Capitulo 15
Narrador omnisciente:
Cuando la reunión termino Leila junto con Lucifer fueron de regreso a donde se encuentra su oficina, la chica se encontraba furiosa con el consejo infernal y con todos en el infierno mismo, Lucifer sabía que no era buena idea tratar que se relajara.
Muchos conocían a Leila enojada, pero eran contadas las personas que realmente la habían visto furiosa, y una de esas persona había sido él mismo, por lo que decidió que era mejor que descargara toda su ira en la oficina, en donde no dañaría a nadie.
Pasadas unas horas para ser más exactos tres, Leila salo de la oficina luciendo un porte firme.
-Querida-le hablo Lilith que no la había podido ver desde que llego-¿Cómo has estado? Me entere que el vampiro ya pidió tu mano en compromiso.
-Así es, Lilith. Jasper me ha pedido casarme con él.
-Pequeña, no se te nota alegre por la noticia ¿Qué paso?
Leila miro como Lilith de verdad se encontraba desconcertada, al parecer Lucifer no le había contado nada de lo que paso en la reunión con el consejo, por lo que la miro, para suspirar y negar con la cabeza mientras se sentaba en el trono.
-Unos desacuerdos que tengo con el consejo infernal... al final no pude hacer nada por lo que ellos, hicieron lo que se les dio la gana.
-¿Qué te obligaron a hacer?
Antes de que ella le pudiera contestar algo, Lucifer la interrumpió.
Nuestra pequeña se a metido en medio de un conflicto contra neófitos-menciono con una media sonrisa.
-Leila ¿como has podido hacer eso?
-Ya lo explique dos veces mamá, Jasper nunca dejaría pelear a su familia solos, y ellos protegerán a Isabella, la compañera de uno de ellos-miro a Lucifer y dijo con enojo-. Además estoy enojada, porque el consejo cree conveniente que Calibán y tres guardias me acompañen para cuidarme y no solo eso, si no que han nombrado a Calibán mi guardia personal.
Lilith los miró con horror, por su mente solo intentaba comprender como era eso posible.
-No me dejaron negarme y según ese príncipe de arcilla, daría la vida por mi, porque fue creado para amarme, como si eso le hubiera impedido intentar convertirme en piedra hace menos de un año.
-No digas nada Lilith, el consejo piensa que es lo mejor y sabes mejor que nadie que no debemos de retarlos.
-Pero podría irme sin su ayu...
Leila no termino de hablar porque las puertas se abrieron, dejando ver a un Calibán muy sonriente y detrás de él a tres guardias, ella no podía creer lo que veían sus ojos, se levanto del trono sin decir nada y se acerco a dos de los tres guardias que se encontraban ahí, quería llorar.
Miro a Lucifer sin entender, pero noto en su mirada que se encontraba igual de sorprendido que ella.
-¿Como es esto posible? ¿P...papá? ¿Tío?-ambos guardias le sonrieron en respuesta.
-¿Los conoces?-hablo sorprendido Calibán.
-Claro que los conozco, es Amadeus Ritz y Edward Spellman... son mi padre y tío.
No pudo evitar acercarse a su padre y lo rodeo en un abrazo, al separarse fue a donde se encontraba su tío y lo abrazo igual, ambos hombres se suponían estaban muertos, se suponía que ella jamás los volvería a ver... aunque los halla visto cuando estaba rescatando a su tía Zelda, pero eso era diferente.
-¿Como es que se encuentran aquí?
-Somos parte de la guardia que ira a protegerte-hablo su padre.
-Pero...
-El consejo creyó, que si iba alguien a quien conocieras y tuvieras la confianza no te costaría aceptar la ayuda.
-Es lo único bueno que han hecho en esta decisión, los eh extrañado demasiado.
-Creo que es hora de que se retiren, Leila-hablo por primera vez Lucifer desde que habían llegado los que acompañarían a Leila.
En ese momento los dos hombres miraron a Lucifer y en sus ojos se notaba una furia contenida, él sabía que Leila sabía lo que había hecho a su tío y padre, pero aun tenía miedo que ella le dejara de hablar, por ello. Lucifer quería a Leila como si de su propia hija se tratara... la quería más que a Sabrina, con ella había convivido durante toda su infancia y parte de su adolescencia.
-Lucifer-menciono serio Edward Spellman, luego miro a su sobrina y dijo-. Creo que lo mejor es irnos ahora, así nos podrás decir mejor como es que te metiste en medio de una batalla de neófitos.
