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dangerous people


-Eso fue muy fácil-

Akira se quejo al salir de su celda y ver que todo el mundo estaba con vida. Sus ojos recorrieron el lugar mientras se acercaba a donde Chishiya e Ippei esperaban por ella, notando lo aburrido que su novio se veia. Intento con todas sus fuerzas no sonreír al darse cuenta que estaba igual que ella, pensando el gran parecido que ambos tenían. Solo un tonto podría pasar algo como eso por alto.

"La segunda ronda va a comenzar"

Los tres escucharon un pequeño sonido provenir de sus collares, indicando que sus palos ya no eran los mismos que antes. Lo que significaba que debían adivinar una vez mas cuales les toco. Claro que la palabra adivinar quedaba muy lejos de la pareja, quienes a penas se juntaron con el resto, ya se hicieron una idea de cuales eran sus próximas jugadas.

-Me pregunto cuando durara esto- una voz le llamo la atención -No parece que termine pronto-

Nakamoto observo por sobre sus hombros en dirección al muchacho con corte de emo, quien escucho se llamaba Matsushita. Sus ojos parecían tener una afilada mirada mientras analizaba cada parte de él antes de responderle. Para ser sincera, se veia igual de tranquilo que ellos con la situación como para estar en medio de un juego de corazones.

-O la Jota empieza a matar...- ella les dijo con voz suave -O alguien traicionara a su compañero por miedo-

Enji Matsushita le dio una mirada muy diferente a la que el muchacho de camisa azul le envió. El observaba pensando que era una pobre niña indefensa que no sabia exactamente que hacer en medio de ese juego. Mientras que el supuesto asesino del viejo mundo que Chishiya señalo con anterioridad, ahora analizaba hasta sus mas profundos pensamientos. Él sabia que esa chica no era como se veia.

-Si algo de eso no pasa... el juego no terminara-

Akira dijo una vez mas, fingiendo tener un escalofrió mientras sacudía su cabeza. Ninguno de ellos le contesto aun así, viendo como se acercaba con lo que parecia ser miedo al resto de su grupo. Matsushita creyó que era perfecta para las ideas que tenia, y su compañero pensó que ese muchacho de cabello blanco era muy suertudo para que alguien como ella lo eligiera para ese juego que llamaban vida.

Shuntaro era una molestia para él.

Chishiya por supuesto que se dio cuenta de eso, elevando muy levemente la comisura de sus labios en respuesta. La mirada que le dio al muchacho en cuclillas contra la pared del costado fue suficiente para transmitir lo que era capaz de hacer si intentaban meterse con él. Pero ese gesto también demostró su posesividad sobre Akira. La que se posiciono a su lado sin conectar miradas con nadie, dando muestra de que estaba asustada por lo que pasaría luego.

El juego de niña buena les siempre funcionaba.

-Si seguimos ayudándonos estaremos bien-Ippei les sonrió amablemente a ambos -Podremos terminar el juego rápido-

-Yo no estaría tan seguro-

Shuntaro se cruzo de brazos al mismo tiempo que un grito se escucho a sus costados. Akira de igual forma miro la escena, encontrándose con un hombre empujando a su compañero con un poco -bastante- de ira. Parecia que habían encontrado al primer par con el susto suficiente para comenzar a mentir.

Akira sonrió levemente mientras daba un paso hacia delante con lentitud. Frente a ella pero con mas confianza, el chico de camisa azul repitió sus pasos. Los dos se miraron por unos segundos, dándose cuenta que estaba ahi para exactamente lo mismo. Pero sin hacer ningún gesto que los delatara, simplemente se agacharon a un lado del herido.

-¿Estas bien?- ella tomo su hombro -¿Te hizo algo? ¿Te lastimo?-

Ella sabia muy bien que todos estaban mirándolos. Por un lado, le daba la ventaja para parecer como una niña buena delante del resto. Por el otro, le brindo la posibilidad necesaria al chico a su lado de llevar a cabo sus ideas. Esas que sin querer aparecieron en las mentes de ambos.

-Ese hombre es un pobre diablo que solo vive gracias a su fuerza- ella susurro en su oído derecho -Es lo único que sabe hacer, y si tu nos haces caso, fácilmente le ganaras.

-Así que tranquilízate y dile que su palo es un trébol-

El muchacho de camia azul sonrió por lo bajo antes de repetir sus pasos y decir esa frase en su lado derecho. Shuntaro, que fue una de las dos personas que noto la interacción, formo una de sus maliciosas sonrisas. A pesar de que no le gustaba lo bien que trabaja con el asesino, era un tanto difícil pasar por alto lo bien que lo estaban haciendo.

En cuando lograran que ese pobre jugador les hiciera caso, tendrían un competidor menos para la siguiente ronda. Y no solo eso, sino que también desatarían el desastre finalmente. Porque en cuanto una muerte se anunciara, los demas empezarían a dudar hasta de si mismos. Eso crearía desconfianza en los grupos, impulsaría separaciones de alianzas, y les mostraría quienes eran lo suficientemente dignos de vivir hasta el final.

-¡Veo que quieres otra bofetada!-

El hombre que golpeo a su victima grito mientras se acercaba con intención de golpearlo una vez mas. Eso fue suficiente para que ellos se movieran también. Nakamoto bajo con sorpresa sus ojos levemente a la mano que se ajusto en su ante brazo, pero dejo que el muchacho con ella la pusiera de pie.

Ambos dieron un paso hacia atrás sin querer meterse en una batalla física, antes de que ella se removiera levemente entre el agarre de su compañero. Eso fue suficiente para que él la soltara para poder separar sus caminos. El muchacho volvió junto a su compañero mientras que ella se posiciono junto a su -nada contento- novio.

Shuntaro comenzaba a ponerse sobreprotector.

O tal vez era posesivo. Akira no estaba segura.

-¡Habla de una vez!-

-Trébol- el herido le dijo al matón -Tienes un trébol

Chishiya y Nakamoto se miraron con entendimiento cuando el hombre hizo exactamente lo que se le pidió. Eso significaba que solo era cuestión de tiempo para que el caos comenzara. Aun con ganas de sonreír maliciosamente ante lo que vio, ella continuo con su papel un poco mas. Por la misma razon, dio un paso hacia atrás para alejarse de ese enojado hombre que pasaba frente de ellos.

Normalmente le gustaba estar así de cerca de Shuntaro. Pero en esa ocasión, el peliblanco sabia que no era porque necesitaba sentirlo junto a ella. Mas bien todo era parte de su plan. Por eso se guardo el comentario burlón, manteniendo mirada de inexpresividad mientras Akira se aferraba a su brazo, y escondía el rostro contra su bicep. La acción llamo la atención de ese par de chicos que querían.

Y eso fue suficiente para ellos.

-Oh- Ippei susurro -Es un...-

-Sh- el de campera blanca lo silencio -Ahora empieza el verdadero juego-

El peliblanco murmuro para ambos, viendo como no solo traicionaron a ese hombre, sino que el muchacho golpeado seria integrado a su equipo. Lo que significaba que solo era cuestión de por lo menos una ronda para que las muertes aumentaran con rapidez.

"Es hora de la siguiente ronda"

Akira le hizo caso a la voz luego de susurrar algo contra el brazo de su novio, caminando con paz hacia la misma celda de antes. Su falso susto termino una vez en el interior, cambiando la tonta mueca de desesperación, por una igual de inexpresiva que la de Chishiya. Su acto se derrumbo así de fácil mientras esperaba que le dieran la orden de decir su palo.

-Diamante-

Sus palabras la llevaron a pensar que tal vez se encontraban en orden de lo que eran buenos ahi dentro. Así que espero a la siguiente ronda con la idea de ver que le tocaba, saliendo del cuarto con total tranquilidad. Estaba tan segura que no iba a morir, que su cuerpo estaba relajado aun cuando el lugar estaba repleto de personas mucho mas peligrosas que ella. Porque debías ser un tonto si no notabas lo perdidas que algunas mentes estaban.

-¿Que es lo que esta pasando?- un hombre dijo frente a la pantalla -¿Alguien de verdad murió?-

Ya tenían un participante menos.

Y al paso que iban, no parecia faltar demasiado antes de que tuvieran otra perdida. Por eso Akira se encamino a donde su querido grupo se encontraba posicionándose a un lado de Chishiya con intención de escuchar lo que pasaría luego. Una de sus manos se apoyo en el brazo derecho del chico, logrando que ambos conectaran miradas.

