Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 3: Larga Espera

25 de septiembre de 2020.

Querido diario,

La mañana ha sido bastante tranquila. He desayunado con Carlos y Helena, pero esta vez no ha habido churros con chocolate de por medio. Hoy Helena ha tenido que volver al trabajo. De hecho, se ha ido a toda prisa, dejándose gran parte del desayuno. No podía posponer más su ausencia en su empresa. No me gusta que se vaya, no es el momento todavía, pero aun así lo entiendo. Es su trabajo y es su responsabilidad. Hoy no he podido dormir, porque mentiría si dijera que no he intentado recordar que pasó. Me he tirado toda la noche dando vueltas en la cama, intentando descubrir que es lo que sucedió, pero no he tenido resultados. Me revolvía en la cama cada dos por tres y cada hora que pasaba sin dormir y sin recordar hacía que me enfadase más conmigo mismo por no recordar. Por no poder ser de ayuda y no poder aclarar todo esto.

Carlos ha notado que no me ha sentado bien el hecho de que Helena se vaya y me ha intentado consolar. Me ha dicho que a pesar de lo que pueda parecer, Helena, mi madre, me quiere, pero su puesto en su empresa es muy importante y es algo que no puede dejar de lado por mucho que ella quiera.

Además, hoy ha sido el día. Hoy he ido a ver a Claudia.

No vive muy lejos de nuestra casa. Me ha llevado Carlos, pero una vez allí me ha dejado solo, aunque ha sido por petición mía. Tengo miedo por todo lo que está pasando y me gusta que Carlos y Helena estén por mí, pero también tengo que enfrentarme a ciertas cosas yo solo. Ha sido por la tarde. Reconozco que estaba nervioso, pero saber que a lo lejos me esperaba Carlos me ha ayudado a mantener los nervios a raya y ha tranquilizarme. ¿Querría verme? ¿Qué le tenía que decir? Estaba sudando, pero finalmente he decidido llamar al timbre. La puerta se ha abierto de golpe. Era ella. Claudia. Me he quedado quieto, sin decir ni hacer nada. Ella también. Sin previo aviso ha cerrado la puerta. Eso sí que no me lo esperaba y me ha pillado por sorpresa, al igual que yo a ella. Supongo que es algo normal. No le he avisado en ningún momento de que iba a ir a verla, así que ha tenido que ser sorprendente para ella verme ahí de pie. No le culpo. Ahora que lo pienso, empiezo a sentirme culpable. Ha tenido que ser un shock realmente grande para ella volver a verme tan de repente.

En ese momento he pensado en volver a llamar al timbre, pero un instante después me he dado cuenta de que era mejor no forzar las cosas. A pesar de eso, he decidido esperar sentado en la puerta, con la esperanza de que se abriese de nuevo y Claudia me dejase entrar. Por desgracia, no ha sido así. Una hora después me he marchado dirección al lugar acordado con Carlos para volver a casa. Ha sido solo unos 30 minutos de viaje, pero me ha parecido una eternidad.

De camino a casa, Carlos me ha preguntado como me había ido con Claudia. Realmente no tenía ganas de hablar sobre lo sucedido, así que simplemente le he contado que me ha cerrado la puerta sin decir nada y que me había quedado esperando en la puerta durante una hora. Su reacción me ha sorprendido. Simplemente, ha sonreído y me ha dicho que está orgulloso de mí y que en cierta forma le he recordado a él de joven. La verdad es que agradezco esas palabras. Es reconfortante ver como unas simples palabras de apoyo pueden hacer mucho bien. No sé por qué, pero creo que eran las palabras que necesitaba oír en un momento así.

Hemos llegado a casa sobre la hora de cenar. Era bastante tarde para ponerse a cocinar, entonces Carlos y yo hemos decidido pedir pizzas a domicilio. Hemos pedido 2. Una 4 estaciones y una de barbacoa, que por suerte no han tardado mucho en llegar. Carlos ha tenido la idea de disfrutar de las pizzas mientras veíamos una película, en concreto "Los Goonies", una película de la infancia de... mi... de Carlos. Ha sido un momento bastante agradable y gracias ha ello me he podido relajar y distraerme un poco. Mientras veía la película no he podido evitar pensar en mis amigos, si es que los tengo. Según me mencionaron Carlos y Helena no tenía muchos, pero viendo la película se me ha hecho imposible no desear vivir aventuras de ese estilo con mis "supuestos e imaginarios" amigos, obviando la parte de los mafiosos que están dispuestos a matar por el tesoro, claro está.

Ojalá que lo de Claudia se solucione rápido. No quiero causarle problemas y lo único que quiero es darle las gracias y pedirle perdón por aquello que hice y que no me acuerdo que hice. Lo jodido es que a pesar de que quiera solucionarlo, no depende solo de mí, así que me toca esperar. Otra vez.





Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro