Capitulo 1
Narrador omnisciente:
Ya habían pasado dos semanas desde la pelea con los neófitos, Leila se encontraba en el infierno trabajando. Esta vez no había ido sola, con ella fue Alice, Rosalie y Jasper, los tres vampiros, se encontraban viendo las cosas de la boda.
Jasper se encontraba más para que sus hermanas no se perdieran, aunque también era para que Leila no se desconcentrara con él a su lado.
Leila se estaba entre papeleo cuando la puerta de la oficina se abrió con un estruendo, haciendo que se asustara y soltara sus documentos, Alice entro muy feliz la tomo del brazo haciéndola parar.
-¡Todo esta quedando maravilloso, Leila! ¡Segura que no puedes ir a ver como esta quedando!
-No puedo Alice, tengo que terminar, todo el trabajo antes de la boda-Rosalie, se acerco al escritorio.
-Nunca pensé que una reina tuviera tanto trabajo-hablo tomando algunos papeles.
-Si, bueno controlar los siete circulo infernales, no es ningún trabajo fácil-miro todas las hojas-. Además de que tengo que controlar a los demonios, para que hagan sus trabajo y no vallan a hacer alguna revuelta.
Suspiro un poco, pero al final sonrió y miro a Jasper.
>>Pero gracias a Jasper este trabajo parece menos agotador, cuando termino y pasamos tiempo juntos.
Jasper, la abrazo por la cintura, mientras que dejaba un beso en sus labios... no pudieron seguir juntos por mucho tiempo, ya que la puerta fue abierta y por esta entraron Lucifer y Lilith.
-Oh, vaya sorpresa verlos aquí, no pensamos que estarían en la oficina de Leila.
-¿Qué necesitas, Lucifer?
-Bueno... como la boda será en el palacio necesito saber cuantos mortales vendrán, claro que solo pueden venir los que conozcan el secreto y que además sean cercanos a ambos.
Leila lo miro sorprendida, pero aun así hablo con calma.
-Vendrán mis tías Hilda y Zelda, además del doctor Ceberus, al igual que mi madre junto con Charlie, mis primos Ambrose y Sabrina, creo que ellos traerán a Nick y Prudence, alguien más Jasper.
-¿Invitaras a alguno de los perros?-ella simplemente asintió-. Podría ser Isabella, ya sabes se encuentra casi por saber lo que eres-Leila lo miro con una ceja levantada eso ella no lo sabia.
-¿Como es posible?
-Después de la pelea con los neófitos, se a dado la tarea de averiguar que eres, se la pasa en la biblioteca de la casa o en la computadora y también a intentado entrar a la oficina en tú casa-explico Alice.
-Al parecer esa pequeña mortal, es escurridiza-comenzó a hablar Lucifer-. Si quieres le puedo dar un pequeño susto para que deje de buscar-opino Lucifer.
-No, gracias. Lo que menos necesito es que le des una idea más centrada de donde buscar, solo esperemos, a que descubra lo que soy-suspiro-al final yo la deje que intentara buscar, lo que en verdad soy.
-Entonces la ponemos del lado de la novia o del novio-hablo Lilith.
Vampiro y bruja se miraron sin saber, que decir. Edward se quería sentar donde estuviera ella, pero al mismo tiempo tendría que sentarse junto con su familia e Isabella no se sentaría lejos de Edward, aunque tuviera que sentarse con su padre.
-Creo que lo mejor seria que se sentara con nosotros-hablo Alice-. Al final ni Edward ni ella se querrán separar.
-Bien, a la manada donde la sentaras-pregunto ahora Lucifer.
-Ellos estarán de mi lado, aunque solo vendrán Sam, Emily, Paul y Rachel, dudo que los demás vengan.
-Que de ti vampirito, ¿Quiénes vendrán de tu parte?-Jasper los miro sorprendido, no sabía que decir.
Jasper tenia pensado solo invitar a su familia, mientras que a los demás solo los invitaría a la boda que se haría en Forks.
-No ni lo creas vampiro-menciono serio Lucifer, sin que nadie comprendiera el porque-. Si harán dos bodas, sus invitados mortales y vampiros irán a las dos, no solo a la de Forks.
-Pensé que mientras menos vinieran, seria mejor para usted, así podría invitar a más de las personas que usted quisiera.
-Pues haz pensado muy mal, vampirito. Tú invitaras a las personas que creas merecedoras de ver tu matrimonio con mi pequeña, Luz.
Leila no sabia que pensar, desde que había visto a su padre y tío ya no llamaba a Lucifer padre, ella notaba como eso lo dañaba pero no tenia el coraje para llamarlo así después de haber visto al hombre que le dio la vida y que la crio hasta el ultimo día de su vida.
-Creo que seria mi familia los Cullen, al clan Denali y a Peter junto con Charlotte su compañera.
-Bien, así se hace Jasper. Serás el próximo comandante de los ejércitos infernales, necesito que comiences a actuar como tal-dijo Lucifer de una forma seria.
Aunque no lo quisiera aceptar a Lucifer no le molestaba en absoluto que Leila se enamorara de Jasper, él chico era un buen partido para su pequeña, era conocedor de estrategias para una batalla, además de un gran combatiente. él conocía a la perfección la historia de aquel vampiro, ya que desde que se entero que su pequeña y él eran compañeros lo investigo, incluso a los que le rodeaban.
-Nosotros nos retiramos, tenemos que mandar las invitaciones, pequeña-le dijo Lilith a Leila.
-Quisiera que terminaras el papeleo hoy, Leila. Mañana te probaras el vestido y podrás ir con tú madre.
-Gracias, Lucifer.
Lucifer hizo una pequeña mueca casi imperceptible, por la forma en que lo llamaba la chica, pero no decía nada, él pensaba que en poco tiempo volverían a ser los de antes.
Narra Leila:
Me encontraba acomodando las últimas cosas para poder ir a la prueba de vestidos, hoy junto con las chicas y Lilith iríamos a probarme mi vestido de novia, Jasper ya tenia su traje listo. Las invitaciones ya habían sido enviadas, solo faltaba mi vestido para que la boda se pudiera llevar a cabo dentro de dos semanas.
Lo que restaba del tiempo antes de la boda, la pasaríamos en Forks, con Jasper ya habíamos hablado de decirles a los Cullen sobre si querían mudarse al infierno, pero esperaríamos a unos días antes de la boda de Edward con Isabella, ya que ellos también se casarían, aunque primero nosotros tendríamos nuestras dos bodas y ya después ellos harían la suya.
La más feliz en tener tres bodas era Alice, ya que por falta de tiempo yo no podía estar al cien en la planeación de mis bodas, por lo que ella se estaba haciendo cargo, solo le daba mis opiniones cuando me lo pedía. Pero con la de Edward e Isabella ella se encargaba absolutamente de todo.
-¿Todo bien, Leila?
-Si, todo bien Lilith. Solo que me gustaría estar más al pendiente de la planeación de al menos una de mis bodas, pero no puedo por tener que gobernar el infierno-solté un suspiro.
-No debes de preocuparte pequeña, todo quedara estupendo, tú solo recuerda no caer cuando camines al altar.
Rei un poco y la mire a los ojos agradecida, porque aunque ella no fuera mi madre, y aunque tenia a mi madre conmigo, Lilith siempre seria mi segunda madre.
-Gracias por todo de verdad, se que no eres mi madre... pero quiero que sepas que te quiero como si lo fueras y agradezco el que puedas acompañarme en esto.
-No tienes nada que agradecer, pequeña. Lucifer y yo hacemos esto porque eres como nuestra hija. Ahora es momento de que vayamos a probarte el hermoso vestido de novia que se confeccionado para ti.
Cuando llegamos las cuatro ahí se encontraba el vestido que usaría el día de mi boda con Jasper, de color rojo la parte de la falda y el corset de tonalidad rojo transparente con detalles en negro, además de aun lado unos tacones rojos y su velo igual rojo transparente, el cual tenia incluido una replica de mi corona de reina.
-Es hora de que te lo pruebes Leila-me dijo Rosalie.
Solo asentí y camine a él, lo mire y como era mi costumbre me cambie con un hechizo. Al tenerlo ya puesto me mire en el espejo de cuerpo completo que se encontraba frente a mi, no lo podía creer me encantaba como me quedaba, era el indicado.
-Te queda perfecto.
-Maravilloso.
-Digno de la reina del pandemónium.
-Es el indicado, lo se-hablo mientras sigo mirando mi reflejo.
-Bien, ya esta todo listo. Solo falta la confirmación de los invitados, así que eres libre de ir a ver a tú madre, Leila. Pasa estos días con ella y con los que amas, ya sabes lo que pasara después de la boda.
Mire a Lilith, ella tenía una mirada seria, pero al mismo tiempo llena de comprensión en su rostro, por lo que me dedique a suspirar y asentir a lo dicho.
-Claro, lo se, ambos lo sabemos.
Sin más se cambio a su atuendo normal y tomo a sus amigas para transportarse a la residencia Cullen, donde las esperaban los demás.
Narrador omnisciente:
Aparecieron en el patio de la residencia Cullen, las dos vampiros ya se habían acostumbrado a la sensación que aquel tipo de viaje les causaba, aunque para Leila esto aun le causaba risa porque aunque estuvieran acostumbradas aun hacían caras graciosas.
-Nunca podre superar sus rostros al hacer este tipo de viajes chicas.
Se burlo Leila de ellas, la sonrisa que llevaba en el rostro se le fue borrando cuando entraron por la puerta de la casa y comenzaron a escuchar gritos por toda ella. Los gritos eran de lo más reconocibles ya que provenían de la única humana que pisaba esa casa Isabella Swan.
-¡¿Cómo es posible que ninguno me lo dijera?!
-No, nos correspondía a nosotros contártelo Bella-hablo con calma Edward-. Además las reglas de las brujas son muy diferentes a las nuestras.
-¡Pero es que no puedo creer que fuera la única que no lo supiera!
Ahí fue donde entraron las tres mujeres que faltaban, dándose cuenta que no solo estaban los vampiros e Isabella si no también su madre y el padre de Isabella.
-¿Qué es lo que sucede? ¿Por qué tanto grito?-pregunto con tranquilidad Leila, aunque ya se imaginaba el porque.
-¿Por qué? Aun tienes el descaro de preguntar el porque me encuentro así.
-Pues, claro. No eh estado aquí, porque será una o dos semanas y cuando llego, tú te encuentras gritando a todos los presentes-hablo con calma, lo que hizo enfurecer más a Bella.
-Se que eres una maldita bruja y que tú madre también lo es, por lo que sospecho que embrujo a mi padre, para estar con él...
Isabella no pudo continuar, ya que sin que nadie se lo esperara Leila le había dado una cachetada a Isabella. Jasper y Edward, fueron los primeros en actuar al ver esta acción, no sabían que más podría hacerle, pero no querían que nada malo ocurriera.
Jasper tomo a su novia por la cintura y la alejo un poco, tratando de que su enojo disminuyera un poco, mientras que Edward mantenía a su novia alejada.
-Podrás decir lo que quieres de mi, Isabella. Pero escúchame bien, con mi madre no te metas, si no he dejado ni siquiera al mismísimo Lucifer meterse con ella como crees que dejare a una simple mortal hablarle así.
Bella se tenso en su lugar estaba más que molesta pero al escucharla mencionar al diablo, se calmo un poco, además de que Jasper mantenía su don activo en la habitación.
>>¿Quieres saber el porque nadie te dijo que era? Bien, todo es muy simple... las brujas no somos como los vampiros o al menos no somos como los Cullen o Denali, nosotros nos importa muy poco la vida de los mortales. No tenemos permitido juntarnos con ellos, mucho menos ser sus amigos o parejas y mucho menos debemos tener hijos con ellos.
-Pero... como es posible entonces que tu madre y mi padre se encuentren juntos.
-Eso será para más adelante, lo único que debes de saber, es que no solo soy una bruja, también soy la reina del pandemónium, así que debes de tener cuidado con lo que hablas en mi o de las personas a las que quiero en mi presencia.
>>Como te lo dije hace un tiempo, era tú trabajo descubrir que era y para que te encuentres más tranquila, mi madre renuncio a su magia para poder estar con Charlie. Es por eso que lograron casarse, ellos de verdad se aman, si no, mi madre porque renunciaría a ser poderosa.
Nadie decía nada, todo se encontraba en un silencio muy tenso, hasta que Bella se dispuso a preguntar.
-Entonces tu podrías matarme si lo quisieras-todos en la sala se tensaron a excepción de Elizabeth y Leila, las cuales rieron.
-La verdad es que si, pero no lo e hecho por ellos-señalo a los vampiros y Charlie-. Desde el momento en que pusiste un pie en este pueblo, supe que causarías problemas, pero no me dejaron matarte ni asustarte para que regresaras por donde viniste.
Bella solo asintió, Leila noto como Charlie abrazaba por la cintura a su madre, por lo que sonrió.
>>Bien, yo vine aquí para estar tranquila antes de la boda, pero también porque Jasper y yo tenemos algo que decirles, bueno esto es más para la familia Cullen-suspiro y miro a su pareja.
-Es de lo que hablaba Lilith-dijo Alice.
-Si, de hecho es una propuesta, hecha por el mismo Lucifer.
-Como saben, cuando Jasper y yo nos casemos, tendremos que vivir en el infierno, por lo que casi no podremos venir al mundo mortal, la propuesta es que todos ustedes pueden ir a vivir al infierno junto con nosotros-miro como todos se sorprendían y miraban a Jasper que mantenía abrazada a Leila por la cintura.
-Es cierto. Pero no deben de aceptar si no lo quieren, esto es una propuesta, serán invitados, por lo que no se tendrán que preocupar y pueden venir cuando quieran. Pero si no aceptan, nosotros los visitaremos cada determinado tiempo, ya que Leila también visitara a Elizabeth y bueno, ustedes pueden visitarnos solo deben de avisar, para que nadie los vaya a atacar en el camino.
Los vampiros se miraron entre ellos y Carlisle fue el que tomo la palabra.
-Debemos de pensarlo, no es una decisión, nada fácil y mucho menos que se tome sin antes platicarlo-la pareja asintió conforme.
-Cambiando de tema, debemos de esperar a que respondan quienes asistirán a la boda-hablo Rosalie.
-Oh, claro. Ya tienen sus invitaciones-hablo Leila, mirándolos.
-Si nos llego esta mañana, debo decir que es una invitación muy elegante aunque nada común para una boda-expreso Esme-. Los colores pensé que aun en el infierno la invitación seria algo más tradicional.
-La tradición cambia, ya que normalmente el color blanco que llevan las novias es por el falso dios. Por eso es que normalmente se ocupa de otro color, pero si podría haber ocupado blanco si no me fuera a cazar en el infierno.
-Aun así la invitación es demasiado hermosa, el color negro con el dorado y rojo queda perfecto.
-Espero que puedan asistir, ustedes también madre.
Para Leila era importante que su madre asistiera, aunque también tendrían una boda en Forks.
-Claro que asistiremos-hablo feliz Esme.
-Nosotros también asistiremos-hablo Elizabeth, mientras que Charlie asentía.
Los días pasaron y con esto las confirmaciones de los invitados para la boda, aunque la mayoría llegarían a la residencia Cullen y de ahí irían con ayuda de la familia de Leila a Greendale, otros llegarían directamente a casa de los Spellman para que de ahí pudieran pasar por las puertas infernales.
Leila se encontraba nerviosa, ya era el día antes de su boda, esos días los paso junto con su madre recordando viejos tiempos, en los que ella asistía a la academia o cuando intentaba que su madre le prestara sus libros de hechizos, Elizabeth en ocasiones soltaba lagrimas, ya que no podía creer que su hija se estuviera por casar en menos de lo que esperara, lo peor para la madre, es que ya no la vería muy seguido.
Elizabeth, llevo a su hija hacia Forks, para tratar de escapar de Lucifer. Al final no lo logro, no se arrepentía de haber ido a aquel pueblo, ya que ella había conocido a Charlie Swan, el alguacil del pueblo y su pequeña a su compañero de vida, ¿eran felices? Claro que lo eran, y ninguna de las dos cambiaria el destino de haberlos conocido.
Al caer la noche Leila junto con Elizabeth fueron a la sala donde ya se encontraban Esme, Rosalie, Alice, Emily(la cual había costado horrores que Sam la dejara asistir), Rachel(que al igual que Emily, Paul no la quería dejar ir), a pedido de las vampiro asistió Isabella. No paso mucho tiempo cuando Sabrina, junto con Prudence y sus tías aparecieron en la sala. Cuando las mujeres ya se encontraban listas para lo que seria una despedida de soltera, aparecieron unos demonios, que iban acompañados de Lilith, este era su regalo para Leila.
Los demonios empezaron a bailar, esto era lo más común para las brujas, ya que estas estaban acostumbradas a todo lo que tenia que ver con los excesos o pecados, mientras que para la mortal y las improntas, era algo incomodo, pero a las vampiras esto les pareció divertido, así que se unieron al igual que las brujas al baile.
Las tres chicas que permanecían sentadas, al notar que no pasaba nada malo, si se divertían un poco, al final de cuentas todas a excepción de ellas se encontraban bailando, tal vez muy pegadas a los demonio algunas, pero al final ninguna estaba asiendo nada malo. La diversión estaba al máximo para todas, hasta que la puerta comenzó a ser golpeada con tal fuerza como si la quisieran tirar a golpes.
Hilda fue la encarga de bajar el sonido a la música, cuando la música ya estuvo a un volumen mas decenté, todas lo pudieron escuchar. Fuera de la residencia Swan-Ritz, se encontraban dos lobos y cinco vampiros, gritando para que les abrieran la puerta.
Las improntas, junto con la mortal perdieron todo el color en sus rostros, mientras que las demás intentaban arreglar la habitación. Las brujas hicieron este trabajo más fácil, Lilith con un movimiento de manos desapareció a los cinco demonios que había llevado con ella, mientras que las demás ponían sillas y una mesa con bocadillos al centro.
Cada una tomo asiento en una silla o sillón de la sala, cuando Elizabeth fue a abrir la puerta, antes con un hechizo hizo que pareciera que estaban jugando charadas. Cuando los chicos entraron miraron toda la casa buscando algo que les hiciera saber que no estaban locos por lo que olieron con anterioridad.
-¿Jasper? ¿Pensé que estarían en tú despedida de soltero?
La primera en hablar fue Leila.
-Vampirin, se supone que no debes de ver a la novia hasta mañana en el altar-hablo Zelda desde el sofá, con una copa de wiski en su mano.
-Es una despedida de soltera, por lo que solo es para mujeres y ustedes son hombres-hablo Sabrina, poniéndose de pie-. A menos que se vayan a quitar la ropa y hacernos un show de stripers, no son invitados.
Los hombres la miraron asombrados por su descaro, pero se molestaron más al pensar que sus parejas verían a hombres quitarse la ropa, su parte animal era demasiado posesiva y sobreprotectora sobre ellas, pero aun más extrañados miraron a Sabrina al escucharla seguir hablando.
>>Aunque no habrá ninguno, ya que Jasper convirtió a mi prima en una aburrida, sin diversión. Por eso es que estamos jugando charadas y lo más divertido es el alcohol que nos hará tener una resaca lo más seguro.
Sam y Paul, aun desconcertados fueron a donde sus improntas y las miraron a los ojos.
-¿Seguras que quieren seguir aquí?-pregunto Sam.
Ambas chicas se miraron y asintieron, la verdad es que hace mucho que no salían con amigas y esto era lo más divertido.
-Seguro, esta noche nos quedaremos con Leila y mañana iremos a la reserva a cambiarnos para ir al infierno-hablo Rachel.
-Bien, chupasangres y chucos, ya vieron a sus compañeras, ninguna esta haciendo nada malo, todas son unas angelicales así que... ¡Largo!-Lilith, los corrió.
Cuando ya se encontraban en la puerta gracias a Prudence que los llevo con un hechizo, Edward hablo.
-¿Por qué no puedo leer sus mentes?-todos los hombres lo vieron, pero ninguna dijo nada, las brujas sonrieron y con un movimiento de mano, ningún hombre se encontraba en la casa.
-¡Sigamos con la fiesta!
Lilith apareció a los demonios y la música volvió a sonar mientras que se ponían bailar, tomar y jugar como unos momentos antes.
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Espero que les guste, con esto damos comienzo a la cuarta parte de esta historia.
Les gustaría que la versión de la boda fuera corta o larga.
-ortiz6acosta
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