Narra Leila:

Al llegar a la casa tome mis cosas para poder irme lo antes posible, me despedí de Sabrina y Hilda, les prometí que las visitaría, porque estaba desterrada del aquelarre pero no de mi familia y menos excomulgada de la iglesia de la noche. Zelda junto con Blackwood se habían ido a Roma para entregar el cuerpo del antipapa y tener su luna de miel a Nicholas no lo había visto, solo le mande un mensaje para que nos reuniéramos en el bar de Dorian, pero no me lo contestaba, decidí irme al infierno para poder terminar de leer mi libro o pasar un tiempo con el señor oscuro ya que no sabría cuando volvería.

Me transporte al infierno, al llegar ahí se encontraba en su sitio el señor oscuro, pero no se encontraba solo, con él se encontraba un joven de cabello rubio y de muy buen ver.

-Princesa que gusto verte de nuevo-me regalo una sonrisa y me hizo una seña para acercarme a él.

-Es un gusto verle de nuevo Lucifer-el chico me miro sorprendido, al parecer eso llamo la atención del señor oscuro hacia el-

-Pequeña, te presento a Caliban-ambos nos dimos la mano-Caliban te presento a mi princesa Leila Luzbel Rits.

-Mucho gusto princesa-hiso una reverencia por lo que reí, al igual que el señor oscuro aunque este al final le vio con una cara de muerte.

-No soy en realidad ninguna princesa, Caliban-el me miraba sin comprender e intercambiaba su mirada de mi al señor oscuro y viceversa-es un apodo por el cual me llama el señor oscuro.

-Y soy el único que la puede llamar así-se levanto de su lugar y me rodeo por los hombros-princesa-me miro-cuantas veces te tengo que decir que me llames por mi nombre, para ti soy Lucifer ya lo sabes.

-Bien.

-Me presento entonces Leila, soy Caliban príncipe del infierno.

Mire a Lucifer sin entender y el me explico.

-Caliban esta moldeado de arcilla y como nació en este lugar los tres reyes del infierno lo nombraron el príncipe del infierno, para que cuando me retire-soltó una risa-el suba al trono si no es que antes yo tenga a mi primogénito y el se puede batir a duelo con este joven de aquí.

-Que bueno que entonces no soy tu primogénita Lucifer-me reí.

-Aun así tienes mi sangre y eres inmortal, además que eres la bruja más fuerte que he conocido-sonrió con suficiencia.

-Así que tú eres la bruja que logro vencer las pruebas para graduarse antes de su academia.

-Y tu eres un chico hecho de arcilla-me burle de él.

-Princesa, ¿Qué es lo que te trae por aquí?

-Si, quería ver si me puedo quedar a leer mi libro, es que mañana me iré a primera hora de Greendale-me miro sorprendido.

- ¿Por qué te irías?

-Hubo algunos problemas en el aquelarre, y ahora estoy expulsada del aquelarre, no me puedo acercar a la academia no ir a ningún evento o cualquier cosa que celebren, no me excomulgaron, pero al no poder expulsarme de la academia como a mi prima y a Nick, hicieron eso.

-Pero podrías quedarte aquí, lo sabes princesa.

-Lo se Lucifer, pero tengo que ir con mi madre, me necesita al parecer hay alguien que esta cazando por la ciudad y no me perdonaría si algo le llegara a pasar a mi madre por mi culpa.

-Perfecto princesa, cualquier cosa que necesites podrás venir a buscarme-me dijo, mientras se levantaba e iba hacia mí.

-Gracias, ahora es hora de partir-me despedí de los dos.

Regrese a casa de mis tías para poder despedirme de todos e irme a mi casa ya que tenia problemas que arreglar Isabella aunque no me callera bien tenia que ayudarla para que saliera de esa depresión de la cual yo no podía caer.

- ¡Tía! -grite al llegar- ¡Sabrina!

-En la cocina Luz.

Fui a la cocina para encontrarme a una Sabrina desesperada recostada en la isla y a Hilda preparando una comida.

- ¿Dónde estabas Luz? -me pregunto Sabrina- ¿Te estuvimos buscando?

-Tenia que ir a despedirme, me iba a despedir de todos pero no los encontraba así que fui primero a despedirme de Lucifer y ahora estoy aquí.

-No te puedes ir cariño, no ahora que tenemos que ayudar a Ambrose.

-No puedo tía, tengo que ir a casa.

-Entonces nos abandonaras.

