V
—Gracias —dije encogiéndome de hombros.
Me miraste dudando por qué te había agradecido. Claro, me habías dicho "lo siento". ¡No entendías! ¿Cómo ibas a leer mis pensamientos? Era un "gracias" por hacerme recordar que no estaba sola, que no podía mantenerme estancada, aun cuando él ya no estaba aquí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro