Capítulo 2: La llamada.
Ha pasado cuatro meses desde aquella vez. Ahora estoy por finalizar mi semestre y mis docentes siguen siendo muy exigentes, nada nuevo la verdad, pero pensé que tal vez serían menos estrictos. Esto me ha llevado a no tener tanto tiempo disponible para el trabajo. El lado bueno es que durante esta mitad del año logré llevarme mejor con mis compañeros.
Me junté mucho con Min Yoongi, quien es el sujeto frío que me ignoraba en un principio, aunque después de mi insistente presencia con él conseguí ser cercana a él; sin embargo ¡Tardó mes y medio en decirme su nombre! Lo cual fue algo injusto porque ya nos llevábamos de maravilla. Según él fue para hacerme una pequeña broma, lo que yo llamaría una tortura.
Pero bueno, Min junto a Kang Hyo Mun se volvieron mis mejores amigos, lo que me hace realmente feliz porque ellos son como mis hermanos. Soy hija única, así que es por ello que les tomé cariño rápido y los considero como tal. Inclusive ellos me sobre protegen por ser su pequeñita.
Regresando al presente, en este momento estoy en uno de esos raros en los que asisto al trabajo esperando a que sean las seis, ya que tenía mucho por hacer de la escuela y quería descansar en mi suave cama, pero los minutos pasaban exageradamente lento. Estoy sumamente agotada y el tiempo no parece ayudarme.
Para liberarse de esos agobiantes pensamientos, dedique estos pocos minutos de mi vida a pensar en las cosas que me gustan; sin embargo, mis pensamientos me fueron arrebatados puesto que cierta persona me habló.
一Oye, Hu, ¿Puedes marcar a este número? Es el único que falta por hoy. Cuando termines la llamada, ¿Podrías cerrar el lugar? Los demás ya nos vamos 一propuso el encargado mayor.
一Claro, jefe 一rayos no saldré temprano, este tipo de llamadas suelen durar su tiempo, sumándole que tengo que limpiar el lugar. No me quejo porque sé que lo haré por una buena razón一. Déjeme las llaves en el mostrador y cuando acabe me voy 一respondí.
一Este es el número 一me dio un papel del cual observé algunas anotaciones, así como el número一. Ya sabes que hacer. En la hoja que te di viene que tienes que promocionar.
一Okey. Bueno, ya váyanse, no se queden aquí atascados conmigo. Nos vemos mañana. Adiós, chicos. Bye, jefe 一hable lento pero con un toque dulce.
一¡¡Adiós, Nerea!! 一vocearon al mismo unísono.
Se fueron y comencé con mi labor. Tenía que ofrecer un préstamo de un banco u otorgarle una tarjeta al individuo al que llamo; así que teniendo eso en cuenta, proseguí a marcar dudosamente desde mi celular porque el jefe ya había guardado los teléfonos que ocupamos para este servicio.
Inteté comunicarme varias veces hasta que escuché a alguien del otro lado del teléfono.
一¿Hola?
一Hola, buenas tardes, ¿Me podría
decir su nombre?
一Sí, claro. Mi nombre es Kim
Taehyung, ¿Por qué me busca?
一Lo llamo porque... 一me interrumpe.
一Eres la chica de la cita a ciegas,
¿No? Go-Eun.
Espera ¿Qué...? ¿Go-Eun? ¿Quién es ella? Me habrá confundido seguramente.
Por otro lado, ahora que lo pienso... Su nombre ya lo había escuchado... No sé dónde, pero ya lo había escuchado... O no, tal vez solo son cosas mías.
De igual forma, le diré que no soy la chica de la cita, es lo correcto, no quiero malentendidos. Además, tengo mucha prisa por irme a casa.
一Mira... No te hagas ilusiones,
no quiero nada contigo, ¿Okey?
Así que por favor no me llames
一dijo el chico.
一Sí, claro. Yo tampoco
quiero algo con usted.
一¿¡Qué!? E-Entonces... ¿Por qué
me llamaste? 一preguntó confundido.
一Yo le llamé porque le quiero
ofrecer una tarjeta de crédito.
Yo no soy Go-Eun一expresé
soltando una pequeña risa.
一¿¡Qué!? 一se escuchó un grito
fuerte del otro lado lastimándome.
一¡Oiga! Mi oído.
一Perdón, pero ¿En serio no eres
Go-Eun? ¿Me estás haciendo una
broma verdad?
一No, ¿Por qué mentiría con
eso? En fin, ¿Le interesaría
tener una tarjeta de crédito
o no?
Ignoré el hecho de que me llamará mentirosa. No fue algo grave lo sé, pero no me gusto que cuestionara lo que le había dicho. Del mismo modo, hice caso omiso a lo que menciono y no lo tomé en serio, así que seguí haciendo mi trabajo con toda la incomodidad del mundo por la pésima actitud del chico; parece un patán de primera.
