Atrapada en un mundo sin fin

huyendo sin saber dónde ir.

Aferrada al futuro incierto

y con un duro pasado

que no consigue alzar el vuelo.

Lágrimas a diario

de esta chica de barrio

que el tiempo no arranca

y hace como si no pasase nada.

Agarrada a un clavo ardiendo

y del cielo ácido cayendo

ácido dañador de piel,

hace un mundo más cruel.

Sonrió, aparento estar bien

pero en realidad,

en realidad, ni yo lo sé.

Como sabré el estado,

el del mundo hoy

como si no sé,

ni cómo yo estoy.

Confundida

tal vez incluso perdida

en una calle sin salida.