
6. Alizarin red
Hicieron una escala en El Cairo donde esperarían a Saoirse para luego seguir a Estambul, según Otabek. El calor era igual de intenso que en los últimos dos lugares donde estuvieron, pero Yuri comenzaba a acostumbrarse, aunque no dejaba de sudar bajo la tela del sari. Consiguieron un hotel cerca del aeropuerto y al entrar en la habitación, quiso botar todo al suelo y darse un baño con agua helada.
Se apropió del baño antes de que el otro pudiera quejarse y se metió al baño, agradeciendo a los dioses que el baño fuera tan agradable.
Se tomó su tiempo, saliendo casi media hora después, a medio vestir y con ganas de dormir un año por el clima.
Suspiro y se echó en la cama sobre las cobijas, tenía que admitir que extrañaba su hogar y su casa provisional en Moscú, esa donde a veces descansaban cuando su padre no tenía trabajo como diplomático.
— ¿Tienes agua? —preguntó en voz baja, con los ojos cerrados.
—Está helada, la compre abajo —le pasó una botella y se acostó en la otra cama.
—Gracias... ¿nos iremos mañana?
—No estoy seguro, depende de Saoirse.
—Espero que este bien...
—Lo está, no te preocupes —le regaló una media sonrisa, un poco forzada y un poco cansada, tomando un pañuelo para limpiarle el labial que se había corrido.
—Suenas muy seguro.
—La conozco lo suficiente como para saber que lo está —se recostó en la cama y cerró los ojos, cubriéndolos con su brazo.
Hizo una mueca observándolo fijamente y se puso de pie, abrió su maleta y sacó su cepillo para comenzar a desenredar su cabello húmedo, evitaría secarlo o se moriría de calor, aunque después seguro se le esponjaría y lo odiaría.
—Otabek —le llamó secando su cabello lo mejor que podía con la toalla para volver a cepillarlo.
La respuesta del lobo fue un simple sonido bajo, apenas audible.
—Quiero preguntarte algo, pero quiero que me cuentes la verdad.
—No, Yuri, no voy a dejarte ir por tu lado —contestó divertido con el gruñido que el muchacho soltó.
—Idiota —le arrojó el cepillo, golpeando su estómago—. Es otra cosa, sobre el viaje debo hablar con ambos.
Suspiró y se enderezó para verlo, lanzándole el cepillo de vuelta.
—Sólo quiero asegurarme de que me cuentes la verdad.
—Como sea —se encogió de hombros sin darle gran importancia al asunto.
—Promételo —exigió volteando para verle.
—Bien —rodó los ojos y bufó—, lo prometo.
Suspiró y se sentó cerca del aire acondicionado, pensando cómo hacer la pregunta que quería.
—Saoirse y tú, ¿qué relación tienen?
Otabek se quedó en silencio, esa pregunta lo había tomado con la guardia baja y de repente no supo que contestar.
—Prometiste decirme la verdad —se adelantó antes de que le contestara.
Suspiró, pasándose una mano por el cabello y volvió a recostarse, como derrotado.
—Antes de contestarte, dime tú por qué quieres saberlo.
Se mordió el labio y se pegó la botella de agua al cuello, agradeciendo la temperatura refrescante.
—En la boda, cuándo me viste, parecía que querías quitarme el sari y he estado pensado la razón —desvió la mirada hacia el balcón y trató de no ponerse nervioso—. Tú fuiste con Saayu a escogerlos, ¿no?, estoy seguro que lo escogiste para ella.
El alfa le dio la espalda como si así pudiera detener sus palabras, de repente se sentía vulnerable frente al omega y su orgullo alfa no se lo podía creer.
— ¿Me equivoco?
—No —respondió luego de un rato, sin cambiar la posición, esperando que no viera la cara tan patética que tenía ahora—. Tienes razón, yo lo escogí para ella y fue extraño verte con él.
— ¿Me dirás ahora que eres de ella?
—Actualmente, su compañero de trabajo —hizo una mueca y se sentó en la cama, dándole la espalda aún—. Pero hace diez años, en el mismo lugar donde Lakshmi se casó, yo me case con ella.
Yuri agradeció que no lo viera porque la expresión de sorpresa que estaba en su cara probablemente le ofendería, y no era porque le horrorizara o algo, sólo que la idea de dos alfas juntos era...extraña.
—Éramos jóvenes, vulnerables, la idea del amor era atractiva y en se lugar donde no nos juzgaron por lo que deseábamos hacer, nos permitimos cumplir un deseo que tal vez nunca debió ocurrir.
Bajó la mirada, escuchando atento sus palabras, entendía de alguna manera, recordaba lo difícil que había sido poder llegar a los brazos de su madre y las historias que sus padres le contaban sobre como su padre había rechazado a la omega más hermosa por un simple beta. Pensaba sobre todo que su madre se había negado a entregarlo como cualquier pedazo de carne por la simple idea de que él debía estar con quien amara. Suspiró, el amor era...extraño.
— ¿Por qué se separaron? —preguntó entonces, más curioso que antes—, por lo que oí...ustedes parecían el uno para el otro.
—No deberías preguntar asuntos tan personales.
—Vamos a pasar un año juntos, es un poco molesto cuando se siente la incomodidad entre ustedes, es obvio que por eso me cuidan por separado.
Otabek se giró y miró al omega, con una ceja arqueada.
— ¿Te han dicho que eres demasiado directo?
Asintió como si nada, regalándola sonrisa que buscaba molestarle más, aunque no llegó a sus ojos.
—Hace dos años tuvimos una misión en Paris, me descuide un segundo y las cosas salieron mal —suspiró y se sobó las sienes, volviendo a darle la espalda—. Ella perdió a nuestro hijo y entonces dejamos que la culpa nos consumiera.
