Marco

Aquí empieza mi más grande pesadilla la que me a causado tanto daño la astilla de la que no me puedo deshacer, esto que me quema cada día de mi vida, que se repite en mi mente como la película de terror mas espantosa que haya visto, mi mamá echa pedazos, yo soy el culpable y no puedo hacer nada, porque solo soy un cobarde, solo me comporto como si no pudiera hacer nada cuando podría seguir el ejemplo de Carlo y evitar los problemas pero no entiendo como lo hace, como hace para ser el hijo perfecto y el hijo que mi papá quiere, al que a él le gustaría dejar en el trono, solo soy un cobarde, no mucho mejor que Carlo y Austin, un cobarde peor que mi padre, soy un maldito cobarde y no puedo hacer nada por mi mamá porque tengo miedo, porque me comporto como un niño, cuando ya no lo soy ni debería serlo, su enfermedad la está matando, y deberíamos ser nosotros los que la cuidáramos, debería ser yo el que la defendiera, pero solo soy un niño tonto el mismo que e sido toda la vida un perdedor.

-Les hare esto a ustedes como se atrevan a ayudarla-

La voz que persigue mis pesadillas mi papá, si aún puedo llamarlo así le da una última patada a mi madre en el abdomen y pasa entre nosotros, Diana siempre a sido la valiente la que rompe las normas, corre de inmediato hacia mi mamá y la abraza, la trata de incorporar mientras yo sigo paralizado, ante lo que tengo frente a los ojos.

-Esta bien todo esta bien niños-Se pone de pie-tenemos que ir a una cena

-¡Mamá!- grita Diana

-Te traje esto- abre su mano y hay dos pastillas azules.

Siento una mano sujetando mi brazo justo en el momento en el que Diana cierra su mano ocultando las pastillas.

-¡No acabo de decir específicamente que no ayuden a su madre, si una orden y ya saben que mis ordenes se respetan, Diana las pastillas ahora aquí!-

-No, son para mi mamá ella lo nece-

Carlo la interrumpe-Cállate y dáselas-

-Pero Carlo-

Mi papá hace a un lado y se acerca a darle un bofetada, me siento un espectador en todo esto, no se porque pero no puedo evitar proteger a mi hermana y las palabras salen solas

-Papá, yo le di las pastillas a Di-

Me preparo para sentir su puño golpeando mi cara y llega, me duele y desde ese primer impacto siento el líquido caliente que corre de la comisura de mi boca, no hago nada por defenderme ni emito ningún sonido, impacta de nuevo, aprendí desde pequeño a quedarme en silencio cuando es debido, a no replicar a no quejarme, a soportar el dolor en silencio.

-Como te atreves a desafiar mi autoridad-me grita- largo todos largo de aquí ahora

Mis hermanos obedecen jalando a mi mamá que intenta quedarse a ayudar, de un empujón me tira al suelo, me siento...indefenso, perdido, solo, y así es como estoy no puedo defenderme porque será peor y no puedo gritar porque seré silenciado por la fuerza de su puño, que mas puedo hacer si no es soportarlo, no se cuantas veces me pateo ni cuantas veces me dio un puñetazo, solo desearía no estar aquí pero es lo único que conozco como forma de castigo sea justo o no, me duele todo, me duele el alma y me duele el cuerpo, pero mi hermana no iba a soportar eso, inconscientemente las lagrimas empiezan a rodar por mis mejillas, trato de incorporarme cuando una mano me da una cachetada, el dolor y el golpe me impiden incorporarme, Di no va a sufrir esto, solo siento el dolor pero no puedo hacer nada, me siento traicionado y perdido, no lo entiendo después de dieciséis años.

