Alego por un departamento, y a las protestas, evadía. Saltando de tema en tema, según el instante y la conveniencia. Convenciéndolo con un bajar de sus ojos. La locura no es sino una pequeña sensatez ¿sabes? pero esta ligada a la ignorancia. 

Cuando lo hizo estaba temblando y brillaba como una sepentina, un rechazo la divertiría. Y una aceptación la haría temblar. No lograba decidirse.

...Papá compro ya los libros. Son bonitos, supongo...No creo que me lleve bien con física este año, que feo es el verde en su portada, pero las clases serán pasadas las ocho. Esta tan distinto ver las cosas como nuevas. Tan fácil como cambiar el adorno de un llavero, los edificios serán hojas de árbol que me escondan del sol; lo demás pasara. Lo olvidaré con el ruido de las paginas sonando sobre el estudio. Igual que las vacaciones, pasará. 

Salió y hallando el elevador vació se acurruco en de sus grisáceas esquinas..."Es un vicio, como el sol, al verlo te inspira...más bajo el todo es tan cansado..." nadie lamenta el anochecer. Su cabello negro y violeta le arranco una caricia al viento de las aceras, descendiendo y volviendo a subir como ritmo a sus pasos y el sol lo tostaba... volviéndolo dorado y castaño. Y descorriendo la cortina de sus suaves pestañas se cubría del brillo y escondía su altivez. E inclinándose vio como su vista se había vuelto de cristal húmedo y tocando quedaban en sus dedos gotas pequeñas y perlas. "Ojalá hubiese razones para...algo, en esta vida. No habría entonces lugar para estar triste".

Volviendo su cuarto recibió de una bolsa de cartón azul, con pedacitos de crepe rosa pegados a la portado, al diario que entraba. Tenía vacías de lineas sus hojas y los hilos que lo abrazaban se cosían hasta el corazón y hasta el final. Como diciendo hola. Lo hizo vecino de su cama y de las colchas que se volvían laguna con cada pesadilla. "Lo escrito es lo real, aunque antes no lo fuera".