11
Eran las seis de la madrugada del lunes cuando llegaron al aeropuerto Heathrow. Liam no había encontrado arduo el largo viaje. En realidad, le había parecido de lo más emocionante. El servicio había sido excelente y había comido como nunca, descubriendo incluso bebidas nuevas. Zayn lo había ayudado a elegir un par de películas de la selección de vídeos que habían ayudado a que las horas se le pasaran rápidamente y, cuando llegó la hora de dormir, le había dado una pastilla, con la que consiguió hacerlo de un tirón durante más de cinco horas.
Se había sentido de lo más animado y contento por la actitud del Alfa hacia él, por las muchas veces que se había acercado a su asiento para ver cómo estaba o si necesitaba algo, siempre besándolo y acariciándole la mejilla que pensó que tal vez debiera haber intercambiado el asiento con Jean-Paul después de todo. Pero, ¿cómo iba a saber si con eso no se metería en los planes de él? Era mejor así. Ahora no le parecía mal haber ido con su Alfa, ni sentía temor por pasar las próximas dos semanas en lo que era un territorio extraño para él. A Zayn no le estaba disgustando su presencia. Tal vez sus iniciativas estaban dando fruto, después de todo. Realmente, Zayn también parecía haber cambiado. Era como si hubiera decidido hacerle pasar ese tiempo lo mejor que pudiera.
Cuando llegaron al hotel, ese buen humor desapareció bastante. Jean-Paul se hizo cargo de todo allí y dijo que debían quedarse ellos con el dormitorio principal, sugiriendo que fuera Zayn el primero en usar el cuarto de baño y recordándole que debían estar de camino a las ocho y media para su primera reunión. Liam se sintió completamente superfluo, pero se dijo a sí mismo que así era como iba a ir todo si él no hubiera ido, así que decidió mantener la boca cerrada y no estorbar. Deshizo su maleta y la de Zayn y, así por lo menos le tendría la ropa preparada para cuando saliera del cuarto de baño.
El dormitorio principal era suficientemente grande para los dos. La cama era también lo bastante grande como para no tocarse si no se deseaba, cosa que no estaba en sus pensamientos, ni mucho menos. La suite estaba decorada de forma cálida y acogedora, con tonos rojos y blancos. En cierta manera parecía una casa antigua pero confortable, hacía que se sintiera como en su propia casa. La cocina era bastante espaciosa y funcional, con todo lo que podía ser necesario.
Liam hizo una lista mental de lo que tenía que comprar cuando encontrara un supermercado, pero luego decidió que lo mejor era ir a la famosa sección de alimentación de Harrod's y así le daría una sorpresa al Alfa. Se hizo una taza de café, ya que ninguno de los otros dos quiso una, y se instaló en el salón, que era de lo más encantador. Liam dudó que aquello pudiera ser mejorado y, era de lo más cierto que la suite proporcionaba una atmósfera íntima y acogedora.
Jean-Paul no parecía haber dejado nada al azar. Fue cuando el Omega rubio abandonó el cuarto de baño después de darse una ducha y pasó por el salón para dirigirse a su dormitorio cuando Liam se percató en lo que sí que podía haberse equivocado Zayn. La bata que llevaba Jean-Paul y que lo cubría hasta las rodillas dejaba muy pocas dudas de que no llevaba nada debajo. Y el nudo flojo del cinturón no era la cerradura más segura del mundo, precisamente. Un tirón y la bata se abriría. Todavía tenía un poco de espuma en la parte baja del cuello y le llegó el olor de algún perfume que, evidentemente, debía de ser muy caro. A pesar de que no estaba nada vestido, sí que se había arreglado el rostro perfectamente. Nada de ropa, pero un maquillaje tenue para disimular sus ojeras. Eso se añadía a la fresca vitalidad que emanaba del rubio, haciendo que Liam se sintiera agotado.
—El baño está libre, si quieres entrar —le dijo Jean-Paul, sonriendo levemente—. Siento haberte hecho esperar, pero es importante que cause hoy una buena impresión. Por Zayn. Ya sabes que esta gente valora también a los asistentes personales.
—Bueno, estoy seguro de que harás que Zayn se sienta orgulloso —le dijo Liam fríamente.
—También valoran a sus esposos —respondió Jean-Paul mirando el jersey que Liam seguía llevando—. Yo podría darte algunas pistas de lo que es apropiado o no, dado que Zayn va a ser invitado por algunos de esos Alfas de negocios a finales de la semana.
Liam luchó contra la oleada de calor que amenazaba con llegarle al rostro. ¿Cómo se atrevía ese tipo a criticar su ropa? ¿Quería decir con eso que él sabía lo que era mejor para Zayn? A Liam le salieron chispas por los ojos.
—Tú ocúpate de tus asuntos, Jean-Paul, que yo me ocuparé de los míos.
—Sólo estaba tratando de ayudar, los asuntos de Zayn son también asuntos tuyos, ¿no?
¿Por qué tenía que tomarse esas familiaridades ese Omega?
—Yo opino que Zayn es más que capaz de arreglárselas por sí solo sin ninguna ayuda por nuestra parte —dijo Liam decididamente—.Ha llegado hasta aquí de esa manera.
—No hace ningún daño facilitar el camino. Incluso los Alfas hechos a sí mismos aprecian un empujón de vez en cuando.
—¿Y es eso lo que tú les proporcionas? ¿Un empujón?
—Eso espero. Es por lo que me pagan. Por ocuparme de los detalles, quitar obstáculos y suavizar el camino.
—Por engrasar el motor —afirmó Liam suavemente.
—Bueno, se podría decir así.
—¿Hay algún límite a las necesidades que llenas?
Liam estaba odiando esa conversación, pero tenía que continuarla para encontrar lo peor.
—Eso depende del que me contrata. Podría decir que Zayn es muy considerado y generoso.
A Liam cada vez le estaba costando más trabajo contener la furia. El recuerdo del almuerzo del día del cumpleaños de Jean-Paul era como un aguijón. Trató de sonreír condescendientemente.
—Es su naturaleza. No te lo tomes personalmente.
—Bueno, es agradable trabajar bajo él —respondió Jean-Paul con un brillo malicioso en los ojos.
De repente la ira de Liam se transformó en frío. Un frío helado. Eso de trabajar bajo él ¿significaba lo que él creía?
—No creo que haya conocido nunca a un Alfa con tanto corazón —continuó Jean-Paul—. Zayn te ha dispensado tantas atenciones durante el vuelo que ha debido hacerte sentir encantado de ser su esposo.
Dijo la palabra esposo como si fuera alguna especie de ciudadano de segunda. ¿Era piedad lo que había en su mirada? El frío le llegó al corazón a Liam. Jean-Paul volvió a sonreír condescendientemente cuando añadió.
—Yo siempre he pensado que la generosidad cubre multitud de pecados. Bueno, si quieres mi ayuda o cualquier otra cosa, por favor, dímelo.
«¿Por qué no me cortas la garganta para ayudarme a sangrar», pensó Liam, pero antes de que pudiera decir nada, Zayn entró en el salón, de lo más atractivo con su traje y chaleco gris.
Liam tuvo que estar de acuerdo en que la mayoría de los Omegas debían sentirse tentados de ponerle las manos encima. Jean-Paul estaba haciendo más que eso, estaba en plena batalla y Zayn había aceptado esa batalla al estar de acuerdo en alojarse en ese sitio. Eso era lo que le daba a Jean-Paul el derecho a tomarse tantas libertades. De repente a Liam no le cupo ninguna duda al respecto. Y el conocimiento de la complicidad de Zayn en esa situación eliminó todos los buenos sentimientos que había tenido durante el viaje, dejando en su lugar un vacío tremendo.
¿Desde hacía cuánto tiempo estaban sucediendo esas cosas? Había habido otros viajes de negocios desde que Jean-Paul trabajaba para él. Todos ellos de varios días, semanas incluso. Y Liam ni siquiera le había preguntado si su asistente personal lo iba a acompañar. Hasta que había surgido lo de este viaje.¿Cómo había sido tan ciego? El Omega oficial es siempre el último en saberlo. Esa frase no paró de darle vueltas en la cabeza, siendo seguida por fin por otro pensamiento. ¿Merecía la pena seguir luchando?
—Creo que me tomaré una taza de café, Liam, si es que queda —dijo Zayn entonces.
Liam lo miró, su Alfa, viviendo en una mentira. Era extraño como se podía saber una cosa en teoría y, cuando se enfrenta a ella, es otra cosa distinta. Zayn frunció el ceño y miró fijamente a Jean-Paul, que seguía por allí con su bata. Probablemente, había sido algo deliberado lo de hacer tiempo con Liam hasta que Zayn apareciera y viera la apreciable imagen que presentaba, una imagen mucho más apreciable que la de su esposo desde hacía siete años, que tenía un aspecto de lo más marchito en esos momentos.
Liam decidió que no era ni el momento ni el lugar apropiados para una escena, así que se levantó del sofá donde estaba sentado y dejó su taza y el plato sobre la mesa, alegrándose de no romperlos.
—Es sólo café instantáneo, Zayn —dijo lo más tranquilamente que pudo—. No es problema hacerte uno.
Sintió como el Alfa observaba su rostro con intensidad, pero no lo miró. Fue a extender una mano para tocarlo cuando pasó por su lado camino de la cocina y Liam se retiró instintivamente. Eso hizo que Zayn se tensara. Aquello no le importó nada, lo que quería era salir del envenenado ambiente de esa habitación.
—Será mejor que empieces a moverte, Jean-Paul, el desayuno que has pedido estará aquí dentro de un cuarto de hora —dijo Zayn entonces.
—Ya tengo preparada la ropa. No tardaré en vestirme y peinarme —dijo el rubio suavemente.
—Hazlo entonces.
Aquello era una orden. Desde la cocina Liam oyó dos puertas cerrándose. Una era seguramente la de Jean-Paul y la otra la del salón cuando Zayn la cerró para dirigirse a la cocina. Estaba preparando el café y las lágrimas le quemaban en los ojos. Deseó que Zayn lo dejara en paz para pensar en un matrimonio que podía estar más roto de lo que se había imaginado. ¿Qué clase de Alfa instalaba a su Omega y a su amante ... o él que podía llegar a serIo, bajo el mismo techo? Le pareció una falta de respeto a su inteligencia. Una falta de respeto hacia muchas cosas que él apreciaba.
—¿Te ha dicho Jean-Paul algo que te haya molestado?
La voz del Alfa le llegó desde la puerta. Era una pregunta directa y llena de preocupación. ¿Qué podía decirle Liam? Lo que le había molestado no habían sido las palabras en sí, sino la forma en que habían sido dichas. Además, si lo acusaba de algo y Zayn no le hacía caso, sólo empeoraría las cosas. Era mejor permanecer en silencio hasta que se le aclarara la cabeza.
—No —dijo por fin. Deseó que Zayn se quedara donde estaba, ya que no confiaba en sí mismo lo suficiente y no sabía si iba a reaccionar violentamente si trataba de acercarse. Lo que necesitaba era tiempo para pensar.
—Pero estás molesto —insistió el Alfa, sin gustarle las vibraciones que estaba recibiendo.
Molesto era una palabra muy débil para expresar lo que estaba sintiendo de verdad. Desolado, sólo, atemorizado, en territorio desconocido, sin nadie en quien apoyarse en busca de guía o consuelo.
—Me siento ... muy cansado de repente —respondió—. Me duelen los huesos. Creo que me voy a dar un largo baño caliente.
Entonces silbó la cafetera y sirvió el agua hirviendo sobre los polvos de café. Oyó que Zayn se acercaba para tomar la taza y se la ofreció rápidamente. Necesitaba que hubiera algo entre ellos, se sentía de lo más vulnerable. Había dado mucho en los últimos días. Todo lo que había podido, y Zayn había puesto a Jean-Paul en una posición que le permitía insultarlo y minimizarlo.
—Toma—le dijo logrando sonreír débilmente.
—Liam, ¿de verdad que sólo estás cansado?
—Estoy seguro de que un baño es lo único que necesito para recuperarme —dijo el Omega pasando a su lado. Estaba desesperado por encontrar alguna clase de refugio. El pensamiento de enfrentarse a Zayn o a Jean-Paul, o solos o juntos, era demasiado doloroso.
—Liam, si algo te está preocupando ...
—Estaré bien. La puerta del cuarto de baño estaba justo delante suyo.—Es mi turno —dijo con toda la brillantez de que fue capaz y sin esperar a que Zayn dijera nada más. Se metió y echó el cerrojo. Abrió del todo los grifos del baño, sin querer oír nada más de Zayn y sin querer también que el Alfa oyera que estaba llorando.
Se sentó en el borde de la bañera, agitando la cabeza y pensando en lo inocente que había sido. Incluso mientras estaba sentado con Zayn en el asiento del coche que los había llevado hasta el hotel, había ido montado en una nube de esperanzada felicidad, creyendo que su matrimonio iba por buen camino. Pero, ¿dónde estaba la esperanza cuando se producía una traición? Era como el agua cayendo por el desagüe.
¿Qué les pareció el cap?
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