-Sopórtalo, si siguieras las órdenes que se te dan, Marco, los hombres no lloran, párate y vístete que tenemos algo importante hoy cierto, el dolor es natural-

Me incorporo y me seco las lagrimas, entro al baño y me veo la cara es un desastre tengo sangre cubriéndola, me lavo la cara con agua fría, duele, me sangra la nariz y tengo los golpes que Javier me dio ayer más los que mi padre me dio hoy, me desabrocho la camisa del uniforme y tengo el abdomen lleno de moretones en el área del las costillas es más evidente pero no puedo hacer nada en menos de una hora debería estar en casa de Eva, lo que si puedo hacer es disimular, subo al segundo piso y entro a mi habitación, jeans negros, camisa negra para que de ninguna manera se vean los golpes y saco informal que no es una gala.
Entran Julieta mi nana y Diana con hielo.

-Perdóname hermano-

Se acerca con el hielo

-Ábrete la camisa que no creo que esto allá sido todo-

Obedezco y Julieta me pone el hielo sobre los golpes del abdomen y la cara

-Deberías defenderte hijo, fuerza no te falta Marco-

-Ya se Julieta pero si no soy yo es mi mamá y ademas, que me defienda una vez lo que voy a ganar con eso que me vaya peor-

-Perdón hermano esto es mi culpa, debía ser yo-

-No debería ser nadie hija, tú padre está enfermo, esto es demasiado, esto es abuso, deben cuidarse entre ustedes-

Se que mi pregunta va a sonar a la de un niño herido pero igual la hago Julieta siempre a contestado a mis preguntas de la forma más honesta y buena.

-¿Que se siente tener un buen padre Julieta, que se siente tener un padre que te quiere?-

-Hay hijo, eso es una pregunta que no te puedo responder, tú no elegiste a tu padre y si el hace lo que hace no es tu culpa-

-No respondiste mi pregunta, es más una mejor, ¿porque mi papá no nos quiere?-

-Hijo el es egoísta bien se le subió el poder a la cabeza, vístete que se va a enfadar más, ya los dos-

Bajo y mi mamá hizo un trabajo excelente con su maquillaje no se nota nada de los golpes lleva un vestido manga larga y cuello redondo lo que tapa cualquier otro golpe que pudiera tener el vestido es a la rodilla y se ven algunas partes rojas en la parte baja pero nada que no le pueda buscar excusa, mi papá va muy similar a mi solo que en azul, Austin y Carlo llevan tirantes y camisa blanca, y Diana un vestido corto u cerrado de arriba color verde, que ironía parecemos la familia ideal, como una casita de muñecas, la familia perfecta, todo se ve tan bonito, como una linda caricatura para niños.

-Vamos al auto-

Mi familia a decir verdad es fan de los jeeps mis papás gastan mucho dinero un viajes, los jeeps son grandes en general y somos 6 personas en la familia así que tenemos 15 modelos diferentes de años diferentes, pero por el mundo, aquí está el compass negro, subimos al auto y nadie dice nada.

-¿Iran a Florida en invierno?- pregunta mi mamá

-No, vamos a ir los seis a Grecia, nos invitaron a conocer al nuevo presidente y más vale estar allí-

Silencio de nuevo, todos están en sus teléfonos saco el mío y solo hay un mensaje de Eva

EVA
*Hola, ya vienes?*

-*Si ya*-

Contesto, no me siento bien y estar en el auto me esta mareando.

El camino es algo largo cuarenta y cinco minutos sin tráfico

El castillo es bonito tiene 50 metros de jardines de rosas roja en el frente, según se las planto Maria, la entrada es grande y tiene 6 espacios para estacionar a cada lados de la puerta, nos bajamos y me doy cuenta de que nos golpes no fueron tan inofensivos, me duele el estómago y siento como se me regresa la comida, pero como me atreva a vomitar frente a mi papá en estas circunstancias me ganó otra golpiza.

-¿Estás bien? -Me pregunta Austin por lo bajo

-No, creo que voy a vomitar, me duele- se que me entendió porque iba a vomitar y porque me dolía

-Espera y vas al baño, que papá no se de cuenta-

Nos estacionamos y cada vez me siento peor, bajo del auto y me sujeto de la parte de arriba para no caerme y enojar a mi papá, no me conviene.

Entramos y ya están allí esperándonos Harry, Maria y Eva, nos acercamos saludamos, el saludo con Eva es raro, es raro besarla frente a nuestros padres y es raro no besarla porque siempre es así, nos llevan al comedor y todas las personas en la habitación se sientan.

-Voy al baño-digo y me paro no quería escuchar nada acerca de a que o para que, tampoco verle la cara de preocupación a Eva

Cierro la puerta y me siento en el piso, me siento mal y me doy asco, me doy asco por cobarde por ser un maldito cobarde, me da asco pensar que no puedo hacer nada, soy creyente pero dios nunca me a echo el maldito milagro de quitarme el sufrimiento de encima, así funciona todo esto por más que reces por clemencia de Dios el no va a a hacer nada, como ahora, pero no se que más hacer, solo se rezar, porque no tengo fuerza emocional para discutir y no gano nada defendiéndome a  golpes, orar solo nos hace creer que somos más fuertes y qué hay algo superior que nos protege, qué hay alguien que nos quiere alguien a quien le importamos, una persona para la que somos importantes.

Salgo y es tan dificil fingir que me siento bien que no me asqueo de mi mismo ni de mi familia presuntamente perfecta, Eva entiende eso pero su familia tiene uno que otro trapo sucio a la vista de la gente, en la mía no, todo lo qué pasa dentro de casa se queda allí, todo de allí en fuera es perfecto, es vivir en una película de Disney donde la gente se casa y viven felices para siempre, los amigos de mis padres dicen que son la pareja perfecta, le preguntan a mi padre como hace para después de años seguir amando a su esposa, pero todo es un engaño una jodida mentira, el no la ama y nunca lo hizo, la controla y la usa a su gusto.

-¿Marco este año si vas para capitán?-pregunto Maria

-No yo no sirvo para capitán, eso no es lo mío-

-Y así como vas a ser rey-se burla Thomas

Me empiezan a temblar las manos siento la mirada de todos en la mesa, ser el centro de atención no es mi fuerte menos si no puedo insultar, no contesto porque no se que decir fue un golpe bajo. Maria trata de arreglar el error de su esposo.

-Seguro que cuando ya se enfrente a eso, el aprenderá, yo no sabia como ser reina cuando empecé-

Gracias María pero en la mesa todos sabemos que ser reina siempre fue lo suyo, esa mujer nació para gobernar y siempre lo e pensado

-Si, eso espero- contesta mi papá

-Asi será- dice Eva, ella siempre esta para defender a quien lo necesite como su madre eso de ser reina es su vocación-¿cierto amor?

-Si, supongo-

-Marco tus hermanos los dos son capitanes de algo deberías aventurarte- insiste Thomas esto es por lo de anoche

-Supongo pero realmente no es lo mío-

-Y así quiere ser rey- Thomas suelta una carcajada se está dando gusto por lo de anoche

-Y será un gran rey Thomas-Dice Maria con calma pero una cara que me demuestra que ya la harto

-Mi hijo va a mejorar eso seguro-dice mi madre lo más tranquila posible y con una sonrisa, confía demasiado.

No escucho mucho de los temas que siguen, aunque nadie me vuelve a mencionar en toda la velada, logro captar un par de cosas el partido, los equipos de mis hermanos y sus calificaciones, la comida de la cocinera de Eva, la enfermedad de mi madre se alarga un poco y claro María tenía que presumir sus jardines, pero se que mi papá está enfadado por la discusión del inicio y lo de la tarde se va a quedar corto con lo que va a pasar cuando lleguemos a casa mi padre finge su risa pero es experto en eso jamás te darías cuenta a menos que seas parte del teatro que se monta una vez salimos de casa.