Narra Antonio

No lo puedo creer, acabo de perder a una de las personas más importantes en mi vida y todo por culpa de una persona que se hacia llamar mi amigo, he perdido a la única persona que me ha hecho sentir lo que es el amor.

—Anton ¿Que paso? —pregunto Natali, una compañera de Gis y casi mi novia tiempo atrás.

—Nada. —respondí cabizbajo.

—Anton, tal vez no seamos los mejores amigos del mundo pero me preocupas, después de todo yo llegue a sentir cosas por ti. —dijo sonriendo ante el recuerdo.

—Ven pasa, platicaremos adentro, no aquí. —dije, mientras abría la puerta de mi casa y la hacia pasar.

—Ahora, me dirás porque te ves como si hubieras reprobado un examen o peor aún una materia. —dijo y yo sonreí, me conoce, no perfectamente pero lo hace.

—No es nada de verdad. —dije tratando de sonreír a lo que solo salió una mueca.

—Sé que no dices la verdad tu semblante no es el mismo de siempre, podría casi jurar que estas así por... ella. —la mire con confusión. —Por Adams.

—Te mentiría si te dijera que no, la razón si es ella. —dije al fin.

—¿La amas? —pregunto dudosa.

—Si, cómo no tienes idea. —respondí.

—¿Y por que no es tu novia? —volvió a preguntar.

—Por que ella ya no me ama, es novia de alguien más.

—¿Que esperas para enamorarla?

—Ya lo intente muchas veces y fallé en cada una de ellas. —respondí con un nudo en la garganta.

—¿Sueles rendirte muy rápido?

—Yo no, pero mi corazón si, no sé si podré soportar una más.

—¿Por que no la buscas?

—Ella ya tiene otro amor, otra persona a la que amar. —respondí.

—¿Y no haces nada, al respecto? Ese no eres tú. —pregunto.

—Ella se ve feliz... es feliz. —dije al fin, siento como las lágrimas se acumulan en mis ojos.

—¿Pero y tú que? ¿Tú no importas?

—Yo soy feliz si ella lo es. Además ella ya me olvido, por fin me ha superado. —respondí mientras sentía como la primera lágrima bajaba por mi ojo izquierdo.

—¿Como lo sabes?

—¿Has visto como lo mira? Esa mirada... —pregunte.

—¿A quien?

—A Diego. —respondí.

—¿Y como lo mira? —pregunto.

—Como me miraba a mi hace casi diez meses cuando le pedí ser mi novia. —respondí.

—¿Te mira igual a ti?

—No, ya no lo hace.

—¿Como lo sabes?

—Yo fui quien le quito ese brillo de los ojos... yo soy el culpable de que ella ya no me vea... como lo hacia antes. Yo tengo la culpa de todo. —sentí mi voz quebrarse mientras decía todo aquello. —Yo soy el culpable de que ella ya no sienta nada por mi... yo la he perdido... perdí su corazón, la perdí a ella.

—Tranquilo, la superarás, tal vez hay personas allá afuera esperando a que les des una oportunidad de entrar en tu corazón. —dice Natali mientras sonríe y señala mi corazón.

—Superarla, lo dudo, por ella soy capaz de todo. Si ella me pidiera que reprobara un examen, lo haría por ella.

—Estarás bien. —dijo.

—No es verdad, duele mucho, se siente como si te faltara algo, un vacío, uno muy grande, duele más que un brazo roto.

—Tal vez será porque no es un dolor físico. ¿Y que harás, lucharas una vez más o te rendirás? —pregunto.

—Sé que no dejare de luchar por su amor, lucharé hasta el final, no importa que pierda todas las batallas y partes de mi corazón en cada una, no importa que mis sentimientos se marchiten, lucharé por su amor hasta el final y si ella decide no elegirme lo entenderé y la dejaré, ya que no la puedo obligar a estar a mi lado si ella no lo quiere así. —respondí.

Narra Natali

Al escuchar a Anton hablar así me he dado cuenta de que en verdad la ama, yo no puedo entrometerme en esto, yo no puedo seguir apoyando a Diego, esta mal yo no quiero ser la perra que no permite que la pareja sea feliz, he leído mucho y se que las cosas no siempre terminan bien.

—Por lo que has dicho puedo notar que realmente, la amas.

—La amo, más que a nada en el mundo, sabes es irónico, el como le rompí el corazón a ella hace unos meses y ahora es ella la que me lo ha roto a mi. —dijo con una sonrisa que no llego a sus ojos.

Lo que haré será una completa estupidez y sé que Diego me matará pero no puedo ver a la persona de la cual estuve enamorada en algún momento de mi vida, destrozada si yo estuviera en la misma situación me gustaría que me dijeran la verdad, sacrificaré todo lo que tengo y lo que soy por el amor.

Narra Antonio

—Anton sé que no debería de decirte esto, pero no puedo permitir verte así destrozado, sé que después de esto me odiarás y no querrás volver a verme, pero no quiero que seas infeliz. —dijo Natali.

—¿Que pasa? ¿De que hablas? No estoy entendiendo. —pregunte.

—Diego, no la quiere solo lo hace para vengarse de ti, cuidate mucho y actúa con cautela, no hagas cosas estúpidas y por favor te ruego que no digas nada a nadie que te he dicho todo esto por favor. —dijo un poco alterada.

—Tranquila, no diré nada, puedes estar tranquila aún que tendrás que darme algunas explicaciones. —dije.

—Solo, prometeme que lucharas por tu felicidad y por Adams, promete que pase lo que pase jamás de los jamases te darás por vencido, aún que sientas que no puedes más busca fuerza de donde puedas para seguir adelante y poder ser feliz con la persona que amas, prometelo.

—Lo prometo y prometo que nada va a pasarte haré lo que este en mis manos para mantenerte a salvo.

—No prometas cosas que no sabes si cumplirás, pero puedes estar tranquilo yo me iré hoy por la noche con mis abuelos a Europa, continuaré lo que resta de la secundaria allá y si tú decides invitarme a tu boda, ahí estaré. —dijo mientras sonreía.

—¿Como sabés lo de la boda?

—Eso es lo de menos ahora lo que realmente importa es que seas feliz y cuidate mucho de Miller por favor, él sabrá que te dije algo así que estará buscándome, para hacerme pagar la traición, por eso me iré quedate tranquilo estaré bien. No olvides tu promesa y espero la invitación. Adiós amigo. —dijo en despedida.

—Adiós amiga. Te deseo mucha suerte la necesitaras. —respondí la despedida.