-No, primita pero como están las cosas no puedo quedarme, tengo que regresar con mi madre.

- ¿Qué es mas importante que proteger y rescatar a nuestro primo?

-Tal vez para ti no sea nada prima pero para mi lo es, tengo que regresar porque a la hora que mi madre se casó con Charlie perdió la mayoría de su poder lo que la deja más vulnerable a ataques y en Forks no es que digamos el lugar mas seguro del país, me a avisado que hay nuevos ataques de vampiros, eso no es nada bueno. Lo segundo es que me pidió que fuera para ayudar a Isabella a salir de su depresión-la mire con seriedad ya que no me gustaba su forma de actuar-cualquier cosa que necesiten podrán avisarme no me iré por mucho tiempo, estaré viniendo a visitarlas.

Aclare para después darles un abrazo.

-Cuídate Luz y saluda a la tía Elizabeth de mi parte.

-Cuídate pequeña que nada te pase.

Sin más cada una tomo un camino por si sola, yo subí a mi habitación e hice mis maletas era hora de regresar a Forks, no sabia que era lo que me esperaba pero lo que fuera no sería nada bueno.

Ya tenia todo listo para irme, solo me faltaba despedirme de Nick pero aun no contestaba ninguno de mis mensajes por lo que con mis maletas subidas en el carro fui con dirección al bar de Dorian, al llegar me lo encontré en la barra borracho por lo que negando con la cabeza fui a él.

-Ahora a ti que te pasa-llame su atención, además de la de Dorian quien me dio una sonrisa.

-Hasta que te dignas a venir a visitarme Leila-habla Dorian dándome algo de beber.

-Lo siento hoy no y no e tenido tiempo desde que llegue. Ahora tu Nicholas Scratch dime ¿Qué es lo que te pasa? ¿Por qué demonios no contestas ninguno de mis mensajes?

-Sabes lo que se siente que te expulsen de la academia-me miro y luego se rio sin gracia-claro que no lo sabes, tu ya te has graduado y no te podían expulsar.

-Sabes que Dorian, creo que si necesitare ese trago para poder hablar sin matarlo.

-No necesito hablar contigo Ritz, gracias a tu prima y a ti ahora estoy expulsado.

-Sabes Nicholas no es la primera vez que te veo siendo un patán, pero me lástima que seas así conmigo la única chica que ha sido tu amiga desde que nació, tu compañera de travesuras y la única chica que no solo te quiere para follar, así que o te controlas o te matare de verdad, porque puedes hablarme como quieras pero no te metas con mi familia lo sabes.

-No solo eres la amiga que ayudo para que me expulsaran del único lugar donde era feliz...

No lo deje terminar ya que me levante, me tome mi copa y lo mire.

-Bien yo solo venia a despedirme, me voy de Greendale ¿sabes porque? Porque fui expulsada del todo lo relacionado con el aquelarre, aunque no fui excomulgada, te puedo decir que es peor mi situación a la tuya. Así que como veo que prefieres hundirte en alcohol antes que despedirte de tu única amiga de verdad me voy. Nos vemos Dorian y discúlpame por esta escena.

-No te preocupes Luz, siempre es un gusto verte por aquí.

Salí muy molesta de ahí, subí a mi carro con dirección a Forks, en el camino le mande un mensaje avisándole a mi madre de que ya iba en camino a casa.

Me encontraba manejando cuando mi celular comenzó a sonar, no conteste quería llegar lo más rápido posible a mi casa, pero en eso además de recibir llamadas me llega un mensaje de parte de Nick.

"Contesta tu celular es importante" Ahora se dignaba a hablarme después de todo este tiempo.

No le hice caso y seguí, pero en algún punto no soporte mas el sonido de mi celular por lo que conteste.

- ¿Qué pasa? -conteste de malas, mientras lo conectaba a los altavoces del carro.

-Pequeña, te encuentras bien -contesto mi tía Hilda.

- ¿Por qué no tendría que estar bien tía?

-Han llegado tres misioneros Luz-al escuchar frene de golpe haciendo que Nori se callera de su asiento y me mirara molesta y escuchar lo que mi tía hablaba-Te encuentras bien ¿Qué fue ese golpe?

-Estoy bien, no me e encontrado con ningún misionero, ¿a quienes han atacado hasta ahora?

-Atacaron a Sabrina en la casa, a Nick en el bar de Dorian de hecho Dorian estaría muerto si no fuera por sus tratos con el señor oscuro y a mí me han atacado en la librería.

-Entonces son tres misioneros, de los que tienen identidad-escuche una afirmación de su parte-lo más seguro es que vayan a ir a la academia o a la iglesia.

Al no escuchar nada de parte de mi tía, comencé a pensar un plan mientras conducía de regreso a Greendale.

-Bien, escúchame claro tía, vayan a la academia lo mas seguro es que los misioneros o estén en camino o en el peor de los casos ya habrán estado ahí-suspire-en el caso de que ya estuvieran ahí, encontraran a muchos muertos y a otros pocos vivos o sufriendo, tía tienes que aplicar tus hechizos de curación eres la mejor en ello, yo estaré llegando en aproximadamente una hora. Prepárense para lo que verán porque será una masacre.

Colgué la llamada, sabia que a lo que nos enfrentaríamos seria lo peor ya que los misioneros no eran fáciles de vencer.

Conseguí llegar una hora después de la llamada me adentre a la academia buscando a todos, se encontraba completamente sola hasta que encontré a uno de los niños que murieron y fueron enterrados ahí, el cual me llevo a donde se encontraba mi tía curando a todos.

- ¡Tía Hilda! -grite al encontrarla intentando curar a una persona que se estaba desangrando en una camilla.

- ¡Luz! No deberías de estar aquí cariño tenias que haber vuelto a Forks, solo te hablamos para ver que no te hubieras topado con ninguno antes de irte de aquí-hablo su tía aunque no la miraba ya que tenia puesta toda su concentración en el joven que estaba en cama.

Cuando Leila llego frente a su tía se encontró con que el individuo que se encontraba en cama era su primo Ambrose el cual estaba demasiado herido, sus heridas no se curaban y mi tía se le notaba cada vez más angustiada.

-Ya estoy aquí y no me iré hasta haberle curado esa herida a Ambrose, díganme todo lo que sepan de los misioneros.

-No son misioneros comunes, son ángeles enviados-me dijo Nick.

- ¿Ángeles?

-Si, Leila ángeles. Se han llevado a todos los estudiantes a la iglesia profana y Sabrina ha ido ya que es la única que puede pasar por haber sido bautizada con agua bendita-eso me sorprendió, ella no podría sola si es que son ángeles eso me preocupaba.

-No puede ir sola es una misión suicida-hable altera.

-En si no estará sola querida, Harvey esta con ella o bueno se fue después de unos minutos por ella.

-Tenemos que ir con ellos ahora no sabemos a cuantos brujos ya hayan matado esos ángeles, no me lo quiero ni imaginar.

-Yo no puedo dejar a Ambrose aquí y menos así como esta-hablo Hilda.

-Primero salvaremos a Ambrose y después a los demás.

Me acerque junto a mi primo y lo revise.

- ¿Qué hechizos has intentado tía?

-Coagulación, pero no funciona así que solo e podido hacer que su sangre se duplique para que no muera pero no sé cuánto más pueda resistir está perdiendo demasiada.

-Ese es el problema tía, te estas quedando sin magia y los hechizos que se ocupan para sanar una herida provocada por un ángel necesita demasiada fuerza la cual tu ya estas perdiendo. Nick necesito que vayas a la entrada a esperar a Sabrina, yo sanare a Ambrose, tengo la magia y la fuerza que se necesita para curarlo-cerré mis ojos mientras me concentraba en el libro que había tomado de la estantería de mi madre.

Mientras que estaba curando a mi primo escuchaba como mi tía estaba asombrada y me decía que se iban curando ya que ella era la encargada de avisarme cuando parar.

-Eso es querida, tu puedes, no se como lo estés asiendo con tanta sencillez pero gracias a Satán haz vuelto...

No pudo terminar ya que entraron en la habitación gritando por mi tía.

- ¡Señorita Spellman! Tiene que ayudarla -mi tía soltó una exclamación de asombro y sentí como se iba de mi lado.

-Recuestara en la cama, querido Satán y nosotras todavía no terminamos de curar a Ambrose-no sabia que pasaba pero no tenia que perder la concentración si no algo podría salir mal y necesitaba a Hilda para que me dijera cuanto faltaba.

- ¡Tía te necesito por aquí! -le grite y sentí como varias personas venían a mi lado.

- ¿Quéhaces aquí Leila? Pensé que estabas en Forks con tu madre-escuche la voz de Harvey.

-Estaba camino a mi casa pero bueno una llamada y he venido a ayudar a mi familia. Tía cuanto falta para que cierre por completo su herida-hable a mi tía necesitaba que me dijera exactamente cuanto faltaba ya que estaba perdiendo demasiada sangre y necesitaría hacerle otro hechizo para que sanara más rápido.

-Tu tía esta checando a Sabrina ¿Qué es lo que necesitas Leila? -volvió a hablar Harvey, pero escuche de nuevo la voz de mi tía.

-Lo bueno es que sus heridas no sangran tanto, gracias a las flechas que se quedaran ahí hasta que terminemos con Ambrose.

-Ya viene hacia acá tu tía-me informo Harvey.

- ¿Qué necesitas pequeña? -note nerviosismo en su voz.

-Necesito que cheques como van las heridas de Ambrose cuando falten dos centímetros de profundidad necesito que me digas para poder hacer otro hechizo ¿bien?

-Pero que han hecho para que pasara todo esto con Ambrose-sentía que mi tía estaba al borde de las lágrimas.

-Tía necesito que te concentres por Ambrose, por Sabrina y todos los heridos ¿está claro?

-Si, si-después de unos segundos en silencio escuche a mi tía-ahora, ya solo queda poco.

-Bien, ahora necesito que se alejen un poco, esto puede ser peligroso, van a aparecer unas llamas azules para quienes no sepan que son es mejor que se alejen todos, los que ya lo saben no tengo porque explicarles-hable seria y potente-tía ve con Sabrina yo me encargo de Ambrose-abrí mis ojos.

De repente escuche la voz de Sabrina antes de empezar el hechizo.

-Yo puedo ayudarte-me hablo y todos la miramos sorprendidos.

-No prima ahora mismo yo lo tengo bajo control-sabía que había sonado borde, pero había escuchado lo que las demás brujas hablaban de mi prima y sabia que eso no era normal, lo que menos quería era que Ambrose saliera dañado.

Empecé con el hechizo y poco a poco Ambrose empezó a abrir los ojos hasta que me miro sorprendido, el fuego seguía a nuestro alrededor pero el me miraba a mi asombrado.

-Cuando el fuego desaparezca tu estarás por dormirte así que descansa tus heridas ya están curadas no tienes nada de que temer.

El fuego se apago y como había dicho mi primo estaba semi consiente, mi tía se me acerco para mirarlo y al notarlo despierto nos miró a los dos.

- ¿Cómo es eso posible Luz?

-Digamos que ser la consentida Lucifer tiene sus ventajas tía. Ambrose ahora solo necesita descansar ya que como perdió mucha sangre lo único que necesita es dormir y una buena comida antes de volver a hacer algo y yo tengo que dormir estoy muy cansada-antes de poder decir otra cosa sentí como me iba a desmayar.

Sentí como alguien me atrapaba y escuche la voz de Sabrina.

-Yo hare que te sientas mejor.

Paso alrededor de un minuto cuando ya me sentía como nueva.

-Gracias prima-hable.

Sabrina se fue con Harvey ya que el al ser mortal era mejor que no estuviera aquí en la academia. Yo me senté en la cama en la que me encontraba, mi tía se sentó a mi lado y me acaricio el brazo.

- ¿Cómo te sientes Luz?

-Mejor, como hiso Sabrina para que me recuperara tan rápido. Ella no tiene tanto poder como yo o algún mago de mayor rango.

-No lo sé, pequeña. Pero también ayudo a Ambrose a que no se sintiera cansada-la mire sorprendida-como escuchas pequeña, lo puedes ver por ti misma.

Mire a un lado donde Ambrose se encontraba ayudando a los estudiantes de la academia.

-Tía-ella me miro-me iré justo cuando todos estén mejor tía.

-Pero te necesitamos aquí, tu primo te necesita y ahora con esto que esta asiendo Sabrina no sabemos cómo este asiendo todo eso.

-Tía los quiero y lo sabes pero tengo que regresar a Forks, necesito ayudar a mi madre en todo lo que esta pasando no la puedo dejar así como está la situación ahora, pero te prometo que cuando me necesiten yo estaré ahí.

-Entonces no me opondré en nada de lo que decidas hacer.

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Espero que les guste.

Haciendo su primera aparición Caliban príncipe del infierno interpretado por Sam Corlett.

¿Qué esperan de la historia?

¿Qué les gustaría que Leila le dijera a Jasper cuando lo vuelva a ver?

-ortiz6acosta