Leila solo los miro con una sonrisa inocente, podía comportarse de la peor forma con cualquier persona menos con su familia, y menos con su padre o tío con los cuales no había convivido con ellos.
-Nos veremos después, Lucifer y Lilith.
-Adiós, pequeña. Ten mucho cuidado y suerte-se despidió Lilith, con una sonrisa maternal.
Lucifer solo le dio un asentimiento, prefería no demostrar sus sentimientos frente de otros. Pero la realidad era que tenía miedo, miedo de perder a Leila, miedo de perder a la única persona que de verdad le importaba, porque aunque Lilith fuera su concubina, la primera que lo ayudo después de ser desterrado del cielo.
Sin más Leila, junto con Calibán, su padre y tío, más él guardia al que no conocía se transportaron hacía Forks.
Leila apareció fuera de la casa de los Cullen, esperaba no encontrarse con ninguno de ellos, quería explicarle primero las cosas al guardia que no conocía y a su familia, Calibán ya sabía todo lo que pasaba, pero como la mayoría de las veces, no salió como ella quería.
Terminando de la transportación, frente de ella se encontraba Jasper junto a su familia, menos Edward. Todos la miraban sorprendidos por quienes se encontraban con ella, las reacciones fueron diferentes, pero la de Jasper no fue la mejor, ya que al ver a Calibán gruño y se fue a golpearlo.
Carlisle junto con Damon y Emmet lo detuvieron, pero él seguía tratando de que lo soltaran para poder matarlo, pero Leila hablo.
-Jasper, amor tranquilo todo esta bien-él la miro confundido.
-¿Amor?-preguntaron confundidos su tío y padre.
-Oh sí...-Leila se acordó de quienes se encontraban con ella.
-Leila, pequeña nos puedes explicar quienes son estos vampiros-hablo su padre, logrando captando la atención de los Cullen y que Jasper soltara un gruñido por el apodo cariñoso.
Soltaron a Jasper y este se acerco a Leila tomándola de la cintura, logrando que los dos integrantes de la familia de Leila lo miraran mal.
-Te pido de favor que quites tus manos de la cintura de mi hija-hablo Amadeus.
-¿Hija?
-Les presento a Amadeus Ritz mi padre y a Edward Spellman mi tío-hablo Leila con una sonrisa con demasiada alegría-. Papá, tío les presento a Jasper mi prometido y a su familia los Cullen.
-No, es por ser grosero-hablo Damon-pero, ¿Cómo es que se encuentran aquí? No se suponía que estaban muertos.
-Si, bueno... recuerdan que fui a hablar con el consejo infernal-ellos asintieron y la miraron-, la versión corta es que me obligaron a traer tres guardias y a Calibán para cuidarme, ya que no quieren que su reina muera en una batalla, defendiendo a una mortal cualquiera... pero si te refieres a como es posible que estén aquí cuando se supone que deberían de estar muertos, la verdad es que ni yo se como es eso posible.
-Bien... entonces, ellos son tu padre y tío-comenzó a hablar Emmet y Leila asintió- ¿pero quienes son ellos dos?
-El es el príncipe Calibán y es quien intento matarnos a mi prima Sabrina y a mi, además de intentar robar el trono del infierno a la casa estrella de la mañana. Pero mi tercer guardia no se su nombre, no a dicho nada desde que llego.
Leila lo miro curiosa, era un joven de cabello castaño oscuro y ojos claros, de estatura alta, pero no tanto como Jasper o alguno de los Cullen, su porte era rígido, serio, su complexión era musculosa, no estaba muy atento de lo que ellos hablaban, estaba más concentrado a lo que le rodeaba.
>>¿Cómo te llamas?-pregunto Leila, cuando estuvo frente a él, este solo la miro y hablo.
-Stephen Ritz, nací en 1550, tuve un hijo.
Cuando dijo su nombre todos estaban sorprendidos, a excepción del padre de Leila, él no se veía sorprendido.
-¿Eres alguno de mis parientes?
-Así es su majestad, he de admitir que me sorprende que una Ritz sea reina del infierno, pero estoy orgulloso que mi linaje sea tan poderoso, aunque al parecer termine con usted.
-¿Padre tu lo conoces?
-Si, antes de que falleciera mi padre, teníamos en casa los cuadros de cada uno de nuestros antecesores y el se encuentra pintado en la mansión que pertenecía a mi familia en Inglaterra.
-Vaya, al parecer no conozco a mi familia-ella los miro y pensó que era hora de que supieran porque estaban ahí-. Creo que es momento de que sepan el porque se encuentran aquí reunidos...
>>Empecemos porque Jasper es mi prometido como ya había dicho y él junto con su familia son vampiros-ellos asintieron-. Mi madre se a vuelto a casar-miro a su padre él cual se le notaba un poco triste ante tal declaración, pero después la cambio por una sonrisa-su esposo es un mortal...
-¿Como es que Lucifer permitió esa unión? Dime que no hicieron un trato como el que yo hice-quiso saber su tío.
-No... esa es otra historia, la hija del esposo de mi madre es la compañera de vida del hermano de Jasper, hace un tiempo tuvimos un problema con un grupo de vampiros que la querían matar, al final ella salió viva pero ahora la compañera del vampiro al cual matamos quiere vengarse de Edward matándola y aunque sigue sin agradarme los mortales, no puedo dejar a Jasper pelear solo así que es por eso que están aquí. El consejo infernal no quería que fuera sin protección, aunque sigo pensando que si Calibán esta aquí el podría matarme.
-Solo diré una cosa-hablo Stephen-. Si osas lastimar a mi familia, no importa que me encuentre muerto, buscare la parte de tú alma que esta en el infierno y la torturare sin que te des cuenta, hasta que supliques que te maten y solo en ese momento cuando terminen con tu vida estaré satisfecho, nadie se mete con un Ritz, ha quedado claro vampiro.
Jasper lo miro sorprendido, nunca creyó que le tendría miedo a alguien que midiera menos que él, solo asintió, no encontraba como decirle que nunca la dañaría porque la verdad era que ya lo había hecho.
-Como a dicho Stephen, solo quiero lo mejor para mi hija, así que espero que la cuides. Sobre la pelea no hay mucho que decir, solo que estoy orgulloso de la chica en la que te has convertido pequeña.
-Como dije frente al consejo infernal, fui creado para amarte, por ende te protegeré con mi vida Leila, se que cometí errores pero deseo enmendarlos.
Cuando Calibán termino de hablar todos lo miraban sorprendidos a excepción de Jasper que lo quería matar, Leila lo miro sin interés.
-Es hora de irnos, ya casi es hora de la batalla, los lobos nos verán ahí-dijo Carlisle.
-Nosotros iremos por transportación, ¿los llevamos?-pregunto su tío.
Jasper ya se había acostumbrado a la sensación de desaparecer y aparecer de un momento a otro, pero ninguno otro lo había experimentado por lo que aceptaron con un poco de miedo.
Cuando llegaron al campo los Cullen se encontraban mareados, aunque esto era imposible por ser vampiros, Emmet y Damon que habían caído se encontraban riendo, mientras que las chicas estaban intentando que se les pasara la sensación de vértigo.
-¿Donde se encuentra la pareja a la que debemos de proteger?-hablo Stephen.
-Están en la montaña ocultos, el aroma de Bella traerá directamente aquí a los neófitos, pero su olor debía de terminar aquí, sino ellos podrían irse al pueblo y comenzar una masacre.
-Bien...
Fue lo único que dijo Stephen, Calibán se coloco a su lado izquierdo, mientras que Jasper estaba más al frente justo en la primera hilera. Los otros tres brujos se encontraban dos a los extremos de los vampiros mientras que él ultimo estaba a su lado derecho.
-Es hora, ya vienen estén atentos.
De un momento a otro, de entre los arboles salieron vampiros, descontrolados que se encontraban sedientos de sangre, los primeros en atacar fueron Jasper y Emmet, siendo seguidos por los demás, a los brujos ayudaban con su magia a los vampiros para que les fuera más fácil acabar con ellos, los lobos saltaron desde una roca, ayudando a los Cullen.
Leila se encontraba combatiendo con su magia, cuando noto a Jasper en problemas, por lo que lo ayudo y siguieron en la pelea, lo que ninguno de ellos había notado era la pequeña que se encontraba escondida entre los árboles, esta se encontraba con demasiado miedo por lo que se mantenía oculta, hasta que Esme junto con Carlisle la vieron y se acercaron a ella.
Amadeus se encontraba vigilando que a su hija no le pasara nada era lo único que lo preocupaba. Fue en un descuido de él que no noto como dos vampiros iban tras de su hija, esto fue notado por Calibán así que la protegió, Leila al ver esto se sorprendió y lo ayudo ya que estaba teniendo dificultades con el vampiro que le estaba ganando, al terminar con él ambos asintieron y miraron a los demás.
