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El inicio de un imperio


"I had a one-way ticket to a place where all the demons go"


Akira estaba muy silenciosa.

Desde que entraron en ese juego, Chishiya Shuntaro habia notado como su mente iba de un lado a otro maquinando una salida. Sus ojos demostraban amabilidad a quienes la miraban unos minutos de mas. Su sonrisa era rota, como si hubiera atravesado un infierno para llegar donde estaban. Y su postura no demostraba otra cosa que no fuera miedo, determinando un punto muy importante. 

No encontraba salida alguna. 

Y si debía ser sincero, eso lo preocupo un poco. Porque si Akira no sabia que hacer en su palo designado, que quedaba para ellos. Por primera vez en lo que llevaban dentro del Borderland, Chishiya dudo de sus habilidades a la hora de jugar en una arena de Corazones. Pensó que era un buen momento para hacer alguna rara maniobra y al menos lograr que esa gente a quienes se enfrentaran dejaran de mirarla. 

Que iluso fue. 

-Es su turno señor- 

Nakamoto lo interrumpió con voz suave y temblorosa, logrando que el siguiente participante le hiciera caso sin pensarlo. Tomando la primera carta del maso, el hombre leyó las palabras en el centro para si mismo, asintiendo levemente antes de dar un paso hacia atrás. Era bastante claro lo que habia sacado. 

Chishiya elevo una ceja cuando su compañera dejo pasar a alguien por delante de ellos, esta vez observando con mas detenimientos sus pasos. Sus ojos quedaron prendados en la manera que Akira le sonreía al resto con ganas de alentarlos. O como les hablaba con una voz tan dulce que daban ganas de hacerle caso gracias al inofensivo tono. Así fue como se dio cuenta lo idiota que habia sido. No se trataba de analizar al resto de los jugares en esa arena de juego. 

Se trataba de fijarse en lo que ella hacia.

-Deberias pasar también- 

Akira estaba aprovechándose de que todo el mundo creyera que era una simpática muchacha que no rompía un plato. Dejaba que cada uno de los participantes eligiera una carta antes que ellos, para así tener oportunidad de leer sus expresiones. De esa manera, tendria al final, toda información necesaria para el intercambio.

Shuntaro recordaba las indicaciones de ese juego de corazones. Cada jugador debía tomar una carta del maso sobre la mesa, analizar su estrategia, y finalmente apostar antes de que la ronda finalice. Como cada arena en la que ingresaron durante esas dos semanas, las reglas eran muy sencillas cuando la escuchabas. Pero a medida que ibas despedazando cada oración, te dabas cuenta que era mucho peor de lo que aparentaban.

-Mi turno- Akira sonrió levemente -¿O tal vez quieres ir tu?- 

Nakamoto se giro a un muchacho de cabello negro que la miraba de arriba a abajo desde el principio con indecisión. Se veia bastante inteligente como para no caer entre sus juegos de manipulación. Pero parecia que no fue suficiente, porque al primer momento de recibir una sonrisa de su parte, el jugador numero siete la complació. 

-De acuerdo, me toca- 

Chishiya asintio en su dirección, dejando que tomara la ante ultima carta antes de finalmente repetir sus pasos y agarrar la ultima. Los dos se miraron por unos segundos, sonriendo el uno para el otro cuando estuvieron frente a frente y fuera del oído publico. 

-Sabes... -él comenzó divertido -Por un momento me preocupo tu estado-

-Yo sabia que te preocupabas por mi...- ella soltó una risa burlona mientras miraba alrededor -Pero pensé que tu no caerías ante mis encantos como cada idiota aquí dentro. 

O al menos como casi todos. 

Entre los veinte participantes que eran, algunas personas destacaban mas que otras. Un par de ellos eran adolescentes que creían firmemente que nada podía matarlos ahi dentro. Otros eran oficinistas demasiado asustados para dar el primer paso. Y otro tanto se trataba de gente que al parecer pensaban eran mas inteligentes que todos ellos. Para ser sincera, Akira sabia que solo dos personas ahi dentro -sin contarla a ella- merecían la pena ser salvadas. 

