Marco

Dicen que uno no recuerda las cosas si no recuerda lo que sintió cuando las vivió que ningún recuerdo es claro...no se si esto haya pasado como lo voy a contar pero recuerdo el sentimiento eso es seguro, miedo.

Mi mamá se había estado sintiendo mal por meses, creíamos que eran los golpes de papá, tenía un dolor que no la dejaba hacer nada, dejo de ir a las juntas con los nobles por ello.

+6 años antes Republica Stella

-Marco rápido no tenemos todo el día-Mi papá

Aire en mi rostro y un cielo gris, clima común en Stella, apenas se ve el sol, invierno en Stella es un remolino de desastres naturales.
Subo al auto en ese momento mi vida era diez veces menos compleja, solo era una consulta de mamá al médico que era lo peor. En mi mente de diez, lo peor era una fractura, no lo sé la muerte no estaba en mi vocabulario, Cáncer tal vez hasta lo que sabía lo que mi mamá tenía muy seguramente no era cancer.
El camino de casa al hospital fue silencioso, largo y oscuro, muy poca gente se atrevía a salir de sus casas en invierno, apenas habían carros, apenas habían personas, no sabía que era el día que me haría conocer la muerte y el dolor como nunca antes, solo era un niño, solo era un niño y nada mas, no sufría y no sentía el vacío que siento ahora, ese día lo conocí, conocí lo que era sufrir de verdad.

El hospital era privado, blanco de esto no recuerdo mucho más, recuerdo frío, recuerdo paz y silencio, recuerdo poco de estar allí sentado, solo había silencio. Mis padres entraron a la clínica y nos dejaron solos, cuando salieron mi mamá llevaba una cara de miedo, luego en casa nos explicarían que mamá estaba muy enferma y que no saldría ya más de casa a menos que fuera necesario, que tenía fibromialgia en una etapa grave, todos teníamos miedo, la única persona que evitaba que nuestro padre nos matara a golpes estaba débil, débil e incurable, ya no había quien nos defendiera.

Recuerdo escuchar llorar a Diana en la noche, pero no dije nada ella siempre ha sido una chica fuerte, recordarle sus debilidades no es una buena idea, la mañana siguiente mis padres salieron temprano y Austin nos llamo a los tres al comedor.

-Tenemos que hablar, chicos-parecía preocupado pero para mi en ese momento sólo era un mal sueño

-Carlo y yo hablamos ayer-saltó Di

No lo sabia, me habían echo a un lado.

-A partir de ahora vamos a obedecer-Carlo le siguió a Di

-Yo iba a decir que en primero, antes nosotros que mamá, ella está enferma y todo podría matarla-

Sentí como la ansiedad se filtraba por mi, veía todo más oscuro, sentía el aire más pesado sentía como me era más difícil respirar, hasta ese día mi madre y mi abuela eran pilares en mi vida me hacían mantener la calma siempre, me tenían en paz, tuve encuentros con la autolesión y la ansiedad desde que era un niño pequeño, yo no sabia porque me hacía eso solo no tenía control sobre mi mismo, lo hacía porque era lo que conocía, lo que conozco, el dolor siempre fue parte de mi vida siempre estuvo presente, mi papá siempre me ha dicho que lo primero que un hombre debe conocer es el dolor porque jamás debe demostrar lo mucho que duele lo mucho que uno sufre, la regla número uno cuando solo era un niño la única regla que tenía era no llorar, porque cuando grande no podría soltar una sola lagrima sin recibir un golpe que dolería el doble que el anterior .

Recuerdo la puerta de mis papás abierta, recuerdo las pastillas de mi mamá al alcance de mis manos, recuerdo mis manos en el frasco frío de vidrio, recuerdo el frío entrando por mi ventana, recreciendo mis manos con las 10 pastillas para dormir, recuerdo un escalofrío en mi espalda, recuerdo estar temblando de pies a cabeza y recuerdo el sudor en mi frente, recuerdo haber tenido muchísimas ganas de vomitar, pero no había comido en todo el día y era imposible, recuerdo sentir sufrimiento como nunca antes, supongo que morir no puede ser fácil, tener un placer así no puede ser así de fácil de conseguir.

Nada tan bello como la muerte se consigue sin sufrir.

Desperté en la cama blanca de un hospital solo sin nadie, ningún sonido, solo el monitor que estaba a mi lado, tenía oxígeno y un tubo saliendo de mi brazo, un botón blanco cerca de mi mano, trato de incorporarme y siento como el contenido de mi estómago sube a mi boca y vomito sobre la cama, presiono el botón blanco mientras me limpio la boca con el reverso de mi mano, entro una enfermera y se me acercó de inmediato a ayudarme a limpiarme.

-Querido, que bueno que estás despierto, te voy a pasar el basurero porque esto va a seguir toda la noche-la enfermera tenía una voz muy dulce

-¿Que hora es?-pregunté

-Las ocho de la noche, pero será una noche larga, mañana va a venir un psicólogo a hablar contigo así que trata de descansar-me dijo con una sonrisa

-¿Y mis papás-dudo un segundo de lo que voy a preguntar- están aquí

-Ay niño, tú abuela está aquí en la sala de espera, tu papá te trajo y se fue-

Trague saliva, sentía como las lágrimas recorrían mis mejillas sentí como el vacío de mi pecho era cada vez más grande.

-¿puede pasar?-

-La hora de visita ya paso, pero voy a ver que puedo hacer por ti- sale de la habitación cada segundo que pasaba me sentía peor.

El echo de saber que a mi padre nada de esto le importaba me ponía mal de por si, me hacía sentir dolor, pero no sabia donde solo me dolía todo y nada a la vez, me hundía en un vacío en el que es sufrimiento no me dejaba en paz, un peso que me dolía demasiado.