一No me interesa, ya tengo una, pero
lo que sí me interesa eres tú. Tal vez
podemos tener algo, aunque no seas,
Go-Eun, ¿Te parece?
一No me parece, gracias por la
propuesta, pero la rechazó. Ter-
miné mi oferta entonces no hay
más que hablar. Adiós, joven.
En ese momento lancé mi celular a mi mochila un poco molesta por la actitud de ese chico llamado Taehyung.
Estaba un poco enfadada por la situación. Coloqué música como mi mejor calmante y comencé a acomodar el local, ya que todos aquí hacían un desastre antes de irse solo para molestar. Era gracioso porque yo se las regresaba cuando cerraban y ahora ellos acomodaban.
Empecé a cantar un poco mientras acomodaba para relajarme. Me gusta hacerlo porque la música me hace sentir libre y en paz. Lo más curioso de todo, es que a pesar de la edad que tengo, las canciones que más escucho son para bebés; por alguna razón, me llaman mucho la atención, incluso más de lo que me gustaría admitir y curioso, pues no me gustan las de mi generación.
De pronto, comenzó a sonar la famosa canción llamada Tomato, la había escuchado hace un par de semanas y desde esa vez no la puedo sacar de mi cabeza. Es muy adictiva, por eso la canto cuando estoy sola hasta quedarme sin voz, y eso justamente estaba pasando en este momento, hasta que...
一¿Hola?
Sonó una voz que tomó toda mi atención, pues claramente ese ser desconocido me escuchó cantar, así que con un poco de vergüenza volteé a donde oí el casi murmullo y no vi a nadie. Eso me causó un poco de miedo que me hizo estremecer.
Al no ver a nadie seguí cantando, pero esa voz se volvió a escuchar.
一Puedes dejar de cantar, suenas
desafinada, a parte, no eres digna
de cantar eso.
No puede ser, el sonido viene desde mi celular, lo cual me sorprendió mucho porque estaba apagado y no había marcado a alguien hasta que lo hice con el chico de hace un rato...
Giré con cuidado mi celular sintiendo muchiísimos nervios y vi que aún seguía en llamada. Claramente me alarmé porque eso significa que escuchó todo lo que hacía, lo raro fue que casualmente estaba en voz alta... ¡Maldito altavoz! ¿Por qué te activaste? Es decir, yo le había colgado... Creo, la verdad no recuerdo, pero dadas las circunstancias, veo estaba mal pensando así.
Por el contrario, ¿¡Cómo que no soy digna!? Estoy más que capacitada para cantarlas. Bueno, no quiero alterarme más de lo que ya estoy, en especial ahora, pues está más que decir que mi posición es un tanto embarazosa, así que mejor cuelgo antes de empeorar esto.
一¡¡Nos vemos!! 一dije huyendo
de la situación.
一¿Cómo que nos vemos? ¿Me vas
a colgar? ¡¡No lo hagas!! Espe...
一¡Listo! Problema resuelto.
Debo admitir que fue satisfactorio colgarle así. Afortunadamente me avisó que seguíamos en llamada, sino sería más vergonzoso de no haberlo hecho.
Reconozco que tal vez me este equivocando con el hecho de que sea un engreído, pues tenía un tono tierno cuando me dijo que no era digna de cantar esa canción y cuando le colgué sonaba como un niño. Es como si cambiara de actitud, ya que tanto el Taehyung de hace unos minutos comparado con el de ahora son polos opuestos. Tengo que evitar juzgar rápido a la gente.
Terminé por acomodar el local a las siete, me dirigí a casa y comencé con mis pendientes de la escuela.
Las horas y el estrés fueron mis acompañantes esta noche y es grato saber que después de estos infernales proyectos he logrado llegar casi al final de todo, pues justo estoy a tan solo pocos minutos, mejor dicho, a pocas palabras de acabar mi tarea.
一Solo anoto esto... Y... Ya casi acabo... ¡Por fin! A descansar se ha dicho. Mañana será otro día difícil y tengo que reponer fuerzas. Me duele un poco la espalda, estar sentada en un banco día y noche, primero en el colegio y después hoy en el trabajo... Es una completa tortura para mi cuerpo... Aunque mi empleo es la única forma de ganar dinero...
Después de debatir un poco conmigo misma en mi cuarto, acomodé todo el desastre que había hecho por mis trabajos y a acomodar lo que sería de mañana hasta que terminé con todo.
Ahora sí por fin me toca dormir, «¡¡Adiós, mundo!!» pensé justo antes de lanzarme a la cama y dormir como oso invernando.
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