Ése mismo día durante la noche

Pese a sus intentos por quedarse dormido, Lolbit abrió sus ojos con pesadez. El sueño de le había quitado y decidió que una pequeña caminata por el barco tal vez lo ayudaría.

Y también se juró a sí mismo no acercarse a su capitana a menos que se tratara de un asunto de vida o muerte.

Salió de su camarote y atravesó un largo pasillo, dirigiéndose a la cubierta. Pasó justo delante del camarote de Rabbit. Curiosamente, la puerta del mismo estaba entreabierta y pudo ver a su amigo sentado frente a una mesa escribiendo algo en un trozo de papel...

Frunció el ceño pensativo. Eso le había llamado mucho la atención, a Rabbit no le gustaba escribir. ¿Por qué estaría haciéndolo ahora?

El piloto se puso de espaldas a la pared y asomó ligeramente su cabeza, vio que su amigo dejó la pluma que estaba usando en el tintero, enrolló el papel y ató una cinta alrededor del mismo para luego levantarse y llevarselo a otro lado de su camarote...

Lolbit acercó un poco mas su cabeza buscando a su amigo pero algo lo detuvo. Una voz, mas precisamente, la de una de sus compañeras.

–Disculpa...

El piloto se alejó de la puerta por el susto y fijó su vista en la muchacha que estaba detrás de él. Por el tono de voz apagado y serio de ésta dedujo que se trataba de Ballora.

–H-Hola Ballora...¿Necesitas algo?

–Ah, eres tu Lolbit...—dijo la bailarina al reconocer su voz—Busco a Funtime Freddy, ¿Lo has visto?...

–...Pues, acabo de salir de mi camarote Ball y aún no lo he visto. Pero tal vez esté con BonBon, sabes que siempre le lee una historia todas las noches para que se duerma temprano.

–Es verdad...Gracias, y buenas noches.

–Buenas noches Ballora...—murmuró al verla alejarse de él apresurada—... Por cierto, ¿Por qué buscas a Funtime Freddy?—preguntó de repente haciendo que se detuviera—

Las mejillas de la bailarina se tiñeron de rojo y su cuerpo tembló ligeramente cuando el piloto le hizo aquella pregunta.

–Y-Yo...tengo algo que decirle...Adiós Lolbit, nos vemos mañana.

La peliazul se retiró sin decir nada más hasta perderse de su vista por el pasillo. Lolbit suspiró antes de mirar nuevamente la puerta del camarote de su amigo, aún tenía dudas sobre lo que escribió en ese papel pero decidió restarle importancia y continuar su camino hacia cubierta.

Recordó a la bailarina y sonrió, quizás ella estaba enamorada de Funtime Freddy y ahora iría a decírselo. Su amigo se podría muy feliz, sabía que la peliazul lo flechó desde el primer día en que la vio.

Cuando llegó a la cubierta le pareció escuchar voces a la distancia. Permaneció quieto un instante pero no volvió a oír nada. Al final no le dio mucha importancia y subió por una de las escalerillas de cuerda hasta el palo que sostenía la vela mayor.

Siguió subiendo por una de las cuerdas hasta que finalmente llegó a la cesta del vigía. Desde allí pudo ver con más claridad el océano.

Inhaló con placer la embriagadora brisa marina que acariciaba su rostro y hacía bailar a su cabello.

Sus recuerdos de su vida en tierra lo invadieron y una mueca de amargura se plantó en su cara. Aunque no la extrañaba para nada a veces no podía dejar de lado sus memorias.

La sensación de la soledad y del frío quedaron gravadas en él como hierro ardiente.

–...—suspira—Maldición—masculló en voz baja mirando la luna—

Esos días de sufrimiento para él quedaron justo donde debían estar, en el pasado. Ahora era un hombre libre y con una vida mejor de la que podría haber deseado. Quizás no era muy honesta pero al menos era algo.

Se sentía feliz con estas personas, ellos eran su familia.

–...—sonríe—...

Y estaba decidido a conservarla así hasta el final.

–...

Su oreja izquierda se movió debido a que había captado un sonido a lo lejos. Lolbit se puso en alerta. Se dio vuelta y vio como un barco lleno de piratas que cantaban alegres...estaba acercándose cada vez mas a ellos.

