
51.- TE PERDONO
Narra Justin
—Nada. —dice Gis imitandonos.
—No seas infantil. —bufa Mar.
—Los infantiles aquí son ustedes. —responde.
—Bueno es que Mar y yo tenemos un problema... bueno al menos yo si. —digo tratando de explicar.
—¿Que problema? —pregunta con mucha curiosidad Gis.
—Creo que me gusta Mar. —digo encogiendome de hombros.
Gis me mira como que si no fuera nada nuevo y Mar bueno es otro caso muy diferente.
—Mmmm... Ya veo, todo esto es por eso. —dice Gis mirándome fijamente.
—Supongo.
—Creo que también me gusta. —dice Mar en un susurro apenas audible y cabizbaja.
—Interesante. —dice Gis tocando su barbilla. —Intentelo en secreto, si ven que funciona los apoyaré hasta el final para que todos lo acepten, en cambio si ven que no funciona podemos olvidarlo y dejarlo como una bonita experiencia. —dice.
—Supongo que esta bien. —digo apoyando su idea.
—Esta bien. —dice Mar.
—¿Y tu lo perdonarás? —pregunto.
—Supongo que si, ya que me explicó lo que paso, por lo que influye en mi decisión, ya que no me duele tanto como debería. —explica.
—¿Entonces eso es un sí? —pregunta Mar.
—Si. —responde.
Narra Giselle
Mi decisión esta tomada lo perdonaré, lo amo y se que esta sera la ultima vez que tengamos que pasar por algo así.
—¿Donde esta mi bolsa que traje del hospital? —pregunto mirando hacia los lados.
—Ahí. —dice Mar señalando el piso.
—Damela. —le digo a Jus.
—Ten. —dice y yo comienzo a buscar la cajita que me dio Anton hace días.
—¡Aqui esta! —exclamo.
—¿Que es eso? —pregunta Mar.
—Una promesa de amor. —respondo mientras saco el anillo y lo pongo en mi dedo anular de la mano izquierda.
—Es bonito. —dice J.B
—Lo sé. —respondo. —Vamos, deben de estar esperándonos allá. —sonrió y comienzo a caminar hacia la puerta.
—Vamos en un momento. —contestan ambos.
Narra Antonio
Verla así y por culpa del regalo que le di me afecto un poco.
—Hijo. —dice mi papá llamando mi atención.
—¿Que sucede? —pregunto y el señala las escaleras con la cabeza, Gis viene bajando luce tan bonita.
—¿Ya viste? —pregunta papá.
—¿Que?
—Mira bien. —responde para después seguir platicando con Aaron papá de Gis.
La miro y no encuentro nada diferente hasta que... lo veo, el anillo, mi promesa de amor, ella usando el anillo ¿Significa que ya me perdonó?
—Hija ¿Cómo te sientes? —pregunta Emma sacandome de mis pensamientos.
—Mucho mejor. Gracias al regalo de Anton, recordé todo. —dice sonriendo.
—Me alegro por ti hija. —esta vez es Aaron es el que habla.
—¿Todo, todo? —pregunta Jorge y ella asiente.
—Ven, vamos al jardín. —me dice y comienza a caminar, Jorge me codea y me mira como diciendo "¿Que esperas?" y entonces reacciono; comienzo a caminar detrás de ella hasta que llegamos al jardín y ella se sienta en el pasto, así que hago lo mismo sentándome frente ella.
Narra Giselle
—¿Recordaste todo? —pregunta Anton y yo solo asiento.
—Anton... —digo pero me callo en cuanto abro la boca.
—Me perdonas. —dice y yo comienzo a arrancar el pasto ya que mis nervios están a flor de piel
—Te perdono. —susurro y lo miro, pero el desvía su mirada a mi mano izquierda.
—¿Es mi momento? —dice mirando el anillo.
—Es tu momento. —afirmó mientras lo abrazo .
—Te amo. —dice y me besa.
Es un beso tierno que expresa todo lo que no se puede decir con palabras, nos separamos por culpa del maldito oxígeno.
—Te amo. —digo uniendo de nuevo nuestros labios.
Comienzan a escucharse aplausos, gritos a unos metros de nosotros y me doy cuenta de que mi familia y amigos están ahí viendo todo.
—¿Eso significa que hay boda? —dice Mar.
—¡Hay boda! —grito y todos comienzan a felicitarnos.
—Gis... —dice Anton, pero no termina la frase.
—Dime. —lo incito a seguir.
—¿Estas segura de querer una boda? Puede esperar si así lo quieres, no tenemos que casarnos si no estás lista además yo te obligue en primer lugar. —pregunta con duda.
—Estoy muy segura y ahora más que nunca estoy dispuesta a pasar mi vida junto a ti. Sé que todo lo que paso no fue culpa tuya, pues tú no sabías que una simple venganza terminaría con consecuencias muy graves. —digo abrazándolo.
—En parte fue mi culpa; si yo no me hubiera enamorado de ti ahora estarías bien y sin ningún compromiso y alcanzarías todas tus metas. —dice mirando el pasto.
—¿Te arrepientes de haberte enamorado de mi? —pregunto con indiferencia.
—¡No! Por supuesto que no, es solo que... me siento culpable. —dice sin mirarme.
—¿Otra vez volvemos a lo mismo? Anton lo que paso no fue, no es y no será tu culpa. —digo tratando de convencerlo.
—¿Cómo puedes estar tan segura de eso?
—Por que tú no lo sabías, eres una víctima al igual que yo. —respondo sin más.
—Gis, ¿Cómo fue que te enamoraste de mi? —pregunta combinando radicalmente de tema.
—La verdad es que no lo sé, solo un día no pude dejar de verte y saber que estabas con otras chicas me enojaba, me negué a tal sentimiento por el miedo que sentía de enamorarme y ser lastimada, hasta que bueno paso lo que paso y termine enamorandome de ti sin poder evitarlo... —digo sintiendo mi cara un poco caliente.
—¿Te sonrojaste? —dice en forma de burla.
—No. ¿Acaso no notas que el sol esta en su punto más alto? —digo tratando de parecer normal, además lo del sol era cierto.
—Tienes razón el sol está en su punto más alto. —dice mirando hacía arriba pero cierra los ojos al instante.
—Y tú ¿Cómo te enamoraste de mi? —pregunto ansiosa.
—La verdad es que ni yo mismo lo sé, simplemente fuiste tú, me parecía divertido molestarte, picar tus costillas y que dieras un brinquito, tus saludos efusivos, tu actitud, en fin después todo eso se fue convirtiendo en una necesidad, si un día no hablaba contigo o no te molestaba, mi humor era horrible. —dice mirándome directo a los ojos.
—Ya veo, por eso me fastidiabas tanto, ahora todo tiene sentido. —digo como si acabara de descubrir un secreto.
—Así es. ¿Me perdonas por ser una persona muy insistentemente molesta? —dice con diversión.
—Te perdono por ser una persona insistentemente molesta. —digo entre risas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro