Había que dar la noticia. Ya habían pasado cinco meses y ya no podía seguir ocultando mi panza tras la ropa, por muy suelta que la usase. Hoy era el día, nos vamos a juntar con mi padre y con mi abuelo para hablar de ésto.

--¿Nerviosa?-- pregunta Grimmjow sosteniendo mi mano.

--No podrás con ambos-- suelto recibiendo un gesto confundido por su parte.

--Oh vamos, ¿En cerio crees que mi padre lo tomará bien? ¿O siquiera mi abuelo?-- pregunto incrédula.

Él se queda pensativo y a los segundos su tono de piel se vuelve pálida. Me queda mirando y abre la boca para decir algo, seguro que corramos a algún otro lado, pero la puerta siendo abierta lo interrumpe.

--Mi niña hermosa-- escucho antes de ser envuelta en unos grandes brazos.

--Papá-- digo contenta y apoyo mi mejilla en su pecho mientras abrazo su torso.

--Ejehm-- suelta mi abuelo detrás de nosotros.

Mi padre se aleja y lo saluda con un abrazo. A Grimmjow simplemente lo ignora, por lo cual mi gatito solo pone sus ojos en blanco y toma asiento.

Preparo un poco de te y le doy una taza a cada uno de los presentes. Me siento a un lado de Grimmjow y mi padre empieza a contarnos lo aburrido que es el Palacio. Luego de un rato en el que hablamos de banalidades, decido soltar la noticia.

--Oigan-- empiezo con nerviosismo.

--Verán, yo, nosotros vamos a ser, padres-- digo pensando cada palabra.

La sala de nuestra casa queda en un sepulcral silencio y lo siguiente que entiendo es como mi abuelo y padre se le lanzan encima a Grimmjow. Con ayuda de los capitanes, quienes vinieron enseguida al sentir los reiatsu, logramos calmar la situación.

--Gracias-- le digo a Kyoraku y a Ukitake, que fueron los que pudieron calmar a mi abuelo.

Gracias a este gran alboroto ahora todo el Gotei sabía sobre mi embarazo, por lo cual ya eh recibido más "felicitaciones" que cuando cumplo años.

--Estas muerto gato callejero-- escucho que murmura mi padre detrás de mi.

--Me imagino que no estarás pensando en dejar a tu nieto sin padre, ¿Verdad?-- pregunto sin darme la vuelta, sabiendo que entendió el mensaje.

--Un momento, ¿Es niño?-- pregunta luego de un rato.

--Si, es un pequeño Pantera-- comento cerrando la puerta una vez todos los capitanes salieran de casa.

Mi abuelo hasta ahora se mantuvo en silencio, por lo cual me acerco a él y lo abrazo, sintiendo como envuelve sus brazos en mi cuerpo.

--Nosotros tampoco teníamos planeado ésto, pero sucedió y ahora no podemos dar marcha atrás-- comenta Grimmjow limpiando la sangre que quedó en su nariz.

Veo como mi padre lo fulmina con la mirada y Grimmjow solo lo ignora.

--Pienso casarme con ella, pero luego de que Dai nazca-- suelta por último tomando asiento.

--¿Dai?-- pregunta mi abuelo.

--Si, Grimmjow decidió ponerle así, no sé de donde lo sacó, pero es el de la abuela-- digo y me siento a un lado de Grimmjow.

--Mi madre se llamaba así-- comenta mi padre mirando a mi abuelo.

--Espero que mi hijo sea como su difunta esposa comandante-- suelta Grimmjow.

--No entiendo nada-- digo mirando a los tres hombres frente a mi.

--Le conté sobre tu abuela, tu aún no habías recuperado tus poderes-- suelta en un suspiro mi abuelo.

--No sabía que le tuvieras tanto cariño a Grimmjow como para contarle sobre ella-- digo ocultando una sonrisa.

Mi abuelo se queda callado y desvía la mirada. Luego de unos minutos más hablando mi padre debe marchar al Palacio.

--Nos vemos hijita, vendré dentro de poco para saber como van las cosas-- dice abrazándome y dejando un beso en mi frente.

--Nos vemos padre-- se despide de mi abuelo con un abrazo menos cálido, pero no menos cariñoso.

--Y tu, más te vale que cuides a mi princesa o te destrozo-- amenaza a Grimmjow señalándolo con el dedo.

--Si, si-- contesta abrazándome por la espalda, haciendo enojar a mi padre.

Una vez se va, mi abuelo también se despide de nosotros y nos deja a solas.

--Bueno, no estuvo tan mal-- comenta Grimmjow cuando entramos a la casa.

--Claro, te dieron una paliza, pero no estuvo tan mal tienes razón-- digo con burla.

--Pelea tu contra esos dos al mismo tiempo-- contesta enojado.