Ya estábamos en la fiesta mi madre iba entrando junto al señor oscuro, la fiesta fue muy divertida todos me dieron sus regalos ya había partido mi pastel y habíamos estado bailando un rato ya eran las 8 de la noche cuando el señor oscuro me hablo.

-Pequeña Leila espero verte pronto-me dijo y me dio un abrazo-y también espero que pronto nos vallas a visitar a Lilith le agradaría verte de nuevo.

-Claro tío, pronto los iré a visitar-dije de manera tranquila.

-Bien, me retiro y cuídate-se giró a mi madre y dijo-las mantendré al tanto sobre el caso de Sabrina, espero también regresen pronto al aquelarre. Elizabeth recuerda lo que te dije y manténganse alerta-lo último lo dijo bajo para que nadie más escuchara.

-Gracias tío, te acompaño a la puerta-junto a mi madre fuimos lo acompañamos a la puerta.

-Gracias por venir a visitarnos y a darnos las noticias señor oscuro-dijo mi madre.

Las dos hicimos unas pequeñas reverencias y el desapareció, regresamos al salón donde se encontraba la familia Cullen y seguimos con la fiesta.

.~.~.~.~.~.~.

Los siguientes meses fueron pasando y mientras que con mi prima y nuestra familia iban surgiendo cada vez más problemas, además de que me enteré de que Nick y mi prima Sabrina son almas gemelas lo cual me puso muy feliz y con Nick quedamos que todo lo que habíamos hecho ella nunca lo sabría ya que si no eso podría arruinar nuestra relación como primas.

Bueno cambiando de tema con Jasper nos llevamos muy bien, descubrí que él es mi alma gemela y mi pareja destinada, somos buenos amigos aunque últimamente he tenido que alejarme un poco de él, ya estamos en diciembre y por las fiestas tuve que irme a Greendale con mi familia donde nada bueno siguió pasando ya que mientras que estábamos con mis tías y primos a Sabrina se le ocurrió que sería buena idea resucitar al hermano de Harvey el cual había quedado en las minas y eso no fue nada bueno además que a causa de eso ahora Harvey, Susie y Rosalind saben que somos brujas y bueno se sorprendieron al verme como si no hubiera pasado el tiempo desde que me despedí de ellos hace tres años.

Hoy regresamos a Forks y en una semana regresaría a la escuela y podría ver de nuevo a los Cullen a los cuales les había tomado mucho aprecio, ya extrañaba a Jasper aunque aún no éramos nada casi siempre nos la pasábamos juntos.

Estaba en mi cuarto arreglando mis cosas para no estar apresurada ya que tenía que ir a Port Ángeles a comprar algunas cosas que me hacían falta para la escuela, tenía los audífonos puestos mientras que guardaba los regalos que mis tías y primos me habían dado.

Iba a colgar las fotos que había tomado en las vacaciones, cuando me di la vuelta y di un pequeño brinco y casi grito por la persona que se encontraba parada junto a mi ventana.

-Perdón-me dijo Jasper y yo me quite los audífonos.

- No te preocupes, pero preferiría que me avisaras cuando vallas a entrar a mi cuarto por la ventana-le dije mientras me acercaba a mi muro.

- Esta bien-sentí como me seguía con la mirada- ¿Cómo te la pasaste con tu familia?

-Se podría decir que fue interesante-dije con media sonrisa-y a ti ¿Qué tal te la pasaste?

-Fue algo aburrido-dijo y sentí que se ponía justo detrás de mí-la verdad es que esperaba pasar este año las fiestas a tu lado.

-Jasper... -me volteo a mirarlo.

-Leila Rits, cada vez que te veo me enamoro más de ti, cada vez que te veía junto a Nick me dan unas ganas de matarlo, porque aunque no me quieras decir noto como los dos se ponen nerviosos por el tema-lo mire a los ojos no podía creer lo que estaba diciendo-cuando me contaste que eres una bruja, no lo podía creer ya que pensaba que eres una humana frágil y enterarme que eras un ser tan poderoso me sorprendió. Cada vez que te veo sonreír haces que me sienta feliz tu energía me hace sentirme una mejor persona y no como el monstruo que soy...

-No eres ningún monstruo Jasper, eres un vampiro bueno que aunque lo crearon para hacer cosas malas tu lograste ser mejor y alejarte del camino al que te estaban guiando-dije mientras ponía mis manos en sus mejillas y se las acariciaba.

-No sé qué hice para merecerte, no sé cómo es que no te has alejado de mi lado-soltó un suspiro que yo sabía que no necesitaba pero que lo hacía cuando se encontraba nervioso-lo único que sé es que te quiero mucho Leila y quisiera saber si te gustaría intentar algo conmigo-dijo mientras tomaba mis manos las cuales seguían en sus mejillas.

-Jasper Hale, soy una bruja la cual no puede creer en el amor, más que para una persona y esa persona es lo que tu conoces como alma gemela y bueno-el me miraba directo a los ojos-no sé qué me hiciste pero aparte de que eres mi pareja destina, mi alma gemela tu eres de la persona que más he querido en mi vida. Así que si Jasper Hale me encantaría intentar algo contigo Jasper.

Jasper me miro a los ojos y pude notar un brillo especial en ellos, note cariño en su mirada, me tomo de la cintura acercándome más a él, pase mis manos a sus hombros y él nos juntó en un beso, el cual sentí que fue con tanta delicadeza y con amor que me derritió.

Tocaron a la puerta de mi cuarto asiendo que nos separáramos de golpe.

-Hija, puedo pasar-hablo mi madre desde afuera, yo mire a Jasper y el me dio un rápido beso antes de salir por la ventana no sin antes decirme que pasaría por mi mañana.

-Claro madre-ella entro.

-Hija, tengo algo que decirte-se veía nerviosa-tal vez te molestes por lo que te diré pero es algo que creo que es mejor que sepas por a que alguien más te lo cuente.

-Está bien madre ¿qué es lo que tienes que decirme? -dije tranquila.

-Bien, sabes que cuando supimos que te esperábamos fue la mejor noticia que nos pudieron haber dado-menciono tomando mis manos, yo solo asiento-bien pues el día que tu naciste, todo se complicó, mientras te estaba dando a luz tus latidos disminuyeron y estábamos a nada de perderte no sabíamos que hacer, tu padre estaba entrando en crisis porque la bruja que te iba a recibir le dijo a tu padre que lo más posible era que tu no nacieras y que yo muriera si seguíamos con el parto-la miraba a los ojos y vi como soltaba un sollozo, yo tenía los ojos brillosos-ella nos dijo que había una manera en la cual las dos podríamos salir vivas y que era la mejor opción.

- ¿Quién fue la que me recibió? Y ¿Qué les dijo que hicieran para que no falleciéramos? -le pregunte con la voz quebrada.

-Quien te recibió fue Lilith ella el día de tu nacimiento llego en la mañana y nos dijo que ella te recibiría, eso nos puso a todos muy felices ya que si ella te recibía era una muy buena señal y gracias a ella fue que pudimos salvarte-ella soltó un suspiro y me apretó más las manos antes de seguir hablando-. Ella nos dijo que para salvarte podíamos pedirle a él señor oscuro que te salvara y que si él se apiadaba de tu alma lo haría y tu nacerías sana y fuerte.

-Entonces el señor oscuro se apiado de mi alma cuando apenas era una recién nacida y ayudo en mi nacimiento y quien me recibió no fue solo una bruja si no que fue la mismísima Lilith-dije de manera incrédula.

-Perdón hija sé que esto te lo debí de haber contado hace mucho pero no sabía cómo te lo tomarías y tampoco sabía si después de que te lo contara después me seguirías hablando y eso me daba miedo-dijo rápido mientras apretaba mis manos y me miraba a los ojos mientras seguíamos llorando.

-Mamá nunca dejaría de hablarte por algo así-dije acariciando sus manos con mis pulgares- solo estoy sorprendida porque nunca creí que el señor oscuro fuera tan considerado-dije dudando un poco- mamá ¿Por qué el señor oscuro nunca me había contado esto ni siquiera Lilith con la que he hablado un par de veces cuando iba al inframundo? -dije dudando un poco.

-La verdad es que no te sabría decir el porqué, nunca entendí por qué nunca te han contado como naciste pero lo agradezco porque así yo te lo pude contar.

-Madre esto podría tener parte del porque el señor oscuro me trata como me trata-mencione un poco dudosa y ella me miro pensante.

-Podría ser hija, nunca lo había pensado. Aunque ahora que lo sabes necesito que me prometas algo-yo asentí para que continuara-quiero que me prometas que no se lo contaras a nadie ni siquiera a tus primos y mucho menos a Nick.

-Lo prometo.

-Bien, entonces descansa hija-antes de que se pudiera ir la detuve y ella me miro- ¿Qué paso?

-Quería saber ¿Qué fue lo que hizo el señor oscuro para salvarnos?

-Él te dio de su sangre-eso me sorprendió.

-Pero la sangre del señor oscuro me tendría que haber matado ya que la sangre celestial que tiene no es compatible con ninguna bruja ni con ningún mortal-dije con duda.

-La verdad es que cuando nos dijeron que él te podría salvar, no sabíamos que su sangre te podía matar de esto nos enteramos un año antes de que tu padre muriera, nos sorprendimos e intentamos averiguar él porque es que no te mato y al contrario te ayudo a nacer pero nunca encontramos la verdad-dijo bajando la cabeza.

