Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 19: "Nuevos impulsos"

- Lo lamento, Antonio -contesté- Es una decisión tomada.

- Tienes un gran talento, no puedo creer que te vayas, es una verdadera lástima -añadió Pedro, el hermano de Antonio.

- Nos ha tomado por sorpresa a ambos -murmuraron.

- Gracias por todo, lo lamento mucho, pero como he dicho anteriormente, no puedo hacer las dos cosas juntas. -admití, o más bien mentí- Siento que este fue sólo un intento. Me hizo crecer y madurar, pero cada intento en el camino es un paso a tu destino y quizás ahora esté más cerca de mi destino: la ingeniería.

- Germán, nunca se sabe cuál es tu destino - añadió y me abrazó Antonio.

- Así es Germán, cada intento en el camino es un paso a tu destino -espetó Pedro.

Los días pasaban y cada uno tenía una perspectiva distinta de qué hacer con mi vida. Cada vez estaba más seguro de que lo que me había dicho Daniel era cierto, de todas formas, no volvimos a tocar el tema. Sin embargo, tomé distancia del Studio con el fin de olvidarme a María. Necesitaba poner el foco de mi vida en una sola cosa. Necesitaba algo distinto, algo que hasta entonces no había tenido: necesitaba un nuevo impulso. Una gran oportunidad de un proyecto no tardó en presentarse.

Era un simple día en la universidad como cualquier otro. Un día apenas más cálido que los anteriores días de invierno. Entré al aula apenas unos segundos antes de que comenzara la clase. Todos estaban sentados, casi se podía decir que estaban en su mayoría nerviosos por algún motivo que desconocía. Algo andaba mal. Me senté en un asiento que se encontraba en medio de la clase. La profesora entró con su bolso de todos los días unos minutos después. Todo parecía pasar en cámara lenta.

- Alumnos, el día de hoy les asignaré un proyecto que constará de la mitad de su calificación semestral, por lo tanto, les recomiendo dedicarle mucho empeño y su máximo esfuerzo -dijo la profesora- Ahora les repartiré sus consignas, les recuerdo que no tienen mucho tiempo para realizarlo.

Todo tornó un nuevo sentido cuando me dio mi consigna. Eso era exactamente lo que necesitaba para alejar mis pensamientos por completo. Tenía que hacer algo grande, algo nuevo, tenía que ser imponente, original y único. Este no tendría que ser un proyecto más que se perderá en el aire con el tiempo, quería que se imponga en la realidad, no quede en un simple plano.

Me fui a mi casa aquel día sintiendo que estaba lleno de posibilidades. No obstante, volví sin ideas. A la salida de clases, algunos compañeros me habían contado que planeaban hacer algún simple plano, contándome que eso era lo único que necesitaban para aprobar y que no intentarían hacer nada ingenioso para hacer el proyecto. De todas formas, eran mayores que yo, varios de ellos ya tenían una familia de quienes ocuparse, por otro lado, yo me refugiaría en esa consigna que tenía en mis manos. Trabajaría día y noche en caso de que haga falta, incluso pasaría noches sin siquiera dormir. Sabía que en mi mente había algo grande, una gran revelación por venir.

Los próximos siete días estuve dedicado exclusivamente a la consigna, intentando poner mi mayor esfuerzo, aún así, el resultado no me conformaba. Estaba a un día de la primera de muchas entregas y no había nada sustancial ni una idea sólida. Sólo unos cuantos garabatos en un papel. Pensé en quedarme toda la noche con un vaso de café en mi mano haciendo algo distinto. Sin embargo, me quedé dormido sin previo aviso.

Esa noche todo cambió. Soñé algo fascinante, un proyecto de verdad inmenso. Recordé algunas cosas que nos habían enseñado los últimos días acerca de la fertilización de tierras, y visualicé África, lleno de desiertos en donde las tierras quedaron completamente secas y se convirtió imposible su tratamiento. Luego, se me ocurrió una idea que dejaría impresionado a más de un científico o ingeniero del mundo. En caso de que tuviera éxito, desaparecería el desierto del Sahara y frenaría su extensión. De repente me desperté. No había dormido más de una hora, aquella hora escribí un informe, el cual presentaría al día siguiente a la profesora.