Mientras tanto

–Buenas noches Percy—susurró la albina con cariño viendo a su peludo compañero bostezar y enrollarse como un ovillo en su pequeña cama. Para nuestra capitana hoy fue un día muy largo y necesitaba dormir. La cabeza le daba vueltas.—

Dejó la funda con su espada a un lado de su cama y luego se quitó su saco pirata, dejándolo colgado en una percha al lado de su escritorio. Llevó sus manos a las cintas del cuello de su camisa y las desató dejando ver parte de su escote.

Estaba a punto de quitarse su camisa cuando...

–—abre la puerta sin permiso—¡CAPITANA HAY UN-

Cierto piloto no pudo terminar su oración ya que se quedó mudo al ver a su líder, quien ahora lo miraba con igual sorpresa.

–...

–...

–...

–...

–...Y-Yo...

–¡S-Sólo date la vuelta!—ordenó su líder dándole la espalda. Tenía las mejillas sonrosadas y se había cubierto su pecho con ambos brazos—

El piloto obedeció mientras que su capitana se acomodaba con algo de torpeza su camisa. Lolbit intentaba pensar en cómo disculparse pero el miedo no le permitía concentrarse en ello.

–Capitana...P-Perdone, se que debí tocar pero-

–—lo apunta en la cabeza con su pistola—Te voy a dar 5 segundos para que salgas de mi camarote antes de que te vuele la tapa de los sesos...5.

–—la mira de reojo—Es que yo-

–4...

–Capitana-

–3...

–¡Sólo escuche!

–2...¡Ahhh!

La capitana y su piloto cayeron al suelo luego de sentir algo estrellarse bruscamente contra el barco.

Lolbit se levantó y tambaleándose fue a ayudar a su líder. Percy saltó de su cama por el ruido y fue hacia la gran ventana de la habitación. Se subió al escritorio de un salto y allí el zorrito vio alarmado como un enorme barco se acercaba al de su dueña...y se alarmó aún más al ver la bandera que representaba a aquellos que lo abordaban.

–¿¡Y eso que fue?!

–¡Es por lo que venía a verla!

–¿¡Qué?! ¿¡De qué hablas?!

–¡Tenemos compañía, y no de la buena!—gritó el piloto ayudándola a ponerse de pie cuando de repente el barco volvió a tambalearse bruscamente.—

Percy llamó ladrando a su dueña muy asustado, Francesca lo miró preocupada y se acercó a la ventana a comprobar si lo que el piloto decía era cierto...

Al ver por la misma reconoció con horror aquel navío, sus ojos se abrieron de par en par cuando se encontraron con la bandera que ondeaba furiosa en lo más alto del palo mayor.

–—respira agitada—...

Flashback

–¿¡A donde vas?!

–¡Voy a salir! ¡Tengo que ayudarlo!

–¡Dijo que te quedaras aquí! ¿¡Planeas hacer que te maten acaso?!

–¡Ray no puedo dejarlo luchar solo! ¡Para ésto me entrenó!

–¡Franny espera!

Francesca salió corriendo de su camarote con la espada que su tutor le había regalado en mano. La lluvia la empapó completa apenas puso un pie en cubierta.

Su mirada ambarina viajó por reflejo al cielo. Frías gotas de agua que caían sobre su rostro la hicieron entrecerrarlos. Vio con dificultad como una bandera negra con el escalofriante dibujo del cráneo de un roedor y dos espadas cruzadas detrás del mismo ondeaba al viento sobre el palo mayor del navío contrario.

Miró hacia adelante y se encontró con la tripulación de La Mordida combatiendo contra un gran número de piratas. También divisó algunos cuerpos inertes de hombres de ambos bandos.

Buscó desesperada con la mirada a su capitán, su tutor, entre toda la multitud de hombres que peleaban en la cubierta. El olor a pólvora llegó a su nariz junto al de la sangre derramada. La aturdía el sonido de las espadas chocando entre ellas y las pistolas estallando al compás de los truenos en el cielo.

Uno de los piratas intentó atacarla pero logró frenar su ataque a tiempo para luego atravesarlo en el pecho con su espada. Tuvo la suerte de impedir la muerte de algunos de los hombres de su capitán, los cuales le agradecieron con un asentir de cabeza a modo de respeto.

Cuando por fin encontró a su capitán, su mirada se cruzó con la de otro hombre. El mismo apuntaba con una pistola a la cabeza de su tutor, quien se hallaba bastante herido en el suelo. Su ropa estaba rasgada y ensangrentada debido a los profundos cortes en su piel, y por como estaba su rostro no le fue difícil averiguar que él y ese pirata con orejas y cola de rata habían tenido no sólo una pelea a mano armada, sino también una cuerpo a cuerpo.

