The Red Queen
-¡Ki!-
Chishiya grito el nombre de su novia con desesperación. Su cuerpo se habia hecho hacia delante obviando sus propios dolores con intención de llegar a ella. Con ambas manos en sus hombros y a centímetros de su rostro, la movió suavemente de un lado a otro para que volvería en si. No se vio capaz de traerla de vuelta tan rápido como pensó, y eso comenzaba a preocuparlo.
Esa era la primera vez que se alteraba por algo de su entorno. Toda la paciencia que siempre tenia en su cuerpo a la hora de moverse por el mundo, finalmente habia desaparecido. No era porque le preocupara su propio estado, sino porque Akira estaba sufriendo y él no sabia como frenar su dolor.
La chica a su lado parecia estar viendo un montón de escenas pasar por delante de sus ojos que llevaban su mente a la locura. Jamás pensó que cualquier palabra que Mira dijera tuviera algún efecto en ella. Pero la comparación de ser igual a su familia fue demasiado para ella. Porque por única vez en su vida se dejo llevar por lo que otros decían de ella.
Su mente viajo a su vida antes del Borderland, recordando las interminables horas que pasaba en el interior de ese hospital. Todo, para demostrar que ella no poseía nada malo en su interior. Que todas las especulaciones sobre su persona eran falsas, y que solo se trataba de la falta del cariño fraternal.
Se vio en su camilla designada jugando con un cubo Rubik mientras miraba a las enfermeras con ojo critico. Recordó como se sentía estar completamente sola en esa aburrida habitación blanca y lo mucho que le molestaba el silencio. Así también como las palabras llenas de pena de algún que otro medico que pasaba por el pasillo.
También se encontró a si misma sentada en la escalera de su propia casa, esperando porque su madre hiciera acto de presencia. Al menos por un par de segundos que le dieran la oportunidad de tener una pequeña interacción con ella. Porque al final del día, no importaba cuando odiara el trato que recibía, esa mujer era lo único que supuestamente le quedaba.
Y finalmente se vio a ella misma, petrificada en el medio de una habitación que conocía muy bien. Frente a ella vio pasar desde la sala del hospital hasta su departamento. Pero aun peor, seguido de esos vacíos espacios, se encontró con todas las arenas de juego que alguna vez se anoto. El Arcade, la tienda de pasteles, el parque de diversiones, el edificio e incluso la prisión. Todo estaba ahi, pasando frente a sus ojos en un solo minuto.
Porque eso era todo lo que necesitaban.
Un minuto.
-Ki, solo escúchame- una voz masculina resonó cerca -No importa lo que diga Mira, tu no eres como él. Yo se que no es así, y se que muy en el fondo tu también lo sabes-
Su novio parecia ir con todo para hacerle entender.
-Eres asombrosa, Akira. Y no necesitas de un tonto estudio para saberlo- Shuntaro continuo con tono suave -Desde que entre a ese asqueroso hospital, todo en lo que he podido pensar, es en ti. Y no porque te viera como alguien a quien analizar... -
Esa era la primera vez que lo decía en voz alta.
Pero sus palabras eran ciertas. En el viejo mundo no le atraía porque fuera alguien anormal a la que podía estudiar. Le interesaba porque era la única persona que logro romper hasta sus mas duras barreras. Akira podía ser demasiadas cosas a los ojos del resto. Pero a los suyos, era solo una chica que adoraba con todo lo que habia dentro suyo sin importar como fuera o actuara.
Él la queria por como era.
Y eso era muy valioso.
-Solo vuelve a mi, Akira-
Eso fue todo lo que Nakamoto necesito.
Las palabras de Chishiya habían impactado en su mente muchisimo mas de lo que parecia. Las imágenes que la atormentaban simplemente comenzaron a desaparecer cuando la presencia de su novio se hizo aun mas marcada que antes. No solo lograba escuchar su voz, sino que también podía sentir como su cuerpo estaba a centímetros del suyo.
Ella no era igual.
Y Akira se repitió esa frase varias veces en ese pequeño minuto de descuido. Lo hizo hasta que se lo creyó. Pero mejor aun, la dijo hasta poder comprender que era cierto. Normalmente si iba sola en contra del mundo. Peleaba por y para si misma de la manera que mas le gustaba porque no habia nadie mas que lo hiciera por ella.
Por esa razon era como era. Porque no tenia un apoyo estable que le dijera que todo estaría bien. Que estuviera ahi a cada momento que lo necesitara sin importar la razon. Nunca habia conocido a alguien que pudiera entenderla por como era.
O al menos no hasta ese momento.
Ahora tenia a alguien. Y ese alguien estaba diciéndole que no le importaba como actuaba o la forma en la que se movía por el mundo. Le dijo que no tenia ninguna condición mental, y que incluso si la tuviera, él se hubiera quedado con ella sin importar nada.
