15
Para Liam, la llegada del camarero con los menús fue de lo más oportuna, ya que derepente sentía un tumulto interior por las revelaciones de Zayn y tuvo miedo de responder de mala manera y arrepentirse luego de ello. Esa semana había sufrido demasiado dolor como para que se le pasara así, de repente y echarle la culpa de todo a Jean-Paul. O como para dejar que unas cuantas palabras apasionadas tuvieran el efecto de una droga milagrosa, haciendo que todo fuera mejor.
La situación no era tan mala como se había creído, pero ciertamente no estaba resuelta. No estaba dispuesto a caer en los brazos de Zayn y olvidarse del dolor, la soledad, la sensación de ser querido sólo para unas cosas y no para otras, de ser una especie de esposo a medias. Y quererlo no era suficiente. El sexo generaba una gran proximidad, pero el Omega necesitaba sentirse amado de una forma más que física.
Mientras tanto oía al camarero mencionar las especialidades de la casa, todas debían ser excelentes, pero su mente no estaba para comidas. Eligió dos platillos y le devolvió el menú. Zayn hizo lo mismo y el camarero se marchó. Estaba claro que el Alfa estaba dispuesto a ganar le costara lo que le costara. Pero Liam luchó contra su poderoso carisma.
—No es así de sencillo, Zayn.
El Alfa abrió las manos, incitándolo a que se explicara mejor. —¿Qué es lo que no te convence, Liam?
Era difícil explicarlo con palabras. En algún momento de su matrimonio, Zayn se había apartado de él y se sentía perdido. Llevaba meses así. Se moría de ganas de que Zayn lo tomara de la mano y lo hiciera sentirse de nuevo seguro de su amor, pero ¿cómo podía sentirse seguro sin comprender por qué el Alfa lo había dejado de lado?
—¿Estabas muy enamorado de tu ex-prometido?
Esa pregunta inesperada hizo que Zayn diera un respingo y se pusiera tenso. Lo miró como si Liam hubiera pasado la línea permitida.
—Eso terminó, Liam —dijo dictatorialmente. Siempre había evitado ese tema, pero esa noche no lo iba a hacer.
—No, no está terminado.
—Te aseguro ...
—Si así fuera, no lo habrías usado a él como baremo para mis acciones. Te hiciera lo que te hiciese, fuera lo que fuese lo que sintieras por él, todavía afecta la forma en que me ves a mí, Zayn.
—No, no es así. No debería ... ¡Maldita sea! Contigo es diferente, Liam.
—Entonces ¿por qué me estás poniendo a mí las reglas que debes haber sacado de tu experiencia con él? Todo eso acerca de que este es tu espacio y este el mío ...¿Qué pasó con eso de dar y recibir?
Zayn se rió sarcásticamente. —Bueno, Steve lo sabía todo de tomar, pero lo de dar era un concepto que nunca entendió. Supongo que cuando sentí que tú no me estabas dando a mí... eso me hizo recordar mi vida con él.
—¿Lo amaste, Zayn?
Zayn le contestó de mala gana. —Era otro concepto. No estoy particularmente orgulloso de ello. Digamos que era una fase de mi vida en la que el éxito y el dinero rápido era lo más importante.
—Quiero saber más de eso. A veces reaccionas de ciertas maneras y no sé porqué. Si me contaras esa parte de tu vida, te comprendería mucho mejor.
Estaba muy claro que eso no le gustaba nada a Zayn, pero para Liam era un asunto de lo más importante y no dejó de mirarlo fijamente.
—Liam, mi vida con él y mi vida contigo ... Es como la noche y el día, créeme.
—Entonces, háblame de ello, Zayn —insistió—. Estate seguro de ti mismo, porque la semana pasada me metiste en el mismo cesto que a él y, no quiero que eso vuelva asuceder. No me gusta recibir las consecuencias de lo que te hizo otro Omega.
Zayn asintió. —Me parece justo— todavía tardó un poco más en contestar. — Steve y yo éramos lo que se podría llamar pájaros de altos vuelos cuando nos conocimos. Teníamos una confianza arrogante en que íbamos a comernos el mundo, tomando lo mejor, o lo que parecía lo mejor de todo. Coincidimos en varias fiestas, nos encontramos físicamente atractivos y nos transformamos en una de esas parejas que los demás envidian. Tuvimos una boda que no te la podrías creer. De auténticas celebridades.
Liam se dio cuenta de la sinceridad que asomó a su voz mientras le describía lo frenéticamente que habían llenado sus vidas subiendo los escalones de la alta sociedad. Zayn tardó toda la cena en contarle la historia completa, aunque ninguno de los dos comió mucho. Los dos estaban demasiado concentrados en la historia como para hacerle caso a la comida. No quisieron postre y, cuando les sirvieron el café, Zayn siguió hablando.
—Para responder a tu pregunta inicial, te diré que el amor no estaba realmente incluido en aquello. Era más ego que otra cosa. Y ya te dije que no me siento orgulloso de ello —dijo el Alfa tomándole la mano sin dejar de mirarlo—. Y yo sé que eso no es lo que tengo contigo, Liam.
El Omega dejó allí la mano, consolado por el calor y la energía que emanaba de la del Alfa. —¿Qué fue lo que viste en mí, Zayn? ¿Qué te atrajo de mí?
Liam había estado trabajando en un puesto de libros como trabajo de vacaciones de Navidad, vendiendo cuentos infantiles, en el centro comercial de Bondi Junction. Estaba diseñado para llamar la atención de los que pasaban. Zayn no había pasado, sino que había quedado con su madre en la cafetería que estaba a unos metros del puesto. Cuando su madre se hubo marchado, él no perdió el tiempo en acercarse al puesto, con la excusa de comprar un libro para una sobrina, pero más bien para presentarse y pedirle luego una cita. Dado que un Príncipe Azul como él no aparecía todos los días en su vida, Liam aceptó inmediatamente. Y nisiquiera, no se le pasó por la cabeza negarse. Se había quedado sin habla y preguntándose si no lo habría soñado y ahora lo tenía sentado delante, a su marido, su Alfa desde hacía siete años, mientras veía como la tensión desaparecía de su rostro mientras su mente retrocedía en el tiempo y sonreía.
—La forma en que sonreías a los niños—respondió el Alfa entonces.—Estabas hermoso, me quedé frío, no sólo por tu físico. Lo que me atrajo de ti fue tu forma de sonreír a los niños. Se te notaba el cariño. Un cariño real.
Los niños. ¿era esa su principal prioridad en la vida?
—Pero lo que realmente me afectó fue la forma en que me sonreíste a mí. Sin artificios. De una forma tan abierta y llena de alegría ... Era como un arco iris que quedó en mi vista durante el resto del día y no dejé de pensar en la olla de oro del final. Me dije que era mejor que la alcanzara y la atrapara lo antes posible.
Liam se rió. No lo pudo evitar. Luego suspiró largamente. Zayn podía ser el Príncipe Azul, de acuerdo. Cuando se esforzaba.
—¿Y tú, Liam? ¿Qué sentiste por mí?
—Es difícil de decir —dijo el castaño riéndose de nuevo—. Pensarás que soy tonto.
—No. Me gustaría que me lo contaras.
—La primera vez que me hablaste, cuando me miraste a los ojos, sentí como si me temblara todo el cuerpo. De los pies a la cabeza. Era algo muy extraño. Nadie me había producido antes ese efecto. Era como ser tocado por una varita mágica.
—¿Todavía lo puedo hacer? ¿Puedo hacerte sentirte así?
—Lo hiciste durante el vuelo, cuando te levantaste la primera vez de tu asiento y viniste a ver si estaba bien. Me miraste ... Era como si me estuvieras viendo de nuevo después de mucho tiempo de no verme de verdad. No sé si sabes lo que quiero decir.