La pelea había terminado, ahora los vampiros se encontraban apilando los cuerpos, cuando terminaron de apilarlos miraron a la bruja y esta comprendiendo, prendió en su mano el fuego infernal arrojándolo a los cuerpos, que se hicieron cenizas rápidamente.
Mientras que Edward y Bella llegaban de donde se encontraban, Alice comenzó a tener una visión.
"Jane, Alec, Demetri, Felix. Venían para ver como había terminado todo."
Ellos sabían que si se enteraban de la ayuda de los lobos no respetarían ningún tratado, al estos ser sus enemigos naturales.
Mientras que les decían que ellos tendrían que irse, un neófito que se escondió apareció de detrás de un árbol, siendo Leah la primera en verlo y reaccionar, pero no salió como ella deseaba, este la rodeo del cuello, pero Jacob llego y se lo quito de encima, mientras que Edward corría a ellos, el neófito logro romperle las costillas.
Esto ocasiono que se destransformará, los tres brujos adultos al ver que el metamorfo se convertía en humano y se encontraba completamente desnudo, cubrieron a Leila, ocasionando que esta los mirara sin comprender y que Calibán soltara una pequeña risa, que llamo la atención de Jasper, el cual los miro divertido también.
Mientras tanto Carlisle checaba a Jacob, junto con Edward.
-Tiene la mitad del cuerpo fracturado.
Los demás lobos se fueron a transformar y vestir, cuando regresaron; Sam estaba furioso, mientras que Leah se sentía enojada y triste.
-Jacob, yo ya lo tenía-le grito esta, pero fue callada por su alfa.
-Leah.
-Tengo que inmovilizar sus huesos, antes de que comience a sanar-hablo Carlisle-ya empezó.
-Hay que llevárselo de aquí, no ganaremos la pelea contra los volturis.
Todos escuchaban la conversación alejados de ellos, Jasper mantenía a Leila entre sus brazos, aunque eran observados por los brujos que miraban mal al vampiro, tal vez le advirtieron, aceptando su delación pero eso no quería decir que lo dejarían estar abrazando a Leila frente de ellos. Amadeus con un simple movimiento de dedos, los separo a una distancia de dos metros entre cada uno y abrazo a su hija.
Los lobos se fueron con Jacob, para que pudieran recibir a los volturis, Leila no quería verlos aun, pero por lo que le había comentado Alice ellos ya sabían sobre ella.
-Ya vienen-se colocaron todos en línea, dejando a Leila en el centro.
Solo en ese momento dejaron que Jasper se colocara de su lado derecho, al izquierdo se encontraba Calibán, seguido por Amadeus, del lado derecho de Jasper se encontraba su tío Edward. Los Cullen se colocaron a sus lados.
-Increíble, nunca había visto a un clan escapar intacto de un ataque como este-hablaba Jane, mientras que los miraba a cada uno, pero su vista se quedo en la bruja.
-Tuvimos suerte-hablo Carlisle llamando su atención.
-Eso lo dudo.
-Parece que nos perdimos una buena pelea-hablo Alec.
-Si, no con frecuencia somos innecesarios.
-De haber llegado hace media hora hubieran cumplido con su propósito-le contesto Edward, ya que había leído su mente.
-Que pena-miro detrás de Carlisle y Esme-. Les falto una.
Detrás de los patriarcas se encontraba una chica que no pasaba de los quince años, Leila al verla se compadeció por lo que sabiendo que se arrepentiría de lo que iba a decir dio un paso al frente, con la frente en alto y su expresión sería, que llamo la atención de los tres vampiros masculinos de los volturis, junto con ella avanzo Carlisle. Jasper al comprender lo que haría su pareja, se coloco junto a la chica.
-Le hemos ofrecido asilo si se daba por vencida-hablo Carlisle.
-Tú no puedes ofrecer eso-hablo Jane, esto ocasiono la risa de la bruja, ocasionando que la miraran.
-Tal vez ellos no se lo puedan ofrecer, pero yo si puedo y como es así, yo los dejo cuidar de esta pequeña, que fue convertida sin su consentimiento y como sus creadores han sido exterminados, podrá quedarse junto con los Cullen, al igual que si ella desea podrá seguir su dieta a base de animales.
-¿Quien se supone que eres?
Antes de que Leila contestara, Edward Spellman que se volteo a Bella y la hizo dormir, ganándose una mirada sorprendida de los cuatro vampiros de ojos rojos y una furiosa de Edward Cullen.