- ¿Por qué no simplemente le preguntaron a él?

-Si le preguntamos, pero él nunca nos quiso decir la verdad, lo único que nos dijo fue que cuando fuera el momento justo él nos lo diría o te lo diría a ti.

-Entonces aun no es el momento-ella simplemente negó-está bien eso era lo único que quería saber, gracias, mamá.

-Descansa hija.

Después de eso mi madre se fue y yo me dispuse a dormir, pero no podía ya que en mi cabeza empezaron a aparecer varias visiones a las cuales no les encontraba ningún sentido, hasta que llego una que me preocupo demasiado así de que me levante de mi cama y fui por mi pluma especial para comunicarme con Nick y le mande un mensaje.

"¿Estas despierto?"

La respuesta no llegaba y pensé que era mejor hablar con él al día siguiente así que dejé la pluma aun lado y me volví a acostar.

Cuando empezó a salir el sol decidí que era hora de levantarme de mi cama, ya que en toda la noche no pude dormir por estar teniendo todas esas visiones. Hubo una que se estuvo repitiendo y era la que más me preocupaba, era una en la que una chica de tez pálida y cabello oscuro se cortaba en una mano, no era la única que aparecía en esa visión ya que con ella aparecía una mujer de cabellera roja con rizos muy despeinados lo que más me llamaba la atención es que tenía los ojos de un rojo carmín junto a ella había un chico de tez pálida como la cal igual a la de los Cullen y también tenía los ojos rojos, a lado de la chica de tez pálida y cabello oscuro se encontraba Edwar y era lo que más me llamaba la atención de la visión.

No sabía que significaba lo único que sabía era que esa chica traería muchos problemas y más porque en la mayoría de las visiones que logre ver se encontraba la chica junto a la familia Cullen y había otras en las que aparecía a mi lado, en la mayoría ella estaba en peligro o con sangre.

Me fui a bañar para intentar despejar mi mente, me arregle y termine de escombrar mi habitación cuando dieron las 10:00 am baje a desayunar encontrándome con mi madre.

-Buenos días, madre-la salude mientras me sentaba en la encimera frente a ella.

-Buenos días, Luz-se giró a verme- ¿pero porque tienes esa cara?

-Simplemente no tuve una muy buena noche de sueño-dije mientras empezaba a comer.

-Porque no simplemente te hiciste una pócima.

-No quería tener un sueño profundo del cual no pudiera despertar hasta después de 10 horas además de que estuve teniendo visiones-cuando termine de hablar me miro incrédula.

- ¿Qué clase de visiones Leila? -dijo de manera seria.

-La mayoría de ellas eran de una chica que ni siquiera conozco, pero sé que va a causar demasiados problemas, además tuve otras más pero eran muy borrosas sobre Sabrina, Nick y Harvey.

-Yo creo que no deberías de preocuparte y si esta noche no puedes dormir te dejare una pócima para que duermas no puedes estar sin dormir hija, además hoy tengo turno de noche en el trabajo-dijo levantándose y yendo a dejar su plato.

-Está bien-antes de que pudiéramos decir algo más sonó la puerta.

- ¿Esperas a alguien hija? -quiso saber mi madre y ahí me acorde de Jasper y me levante rápido de mi asiento para ir a abrir-tomare eso como un si-menciono divertida.

Abrí la puerta encontrándome con un Jasper muy sonriente.

-Hola Leila-dijo este.

-Hola Jasper-salude un poco nerviosa ya que se me había olvidado de que hoy vendría.

- ¿Estas listas? -pregunto curioso.

-Si te soy sincera se me había olvidado de que hoy vendrías, así que si me esperas un momento ya vuelvo-dije mientras le hacia un espacio para que pudiera pasar y el me dedico una sonrisa divertida.

-Está bien te espero-dijo tranquilo, en eso salió de la cocina mi madre con una gran sonrisa y nos miró- buenos días, señora Rits.

-Buenos días, Jasper, por favor dime Elizabeth-dijo mi madre mientras se estrechaban las manos- y bien que haces aquí tan temprano Jasper-dijo curiosa y me miro con una ceja alzada.

-Bueno como te darás cuenta madre, se me ha olvidado decirte que Jasper iba a venir hoy por mi para salir-dije con una sonrisa nerviosa hacia ella.

-O está bien, pero ¿ustedes ya son...-no la deje terminar.

-Madre podemos pasar a la sala-dije tomándola del brazo y le hice una seña a Jasper para que nos siguiera.

-Bien, ahora sí que me van a decir-dijo repentinamente de manera seria.

