Confinamiento
Akira estaba muy tranquila.
Sentada con sus piernas cruzadas sobre el sillón de su antiguo departamento, esperaba con una paciencia irrompible a que su novio volviera. Sus ojos se movieron por todo el lugar, notando en segundos todo lo que estaba mal. Hacia mucho que habían dejado el complejo donde solían ser inquilinos.
Pero muchas cosas no habían cambiado en lo absoluto.
Las cosas parecían desordenadas de la misma manera que ellos las dejaron. Las prendas en sus armarios no faltaban. Y la mayoría de los paquetes de frituras viejos estaban cerrados. Pero algo que no pudo evitar notar, era el pequeño escondite al lado de su cocina. Ese que no muchos ahi conocían de su existencia.
-Ese maldito loco-
Si hubiera sido Chishiya, el compartimiento habría quedado cerrado. Y si no era él, entonces era la otra persona a quien le confió la existencia de ese lugar. El único que podía llegar a necesitar con tanta urgencia los medicamentos que se encontraban en el interior. Esos que ella y su novio encontraron su primera noche ahi; como ese ungüento para las quemaduras, o así también esas pastillas para el dolor de cabeza.
-¿A quien maldices ahora?-
Shuntaro la sobresalto al entrar con un par de vendas en mano. Pero ella solo se encogió de hombros dejando el tema de lado. Su novio decidió no darle demasiada importancia por el momento, tomando una liga roja de su propia muñeca para atar los mechones azabaches de la chica.
-Me atravesó-
Él asintio ante sus palabras, corriendo la tira de su remera para revisar la herida en de bala que el Rey de Picas dejo en su hombro. No iba a ser difícil curarla si solo debía coser cada lado de su brazo. Y que Akira no sintiera molestia alguna mas que un simple cosquilleo ante la aguja que el improviso, lo hacia aun mas rápido de lo normal.
-No te puedo dejar sola cinco minutos-
Chishiya le recrimino poniendo una gasa en la herida, escuchando como respuesta una risa de su novia. La misma que se giro a verlo y se tiro sobre él como si no le hubieran disparado hace unos minutos. El peliblanco intento que nada tocara donde tenia la cortada, pero termino por desistir y recostarse con ella en el sillón.
-Solo dejame tener un minuto de paz-
Akira murmuro abrazándose a él por la cintura. Incluso elevo sus piernas para ponerla sobre las de Chishiya, quien apoyo la mano izquierda sobre su muslo. Para ser sincero, él también queria un poco de tranquilidad. Así que no protesto, quedándose junto a ella en completo silencio por lo que quedaba de esa tarde.
-¿Que haremos esta noche?- ella dijo contra su cuello -¿Entraremos a otra arena? ¿O seguiremos con el Rey de Picas?-
-Creo que fueron demasiados disparos para ti en un día-
Shuntaro se burlo de ella, logrando que soltara una pequeña risa en respuesta. Mas Nakamoto no le recrimino, consiente de que sus palabras eran verdad. Por supuesto que eso jamás iba a aceptarlo en voz alta. Así que solamente se separo levemente de él, tomando el mapa sobre la mesa de cristal en la sala.
-Toda la ciudad es su arena de juego-
El Rey de Picas parecia moverse de un lado a otro como así el lo quisiera. Lo que significaba que iba a ser mas que difícil evitarlo en dentro del caos que llamaban ciudad. No cuando aparecía de la nada sin aviso alguno y listo para disparar a quien se cruce en su camino. La única opción que les quedaba era adentrarse en otro juego al otro lado de su posición.
-Solo alejémonos de el centro por ahora- Chishiya asintio de acuerdo -Hay un par a las afueras que podemos ir-
-Por mas ilógico que parezca....- ella lo miro divertida -Jamás he estado en una prisión-
Parecia que tenían su próximo destino.
-Eso si es un milagro-
Chishiya dijo por lo bajo, recibiendo un pequeño empujón de Akira, quien se puso de pie para poder cambiarse. Era bueno volver a usar sus prendas de siempre, que para variar, eran de su color característico. Ese rojo sangre que resaltaba entre la multitud lo quiera o no, y que hacia juego con la carta a la que entraron.
La Jota de Corazones no parecia ser algo sumamente fácil. Especialmente cuando era dentro de una prisión de alta seguridad. Y la chica tenia el presentimiento que les llevarían un buen rato el completar la misión. Pero luego de todo lo que atravesaron esos últimos días y el cansancio que tenían encima, ninguno deseaba entrar a las arenas que los hicieran moverse.
Por eso fueron a lo mas cercano.
-¿Por que camina con tanta lentitud?-
Nakamoto se pregunto para si misma una vez frente a la Prisión Teio. Su novio sugirió que su mejor estrategia era entrar por separado para que nadie supiera su cercanía. Y como a ella le pareció correcto, simplemente dejo que el entrara primero. El problema es que Chishiya se iba tomando todo su tiempo mientras se encaminaba al interior del juego.
Y eso la irritaba un poco.
Mas no dijo nada, esperando por unos minutos hasta perderlo de vista. También dejo que otra persona entrada antes que ella antes de finalmente encaminarse a la puerta principal. Una no tan pequeña reja de metal, palos sumamente altos, y bordes afilados. Parecia el tipo de juego donde no desearías entrar por voluntad propia.
Pero ella no era todo el mundo.
"Esta bastante cuidado para ser una prisión"
Akira dijo para sus adentros mientras caminaba por el largo pasillo que la llevaba a una pequeña sala. No era muy espaciosa de por si, y si contabas la mesa redonda de color blanco en el centro, era aun peor. Pero eso no era algo que le interesara realmente mucho. Lo único en lo que ella se concentraba, era en el cartel con las indicaciones. Ese que le pedía colocarse uno de los collares y subir al puesto de guardia central.
-No otra vez-
La chica rodo los ojos cuando noto lo que podía llegar a ser su destino. La cantidad de semanas que se encontraba en el Borderland era suficiente para haber atravesado un sin fin de juegos. El tipo de arena que las llevaron a tener que nadar en esa pileta de sangre. O incluso a mentir para salvar su vida. Y entre medio de esas, los collares que podían llegar a explotar en tu cuello si eras el perdedor, no faltaron.
-Supongo que tienes experiencia en esto-
Una voz detrás suya la sobresalto, pero no logro que se girara. Simplemente sintió como alguien se posicionaba muy cerca por detrás suyo, antes de ver como una mano pasaba por su costado y tomaba uno de los dos collares que quedaban. Akira repitió sus pasos y finalmente lo observo, notando a un peculiar muchacho delante suyo. No se parecia en nada a esas personas con las que ella trataba normalmente.
Y no sabia si eso era bueno o malo.
-Solo un poco-
Nakamoto dijo con voz suave, moviendo el aparato entre sus manos antes de colocarlo en su cuello. El chico la observo hacerlo con detenimiento, copiando sus movimientos sin sacar sus ojos de ella. Parecia estar analizando hasta sus mas profundos secretos, y por un momento, la chica pensó que lo lograría.
El desconocido no solo la miraba como si fuera algo sumamente interesante, sino que además se encontraba tan cerca de ella que incluso la hizo dar un paso hacia atrás. Y sabiendo que eso no lo logra todo el mundo, ella también termino por observarlo fijamente. Queria descubrir al menos una sola cosa de lo que pasara por su mente.
Pero era realmente difícil.
-Deberíamos entrar-
Akira le asintio al muchacho de camisa azul, sintiendo como el collar hacia un pequeño sonido que indicaba que estaba activo. No dijo nada en su dirección mientras caminaban por el lugar, creyendo que esa primera interacción fue suficiente para llamar su atención. Por lo que ambos se dedicaron a subir un ultimo tramo de escaleras hasta llegar a la sala donde el resto esperaba para empezar.
-¿Tienes nombre... o solo debería decirte Reina Roja?-
El desconocido rompió el silencio antes de que pusiera un pie en el ultimo escalón. Akira freno casi de golpe pensando que ese era la primera vez en mucho tiempo que alguien la llamaba de esa manera. La única vez que escucho algo como eso fue antes de entrar a la playa, donde el sombrerero mando a uno de los militantes a reclutarla.
Parecia que Chishiya y Niragi no eran los únicos que sabían de su querido titulo que gano al completar el nueve de corazones. Claro que eso no evito que tuviera un poco de curiosidad. La gente normalmente sabia de ella pero jamás habían visto su rostro. Era imposible que alguien pudiera reconocerla así como así.
Pero parecia que ese chico no era todo el mundo. Y si logro descubrir algo como eso con solo una interacción, entonces era sumamente brillante. Eso, o se habia ganado otro seguidor. En cualquier caso, no sabia si era buena idea tener cerca a alguien así. No cuando ella misma era consiente de todo lo que podía llegar a hacer para ganar.
-Eres la primera persona que me dice así...-
Akira dijo tranquila, girando su rostro levemente para poder mirarlo por sobre su hombro. No parecia alterada por sus palabras, de hecho le emocionaba un poco que alguien supiera de lo que hizo hasta ese día. Especialmente cuando no paso por alto la sonrisa de lado que el chico envió su dirección cuando noto que ella no era cualquier participante.
-Hay que ser un tonto para no darse cuenta de quien eres- él subió otro escalón para poder estar parado a su lado -Además... era claro que seguirías con vida para este momento.
-Es bueno saber que mis seguidores me tienen fe-
Nakamoto solo se estaba burlando de sus palabras. Pero el muchacho solo sonrió una vez mas, tal vez con un poco de maldad, finalmente quitando sus ojos de ella para hablar. Él no era aquel que uno llamaría un simple seguidor. El de camisa azul no solo conocía lo que hacia dentro de cada juego de corazones a los que entraba. También tenia una larga lista de datos que logro -de alguna manera- recopilar dentro de las arenas que entraba.
Por un lado, como se veia.
Por el otro, como se llamaba.
Y finalmente, lo mucho que queria conocerla.
-Creo que este es el momento para confesarte algo- el chico volvió la vista al frente -Yo no soy un simple seguidor, Akira-
La nombrada elevo una ceja ante esa frase, intentando descifrar como demonios conocía ese tipo de cosas sobre ella. Porque sabia que si seguía indagando encontraría muchísimas cosas mas sobre su persona. Cosas que solamente conocerías si pasaste el suficiente tiempo junto a ella.
Así fue como su lamparita se encendió.
-Ya veo...- la chica sonrió levemente también -Parece que tengo un lindo y pequeño stalker.
Tal vez no habia estado junto a ella anteriormente. Pero era claro que si conocía tanto sobre su persona era porque estuvo indagando para saber mas de ella. Y con la cantidad de información que tenia, no le sorprendería que vinieran a decirle que hacia varias semanas que la buscaba. E incluso se planteo lo obvio.
¿Era una simple coincidencia que él estuviera ahi?
-Nos vemos luego mi querido stalker-
La chica le dio una ultima sonrisa antes de girar su vista al frente, caminando por la habitación mientras observaba al resto de los jugadores. Así fue como él noto la manera en la que iba por ese camino con una seguridad impropia en un participante, con manos en los bolsillos de su campera roja, y un par de ojos brillando en maldad. Pero lo mas curioso de eso era que nadie pareció darse cuenta.
Nadie mas que él.
O bueno, nadie mas que él y ese muchacho de abrigo blanco. El mismo que enderezo su cuerpo de forma rápida al ver como su novia entraba con uno de los criminales mas buscados del viejo mundo. Para ser un poco sincero, Chishiya pensaba que Akira tenia un imán para esas cosas. O mas bien para ese tipo de personas.
Pero en esa ocasión, le preocupo un poco la extraña mirada que ese muchacho enviaba en su dirección. No era cariñosa como la suya. Tampoco con lealtad como la de Niragi. Ni siquiera de amistad como la de Kuina. En su lugar, diviso lo que parecia ser una extraña fijación. Shuntaro estaba igual de obsesionado con su novia. Pero incluso él sabia los limites, muy por el contrario de ese chico.
-Hola-
Nakamoto no le tomo importancia, saludando al chico de remera amarilla a su lado, antes de posicionarse contra la pared a su lado. Lo hizo ver como si fuera el único lugar libre en donde podía acomodarse. Pero la realidad era que ya no deseaba estar muy lejos de su novio luego de notar el desastre en el que se habia metido.
"Dificultad; Jota de Corazones"
"Juego; Confinamiento"
"Objetivo; deben adivinar el palo de la parte trasera de su collar. Sin embargo no pueden ver su propio palo. El limite de tiempo es una hora. Cinco minutos antes del final entren a una celda y adivinen cual es su palo. Si no aciertan el juego termina para ustedes. Si se les acaba el tiempo, el collar explotara"
Eso iba a ser muy fácil para ellos.
-Solo tenemos que pedirle a alguien que nos diga nuestro palo, ¿No?-
El muchacho de amarillo hablo con rapidez, logrando que giraran sus vistas a él. Akira sonrió de lado levemente mientras se posicionaba en cuclillas contra la pared. La verdad era que esa idea seria útil si la gente no tuviera esa naturaleza humana que los hacia desconfiar de todo y todos. Ella incluso debía admitir que si no estuviera ahi dentro con Chishiya, entonces tampoco habría arriesgado su vida ante un montón de desconocidos que podrían mentirle para ganar.
-Yo no estaría tan seguro de que fuera fácil- Shuntaro le dijo con falsa simpatía -Aun no dijeron como se gana el juego.
"Confinamiento es una prueba de cuanto se puede confiar en el otro. Además, la Jota de Corazones se ha unido al juego en secreto como un participante mas"
-Ahi esta lo difícil- Akira sonrió.
"Condición para ganar, cada hora este proceso se repetirá. El juego se termina cuando la Jota de Corazones muera.
-Oh, eso es aun peor- Nakamoto murmuro de nuevo -Vamos a estar un largo rato aquí dentro.
-En conclusión...- Chishiya la miro por unos segundos al hablar -Hasta que la Jota se equivoque al responder y muera, este juego no termina. Así que debemos mentirle-
-Va a ser difícil si no sabemos quien es la Jota-
Akira curvo sus labios con diversión una vez mas mientras miraba al frente y escuchaba como la voz de siempre terminaba de hablar. No tener un limite de tiempo haría que los jugadores solo se desesperaran un poco mas rápido de lo normal. Y ese caos los llevaría a cometer errores en algunos de los casos. O en otros, a mentir para salvar sus vidas.
De todas maneras alguien moriría.
-A menos que mintamos como locos para eliminar a cualquier sospechoso...- Chishiya dijo lo que ella pensaba -Estaremos encerrados aquí para siempre-
-Una cadena perpetua en su máximo esplendor- Nakamoto miro sus uñas -Aunque al menos no darán comida.
El muchacho a un lado de ellos la miro con sin saber que decirle, pasando por alto que, de los dos, era el único que se sorprendió. Porque el peliblanco se veia igual de inexpresivo que todos los días salvo por la pequeña sonrisa de lado que lo delato ante ella.
"La primera ronda comienza ahora.
Pueden ir a donde quieran hasta la hora de entrar a la celda"
Todos se quedaron en silencio por unos minutos hasta que un hombre interrumpió la paz para hacer equipo con otro participante. Akira espero con paciencia que el caos reinara, solamente observando a cada una de las personas ahi dentro. Esos dos participantes no le llamaron tanto la atención como otros mas experimentados.
-En este juego...- un hombre de traje interrumpió al par -Los 20 tendremos que matarnos hasta descubrir a la Jota de Corazones-
-Pero que directo- Akira murmuro para si misma -Ya me cae bien-
Era obvio que lo haría.
Mas Chishiya no le dijo nada, y en su lugar, le dio un pequeño empujón con su pierna para que no hablara tan alto. Nakamoto no le dio importancia, viendo con molestia como una chica era capaz de convencer a todos usando su dulce apariencia. Sus labios se curvaron con frustración ante la participante que parecia tener una gran habilidad para manipular a la gente con la que cruzaba palabra.
Y eso solo era de ella.
-¿Que tal si nos dividimos en equipos?-
Shuntaro también escucho esa voz femenina, notando al instante que a su novia no le cayo bien el hecho de que alguien usara sus mismas estrategias. Por eso no fue ninguna sorpresa para el la rápida forma en la que esa chica de vestido azul entro a la lista de sospechosos.
