28 de septiembre de 2020.

Querido diario,

Siento no haber escrito nada el día de ayer, pero no tenía ni ganas ni fuerzas para hacerlo, aunque hoy no es que sea diferente. A decir verdad reconozco que ahora mismo me estoy forzando a escribir y no sé hasta qué punto eso es bueno. He estado pensando en esto del diario. Me parece cuanto menos extraño. Un sitio donde pones todos tus pensamientos, un sitio donde intentas expresarte, pero donde nadie... te escucha. Es como una forma física de representar la soledad de una persona. No sé si esto me está haciendo algún bien, pero si el médico me ha recomendado hacerlo será por algo, supongo.

No ha habido mucho movimiento hoy. Solo he salido de mi habitación para desayunar, comer y cenar. He estado encerrado en mi cuarto. Pensando. Mentalizándome para la vuelta a la universidad. Creo que le estoy dando muchas vueltas, quizás demasiadas, pero teniendo en cuenta lo que me ha pasado últimamente espero que no vaya mal, aunque se me hace muy raro pensar que irá bien.

Ya puedo notarlas. Todas las miradas condescendientes, apuntando hacia mía. Juzgándome.

Ya puedo escuchar todos los susurros. Todos los chismorreos.

Supongo que tendré que aprender a ignorar todo eso, al menos los primeros días.

A pesar de todo, hay algo que no me queda claro... ¿Claudia iba a mi universidad? ¿Íbamos a la misma clase o algo? No tengo ni idea y paso de preguntar, prefiero descubrirlo cuando vaya a la uni. Aparte me gustaría saber que piensa ella de todo esto, ¿Qué es lo que ve cuando me tiene delante? Sé que podría llamarla directamente al móvil, ya que tengo su número de contacto guardado, pero no me atrevo. Me da miedo. No quiero hacer más daño del que ya he hecho, pero tampoco quiero que las cosas entre nosotros se queden como ahora. La verdad es que es una mierda sentir que haga lo que haga seguramente saldrá mal y lo estropearé todo más de lo que ya está.