Izuku lloro toda la noche después de ese altercado, hundido en el regazo de su madre mientras ella le murmuraba un sin fin de disculpas al no ser tan valiente como él era.

Volvió a intentar, claro que lo hizo, pero las respuestas eran cada vez más agresivas, insultantes e incluso, silenciosas.

Esas eran las peores de todas.

Ya que no importaba cuánto le dijera a Katsuki que no era su culpa, que lo escuchara para poder explicarlo, no único que recibía de su parte era una mirada casada, herida y, sobre todo, indiferente hacia su persona justo antes de que el ceniza cerrara la puerta.

La Clase estaba muy atónita como para hablar entre ellos, quejarse o tener lástima por el cuarteto de chicos.

Por fin entendían.

Por fin entendían porque ellos nunca se rendían.

Todo por una amistad que poco a poco se estaba marchitando.

--- ¿Por qué su madre dijo eso? ¿No se supone que debería apoyarlos?--- cuestionó Iida con una voz calmada, confundida en varias formas.

--- ¿No escuchaste lo de antes? Lo dejan solo en casa por dios sabe cuándo tiempo, en este punto no me sorprendería que fuera una bruja.--- gruño Kirishima, cubriendo su rostro con frustración.

El siguiente recuerdo empezó con colores opacos, violenta llovizna chocaba contra la ventana del peliverde, quien limpiaba con cuidado una de sus tantas figuras de All Might para distraerse de toda la situación.

--- Mañana regresarás a la escuela, Izuku.--- comento Hitoshi, devorando un sándwich con sus ojeras más grandes que antes.
--- ¿Qué harás?--- la pregunta era simple, pequeña y sin confusiones.

¿Entonces por qué le era tan difícil responder?

Todos observaron con pesar como el pecoso dejaba el objeto en la cama, levantándose con cuidado hasta estar sentado en frente del pelimorado, cada uno guardando silencio.

--- Kacchan me odia...--- murmuró este, observando con detenimiento sus inútiles manos.
--- No quiere verme, no quiere hablar conmigo... Ni siquiera quiere estar junto a mi en una misma habitación...--- sus ojos se llenaron de lágrimas una vez más.

--- Hitoshi...--- murmuró con una voz rota, suplicante.

--- No sé que hacer...--- confesó, rompiéndose en el llanto.

Shinsou tomo una manta rápidamente y lo cobijo con esta, abrazándolo con fuerza para tratar de ayudarlo.

Era difícil estar así sin... Katsuki...

--- Está bien, Izuku... Podemos hablar con él después de la escuela, no tienes porque enfrentarlo solo...--- pronunció con suavidad, manteniendo al muchacho sobre su cuerpo para consolarlo.

--- P-pero, e-el-

--- Está bien ser débil a veces, Izuku... Sabes que no puedes con todo esto ahora, nadie de nosotros puede...--- pronunció el de ojos cansados de manera suave, tratando de no quebrarse frente al contrario.

Tenía que ser fuerte.

--- Perdimos a Katsuki... Pero Bakugou sigue aquí, mientras él esté tenemos esperanza de que tarde o temprano regresara con nosotros y esto solo será un recuerdo perdido entre nosotros...--- el agarre se afianzó entre ambos cuerpos.

--- ¿Y si no?--- susurro Midoriya, aún con su rostro enterrado en el pecho del más grande.
--- ¿Y si Kacchan nunca regresa?--- Shinsou mantuvo su mirada en la pared.

--- Entonces...--- trago grueso.

No supo que más contestar a esa simple encomienda.

Todo el panorama cambio drásticamente, mostrando un cielo nublado y triste al igual que el rostro de Midoriya, mientras caminaba por las solitarias banquetas hasta que llegó a su destino.

Dio un suspiro tembloroso, había pasado bastante desde la última vez que vio al rubio en la escuela debido a las vacaciones de verano, justo ahora iniciaban un nuevo ciclo.

Para sorpresa suya, Katsuki no apareció en ningún momento.

El tiempo pasaba, la gente iba y venía sin detenerse pero aquel que era su prioridad nunca traspaso la puerta.

Varios de sus compañeros notaron su ausencia pero lo dejaron ir, no era un tema que les importara después de todo.

--- Buenos días chicos, creo ya han notado la falta de uno de sus compañeros, Bakugou Katsuki.--- afortunadamente, su maestro pareció notar su curiosidad.

--- Debido a un accidente, el ha dejado la escuela de imprevisto, no se preocupen, el está bien.---

Midoriya sintió como si todo el aire en sus pulmones fuera retirado de un golpe invisible, observando con ojos horrorizados el rostro de su maestro.

--- No es seguro que vuelva en este año así que si tienen suerte lo verán en secundaria, pueden ir a dejarle una carta incluso, ¡Oh! Esa sería una buena actividad de inicio, ¿Quién quiere enviarle una carta a su compañero?--- varios (a la vista de Deku) hipócritas levantaron su mano, sonrientes y felices para ocultar sus malas intenciones detrás de sus máscaras simples.

Izuku comenzó a escribir rápidamente en la hoja que el mayor les había dado.

Con suerte, esto llegaría de una forma u otra al ceniza.

Los siguientes recuerdos fueron demasiado simples y desechables ya que Deku los clasificó en su mente como inútiles ya que tampoco tenía tiempo suficiente para estar con Shoto y Hitoshi.

Así que si, fue un año bastante aburrido para el chico.

Claro, hasta que llegó el momento que tanto tiempo espero.

Su mente estaba estable, su cuerpo saludable y nada iba a detenerlo para recuperar a su amigo de una forma u otra.

Los demás presentes no podían evitar estar algo ansiosos por toda la situación, guardando silencio al ver cómo el pecoso se preparaba para la escuela con una sonrisa determinante en su rostro.

Midoriya termino de ajustar sus zapatos rojos una vez más, despidiéndose de su madre con un beso para después salir.

El camino fue rápido, la emoción que el mayor sentía era demasiada, dando saltitos entre carretera y carretera hasta que llegó a la entrada de la secundaria.

--- Muy bien...--- susurro para si mismo, observando el papel de había escrito en uno de sus tantos cuadernos, caminando por los pasillos sin mirar a nadie.

Con suerte, nadie lo tomaría en cuenta.

Lástima que no fue así.

--- Uhp.--- se quejó al topar contra la espalda de alguien.

El chico era de tercer grado, su cuerpo era grande y grasoso mientras que su Quirk parecía ser algo interesante por el pelaje que cubría sus brazos.

--- E-eh-

--- ¿Que es lo que quieres inútil?--- perfecto, era un matón.
--- ¡N-nada, lo siento-

--- ¿Que con ese horrendo estilo de zapatos, amigo?--- hablo otro de aspecto anfibio por las escamas de su cuello.
--- Y-yo...---

--- ¡Esperen, ese tipo de calzado solo lo usan los que no tienen un Quirk!--- grito otro con ojos brillantes, apuntando a sus pies.

Toda la atención se fue hacia su persona, los murmullos a su alrededor no se hicieron esperar y por si fuera poco, sus ojos se estaban llenando de lágrimas.

--- Y-y-yo-

Sus piernas temblaban como gelatina ante cada paso que el mayor daba, diciendo unas palabras que lo asustaron demasiado.

--- Los inútiles no se aceptan en esta escuela.---

El timbre sonó por los pasillos y Midoriya aprovecho esos momentos para huir hacia su salón, escuchando los gritos del mayor justo antes de que esté llegase a su destino.

La gente lo miro confundida antes de regresar a sus actividades con normalidad.

Fue ahí cuando lo vio.

Aquel cabello ceniza explosivo...

Oh mierda, aún no estaba listo, ¿Verdad?

«- no entiendo de dónde me salieron ovarios para hacer maratón de mi historia más difícil

Anyways, ¡Aquí está!

Serán creo que 5 episodios nada más y serán diarios (eso creo jajaja)

Cómo ya vieron, hay otros bullys a la vista que le harán l vida imposible a nuestro brócoli.

¿Cómo creen que se librará de ellos?

¿Que estuvo haciendo Bakugou durante ese año que no fue a la escuela?

¿Cuál será la reacción de todos al ver la vida de Katsuki?

¿Quirk o golpe? (Lo entenderán más tarde)

¿Algún recuerdo que quieran ver?

¡Lxs amo!

❤️