Y eso era suficiente.
-Akira... acabemos con esto- Mira interrumpió sus pensamientos -Solo debes decir que deseas terminar con esto y el juego acabara-
Nakamoto solo comenzó a reír.
Su cuerpo se hizo una vez mas hacia delante, apoyando ambas manos sobre la mesa. Su cabello se movió de un lado otro ante las suaves carcajadas. Y sus ojos brillaron como nunca antes ellos lo habían visto. Ese par de joyas que demostraban la cantidad de odio y resentimiento dentro de ellos, ahora miraban con fijación a su contrincante. La misma mujer que se hizo levemente hacia atrás al notar la determinación en ellos.
Incluso Chishiya, quien se alejo de ella, se sorprendió por el gesto. Su novia parecia a punto de quebrarse en miles de pedazos minutos atrás. Y ahora se encontraba riendo como si nada malo pudiera pasarle. Pero aunque se preocupo por ella, también comprendió que lo tenia todo bajo control.
No sabia si eran sus palabras o ella misma. Pero su novia logro volver en si, finalmente notando sus alrededores. Ya no se vio a si misma dando vuelta en los hospitales, tampoco sentada en las escaleras de su casa intentando llamar la atención de su madre. Todo lo que veia ahora, era a el muchacho a su lado dándole una leve sonrisa que ajusto sus inquietudes.
Eso era todo lo que necesitaba.
-¿Por que acabar lo que todavía tiene mucho potencial?- Akira sonrió en la espera de alterar a su contrincante -Mira... tu bien sabes que yo debería haber perdido en aquel juego de corazones al que me enviaste-
Nakamoto cambio el rumbo de la conversación al recordar la arena que debía entrar con Niragi. Pero ella hizo un cambio a ultimo momento y entro en soledad. Y a pesar de que no lo entendió en un primer momento, solo le bastaron un par de horas para comprender lo que Mira deseaba hacer con ellos.
La mujer fue quien señalo las posibles arenas de corazones en la zona, enviando a los supuestos mejores soldados para ganarla con facilidad. Sus vidas iban a terminar esa misma noche porque Mira así lo queria. Pero Akira burlo a la muerte y salió victoriosa junto con una de las cartas mas poderosas en ese mundo.
Así descubrió quien era esa mujer.
-Oh si... lo recuerdo muy bien- la Reina de corazones intento reponerse -Yo cree ese juego especialmente para ustedes. Eran muy unidos... y tenia que asegurarme que no pasara a mayores-
Mira sabia que si dejaba a esos dos un poco mas, lograrían cosas terribles. Y si no fuera porque existía alguien aun mas peligroso de quien preocuparse en la vida de Akira, tal vez habría sido capaz de llevar a cabo su plan. Estaba claro ahora que todas las alianzas que esa muchacha creaba eran sumamente peligrosas.
Tanto para si misma como para el exterior.
-Pero te salió mal- Nakamoto dijo con falsa pena -Porque Niragi no entro conmigo y yo logre sobrevivir-
-Me impresionaste demasiado-la mujer asintio con sinceridad -Y debo admitir que si me salió mal. De haber sabido que Chishiya era muchisimo mas importante para ti...- ella sonrió con malicia -Lo habría dejado ir contigo en su lugar-
Pensó que Shuntaro no la habría dejado sola.
-Tampoco hubiera funcionado- el muchacho se encogió de hombros -No entramos a juegos de corazones cuando sabemos que no vamos a ganar-
Por esa razon estaban con ella.
-No estamos aquí porque queremos tu estúpida carta. No cuando ya tengo la mía hace mucho tiempo- Nakamoto recordó el papel guardado en el interior de su brasier -Solo entramos a esta arena porque sabia que tu estarías aquí, esperando por mi-
-Es un poco presuntuoso de tu parte, ¿No lo crees?- la mujer la miro inexpresiva -Pero no espero menos de la Reina Roja-
-Es un buen apodo el que me dieron- Akira sonrió con fingido alago -La gente aquí dentro sabe lo buena que soy en juegos de corazones... ¿Y quien sabe? Tal vez mejor que tu-
-¿Te seguiría esa gente si supiera lo que eres?-
-¿Y que soy según tu?- Nakamoto elevo una una ceja -No, no importa. No es necesario que me respondas, yo lo hare por ti-
Mira intento dar otro comentario en contra de eso siendo interrumpida por su oponente una vez mas. Akira estaba dando todo de si para hacerle entender un punto sumamente importante que jamás tuvo en cuenta al meterse con ella.
-No soy como mi padre- dijo con convicción en sus palabras -Tal vez me parezca muchisimo a lo que él solía ser, pero yo tengo algo que ese hombre solo soñaría con poseer-
Sus ojos fueron un segundo a Chishiya antes de volver a Kano, logrando que el muchacho crea entender a que se refería. Si tuviera la misma condición que su padre, entonces no seria capaz de sentir absolutamente nada por nadie. Y eso no es lo que habia demostrado en esos meses dentro del Borderland.
-Yo si soy capaz de amar a alguien- Akira soltó eso con total sinceridad -No soy como él porque de otra manera jamás podría querer a Shuntaro de la manera en que lo hago- acto seguido se inclino en la mesa delante suyo -Pero sabes a quien si creo que me parezco... a ti, Mira-
Eso era nuevo.
-Familia toxica, amigos inexistentes, alrededores manipulables, mente quebrada por el odio- la mas joven comenzó a enumerar todo su pasado -Se que te identificas con todo eso de la misma manera que yo-
-¿Como podrías saber algo como eso?- Kano trago saliva.
-Porque somos parecidas- Nakamoto se encogió de hombros -Porque de haber estado en tu lugar tal vez habría reaccionado de la misma manera- mirarla fijamente la ponía levemente nerviosa -Claro que, jamás podría decir que somos completamente iguales-
-¿Por que no?- la mujer se adelanto también -¿Tienes miedo de descubrir la verdad?-
-Yo ya se la verdad- Akira no le dio importancia -Pero decir que tu y yo somos idénticas seria una mentira. Porque a pesar de entender porque haces esto, todavía hay una diferencia entre tu y yo
-¿Y cual es esa diferencia?-
Mira pregunto pero se hacia la idea de que era. Solo bastaba con analizar a la chica frente a ella con un poco mas de detenimiento para entenderlo. Akira habia sido atravesada en la vida por cosas que ella solo soñaría. Y una de esas cosas estaba sentado a su lado, aguantando su dolor físico -así como también mental- solamente para darle el apoyo que necesitaba.
-Cuando entre al Borderland solo jugaba por diversión-Nakamoto explico con todo el tiempo del mundo -Porque la adrenalina corriendo por mis venas me hacia sentir viva-
Le gustaba porque era diferente a lo que acostumbraba en su vida cotidiana. Antes todo lo que conocía eran familias rotas, una madre paranoica, y una camilla de hospital. No tenia nada por lo que vivir. Entonces solo quedaba aceptar lo que venia y sobrevivir un poco mas.
Eso quedo muy en evidencia cuando entro al Borderland. Ese pais en el cual podía hacer lo que quisiera cuando lo deseara era todo lo que alguna vez soñó. Pero tampoco ahi dentro fue capaz de encontrar un propósito mas que jugar en diversas arenas hasta completar el maso.
O al menos eso fue lo que pensó.
-Pero todo eso quedo en el olvido- Akira continuo con una sonrisa sincera -Ahora lo hago porque al fin tengo alguien a quien volver. Alguien que me dio un propósito en esta vida. Alguien que me quiere sin importar las consecuencias-
Esa era la única razon por la que eran diferentes. Nada mas y nada menos, porque Nakamoto si tenia un propósito para seguir viviendo un poco mas. En ese caso, una persona que siempre fue su soporte en la vida. Porque aun cuando ni siquiera eran una pareja como en ese momento, el muchacho habia estado con ella en cada paso que daba.
Y le tomo tiempo entenderlo.
-Tienes razon- Mira pestaño repetidas veces para frenar las lagrimas -No eres como tu padre... Pero tampoco creo que seas como yo. Eres tu propia persona Akira, y deberias estar orgullosa por quien eres-
La pareja se giro a verla con sorpresa, notando que se pudo de pie para posicionarse delante de ellos. Kano parecia conmovida con todas las palabras que habia escuchado sobre ellas. Pero el gesto que la llevo a ayudarlos, fue que noto lo mucho que esos dos se querían. Y que estuvieron luchando por ganar, no solo ahi dentro sino también en el exterior, por demasiado tiempo.
Y ya era suficiente.
-Esto es maravilloso- Kano susurro con dificultad -Ustedes lograron que me conmoviera. Así que terminemos este juego de una vez-
Akira se sorprendió ante eso, mirando en dirección a su novio sin saber como responder. Él solo le dio un pequeño asentimiento indicando que estaría bien, y esperando que ella terminara con la partida de Croquet. Mira parecia estar dándoles la oportunidad de sobrevivir a ese mundo en donde se descubrieron a si mismos.
Y no podían desaprovecharla así nomas.
Por esa razon Chishiya apretó con mas fuerza sus heridas, acomodándose para poder ver el final de ese parejo juego. No solo se trataba de su novia dejando ganar a Mira en esa tercera ronda de Croquet para darle un propósito lo que llamo tanto su atención. También se trataba de como su chica avanzo en la vida.