Shuntaro diviso ojos brillando en emoción, pero ninguna expresión que lo demostrara. Lo único que ella tenia para el resto, era una mascara que fingía terror con la idea de que todos pudieran caer ante su ingenuidad. Y si no fuera porque la conocía desde hacia ya muchisimo tiempo, era probable que hasta él se hubiera tragado ese cuento.

-Eres una cínica, mi amor- el le sonrió finalmente -Y eso me encanta-

-Yo sabia que mi actitud te prendía-

Akira le respondió riendo, recibiendo una rodada de ojos por parte de su novio. A Shuntaro le divertía la forma en la que se movía por el mundo. Pero si tenia que ser sincero, su chica tenia toda la razon. A él le encantaba que fuera de esa manera. Porque jugaba con todos y cada uno de sus sentidos, llevándolo hasta puntos que jamás pensó lograría sentir.

Nakamoto Akira iba a volverlo loco algún día.

-Oh... mírala ahi, con su voz dulce -ella rompió su contacto riendo -Mi amiga esta a punto de mandar al muere a uno de sus seguidores-

Chishiya noto el asco en su voz entendiendo perfectamente lo mucho que le molestaba que se parecieran a ella. La verdad era que les veia potencial para ser amigas. Pero solo si no intentan interrumpir el juego mental que Nakamoto ya estaba llevando a cabo. Y para la mala suerte de Urumi, eso era exactamente lo que sucedía.

-Oigan...- Aramaki les llamo la atención -Él debe ser la Jota-

-Ella tiene razon- Akira se llevo todas las miradas -Cuando intente ayudarlo, me trato mal. Me dijo que no necesitaba las limosnas de nadie.... -bajo levemente su vista -Yo solo queria darle auxilio necesario para que no lo lastimaran.

Muchos parecieron sorprenderse al saber que habia sido tratada irrespetuosamente. Aun mas cuando la vieron achicar levemente su cuerpo contra el brazo del de campera blanca, quien le dio una pequeña palmada sobre su coronilla. Como si intentara hacerla olvidar de todo lo que supuestamente le dijeron.

La realidad es que solo queria largarse a reír. Pero las frases de su novia fueron suficientes para que el resto del grupo se alterara aun mas. Porque comenzaron a desconfiar de ese muchacho, aceptando que tal vez si era el principal enemigo ahi dentro. Un poco estúpido pensar así si le preguntaban a él.

Pero ese era el juego de su novia.

Y él no iba a entrometerse así.

-¿Se atrevió a lastimar a alguien tan tierna como tu?- Urumi le dijo con falsa compasión -Y ahora mintió y mato a ese grandulón...-

-No podemos seguir dejándolo libre- Akira intervino -Tenemos que hacer algo para frenarlo-

-Matémoslo en esta ronda-

Aramaki dijo lo que necesitaba.

No porque ella le metió esa idea en la cabeza, sino porque ya estaba pensándolo desde antes. Pero no le molesto en lo mas mínimo ya que gracias a sus palabras el resto también se sumo a esa causa. Y Akira, que escucho un par de si colectivos, sonrió aun con su cabeza gacha. Entrar en ese juego fue probablemente la mejor decisión que tomo. Porque jugar con la mente de los demas era su deporte favorito.

-Entonces...- otra chica pregunto -¿Quieres que le mintamos?-

-Ahi va la siguiente victima-

Nakamoto elevo su rostro antes de decir eso en dirección a su novio. Los dos sabia muy bien como eso iba a terminar. Pero lejos de informarle al resto, solo se concentraron en otras cosas mas importante. Ella termino de escuchar como todos se ponían de acuerdo para mentirle al muchacho de antes mientras él entraba en un intenso juego de miradas con el de camisa azul.

Ambos parecían estar desafiándose entre líneas, como si quisieran probar de que estaba hecho el otro. Incluso también a algo relacionado a ella y sobre quien lograría quedársela al final. Y a juzgar por el brillo en los ojos de ambos, era claro que lo encontraron. Lo que se podría traducir como un gran problema para quienes los que los rodeaban. Porque Akira incluso estaba segura que los vio sonreír.