Yuri no supo si sus manos comenzaron a sudar por el calor o por descubrir lo delicado del asunto.
—Así que nos separamos por la paz y fin de la historia, si estamos juntos en esta misión es porque nuestro superior nos asignó, no porque hayamos querido.
Se puso de pie y se acercó a la cama, sentándose en la orilla a una distancia considerable, su corazón latía muy rápido y no entendía por qué.
—Pero aún deseas algo con ella, ¿cierto?
Silencio. El omega no supo si lo estaba ignorando por hacerlo hablar de algo tan personal o por que simplemente se había fastidiado.
— ¿Soy tan obvio?
—En realidad no, para ella, yo si lo he notado porque estas a la defensiva la mayor parte del tiempo —se acercó un poco, probando sus límites—, no le tengas miedo, ella parece haberlo olvidado.
Otabek suspiró y se puso de pie, girándose para verlo de frente.
—Yuri, no te ofendas, pero no tengo ganas de hablar sobre esto ahora.
—Está bien —alzó las manos y se levantó para caminar al balcón—. Sólo...ten en cuenta que estas atrapado con ella por un año, en algún momento tocarán el punto, no pueden evitarse por siempre.
—Ya veré —se pasó una mano por la nuca y suspiró cansado—. Lamento si te pone incómodo, pero al menos ahora que sabes porque espero que puedas soportarlo.
—Ya veré —respondió de la misma manera.
El lobo relajó un poco la postura defensiva que había adoptado y se tiró sobre la cama nuevamente, esperando relajarse un poco y olvidar la charla tan incómoda que había tenido.
La mirada de la muchacha se paseó entre el alfa y el omega, desde que había llegado que el ambiente estaba así de incómodo y tenso entre ellos dos, pensó en preguntar si pasaba algo, pero se arrepintió casi en seguida porque no quería saber si habían matado a alguien por accidente o algo. Llegaron al aeropuerto a las seis de la tarde para poder tomar el vuelo siguiente para Atenas, a partir de ahí dejarían los aviones y se dedicarían a ir por tierra.
Yuri parecía más complacido con sitios menos desérticos y más turísticos, sin mencionar que había exigido que le llevaran a dónde él había planeado en un principio, sería complicado pero el pobre omega merecía una compensación por ser arrastrado sin su consentimiento.
Se sentó en medio de sus dos acompañantes notando que ambos parecían más interesados en la gente que revoloteaba por el lugar a dirigirse la palabra de alguna manera.
— ¿A dónde quieres ir primero, Yuri? —preguntó tratando de llamar su atención, pues el berrinche parecía más grande que el que había hecho en su casa.
—Quiero ir a Viena —murmuró viéndole de reojo—, luego Munich, Venecia, Milán y luego tal vez Paris —dijo remarcando el último lugar, como si quisiera darle a entender algo al alfa.
Saoirse hizo una mueca, aprovechando que ninguno lo veía y suspiró. Paris, seguramente ahora sabía algo que ella hubiera evitado.
—Está bien, podemos pasar un tiempo en esos lugares, aún nos quedan once meses para poder escoger —jugó con sus manos y suspiró, tratando de no darle importancia a todos los pensamientos que habían surgido de repente—. Ahora, ¿podrían tratar de actuar como pareja y no como niños?, sólo soy niñera de uno de ustedes.
Otabek se puso de pie, ignorando por completo a la loba que sólo le vió adelantarse para abordar. Se mordió el labio y con una sonrisa forzada le indicó al felino que le siguiera, se sintió culpable por todos los recuerdos que la invadieron y se decidió a darle fin a todo eso por las buenas en cuanto tuviera oportunidad...después de todo, no iba a dejar que su antiguo mejor amigo -que era un idiota a veces, pero así lo quería- dejara escapar a su pareja destinada.
"Artículo 1. A) Un omega debe comportarse siempre respetuoso con sus padres, nunca alzarles la voz y obedecer ciegamente a todas las ordenes que le den. B) Los padres son los que se encargaran de que el omega cumpla correctamente con sus obligaciones en todos los aspectos de su vida, si un omega falla, los padres han fallado también. C) Un omega tendrá las libertades que sus padres le den, tomar decisiones propias antes de la mayoría de edad está prohibido.
D) El quebrantar este artículo implica un castigo público para los padres y el omega indicado en el apartado 30-A-1 de la sección de castigos y restricciones del omega"
Protocolo de comportamiento y etiqueta para omegas de ascendencia oriental.
Autor original: Dahana Padma Raj
Octava edición, año XXXX.
Fragmento "Sobre los deberes con los padres"
Aprobado por la UOR (Unión Oriental de Razas)
Actualmente en revisión.
Hey y'all!
Lamento mucho la tardanza con este capítulo, pero finalmente ando acá :) espero que les guste y no me peguen xD
Tengo algo que contarles! Aunque seguro ya lo notaron pero meh xD
Este fic junto con Myth participarán en los Vkusno Awards, la verdad no quería inscribirme porque esto de los concursos me llenan de pánico XDD aunque sean chiquitos y de todas formas nunca gano nada pero dije, meh, que pierdo si ya tengo el no? Así que...deséenme suerte xD y gracias por dejarme compartirles esto xD necesitaba decírselo a alguien~
Gracias por leer, votar y comentar, aprovechó para invitarles a leer Real Challenge (otapliroy) y a que participen en Message (Otayuri) la última es una historia interactiva :3 ustedes deciden el destino de los bebus~
Lof, smooches y galletitas para ustedes!
Rave (◡‿◡✿)
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