin más desaparecieron en una nube roja, cuando me logre mover intente llegar a Sabrina pero antes de que pudiera, una nube roja me envolvió y lo ultimo que escuche fue el grito de mis tías tratando de impedir que me fuera.










Me encontré nuevamente en la casa donde se hallaba sentado en un sofá.

-Princesa, creo que te darás cuenta de que nunca llegaras a tener mi poder-me dedico una mirada-preferiste intentar tener una vida eterna junto al vampiro que termino abandonándote a poder tener el poder que yo te regalaba, un poder que llegaría hacer igual que el mío.

Me dolió mucho que me recalcara todas mis malas decisiones.

-Lo se señor oscuro-mire el suelo-ahora me arrepiento de haber elegido poder pasar mi vida a su lado cuando él ni siquiera sentía lo mismo por mí.

-No tienes porque sentirte mal pequeña, ahora solo necesito que me prometas que no volverás a tomar una decisión que me perjudique y podrás tener el mismo poder que contengo yo y llámame, Lucifer.

-Claro Lucifer, nunca tomaría una decisión que lo perjudicara-hable mientras me arrodillaba frente a él, para que creyera mis palabras.

Él había decidido meterse con mi familia, había decidido por mí al pensar en hacerme su princesa del infierno, nunca pensó de verdad en lo que quería y lo ultimo es que me recalcaba mi error al escoger a Jasper antes que un poder mayor al que ya tenía. El no sabe lo que significa amar de verdad y no sabe que por la familia se hace todo lo necesario.

El se puso de pie, tomando mi mano entre las suyas haciendo que me levantara y lo mirara. Sentí como algo cambiaba en mi interior me sentía más fuerte.

-Ve, arréglate, tenemos que asistir a la coronación.

Sin más subí a la habitación en la que pase un rato encerrada encontrándome con un hermoso vestido color dorado, al igual que los zapatos y un antifaz.

Fui a tomar una ducha, al salir me puse una bata para poder maquillarme y peinarme. Mientras que me escarmenaba el cabello, por la puerta entro Lilith, que al verme me dio una sonrisa, la cual intente regresar pero lo logre.

- ¿Qué es lo que te preocupa pequeña?

-No quiero nada de esto, no quiero alejarme de mi familia, pero tampoco quiero dañarlos a ustedes ya que desde siempre me han cuidado-ella me iba a interrumpir pero no la deje-no me importa si era porque en un principio él me quería como su consorte, al final yo los veo como unos padres más para mí.

-Pero en esta vida no puedes tener todo, lo sabes.

-Si, es por eso que hare hasta lo imposible para que Satán no gane esta vez. Si tan solo pudiera comunicarme con mi prima o con alguna de mis tías.

Ella me miro sorprendida, tomo el cepillo de entre mis dedos y comenzó a peinarme.

-No tienes de que preocuparte, ellos han hecho un plan para poder capturarlo-la mire sorprendida ante sus palabras.

- ¿Cómo? Ninguna prisión es tan fuerte como para retenerlo-hable dudosa.

-Tal vez la cárcel que creo tu tío Edward lo sea, el Aqueronte es una prisión demasiado complicada para lograrla resolver.

Aun con dudas sonreí ya que gracias a eso podríamos vencer.

Mientras que Lilith me ayudaba a arreglarme, me platico el plan. Gracias a ella supe que los amigos de Sabrina habían logrado impedir que las puertas se abrieran, por lo que todavía había esperanza para poder vencerlo.

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Este es el atuendo de Leila para la coronación. Solo imagínense que la falda del vestido es larga.

-ortiz6acosta

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