Y eso nunca era bueno.

-Intenso-

Ella dijo por lo bajo, absteniéndose de sonreír una vez mas. Adoraba cuando su novio se ponía de esa manera, especialmente si era para demostrar que nadie se la sacaría. Chishiya podía ser muy peligroso para aquel que estuviera cerca suyo. Y si te atrevías a interferir entre sus planes o aquello que era preciado para él, entonces tendrías problemas. Y que siguieran cada uno de los movimiento de su novia de esa manera tan cautelosa, lo irritaba de sobre manera.

-¿Podemos ir al comedor?- Akira volvió a hablar -Tengo hambre-

Shuntaro e Ippei asintieron en su dirección, caminando con ella hacia donde toda la comida se encontraba. Nakamoto por supuesto que se dio cuenta de la segunda guerra de miradas que su novio y el desconocido se dieron. Pero lejos de incomodarla, la divirtió mucho que el peliblanco fuera capaz de demostrar lo celoso y posesivo que podía ser cuando se trataba de ella.

-¡Oh! Tienen paletas de frambuesa-

Akira olvido todo la observación que iba a decirle cuando entraron al comedor. Shuntaro hizo lo posible para no reír ante su falta de concentración, recordando como esos dulces eran los de esa vez en el supermercado. Los que encontraron la primera vez en su estadía dentro del Borderland y el se anoto mentalmente no olvidarlo.

Él, por su parte, decidió ir por algo un poco diferente. Tomo una bolsa amarilla de galletitas para ir y sentarse sobre uno de los bancos. Espero con paciencia que ella tirara el envoltorio del dulce por ahi, creyendo que se acomodaría a su lado de igual manera. Pero uno de los integrantes ahi dentro parecia tener otra idea.

-Tienes una Pica-

Chishiya iba a tener un ataque de ira si la gente continuaba acercándose de esa manera a su chica. Pero sabiendo que Nakamoto le daría la reprimenda de su vida por romper el papel de desinterés, inhalo con fuerza para mantener la calma. Simplemente dejo a un lado la bolsa de galletitas de limón, apoyando su brazo contra la mesa de metal para observar mas atento esa interacción.

Un nuevo muchacho le estaba diciendo el palo a Akira sin que ella se lo pidiera. Matsushita se encontraba justo delante de suyo hablando con tranquilidad e intentando engatusarla de una forma nada original. Luego de todo el enojo que se trago, la simple idea lo divirtió sabiendo al instante que el único que terminaría perjudicado seria él. Porque todo el mundo sabia lo malo que era meterse con Nakamoto Akira.

-¿Oh? ¿De verdad?- ella se giro a verlo con sonrisa dulce -Muchas gracias por decirme, no estoy segura de poder confiar en mi grupo con las cosas que hacen-

-Haces bien en no confiar en ninguno de ellos- el muchacho le dijo como si nada -Especialmente en ese tipo de campera blanca.

El pobre no sabia donde se metió.

-¿Crees... crees que me traicione?-

Akira sonaba super preocupada. Pero internamente tenia ganas de soltar la risa mas grande de su vida. Chishiya no iba a traicionarla ni aunque le pagaran la mayor cantidad de dinero que se le pudiera ocurrir. Ambos eran leales el uno al otro, no importaba que pasara. No solo porque a ambos les agradaba la manera de ser del otro. Mas bien era porque les resultaba imposible ser capaces de negar los grandes sentimientos que tenían entre ellos.

-Mas rápido de lo que piensas- él asintió al instante -Y me pareció justo proponerte algo.

-¿De verdad?- ella dijo con emoción -Bueno... te ves mas confiable que él-

"Shuntaro por favor no me mates por eso" pensó para sus adentros.

-Lo soy, y vi que te gustan esas paletas- el chico señalo el dulce en su mano -Y hay cuatro sabores diferentes...-

Akira escucho su plan de tomar cada paleta dependiendo el palo, asintiendo como si de verdad le sorprendiera lo que decía. Su plan era ingenioso pero demasiado notorio para el tipo de gente que ellos eran. Lo estaba usando en las personas incorrectas que no dudarían en tomar ventaja de sus palabras.

-Vaya... realmente eres muy inteligente- Nakamoto lo miro fijamente -Jamás habría pasado por mi cabeza algo como esto-

-Solo hago lo que me parece correcto- el muchacho asintio alagado -A diferencia de tu grupo, tu pareceres ser una buena persona-

-Eso intento- ella sonrió con fingida felicidad -Pero a veces es un poco difícil en este mundo-

Ser ella misma no era nada difícil en el Borderland.

-Por eso me acerque, porque queria asegurarme que conservaras tu bondad- Akira tuvo ganas de golpearlo por lo que le decía -No soy el único que noto lo buena que eres con quienes te rodean-

-¿A que te refieres?-

Nakamoto se perdió realmente por un minuto.

-Como ya dije, el chico de campera blanca no es de fiar- así que por ahi iba la cosa -Se esta aprovechando de tu amabilidad para ganar... ante mis ojos, se ve muy sospechoso-

Chishiya, aun cuando no escuchaba del todo la conversación, fue capaz de notar lo molesta que ese muchacho la hizo poner. Y eso logro que quisiera descubrir aun mas esas directas palabras que Matsushita decía. O tal vez solo era su posesividad saliendo a flote como cada vez que veia a esos idiotas cerca de su chica.

Shuntaro no estaba seguro.

-Mantente alerta cuando estés con él, y cuando tengas la oportunidad...-el chico señalo su collar un segundo -Confío en que sabrás hacer lo correcto-

-Muchas gracias por todo. Puedes confiar en que hare lo necesario al final- la chica dijo con voz suave y engatusadora -Y si te das la vuelta, te diré cual es el tuyo de igual manera-

No necesitaba darse la vuelta. Ella ya lo habia visto hacia un par de minutos atrás. Pero aun así espero con paciencia que le diera la espalda nombrando el diamante para que él supiera que le toco. Obviamente no mintió, consiente de que si lo hacia perdería toda esa supuesta confianza que deposito en ella.

-Es un diamante- ella susurro.

-Gracias, Nakamoto-

-No hay problema- la chica bajo levemente su rostro -Entonces... te veré en los pasillos ¿Verdad?-

Matsushita asintio ante la frase, notando el tierno tono de voz que la chica tenia. Pensó que era porque se gano su confianza, pero estaba muy lejos de eso. Porque en el momento que el se fue de esa sala, Akira cambio por completo su expresión. Ese puchero de susto se transformo en una sonrisa con un deje de maldad.

Ya lo tenia descifrado.

Y el pobre ni cuenta se dio.

-Entonces...- Chishiya dijo cuando la tuvo a su lado -¿Confirmamos parte de la teoría? ¿O solo tengo que ir a golpearlo porque se te insinuó?-

-Tienes que ir a golpearlo por ser poco original- la chica se sentó con el molesto -¡Hizo la misma jugada que con la tonta oficinista!-

Shuntaro rio por lo bajo ante su tono irritado, posicionando una mano sobre su muslo para que se calmara. Pero la verdad era que le divertía como todo el mundo ahi dentro podía sacar de sus cabales a su novia. O bueno, la mayoría de ellos. Porque otros eran muy idiotas para decirle algo tan interesante como para molestarla.

-¿Son de limón?- ella señalo la bolsa amarilla -Last Boss no me dejaba tocar sus preciados dulces... pero tu si me dejas, ¿Verdad?-

-No-

Akira se quejo una vez mas como si fuera una niña caprichosa, señalándolo con enojo cuando este le sonrió burlón. Por un lado era claro que Chishiya no caía ante sus encantos. Por el otro, que eso no queria así. Su novia probablemente robaría un montón de esos paquetes cuando el juego por fin terminara, y no le convidaría ni uno solo.

"Es momento de ir a sus lugares"

Su pequeña pelea sin sentido fue interrumpida cuando debieron votar una vez mas. Repitiendo los pasos de antes, ambos entraron a sus celdas para decir sus palos. Tal y como Akira pensó, el palo fue una Pica. Eso significaba que su teoría de que iban acorde con lo que era buena, no era tan alocada.

Así que se aventuro a los pasillos una vez mas, notando como la mayoría de los presentes iban alterándose aun mas que antes gracias a la falta de jugadores. A medida que el tiempo pasaba, la cordura se perdía. Y a pesar de que parecia alargar el juego, era todo lo contrario. Con menos participantes tenían mas oportunidades de descubrir quien era el impostor.