Los ojos carmín de aquel hombre brillaban con maldad al sonreírle. La joven empalideció a penas esa mirada asesina se cernió sobre ella.

–¡Mira nada más, Adrián! ¡Nunca me dijiste que tenías una acompañante! ¿¡No me la vas a presentar?!

–¡FRANCESCA VETE DE AQUÍ!

Fin del Flashback

–...Maldita rata...—murmuró la albina en voz baja recordando el odio inmenso que sentía hacia ese hombre—

–...Capitana...¿Qué hacemos?—preguntó el piloto impaciente. Vio a la capitana tensarse de espaldas a él y mover sus orejas hacia atrás y luego hacia adelante.—

Frunciendo el ceño, Francesca sacudió su cabeza y giró sobre sí misma buscando desesperada su espada. Lolbit la seguía con la mirada preocupado, intentaba buscar la hermosa mirada ambarina de su capitana, pero sólo vio unos ojos ensombrecidos que expresaban dolor y rabia.

Incluso la escuchó hablar entre dientes muy furiosa.

Su líder le ocultaba cosas, él lo sabía. Ni siquiera le había dicho su verdadero nombre y la única persona que la conocía mejor que él nunca le habló sobre su pasado, alegando que eso lo sabría en el momento apropiado.

A veces deseaba volver atrás en el tiempo, cuando su relación con la capitana era simplemente laboral pero con un leve toque de amistad. Pensaba que quizás no se sentiría tan extraño como ahora.

–...Capitana...—intento acercarse a ella para calmarla pero al final se detuvo—

Cuando la albina encontró sus armas, se las colocó en su cinturón. Tomó su saco y sombrero, y se los puso encima a la vez que salía apresurada de su camarote con su peludo compañero y Lolbit siguiéndola.

–¡SI LOS OTROS ESTÁN DORMIDOS DESPIERTALOS LOLBIT! ¡Y NO ME IMPORTA SI TIENES QUE TIRARLES AGUA FRÍA ENCIMA, LOS QUIERO A TODOS EN SUS PUESTOS AHORA MISMO!—bramó dirigiéndose a la cubierta—

Lolbit detuvo su andar y asintió con la cabeza . Mientras la albina iba hacia el puesto de mando en popa, el piloto fue a buscar a sus compañeros.

–—toca su puerta rapidamente—¡BABY DESPIERTA!

La pelirroja salió de su camarote segundos después.

–¿¡Qué ocurre Lolbit?!—le preguntó ella al verlo tan nervioso—

–¡Un barco nos estuvo siguiendo! ¡Tenemos que ir a cubierta enseguida! ¡Órdenes de la capitana!

El rostro de la menor empalideció ante la respuesta del mayor. ¿¡Cómo era eso posible?!.

Estaba por decir algo cuando el barcó se tambaleó bruscamente obligándola a sujetarse de la puerta de su camarote.

–¿¡Son guardias?!

–¡Peor que eso! ¡Debemos ir a nuestros puestos ahora!...¡BALLORA! ¡FUNTIME FREDDY! ¡ENNARD! ¡RABBIT! ¡SALGAN AHORA Y SUBAN A CUBIERTA!

Mientras tanto

–—saca su catalejo y mira a través del mismo—...

Los horribles ojos carmín de ese capitán la hicieron estremecer. Jamás pensó que volvería a ver a ése hombre.

Percy permanecía a su lado, mirándola con atención, su dueña sujetaba con firmeza el instrumento que le permitía observar a su enemigo desde donde estaba y gruñía en voz baja tratando de mantenerse serena ante la situación.

Ya había perdido a alguien a causa del maldito de Nigel Rat...no sucedería lo mismo con su tripulación esta vez.

–...—mira a Percy de reojo—No te preocupes amigo, ese bastardo no tiene ni la menor idea de con quien se ha metido.—murmuró oyendo detrás de ella como su piloto subía las escaleras hasta llegar a su lado—

Continuará

Uff...al fin terminé :" v me costó escribir este capítulo aunque no lo crean.

Como ven apareció otro personaje nuevo, esta vez perteneciente a la saga FNAC (Five Nights at Candy's), su nombre es Rat y aquí lo conoceremos como Nigel Rat, un personaje importante en la vida de nuestra capitana.

Rat no me pertenece. Créditos a sus respectivos autores.