-Tranquilo niño, esta dormida.
-Acaso es que no has olido, pequeña vampirina. Soy Leila Morningstar y soy la bruja más poderosa que se a conocido, más poderosa aun que Lilith nuestra madre, soy la sucesora de Lucifer... actualmente, me conocen como la reina del pandemónium-los volturis la miraron sorprendidos, no podían creer que una "niña" fuera tan poderosa-. La familia Cullen al igual que la pequeña se encuentran bajo mi protección y si algo les pasa, yo misma me hare cargo de que paguen con sus cabezas.
-Lo siento su majestad, pero tenemos ordenes de eliminar a toda la amenaza-hablo Jane, con un poco de temor-. Además de que es bueno que todos recuerden que los Volturis no dan segundas oportunidades.
-Creo que no me han escuchado, nadie más va a morir el día de hoy-los miro seria-. A menos claro, que se metan con mi familia y por ella no deben de preocuparse, ellos cumplirán su promesa-termino con una sonrisa de lado.
-Esta bien, nos iremos-miro a sus acompañantes, pero de estos había uno que no dejaba de mirar a la bruja-. Demetri, vámonos.
Jasper al sentir las emociones del vampiro hacia su prometida, dejo el lado de la pequeña Bree, para tomar su lugar junto a su pareja y gruñirle al vampiro, que se giro y se fue, no sin antes darle una última mirada a Leila.
-Ya la puedes soltar, se han ido-hablo un serio Amadeus.
-Ya, papá. Debes de saber que Jasper y yo nos casaremos. Además es un gran hombre no tienes porque tratarlo así-dijo Leila viendo a su padre, con ojos de cachorrito mojado.
Los Cullen, nunca habían visto esa mirada en ella, ni siquiera Jasper, ahí se dieron cuenta de que la Leila que ellos conocieron, había perdido una gran parte de su vida cuando su padre y tíos fallecieron.
-No me importa si eres la reina del pandemónium, ni siquiera si eres la protegida de Lucifer. Tu eres Leila Luzbel Ritz y eres mi hija, aunque este muerto y siempre te protegeré, hasta de tu prometido.
Leila no se resistió más y salto a abrazarlo, aun era más pequeña que su padre en estatura, por lo que el la cargo sin problema alguno. Ella miro a su tío, este se acerco y los tres se abrazaron, al separarse Leila miro a Stephen que los miraba con felicidad.
-Me alegro como ya dije que mi linaje siga siendo el más fuerte, pero aun no puedo creer que hayas decidido cambiar el fabuloso Ritz por el aburrido Morningstar.
-No fue mi elección Stephen, eso tiene que ver con los sucesos que pasaron después del bautismo oscuro de Sabrina y que sepan que no fue mi elección.
-Majestad...-la llamo Calibán-es hora de que nos vayamos...
-Oh, si-miro a su familia y después a los Cullen-¿Los volveré a ver?
Su padre la miro triste, bajo la cabeza y negó.
-No creo pequeña, pero no se sabe, puede que en un futuro nos volvamos a encontrar, después de todo ahora eres la reina del infierno.
Se terminaron de despedir y los cuatro hombre desaparecieron en una ráfaga de llamas, Jasper abrazo a Leila, la cual soltó unas cuantas lagrimas, ya que nuevamente estaba perdiendo a su padre y tío, además de a un nuevo familiar que conoció. Pero a pesar de encontrarse triste no pudo seguir así ya que Alice tomo sus hombros y la sacudió.
-¡Es hora de preparar una boda!
-Antes de que se la lleven-hablo Edward, ya que sus hermanas y madre, ya estaban listas para llevarse a Leila de ahí-. Necesito que la despiertes.
-Despertara en un par de horas, es mejor que despierte por si misma, así pensara que se desmayo por la perdida de sangre, por su brazo-él asintió no muy seguro, pero eso cambio cuando Leila agrego-. ¿O acaso deseas que se valla con el lobito?
Sin más todas las mujeres desaparecieron con excepción de Isabella, que quedo en brazos de su novio.
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Espero que les guste, no se que piensen acerca de Calibán. No sabía si hacerlo bueno o malo, de hecho tenia planeado que Leila resultara lastimada por su culpa, pero al final decidí cambiarlo.
No recuerdo si ya le había dado nombre al padre de Leila, si es que si díganme para corregir y cual era, que no recuerdo. Gracias.
En mi Instagram, estarán quienes interpretan a Stephen Ritz y Amadeus Ritz.
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