~Cuatro~
«16 de enero del 2017 (seis meses atrás).
—Madre ya vámonos tenemos que irnos.
Pongo las maletas en el carro y espero a que mi madre pueda salir de la casa junto con mi hermano de tres años. Me dirijo a ella, cargo a mi hermano para ponerle en sus asiento mientras que mi madre se encarga de cerrar la puerta. Cuando la veo dirigiéndose al auto me subo al lado de mi pequeño hermano y espero a que mi madre entre para poder irnos de paseo. Mi madre quiso darme un respiro luego de estar estudiando dos años en la Universidad pública, sé que para ella se le hace difícil tratar con dos personas a quien tiene que alimentar, vestir y estar siempre con una sonrisa en el rostro. Cuando no tengo exámenes finales le ayudo en lo que pueda ya sea con la tarea del hogar o con mi hermano, la veo ahí sentada en el auto que me regaló por entrar en primer puesto en los exámenes de admisión. Me esfuerzo por ellos, son los únicos que están ahí. Prende la radio y se escucha la noticia del del día. Mi hermano empieza a quedarse tranquilo jugando con su carro que le entregué. Puede ser un bullicioso cuando grita pero es un niño muy cariñoso cuando no llora. Le encanta andar con su libro de animales, ayer le vi pronunciando algunos mientras se tira en el suelo.
—...pobre chica.
—¿Qué?.
Presto atención a lo que dice mi madre, dirijo la mirada hacia adelante y veo varios autos de un lado a otro.
—La chica de la noticia, ¿te acuerdas que estaban buscándola?.
—Ahh, de la chica...¿Cómo se llama?.
—Lucia, apareció su cuerpo, fue encontrado en un descampado mutilado. ¿Puedes imaginarlo todo lo que sufrió?.
—Sí, ¿Apareció el asesino?.
Niega la cabeza mientras salimos de la ciudad, es verano lo que significa que vamos a la playa, sólo dos días pero es más que suficiente. Mi madre siempre estuvo sola después de perder a mi padre en un accidente automovilístico. Tengo recuerdos bonitos con él pero se fue a muy temprano, mi hermano es hijo de mi padrastro pero ese se alejó cuando supo que mi madre estaba embarazada. Sólo pensar en él me da ganas de... no se que hacer. La única familia que tiene mi madre somos nosotros dos, fue expulsada de su familia cuando mi madre quedó embarazada de mí, pero mi padre siempre estuvo ahí. La escucho llorar en las noches y sé que es por mi padre, pero al día siguiente está con un ánimo felíz.
—Vamos a parar en el grifo más cerca, quiero cargar combustible.
Asiento y veo que me mira por el espejo retrovisor y me sonríe. Estuvo manejando un buen tiempo viendo nada alrededor sólo mar y cerros de arena. De lejos se ve un grifo y me acomodo en el asiento para ver mi celular, cuando lo prendo veo los mensajes de mi compañera y amiga de la Universidad. Sonrío al ver que esta nerviosa con un chico al que hemos apodado "Juan" ya que tiene miedo de que él sepa que hablamos de él. Le respondo rápido haciéndole saber que estoy en un grifo y que puede que no haya señal más adelante. El auto de mamá se estaciona.
—¿Puedo ir al baño madre?.
—No.
Se ríe al verme del espejo retrovisor.
—¿Cómo puedes preguntarme eso? Puedes ir. Te esperamos allá ya que van a venir varios autos. —Señala a la esquina un poco más lejos del baño. Asiento mientras abro la puerta. —Matías ¿Quieres ir al bañó?. —Mi hermano está dormido en su silla y me señala que me vaya.
Camino hacia el baño, hace un calor fuerte a estas horas del día. Cuando estoy cerca me percato de un hombre comprando en la tienda del grifo, se me hace conocido pero no me acuerdo donde lo ví. Cuando termino de hacer mis necesidades salgo y veo que algo está pasando ahí adentro, me acerco corriendo y veo la figura de mi madre siendo golpeada y los gritos de mi hermano. El señor que está ahí en el grifo se alarma pero yo sigo corriendo tratando de alcanzar y poder ayudar a mi madre. Estoy cerca y veo es el mismo hombre del grifo, grito ayuda pero no veo a casi nadie alrededor además de esas personas que ví en el grifo. Corro hacia el auto, tengo miedo de que cuando llegue vaya a encontrar a mi madre inconsistente ya que sólo escucho el llanto de mi hermano. Cuando llego al lado del piloto veo a mi madre con sangre en el rostro, me asusto cuando veo a mi hermano con una pistola en la frente. Mis ojos se llenan de lágrimas al ver a mi familia así.