-Un consejo Shuntaro- Akira se acerco a él peligrosamente -Me gusta cuando me miran a los ojos al apostar- 

"Jugadores, es momento del intercambio" una voz metálica los interrumpió al hablar por uno de los parlantes "Jugadores 04 y 12, por favor den un paso a delante"

-De acuerdo- 

Chishiya murmuro guardando esas palabras en su mente mientras bajaba la capucha de su buzo para poder observar al resto un poco mejor. Ambos permanecieron uno junto a otro a un lado de esa vieja biblioteca con ojos fijos en la primera pareja. Sabían que podían llegar a estar horas ahi dentro si nadie se atrevía a apostar. Pero lejos de alterarse por la información, solo esperaron al momento en que todo se derrumbara. 

Porque ellos sabían que lo haría. 

"Jugador 04" la voz se escucho nuevamente "¿Desea apostar por su carta o permanecer con ella?"

-Va a quedársela- la chica susurro -Tiene un comodín- 

El hombre comenzó a temblar levemente denotando la buena carta que tenia. Era claro que no deseaba hacer intercambio alguno con la tímida adolescente delante suyo. Por lo que solo fue cuestión de tiempo para que gritara su respuesta demostrando que los pensamientos de Akira eran correctos desde un principio. Tal vez ella no tenían permitido ver la carta de los jugadores, pero estaba claro quien habia ganado. 

-¿Como lo sabias?- Chishiya la miro -No es algo que se note a simple vista-

-Para mi si lo es- ella sonrió con una expresión de tranquilidad -Mira su postura. Esta relajado, con una sonrisa ganadora, y además mira al resto de los competidores con superioridad- 

-Como si supiera que va a ganar- 

-Exacto- Akira asintio igualmente -Nadie tiene asegurada la victoria a menos que tengas una carta como esa- 

-Impresionante- 

Shuntaro le dijo con diversión mas no la observo directamente. Solamente se quedo mirando hacia delante, esperando por lo que sucedería luego. Ambos llevaban un par de semanas como integrantes de Borderland, por lo que estaban acostumbrado a los horrores de ese mundo. Mas parecían ser lo únicos, porque muchos de los participantes ahi dentro comenzaron a llorar con desesperación al ver ese laser rojo atravesar a la pobre muchacha. 

"Jugador 04 es el vencedor" el parlante recalco lo obvio "Jugadores numero 08 y numero 05, por favor diríjanse a la mesa" 

El proceso se repitió con cada uno de los presentes ahi dentro, tomando al menos una hora para que alguno de ellos fuera el siguiente. Pero ni a ella ni a Chishiya les importo demasiado al saber que de esa manera tendrían menos contrincantes. 

-¡Este juego no tiene sentido!- un hombre grito desesperado -¡Solo es cuestión de suerte y piedad!- 

-En realidad no- Akira se colgó del brazo del peliblanco -Las reglas no te prohíben hablar con tu contrincante- 

A pesar de que solo uno de los dos jugadores tenia la decisión final, su oponente podría intentar llevar la jugada a su favor al hablar. Solo debía convencer a la persona delante suyo de gritar esa opción que mas le favorecería. Un par de palabras dulces era lo que necesitaba. Era un juego de corazones después de todo. 

"Jugador 01 es el vencedor" la voz de siempre interrumpió "Jugadores numero 06 y numero 11 por favor diríjanse a la mesa"

-Buena suerte-

Nakamoto le sonrió a Chishiya aun cuando sabia que no la necesitaba. Porque el muchacho hizo lo que ella aconsejo y la miro a la hora de apostar. Pero de todas maneras sabia que ganaría sin importar las consecuencias. El numero que su oponente poseía era cuatro de corazones mientras que el del peliblanco denotaba el joker. 

Y el comodín estaba por sobre cualquier otra carta. 

"Jugador 11 es el vencedor" Shuntaro ciertamente quedo como campeón "Jugadores numero 07 y numero 12 por favor diríjanse a la mesa"

Akira choco los cinco con su compañero mientras prestaba atención a la mesa. No sabia porque lo hizo realmente, pero algo la llevo a negar en dirección al muchacho del numero 07. Tal vez vio algo en él que le gusto. O tal vez pensó que iba a servirle mas adelante. Fuera lo que fuera logro que el desconocido no apostara su carta y terminara como vencedor. 

Chishiya no se dio cuenta de esa interacción, solo del asentimiento que el de cabellos azabache envió en dirección a la chica. Así que simplemente se guardo el comentario, prefiriendo indagar una vez que estuvieran fuera de ahi. Por el momento solo necesitaban concentrarse en lo que el juego reparaba para ellos. 

