Capítulo 13: Duro Golpe
9 de octubre de 2020
Querido diario,
Hoy ha sido duro, quizá demasiado.
El día ha empezado como cualquier otro, desayunando con mis padres tranquilamente en la cocina. Luego, obviamente he ido a clases y David estaba allí. Al principio he intentado darle su espacio, pero a la hora del descanso no podía más y me he acercado a él para preguntarle como estaba y que le había pasado durante la semana. Estaba raro, me apartaba la mirada y me decía que no me preocupase, que estaba bien. Justo después se ha ido y me ha dejado solo. De nuevo, las miradas y los susurros volvían a centrarse en mí, pero eso no ha sido todo. Al salir de clases Jorge me estaba esperando y al cruzar las miradas ya sabía que iba a ocurrir.
Hoy escribo esto desde el hospital.
Jorge me ha pegado una paliza. No he podido hacer nada, no he podido defenderme. No tengo la fuerza suficiente para hacerlo y haber devuelto los golpes me hubiese metido en más problemas. Lo peor de todo es que he visto como David miraba de lejos mientras se marchaba de la universidad.
¿Por qué? ¿Por qué a mí?
Mientras Jorge soltaba sus puñetazos y sus patadas, la gente simplemente miraba, había algunos incluso que reían o le animaban a seguir. Algunos incluso grababan la escena con el móvil. 5 minutos después, un alumno de cuarto curso lo inmovilizado y ha llamado a la ambulancia. Una hora más tarde ya estaba en el hospital. Obviamente, han llamado a mis padres que se han presentado en el hospital lo más pronto posible.
He tenido que contárselo, pero les he pedido que no hagan nada al respecto. No quiero tener más problemas, ya tengo suficiente con lo que tengo. No quiero más sufrimiento. No me han dicho nada, simplemente han salido de la habitación y me han dejado descansar. Aunque estoy siendo ingenuo. Desde luego que cuando vuelva a clases habrá problemas. Sí, para la universidad somos solo números, pero como institución tiene una reputación que mantener y no van a dejar que mi problema con Jorge vaya a más. He intentado ponerme en contacto con David, pero no ha habido suerte.
Para rematar el día ha venido a verme Claudia, que nada más entrar en mi habitación se ha lanzado a darme un abrazo. Resulta que esta tarde se ha saltado las clases para estar conmigo. Además, ha decidido quedarse a dormir en el hospital. Le he dicho que no hacía falta, pero cuanto más se lo decía más insistía ella. Al final he desistido y se ha quedado a dormir. ¿Por qué es tan buena conmigo?
Ahora mismo se encuentra dormida, a mi lado, en un sillón. La mano le cae rendida del reposabrazos. Es una chica fuerte, y por eso le envidio, pero incluso las personas más fuertes pueden perder las fuerzas en algún que otro momento.
Creo que todo esto ha sido un duro golpe.
Sobre todo para mis padres y para ella.
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