Él habia estado a su lado por mucho tiempo lo quieran o no. Y tal vez no eran tan cercanos en un principio. Pero era imposible negar cuanto se preocupaba por ella. Verla de esa forma tan rota y vulnerable le hizo comprender que los sentimientos que tenia eran reales. Pero escucharla decir esas cosas sobre él solo confirmo las palabras que se dijeron por primera vez antes de separarse un día atrás.
Él la amaba de la misma manera que ella a él.
-Ganaste Mira- Akira aplaudió suavemente -Felicitaciones. Sigues siendo la Reina de Corazones hasta el final-
-Fue un placer jugar contra la Reina Roja- la mujer dio un paso hacia delante -Jugaste tres sets sin retirarte del juego. Así que... te felicito también, Akira-
"El juego termino"
-Mira, no se si puedo irme así- Nakamoto también se paro frente a ella -Se lo que se siente estar sola... y sin nadie ahi para ti. Es terrible, y no quiero que termine de esta manera- la chica estiro su mano -Dejame quedarme contigo hasta el final-
-Eres un enigma realmente, Akira- Kano sonrió cálidamente -Y espero que jamás pierdas esta parte de ti al momento de escoger-
La mujer acepto el gesto, posicionando su mano sobre la de Nakamoto para estar acompañada en su ultimo momento. Pero también deposito dos pequeños objetos sobre su palma, cerrando el agarre para evitar que lo viera antes de que todo termine. Ella estaba muy convencida de que eso terminaría de la manera que todos menos lo esperaban.
-¿De verdad crees que pueda escoger como se debe?-
-No importa lo que elijas, querida- la mayor negó levemente para tranquilizarla -Estoy segura que iras por el camino que te muestra la verdad -le dio un apretón a su agarre antes de soltar levemente -Tu bien sabes que la vida es como un juego que siempre ganaras... Así que debes disfrutarla aun mas-
Sus palabras parecían tener algo entre líneas.
-Habríamos sido grandes amigas, Akira-
-Lo éramos, Mira-
La Reina de Corazones sonrió ante esa respuesta, manteniendo sus ojos en la sonrisa cálida que Akira estaba dando en su dirección. Ambas esperaron con paciencia a que el laser rojo terminara con todo el sufrimiento que atravesaron a lo largo de su estadía en el Borderland. Y por segunda vez dentro de casi toda su vida, Nakamoto dejo que una lagrima se escapara cuando Kano cayo delante suyo.
"Felicitaciones. Todos los juegos han terminado"
Akira parpadeo reiteradas veces sin ser capaz de moverse. Sus alrededores parecían mucho mas felices de lo que ella lo estaba. El dirigible de la Reina de Corazones no era lo único explotando a metros de su posición. Sino que también logro distinguir una enorme cantidad de esos bonitos fuegos artificiales que mostraban un magnifico espectáculo para aquellos que todavía estaban con vida.
-Estoy orgulloso de ti-
Chishiya dijo con tranquilidad, poniéndose de pie como pudo. Ambos estaban a punto de caer sin fuerza alguna. Pero se las habían arreglado para aguantar cada parte de ese juego como el par de reyes que eran. Obviando la sangre que perdieron, las personas que vieron morir, y ese maltrato psicológico que atravesaron.
-No se siente como una victoria-
Akira dijo lo mismo que el pensó al salir de su ultimo juego de diamantes. Ambos les habían enseñado lo mucho que sus vidas valían. Que solo ellos mismos tenían el derecho de decidir como querían vivirla. Y esa era una lección que jamás iban a olvidar, no importaba en donde terminaran luego.
"Ahora, los jugadores sobrevivientes elegirán entre dos alternativas"
Nakamoto soltó un suspiro agotador, esperando algo como eso. Pero no dijo nada al respecto, solamente donde un paso hacia atrás. Eso logro que su espalda chocara contra el pecho de su novio, quien la envolvió en un abrazo por detrás. No les importo que sus heridas dolieran ante ese pequeño impacto o que sus ropas se mancharan aun mas. Todo lo que querían era estar juntos en ese ultimo momento.
"Por favor, decidan si aceptar o rechazan
ser ciudadanos permanentes de esta tierra"
-Creo que ya saben la respuesta-
La chica murmuro abriendo la palma de su mano. Ahi descubrió lo que Mira habia dejado para ella, notando como dos perlas rojas brillaban como si fuera una estrella. Shuntaro repitió esos pasos y vio por sobre su hombro los pequeños aretes con forma de corazón que les recordaban todo por lo que pasaron. Akira no estaba segura de que significaba ese gesto. Pero presentía que era mas que un simple regalo.
Y que no le llevaría tiempo descubrirlo.
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