—Sube Elena, si no quieres que algo le pase a tu querido hermano. —Le pasa el arma por su cabeza, me mira con una sonrisa en el rostro. Ahí me doy cuenta de donde le había visto, me agarro la boca con la mano al reconocerlo, Edisson. —Rápido Elena mi mano se está cansando.
Subo al lado de mi hermano y él se separa de Matías para acomodarse en el asiento del piloto y arranca el auto. Me abrazo a mi hermano y le calmo diciendo palabras que son mentiras.
—¿Por qué?.
—Sabía que eras diferente y no como esa chica Lucia. Te quiero verte apagar lentamente quiero ver como reacciónas al perder a tu familia.
—Te van a encontrar y …
—Ya estarás muerta.
Oh por Dios, es un chico de la Universidad, le ayudé en varias cosas y así me paga haciéndole daño a mi familia.
—No los voy hacer nada a menos que hagas algo malo. —Miro el arma y veo que lo pone encima de sus piernas. Si le quito puede que le haga daño a mi madre si no es así a mi hermano. Pero si lo logro…
—Quita de tu mente lo que sea que planeas, no lo vas a lograr.
Arropado a mi hermano, como carajos pasó esto sólo era unas vacaciones.»
Me despierto con lágrimas y lloro en la almohada para ahogar el llanto, como puede olvidas su nombre y su rostro. Seco mis lágrimas y me paro aún con los recuerdos en mente. La oscuridad de la noche me envuelve en cada paso que doy hacia la puerta, ni la luz de la Luna se puede ver. Abro la puerta y camino por el pasillo, tengo miedo de que algo me agarre y me aleje de ahí. Doblo la esquina y veo una puerta lo abro y veo una silueta en la cama. Me acerco y toco su brazo él me agarra del brazo y frente la luz de la mesita de noche. Damián me acerca a su pecho al verme llorar.
—Recordé, sé quien es.
—Ya pasó nena, mañana puedo …
—No lo entiendes, se llama Edisson la persona que me mantuvo ahí.
Su cuerpo se pone rígido pero no puedo ver su rostro, se pone de lado y hace que me acueste ahí.
—Elena esto y feliz al saber que estas recordando aunque me duele de que lo hagas en sueños. —Me abraza y me duermo en sus brazos.
***
—No es posible, es mentira. Yo lo vi y es él.
Me encuentro con los agentes de la policía, lo primero que hice al levantarme fue ir a la estación policial que esta en mi caso y la de él. Pero al ver las cámaras de vídeo en el grifo se nota que no es él.
—¿Y Edisson...?
—Encontramos su paradero vamos a recibir su versión de la historia. Pero le digo que él no aparece en los vídeos de cámara del grifo. —¿Cómo es eso posible? Yo lo vi. Me volteó para ver a Jacobo y el sólo se acerca para abrazarme.
—Es él, yo lo ví. ¿Como es posible que no esté en las cámaras?.
—Ya nena, yo te creo, voy hacer mi propia investigación. Sé que algo está mal.
Yo sólo asiento en su pecho, creo en él. Se que lo hará, cuando salgo de la estación policial salgo con más dudas. En la puerta se ve varios periodistas, Jacobo me envuelve con su casaca y me saca de ahí a empujones. Escucho voces pero no mi cuerpo está paralizado, mi cabeza están en blanco a lo que Jacobo me carga por qué no puedo caminar. Llegamos a la camioneta de Damián y ahí nos sentamos, él me entrega algodón con alcohol para poder calmar mi mente y mi cuerpo.
—Elena vamos a llegar pronto, sé que nos van a seguir pero Jacobo ya tiene resuelto ese problema.
Asiento, y me apoyo a su cuerpo, todavía tengo su casaca en mi cuerpo con su olor envolviéndome. Él celular de Damián suena a lo que sin mirar lo pone en voz alta.
—Hola Elena.
La voz, esa voz envía miedo por todo mi cuerpo. Escucho a Jacobo hablando pero la oscuridad me llama y sólo dejó que me envuelve en ella ya no quiero sentir nada.
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