-Bueno madre creo que es hora de que sepas que he encontrado a mi alma gemela-dije volteando a ver a Jasper y lo tomé de la mano-y bueno no solo yo la encontré si no que Jasper me dijo algo que me sorprendió pero que yo no te puedo contar

Con Jasper ya habíamos hablado sobre contarle a mi madre sobre lo que él era, él me dijo que lo oba a hablar con su familia eso lo habíamos hablado desde noviembre después de mi cumpleaños y bueno yo creo que ya era hora de que ella lo supiera y bueno teníamos el permiso de su familia y hoy le contaríamos todo.

-Señora Rits, ¿quisiera saber si tiene tiempo, para que pueda hablar con usted? -dijo de manera respetuosa Jasper.

-Por favor, Jasper llámame, Elizabeth y si claro ¿que tienen que decirme? -pregunto con duda y viéndonos a los demás.

-Bueno yo tengo que irme a cambiar-mencione recordando que tenía que arreglarme para salir con Jasper.

-Bien aquí te esperamos Leila-dijo mi madre.

Subí a cambiarme lo más rápido posible para no dejarlos solos mucho tiempo, cuando ya terminé de arreglarme bajé a la sala y entre encontrándome a mi mama junto a Jasper en un silencio algo incómodo.

-Bien ya estoy aquí-mencione y me voltearon a ver.

-Ahora sí que tenían que decirme-dijo mi madre.

-Bueno Elizabeth, me gustaría primero decirle que amo a su hija mucho y que ella es mi alma gemela y mi tua cantante-note a mi madre confundida.

- ¿Qué quieres decir con que Leila es tu tua cantante?

-Bueno para esto tiene que saber que soy en realidad yo-mi mamá lo miro de forma tranquila algo que se me hacía muy extraño-bueno esto que le voy a decir no es solo mi secreto también es secreto de toda mi familia. Bueno mi familia y yo somos vampiros-dijo y seguía con la mirada fija en mi madre.

-Okay, si mi hija está segura de que eres su alma gemela y si hasta ahora no le has hecho daño no creo que le hagas daño así que solo te voy a decir Jasper que si le haces algo a mi hija te puedo rastrear y encontrarte para hacerte sufrir-dijo de manera seria, pero yo seguía en shock por cómo había reaccionado tan bien.

-Madre puedo preguntarte algo.

-Ya lo ha hecho hija, pero claro puedes hacerme otra pregunta-dijo con calma.

- ¿Cómo es que estas tan tranquila con esto? -vi que estaba poniéndose muy nerviosa- ¿Quién te conto su secreto madre? -la miré seria.

-Bueno como siempre no te puedo mentir a ti hija así que si ya sabía lo que son Jasper y toda la familia Cullen-Jasper se puso tenso- bueno me lo conto quien menos te lo esperas creo. Me lo dijo el señor oscuro, cuando vino a la casa se dio cuenta luego de lo que eran y bueno cuando salimos de la casa fue para que el me dijera eso y además quiso saber dónde estudiabas y varias cosas así-dijo restándole importancia.

-Entonces el señor oscuro ya sabe que es Jasper y su familia-dije preocupada.

-Así es hija, pero no te preocupes dijo que no le haría daño ya que dijo que a ti no podría hacerte tal daño y que además Jasper es una "persona" digna para estar a tu lado-eso sí que me tomo por sorpresa.

- ¿Y usted que piensa Elizabeth? -dijo Jasper nervioso, así que tome su mano para que estuviera más tranquilo.

-Bueno como ya te dije Jasper si mi hija así lo quiere no puedo hacer nada ya que se lo que se siente perder a tu alma gemela y espero que mi hija no lo pase y creo que contigo eso será demasiado difícil, pero eso sí, si en algún momento le haces daño yo te puedo rastrear y hacerte sufrir y creo que eso ya lo sabes bien.

-No tiene de que preocuparse, nunca le hare daño apropósito primero me haría daño a mí mismo.

-Bien eso espero Jasper, ahora creo que se les hace tarde para que salgan-dijo con un poco de gracia en lo último.

-Claro madre, nos vemos-dije despidiéndome de ella, para irme junto a Jasper.

Salimos de mi casa y Jasper me abrió la puerta del copiloto para que pudiera subir y él se dirigió a su asiento.

-Creo que eso no me lo esperaba-dijo Jasper tomando mi mano.

-Creo que yo tampoco pero creo que eso lo hizo más fácil para decírselo-dije dándole una pequeña sonrisa- ¿A dónde iremos hoy Jasper?

-Bueno pues primero te acompañare a comprar lo que necesites para el nuevo semestre y bueno después es una sorpresa.

-No me gustan las sorpresas Jasper-dije asiendo puchero.

-Pero estoy seguro de que esta si te va a gustar Leila-dijo con una sonrisa y arranco con dirección a Port Ángeles.

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