Especialmente porque ahora le tocaba a ella. 

"Jugador 14 es el vencedor" ya no quedaba casi nadie ahi dentro "Jugadores numero 10 y numero 09, ustedes son los últimos de esta ronda"

Nakamoto camino hacia el centro, posicionándose delante de la mesa mientras miraba a la chica que era su contrincante. La saludo con amabilidad, recibiendo una mirada repleta de fuego. Parecia que su actitud no era muy apreciada. Mas no dijo nada, esperando que esa voz metálica indicara quien seria el apostador. 

Para su suerte, fue ella.

"Jugador 10... ¿Desea apostar por su carta o permanecer con ella?"

-Permanecer con ella- 

La mujer delante suyo se veia muy confiada en que ganaría con su Jota de Corazones. Pero Akira tenia algo mucho mejor en su poder, por lo que no fue ninguna sorpresa cuando el laser cayo en el centro de su sien, enviando a su contrincante al mundo de los muertos. 

"Fin de la primera ronda" los creadores les informaron "Es hora de la ultima fase donde aquellos que vencieron volverán a enfrentarse una vez mas"

Nakamoto dio vuelta de un lado a otro su carta, pensando seriamente en lo que haría luego. Los jugadores que quedaban eran buenos. No porque supieran lo que hacían, sino porque todos los números en sus papeles eran altos. Eso significaba que el verdadero juego estaba a punto de dar comienzo. 

Tanto ella como Chishiya permanecieron en silencio viendo como la segunda parte del desafío se llevaba a cabo con mas lentitud que antes. La cantidad de personas iban desapareciendo a medida que dudaban y sus nervios los traicionaban. Y para el final, solamente quedaban seis jugadores. 

"Jugadores numero 03 y numero 11 por favor diríjanse a la mesa"

Shuntaro termino por ganar al quedarse con su carta, demostrando que realmente tenia la suerte de su lado. Porque no solo logro conseguir el joker de una primera vuelta, sino que además le toco responder esa pregunta en ambas rondas. 

"Jugador 11 es el vencedor"  por supuesto que lo era "Jugadores numero 07 y numero 02 por favor diríjanse a la mesa"

Akira maldijo internamente al darse cuenta que ahora le tocaría enfrentarse al hombre que tenia un Joker. El mismo que la miro con diversión desde uno de los costados confiado de que ganaría sin importar la carta que ella tuviera. 

Pero la chica no le dio importancia, asintiendo en dirección al jugador 07 con intención de demostrarle que debía intercambiar la carta si o si.  Y a pesar de que dudo en un principio, él pelinegro confió en ella y cambio su ocho de corazones por el nueve de su contrincante. 

"Jugador 07 es el vencedor" Nakamoto se aseguro de que lo fuera "Jugadores numero 04 y numero 10 por favor diríjanse a la mesa"

Ella se dio cuenta que siempre quedo para el final de la fila, probablemente porque fue una de las ultimas en elegir su carta. Pero no le dio vueltas al asunto, posicionándose frente a ese loco hombre con una sonrisa de lado. Akira estaba muy segura que no iba a morir esa noche, y para ser sincero, su confianza preocupo a su contrincante. 

"Jugador 04... ¿Desea apostar por su carta o permanecer con ella?"

Akira no tenia tanta suerte. 

-Antes de que responda- Nakamoto dijo en esos cinco minutos que les daban -Tengo ganas de hablar contigo. Ya que podemos morir aquí, me gustaria confesar algo- 

-¿Tiene que ser ahora?- el hombre la miro incrédulo -Pero... supongo que puedo darte tu deseo porque estas a punto de morir- 

-Genial- ella no le tomo importancia -Porque iba a preguntarte cuales eran tus ultimas palabras-

-¿A que te refieres niña?- su contrincante se extraño -¡No hay manera de que ganes contra un comodín!-

Entonces si tenia el comodín. 

-¿Pero que pasa cuando los dos tenemos un comodín?- ella pregunto con falsa preocupación -Si eliges quedarte con la carta, entonces tal vez los dos perdamos...- 

-Eso no...- el mayor trago saliva -¿Es eso posible?- 

-Supongo que vamos a tener que averiguarlo- 

Akira sonrió con emoción en cada facción de su rostro, apoyando su carta sobre la mesa, pero sin mostrar el numero en ella. El hombre repitió sus pasos, temblando levemente mientras le daba vueltas a las palabras que escucho. No habia nada raro en ellas, tampoco un mensaje oculto entre líneas. 

Esa muchacha estaba diciéndole la verdad. 

Pero la presión que puso sobre sus hombros con una simple pregunta, desestabilizo sus ideas mas claras. Y tanto ella como los dos muchachos a unos metros notaron que el efecto fue mas negativo que positivo. Vieron como comenzaba a temblar, sudando baldes de agua fría ante el no saber que responder. 

-El tiempo se acaba- la chica le recordó con voz suave -¿De verdad quieres que sea así? Porque no sabemos que puede llegar a pasar con nosotros aunque ganes...- 

-¡Quiero intercambiar!- 

Los hombres eran tan fáciles de romper.

"Jugador 10 es el vencedor"

-¿Que?- el numero 04 se desespero -¡No! ¡No! ¡Se suponía que debía ganar!- 

Akira no se sobresalto cuando el hombre entro en pánico y comenzó a caminar hacia ella. No solo porque los dos muchachos detrás suyo estaban listos para ayudarla. Sino porque el laser rojo acabo con su vida antes de que pudiera siquiera tocarle un solo cabello.

Chishiya curvo sus labios con malicia en el exterior. Pero internamente suspiro aliviado ante el fin de esa situación. No podía negar que sintió el pánico cuando se dio cuenta que Akira iba a enfrentarse con el otro comodín. 

Un Joker estaba sobre la mesa y el otro entre sus propias manos. Nakamoto debía lograr que intercambiaran cartas si o si. Y como en ningún lado decía que no podían hablar a la hora de apostar, ella pareció hacer uso de sus preciados -y ácidos- comentarios. 

-¿Saben?- ella comenzó con tranquilidad -Tenia todo un discurso preparado sobre como debía intercambiar....-

Pero ni siquiera le dejo decir la mitad.

Eso no le importo de todas maneras, tomando ambas cartas sobre la mesa para darlas vuelta y revelar el contenido. El jugador numero cuatro si tenia un comodín. Pero de su lado poseía una Reina de Corazones en todo su esplendor. Si Akira no lograba llevar a cabo el intercambio, esa seria una historia completamente diferente. 

"Jugadores 07, 10, y 11 son los vencedores de este desafío"

"Felicitaciones. El 9 de Corazones ha sido completado"

-Que cínico de su parte- 

Nakamoto dijo con diversión antes de frenar delante del tercer muchacho que quedo con vida a parte de ellos. Según calculaba, el desconocido tenia la misma edad que ella, de cabellos negros como la noche, y una mirada que todavía no estaba tan rota como uno esperaría. Eso logro que sus labios se curvaran levemente, notando que podía hacer maravillas si usaba un par de lindas palabras sobre él. 

Akira iba a llevar a ese muchacho a la locura.

Y no de la buena manera. 

-No te ves como en el comienzo del juego -el desconocido le dijo -Ahora si pareces astuta

-Eso es porque si soy astuta- ella soltó una risa -Y estoy segura que nos volveremos a ver. 

Eso fue todo lo que dijo antes de ir en dirección a donde un curioso Chishiya la esperaba. Akira le sonrió como si no hubiera hecho ninguna maldad, enganchándose a su brazo para caminar en dirección a la salida. Los dos permanecieron en silencio desde que atravesaron la puerta de la biblioteca hasta que llegaron a la carretera principal. Donde lo ultimo que vieron fue la arena apagarse de golpe y a ese muchacho perderse por entre las sombras de otro camino. 

-¿Por que lo dejaste vivir?- 

Él se habia quedado con esa duda. 

-No lo se- ella se encogió de hombros -Solo tengo el presentimiento que será de utilidad. 

Chishiya nunca sospecho de quien se trataba. 

Pero Akira jamás confundiría a Niragi Suguru

Y así como ella lo recluto en ese juego de corazones, él fue en su búsqueda cuando ingreso a la playa. Esa fue la primera vez que Nakamoto se cruzo con Niragi, y fue suficiente para saber que debía estar entre sus filas de alguna manera u otra. Su ahora ex soldado haría que la voz sobre ese mito de la Reina Roja se expandiera por el Borderland casi sin quererlo. Porque estaba de mas decir que ese preciso momento, fue el comienzo de su tan aclamado apodo. 

La Reina Roja ya no era solo un mito.



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