-¿Que? No lo entiendo- una mujer murmuro -¿El no era la Jota de Corazones?-

Por supuesto que no lo era. Se veia demasiado asustado como para serlo. Era claro que tampoco era un acto, los sentimientos que demostraban eran sinceros. Cualquiera que mirara con solo un poco mas de detenimiento lo sabría. Como ella, Chishiya o incluso esos hombres que caminan a sus costados de vez en cuando.

-¿Hacemos una apuesta?- ella le dijo a su novio -Todos parecen muy alterados, así que en la otra ronda alguien morirá también-

-¿Quien apostar quien será el siguiente?- él pregunto divertido recibiendo un asentimiento -De acuerdo mi amor, tira tu próxima victima-

-La chica de remera amarilla- ella apoyo su mejilla contra el brazo del peliblanco -Se opuso cuando mi querida amiga Urumi sugirió que le mientan al primero en romper las reglas-

-Es solo cuestión de tiempo para que la manden al muere también- Chishiya hizo todo lo posible para no abrazarla de igual manera -Así que estoy de acuerdo en que ella será la siguiente-

-Y luego...-ella lo ínsito.

-Y luego, la mujer de remera azul- el muchacho la miro con labios curvados -Mira a todos como si desconfiara de lo que dicen... solo es cuestión de tiempo-

-Me alegra saber que te entrene bien-

Akira soltó una pequeña risa, esperando por comprobar si sus teorías eran ciertas o no. Para ella ambos eran peligrosos en cada sentido de la palabra. Porque apostar por la vida de otros no era nada a todo lo que hicieron para vivir un poco mas. Y a pesar de que ser pareja logro que fueran mas empáticos entre ellos, sus alrededores no siempre contaban con la misma suerte.

-Veamos quien gana, mi amor-

Chishiya le guiño un ojo mientras se separaban para entrar a sus celdas. Ambos tuvieron trébol en sus collares, logrando que salieran con rapidez de ahi. Solo que en lugar de volver con el par de chicos que llamaba grupo, Nakamoto comenzó a deambular por los pasillos. Su novio la vio con ojo critico desde el piso de arriba, notando que empezaba a hablar con una mujer vestida de camisa roja.

Esa fue la excusa que uso para encararla.

-Que bonito color de remera- Akira sonrio amablemente -Te queda muy bien-

-Muchas gracias- la mujer dijo con nerviosismo -Y supongo que no soy la única a la que le gusta ese color-

-¡Exacto!- la de campera asintio rápidamente -Y como tenemos gustos parecidos, se me hizo lo mejor avisarte de lo que sucede-

-A.. ¿A que te refieres?- la desconocida tartamudeo -¿Sucedió algo?-

Akira soltó una risa mientras negaba, antes de hacer su cuerpo para delante y unir sus manos en su espalda. Eso le dijo a Chishiya que estaba a punto de cometer una maldad. Y aunque no pudo escuchar exactamente lo que le dijo a la otra jugadora, supo que iba a perder la apuesta que los dos hicieron anteriormente.

Porque sus predicciones sucedieron casi como lo pensaron. Pero no fue completamente exacta. El primero en perder por confiar fue quien se dejo llevar por Akira y el muchacho de camisa azul. Quien le siguió fue la predicción de Nakamoto, donde una muchacha fue traicionada por Urumi con la excusa que dudo de ellos. Pero el tercero no fue como Chishiya dijo. No porque se hubiera equivocado, mas bien porque su novia intervino.

Quien perdió su vida fue esa mujer de rojo.

-Eres una tramposa-

Esas fueron las primeras palabras que Shuntaro le dijo a su novia cuando los dos se encontraron en el primer piso una vez mas. Pero Akira solo se echo a reír ante su indignación sabiendo que la apuesta que hicieron era suya porque ella se aseguro que así fuera.

La chica habia interceptado a esa mujer para decirle que el palo en su cuello no era un corazon como todos le hicieron creer. Y ella confió ciegamente en sus buenas intenciones de salvarla al final del juego. De esa forma, quien termino por perecer fue esa desconocida de rojo, y no la de azul como su novio dijo.