-Si me llegas a decir que hablo como ella...- Akira susurro solo para Chishiya -Me veré obligada a hacer un escena de niña caprichosa-
-Entonces no diré nada-
Shuntaro apretó sus labios con diversión, sabiendo que su novia era bastante parecida a esa muchacha. Pero no pudo evitar pensar que, a pesar de todo, la diferencia seguía siendo muy notoria. Nakamoto no confiaba en nadie mas que él o si misma. Ella queria divertirse en medio de los juegos pero también creía importante vivir para el final del juego.
Y la desconocida no tenia esa idea.
-Ay, como disfruta la atención- Nakamoto se cruzo de brazos -¿Podemos hacer nuestro propio grupo también?-
Akira fue interrumpida por la misma chica de la que se quejaba cuando esta se paro delante suyo para invitarla a su grupo. Era claro que ambas estaban consientes de lo mucho que se parecían. Y no habia nada mejor que tener a tu contrincante cerca.
Esa fue la única razon por la que acepto su petición.
-Pareces confiable- la de vestido azul le sonrió -Deberias unirte a nuestro equipo-
-Me encantaría ser parte de tu grupo- Nakamoto dijo con falsa emoción -Todos se ven como personas amables-
Que gran mentira era esa.
-¡Excelente!- la desconocida estiro su mano -Soy Urumi Aramaki, ¿Cuál es tu nombre linda?
-Soy Nakamoto Akira- se presento tranquila -Es un placer conocerte-
Ambas estrecharon sus manos, mirándose con ojos analizantes y separando su agarre como si eso pudiera hacerles algo. Hubieran sido una buena dupla si sus métodos de manipulación no chocaran tanto uno con el otro. Y Chishiya, que fue uno de los pocos que se percato, creyó que tal vez era mejor que no se juntaran. Porque si lo hacían, entonces habría un gran problema.
Y no sabia si para ellas o para el resto.
-No puede ser-
Nakamoto se cruzo de brazos molesta cuando Aramaki se alejo de sus posiciones, finalmente sacando una pequeña risa de Chishiya. El mismo que la miraba con diversión al saber que hizo exactamente lo que no queria. Pero entendió su razonamiento y decidió que tal vez era buena idea seguir sus pasos.
-Para ganar se necesita observar a todos y recordar sus pasos- Shuntaro le dijo al muchacho de remera amarilla -Cualquiera podría ser la Jota de corazones... Incluso nosotros-
-Si voy a ser una carta, quiero ser la Reina de Corazones- Akira se negó al instante antes de ver con diversión a su pareja -Y tu pareces mas un Rey de Diamantes que otra cosa-
Chishiya asintio complacido mientras los dos continuaban con su análisis. A pesar de parecer que están en sus propios mundos, sus mentes jamás dejaron de maquinar una idea. Y cuando Nakamoto elevo su mano para saludar a alguien, él supo que no era el único creando perfiles sobre esos jugadores.
La chica no necesito hacer nada para ganar aliados.
La primera fue esa chica de vestido que se acerco por voluntad propia para integrarla dentro del grupo. Sea con buenas intenciones o no lo logro de un primer momento. El segundo era Ippei, el muchacho de remera amarilla que hablaba intranquilamente con el peliblanco. Y el tercero, muy para el disgusto de Shuntaro, ese participante que entro con ella.
El mismo que se encontraba sentado igual que ella al otro lado del pasillo. A quien saludo con una sonrisa amigable segundos atrás, recibiendo una sonrisa de lado. No sabia si queria que se juntara con ella. Pero Akira estaba muy convencida de que ese muchacho de camisa azul era una muy buena opción.
Y ella lo queria en su equipo.
-La gente esta entrando en desesperación con rapidez- Chishiya corto el juego de miradas entre ambos al hablar-Se evalúan entre si para ver en quien confiar. Miren a esos dos...- señalo a una pareja a sus costados -¿Saben lo que hacían antes de que el juego empezara?-
Nada sanitario para ser sinceros.
-No quiero escucharlo-
Akira lo corto de golpe, casi como si ellos jamás hubieran hecho lo mismo. Era raro viniendo de alguien tan directa como ella. Pero ellos eran muchisimo mas discretos que esos dos oficinistas y ciertamente no iban por lugares públicos.
-No es muy difícil saber que se traen entre manos-
Chishiya sonrió divertido ante su tono, pero no aun así no la miro. Mas bien se premio por dentro ante su decisión de no entrar juntos. De esa manera nadie seria capaz de atentar a utilizar su relacion en su contra. Así se ahorrarían el terminar como ese par lo haría mas adelante.
-Ese tipo tiene a la chica bajo su control -muy por diferente de él y su novia -No la dejara que interactúe con ningún otro participante-
-En este juego, si te ganas la confianza total de alguien sobrevivirás y ganaras- Nakamoto negó con diversión ante la escena -Una tarea muy difícil si me lo preguntan-
Sus palabras dejaron pensando al pobre muchacho con ellos, quien trago saliva sin saber que hacer. Chishiya, por el contrario, asintio sin muchas preocupaciones. A pesar de tener un plan para pasar desapercibidos, ellos no iban a perder. Y ya no se trataba de la inteligencia o fuerza que tenían. Mas bien era la confianza que depositaban el uno sobre el otro.
Esa que estaba lejos de romperse.
-Oye- una voz llamo su atención -Parece que aun no tienes compañero-
Los ojos de la pareja fueron al piso de abajo, donde el mismo muchacho al que Akira saludo intimidaba a quien dijo esa frase. Ambos parecieron centrarse bastante en la interacción en cuanto notaron lo rápido que fue para ellos aceptar confiar en alguien que no conocían.
-Que autoritario eres- el de camisa azul le dijo a quien intento reclutarlo como pareja -Puedo deducir mucho de tu actitud infantil. Como que te avergüenzas de tu lado oscuro y envidias al mundo-
Akira se adelanto para poder ver mejor, apoyando sus manos contra el concreto al notar lo directo que ese muchacho era. Pero a diferencia de ella, no lo usaba para romper la caparazón de su enemigo y utilizarlo a su favor. Mas bien lo decía porque queria lastimar a la persona delante suyo.
Y eso era aun mejor.
-Ocultas tu verdadero yo detrás de ese flequillo- continuo sabiendo que la pareja lo miraba muy atentamente -Te tapas la cara para que no vean tu horrible interior. Y menosprecias a los demas para sentirte un poco mejor contigo mismo-
-¡Wow!- la chica dijo emocionada -Al fin alguien competente en estos juegos-
Akira lo queria en sus filas a como de lugar.
Intentado enmascarar su claro interés, se paro correctamente para dar comienzo a ese juego. Su novio se despego de la pared de igual forma luego de mirarla irritado por su emoción. Pero no le podía recriminar nada. Primero, porque el sugirió que fingieran no conocerse. Y segundo, que el muchacho ese si podía ser de utilidad mas adelante. Por esa razon no dijo nada, caminando con ella y seguido de Ippei, a donde el resto de ese loco e improvisado grupo se encontraba.
Urumi fue la primera en recibir su palo. Así que Akira decidió seguir sus pasos, y como muestra de que confiaba en ellos, corrió sus mechones para mostrar su collar. Todos le dijeron lo que su novio habia visto apenas les dieron las reglas del juego. Pero Chishiya no se lo revelo hasta que el resto del grupo dijo que se trataba de un Corazón. Si no participaban en la locura que estaban creando, entonces nadie confiaría en ellos.
"Jugadores, es hora de adivinar"
Cada uno de los participantes comenzaron a dividirse entre las celdas, donde ella se decidió por ir al ultimo numero que tuvo en la playa. Claro que, antes de entrar por la puerta con el numero 04 arriba, se aseguró que nadie la estuviera mirando, y poso sus ojos en los de Chishiya con idea de confirmar lo que les dijeron.
-Supongo que nos dieron nuestra especialidad-
Shuntaro le guiño un ojo antes de ingresar a la celda, logrando que ella sonriera y repitiera sus pasos. Sus especialidades eran los Corazones y los Diamantes. Esos mismos palos que ahora se encontraban en la parte trasera de sus cuellos, brillando en cada collar. Parecia que nadie de los integrantes de ese raro grupo les mintió.
"Por favor" la voz dijo cuando estuvo sola "Digan cual es su palo"
-Corazones-
Akira tenia la primera ronda ganada.
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