—Sí. Eso lo produce el desear y sentirse deseado, Liam. Y había pasado un largo tiempo. Lo siento, pero la pura verdad es que perdí toda la sensación de ser deseado por ti. Los niños parecían acaparar por completo nuestra relación y ...
—Pero yo te deseaba, Zayn. Siempre te he deseado.
El Alfa agitó la cabeza, sintiendo la necesidad de decir lo que sentía. —No lo expresabas de la forma en que yo necesitaba.
—De eso me doy cuenta ahora, Zayn. Pero ¿cómo lo iba a saber? Tú eras el primer Alfa en mi vida en sentido íntimo. Mi padre Alfa nunca me habló de sexo. Mi padre Omega era demasiado mojigato como para permitirse contarme algo al respecto. Yo fui su pequeño niño hasta el día en que me casé contigo, así que, ¿dónde iba a aprender yo de eso, Zayn, si no contigo?
—Yo pensé que eso sería natural.
—Yo no tenía lo que podrías llamar una naturaleza liberal. Todo lo que tenía que ver con el sexo era tabú. Y así tenía que ser. Así me lo enseñaron, Zayn, y no es fácil librarse de ello.
Zayn suspiró largamente. —Lo has estado haciendo muy bien, Liam. Siento no haberte ayudado.
—Oh, fue mi culpa sobre todo. El embarazo me hizo ser más consciente de mi cuerpo. Tenía un aspecto tan horroroso que no me imagino cómo podías sentir algún deseo por mí. Así que lo de ocultarte mi cuerpo se transformó en un hábito.
El Alfa pareció sorprendido. —Pero estabas precioso cuando estabas embarazado. ¡Liam, eres un Omega hermoso!
El castaño se rió. —¿Cómo puedes decir eso?
—Es la verdad, lamento tanto que no te des cuenta de ello. Liam, para cualquier Alfa, tú eres un Omega extraordinariamente hermoso. Tienes todo lo que cualquier Alfa puede querer en un Omega. Incluso más cuando estás embarazado. Para mí, siempre has sido el Omega más bonito del mundo. ¡El Rey de los Omegas!
Liam estaba demasiado anonadado como para contestar.
—Claramente yo he cometido un error por no hacértelo saber. Por no metértelo en la cabeza las veces suficientes como para que te convencieras. Para mí era tan evidente ... Ha sido culpa mía —dijo el Alfa suspirando.— Te lo ruego Liam, dame otra oportunidad, está vez lo haré bien, juntos vamos a sobreponernos de nuestros errores, — continuó Zayn—. Aprenderemos de esto, Liam, yo de verdad te amo, y no me gustaría volver a alejarme de tí.
Liam suspiró también. —La culpa es de los dos, ambos comenzamos a alejarnos, a guardar nuestras preocupaciones y molestias. Deberíamos haber hablado mucho más, Zayn.
—Y deberíamos habernos tocado mucho más también. Lo que me recuerda ...¿Sabés esa habitación que reservaste para los dos? ¿Para que hiciéramos el amor la tarde en que yo tan estúpidamente no quise?
Liam se sonrojó. —Bueno, yo estaba tratando de arreglar las cosas entre nosotros.
—Pues en eso puedes contar con toda mi ayuda en el futuro. Y, para mostrarte mi intenso deseo de compensar mi estupidez, he reservado una habitación especial para esta noche—dijo el Alfa mirándolo a los ojos y apretándole la mano. — Quiero hacer el amor contigo, mi Omega. Ahora mismo. ¿Qué dices?¿Puedo llevarte a una velada especial, Liam Malik?
Liam sabía que el éxtasis de la intimidad física no lo era todo. Después venía el resto de la vida juntos. Pero en ese momento le parecía que era el mejor comienzo para alcanzar todo lo demás
—Sí —dijo—.Sí puedes, Alfa.
¿Qué les pareció el cap? Ya sé que querían que Zee sufriera más pero no puedo 🥺
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