-Yo solo queria ganar- Akira movió su mano como si fuera nada -Tu siempre dices que para ganar algo tienes que perder algo, ¿No?-

-¡No uses mis palabras contra mi!-

Chishiya le dio un pequeño golpe en su frente, pero ella solo continuo riendo como sin tomarle importancia. Solo miro para todos lados, asegurándose de que nadie estuviera cerca de ellos y lo tomo de su campera. El fingido enojo del muchacho abandono su expresión en cuanto choco contra el cuerpo de su novia, entendiendo lo mucho que extrañaba tenerla cerca de esa forma.

-Debí haber apostado algo-

Akira se lamento mientras pasaba los brazos por su cuello, y esperaba que el hiciera lo mismo por su cintura. Shuntaro complació al instante, finalmente uniendo sus labios contra los de su novia solo por unos minutos. con tanta gente alrededor no tenían demasiadas oportunidades como para hacer algo mas que eso.

Por lo que duro menos de lo que querían.

"Que comience la ronda Seis"

La voz en el parlante no fue lo único que corto su gesto. También los pasos apresurados de una persona a sus costados. Ambos se alejaron uno del otro, intentando componerse para parecer presentables. Él simplemente acomodo su arrugada campera mientras que ella quito los locos mechones que caían por su frente. E internamente, Chishiya agradeció que Akira no estuviera usando sus viejos labiales rojos.

-Acabo de ver algo terrible- Ippei se acerco -Yo... no puedo creerlo-

A medida que pasaban los minutos ambos entendían que la gente se traicionaba muchisimo mas rápido de lo que ellos pensaron. Y a pesar de que era terrible ver como la humanidad se deterioraba de esa manera, les parecia interesante las maneras que usaban para continuar un poco mas.

-Yo creo que esto se esta poniendo interesante-

Akira se apoyo a un lado de su novio contra la pared, mirando a donde el pobrecito Ippei daba vueltas de un lado a otro. Parecia a punto de tener un colapso mental con todas esas mentiras que la gente daba para sobrevivir. Y si supiera lo que ellos hicieron a lo largo de toda su estadía en el Borderland, la confianza que les tenia no seria igual.

-No te desmayes- ella le dijo para frenarlo -Si sigues caminando de esa manera harás un hueco en el suelo-

-Es que no lo entiendo- el muchacho la miro consternado -¿Por que se mienten entre si?-

-Es la naturaleza humana- la chica se encogió de hombros -¿O acaso crees que es diferente en el otro mundo?-

-Es cierto. Esto era de esperarse- Chishiya se apoyo contra la pared -Nadie quiere morir, así que hacen lo que sea para aguantar un día mas-

Los tres se encontraban mirando desde una de las esquinas como todo el mundo perdía la paz a través de las rondas. Nakamoto incluso encontró a un hombre a punto de desmayarse gracias a los nervios que esa situación le provocaba. Estaba claro que jamás habían tenido que enfrentar tanta presión en sus vidas. Y se preguntaba como incluso luego de sobrevivir tanto dentro de ese Borderland, todavía no eran capaces de hacer algo así.

¿O tal vez solo eran ellos los de mente rota?

-No puedo mas- un hombre susurro -Creo que voy a vomitar-

Akira dirigió sus ojos a donde el participante parecia a punto de desmayarse de los nervios. O tal vez del miedo. No estaba realmente segura. Mas no dijo nada, viendo como Urumi iba hacia él para decirle que se tranquilice antes de decirle exactamente cual era su palo. El problema se presento cuando el hombre, tan cansado de esa situación, dudo unos minutos antes de poder devolver el favor.

Ahi estaba la siguiente victima.

-Ya vuelvo-

Nakamoto dijo en dirección a su novio, quien sonrió levemente entendiendo exactamente que era lo que haría. Así que solo se quedo viendo como su chica caminaba con tranquilidad hacia Urumi, posándose a su costado antes de hablar con suavidad. La de vestido azul pareció tener un pequeño sobresalto gracias a su presencia, pero se recompuso rápidamente y escucho que tenia para decir.

-Por como lo veo...- Akira apoyo el mentón en su hombro de la chica- Alguien quiere traicionarte, y no esta siendo muy sutil con sus tácticas-

-Tenemos que eliminarlo- Aramaki no desconfió y mostro su verdadero ser -Parece que no le gusta como hago las cosas-

-Buuu- la de mechones azabaches abucheo -Para mi pareces ser de las que mejor juegan aquí dentro-

Eso no era una mentira completa.

Nakamoto no dijo nada mas al respecto, separándose de ella para poder posicionarse a un par de centímetros detrás suyo. Solo eso basto para que dos integrantes del grupo se acomodaran en el lado izquierdo de Urumi, temblando levemente por el miedo de lo que venia. Sabían que cualquier frase que saliera de los labios de esas chicas, probablemente los perjudicarían.

-Si no nos deshacemos de él, ustedes también estarán en peligro- Aramaki se giro al par de nuevos -Así que debemos mentir en la próxima ronda.

Eso fue todo lo que escucharon de ella.

La muchacha de vestido se adelanto para caminar un poco lejos de ellos, dejando a Akira con las dos pobres almas en pena. Chishiya, que todavía la observaba desde el piso de arriba, curvo sus labios por millonésima vez en el día. Su novia iba a acabar con ese juego ella sola tal y como él lo predijo horas atrás.

Y eso era emocionante.

-Urumi es muy sospechosa, ¿No lo creen?- Nakamoto miro al par con un puchero -Se deshará de todos los jugadores si la dejamos... incluso de nosotros-

-¿Que?- los dos la miraron sorprendidos -¿Crees que nos matara también?-

-Creo que lo hará en esta ronda- Akira asintio.

-Matemos...- el hombre dijo entrecortadamente -Matemos a los dos-

Nakamoto palmeo las espaldas de ambos, dejando que fueran detrás de Aramaki para llevar a cabo su plan. Verlos seguir sus palabras como si nada la llevo a pensar que era fácil manipular a la gente cuando estos rebosaban de miedo.

"Que comience la ronda 7"

Akira elevo la vista para ver a su novio apoyado en uno de los barandales, observándola como si estuviera completamente maravillado. Era claro que continuaba sorprendiéndolo cada día mas y mas con sus actitudes o gestos. Y a ella le encantaba ser el centro de atención de Shuntaro. Por eso lo saludo alegremente como si no hubiera hecho nada malo, recibiendo una leve sonrisa en respuesta.

-Supongo que es hora de que haga algo-

Chishiya asintio ante sus palabras viendo como continuaba su camino por el pasillo. No era muy de su agrado la idea de no tenerla cerca en un momento como ese. Pero querían confirmar esas teorías que tenían dando vuelta en sus mentes, y solo lo harían con su intervención. Así que no quito sus ojos de ella ni por un segundo hasta que no fue capaz de seguirla por mas tiempo.

-Al fin viniste- una voz masculina dijo detrás de ella -¿Ya te diste cuenta lo que te convenía?-

Akira puso las manos en los bolsillos de su campera tocando el objeto que tenia dentro solo por seguridad. Pero en ningún momento atino a utilizarlo, simplemente girando su cuerpo para ver al muchacho que la llamaba. Sus labios finalmente dejaron salir esa brillante sonrisa que tanto deseaba mostrar, recibiendo una casi igual de maliciosa que la suya.

-Siempre supe lo que me convenía- ella sonrió burlona -Por eso estoy aquí contigo, ¿No?-

La persona delante suyo asintio complacida, dando un paso mas hacia ella para poder seguir con sus ideas. Parecia haber estado siguiéndola con muchísima cautela por todo el complejo, observándola desde las esquinas con intención de saber que haría. Las ganas de descubrir lo que escondía aumentaban a cada minuto sin que pudiera evitarlo.

Y ahora finalmente iba a hablar con ella como se debía. Finalmente iba a tomar esa oportunidad a la que deseaba llegar desde hacia meses. Dejaría de seguirla con tanta cautela por la prisión, o de preguntar a los estúpidos participantes que se encontraba sobre ella, para intercambiar unas palabras con su versión física de una buena vez.

-Voy a cumplir uno de tus mas grandes sueños... - ella dio un paso hacia delante - Tengamos una charla solo nosotros dos-

-No desearía otra cosa, querida-

Al parecer, todo iba de acuerdo al plan.



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