Al día siguiente quedaron todos en parte impresionados y, por otro lado, incrédulos, creyendo que era imposible: un simple proyecto sin principio ni final. La profesora lo tomó bastante en serio y me designó a alguien que me ayude. En ese momento conocí a otro inseparable e íntimo amigo mío: Ramallo. Ambos pusimos todo nuestro empeño durante semanas en imponer el plano a la realidad, para lo que necesitamos grandes expertos y dinero.

El proyecto fue presentado a las autoridades de la universidad, quienes lo vieron como una potencial fuente de recursos y aceptaron hacer una pequeña inversión y encargar algunos estudiantes avanzados de otras áreas para ayudar en el proyecto. Terminamos siendo alrededor de diez jóvenes estudiantes. Logramos en apenas unas semanas más crear la primera planta fertilizadora.

Una vez que fuimos a presentarlo a grandes empresas e inversionistas, nuestro gran proyecto fracasó rotundamente. Nadie quiso arriesgar tanto dinero por una planta de estas características, pensaron que era inútil y que no serviría. Después de meses de esfuerzo, la única felicitación que recibí fue la de mis compañeros con los que la hice y una buena calificación. Mi gran impulso, terminó destruyéndose. Todo fracasó una vez más, ¿Será acaso que todo terminaría en María?

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

- Todo fracasa en mi vida también. Recuerdo que alguna vez fui famosa, es más, no mucho tiempo atrás. Mirenme ahora. Ya no puedo más. Es demasiado. Ojalá encontrara yo un nuevo impulso, sólo que esta vez no fracase- espeté entre lágrimas.

Dejé el libro a un lado y comencé a caminar. Me encontraba tan confundida. No entendía el motivo de mis llantos. No entendía por qué me sentía así de abatida. Decidí culpar al diario, el mayor de mis enemigos y el poseedor de todos mis lágrimas. Siempre quise saber la verdad, pero no quería un pacto ni distanciarme de la persona a la que amo, o quizás amaba. Necesitaba un descanso, salir de todo esto. Necesitaba dejar el diario por un tiempo. Intenté acercarme al piano. Traté de tocarlo, pero algo me lo impedía.

De esta manera, tomé una firme decisión: tomarme el primer avión hacia el destino más lejano posible por unos días. Debía alejarme de todo. Del diario, de mis inseguridades, de mis lágrimas y de todos los que me hacían daño. Salí corriendo de la casa y, por primera vez en días o quizás semanas, tenía contacto físico con la luz solar. Tomé el primer taxi al aeropuerto sin siquiera equipaje. Estaba yo sola con una cartera que tenía en su interior un celular, dinero y tarjetas: lo mínimo que se puede llevar a un viaje.

- Buenas tardes, quería el primer vuelo al destino más lejano que me podría ofrecer -dije intentando sonar tranquila.

- Debe saber que estamos con demoras en casi todas las líneas, pero le puedo conseguir un vuelo en dos horas a -miró su computadora fijamente- Sevilla.

- ¡Sevilla! -grité inconscientemente dejando de lado toda sensatez- ¿¡De todos los destinos del mundo me quiere llevar a mi peor pesadilla!? Yo pensaba en Japón, China o quizás La Antártida si hace falta, pero ¡Sevilla! -agregué en el mismo tono.

- Entiendo, ha sufrido una crisis familiar e intenta escapar de la realidad -expresó buscando en su computadora otro destino, casi ignorando mi griterío.

- ¡No intento escapar de la realidad!

- Sí, seguro. A ver qué opina de Uruguay -preguntó tan calmada como al principio.

- ¡Uruguay! Trato de buscar un país alejado y me decís un país limítrofe.

- Entiendo, no hace falta que continúe -interrumpió- Lo único que me queda por ofrecer es Australia. Sé que es un viaje de más de un día.

- ¿Más de un día de viaje? Suena perfecto.

El vuelo partió una hora después. Fue el vuelo más agotador de mi vida, aunque no me arrepentía en lo más mínimo. Mi papá tenía razón cuando dijo que cada intento en el camino es un paso a tu destino. Ahora me encontraba lejos, tal como quería. Dispuesta a olvidarlo todo. Sin embargo, la locura y la soledad no son sencillos de desaparecer. El pacto viajaba a todas partes. Estaba siempre. Para mi sorpresa -o más bien decepción- al abrir mi cartera tras un largo y extenuante viaje me encontré con mi peor pesadilla personificada.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro