Capítulo 22: Condenada
Hola a todos, lamento mucho no haber podido actualizar antes.
Antes de empezar el capítulo necesito decir algo importante y realmente espero que alguien lo lea u.u...
He notado que últimamente muy pocas personas votan y comentan en esta historia. Eso me pone algo triste pero entiendo que todos tenemos una vida afuera de Wattpad.
Además también sé que la mayoría está esperando la secuela de "Tu espada y la mía, unidas por el Hilo Rojo". Yo también lo estoy, y mucho. Tengo muchas ganas de empezar la historia con ustedes y ver sus votos y comentarios que siempre me alegran el día uwu. Pero, como dije hace mucho, la historia será publicada luego de terminar Recuerdos de un Amor Pirata.
Tengo pensado hacer dos o tres capítulos más de esta historia así que estamos muy cerca del final y cada vez más cerca de empezar el tercer libro de la trilogía ?). Así que por favor tenganme paciencia.
Otra cosa, NO VOY A DEJAR Wattpad, pero como algunos saben ahora estoy en la universidad y el ciclo profesional no es muy fácil que digamos. Y sí, se que ahora la mayoría estamos de vacaciones pero no todos tenemos tanto tiempo libre. Yo por ejemplo, este mes estaré haciendo ilustraciones para un proyecto en el que estoy participando junto a algunos de mis compañeros, es un proyecto de escritura y como soy una de las encargadas de los dibujos tengo una cierta responsabilidad que cumplir. Me emociona ya que nunca había formado parte de algo así y espero poder hacerlo bien.
Además de eso, también he querido dedicarme también a otra de las cosas que me gustan además de escribir que es dibujar cosas que me diviertan y me hagan feliz y que no puedo hacerlas tan seguido durante el año como fanarts, dibujos de mis oc's, etc. Por eso paso mas tiempo en Instagram que aquí.
No pienso abandonar esta historia ni a ustedes así que por ahora solo les pido paciencia y si pueden y así lo desean también les pido que dejen además una estrellita sus comentarios en este y los próximos capítulos, realmente extraño mucho poder leerlos y saber lo que pensaron de cada capítulo ❤. Además de que así me dan mucha alegría e inspiración jeje ❤
Bueno, creo que eso es todo...Ah no, olvidé algo. Cuidense mucho y feliz año nuevo 💕💕 (aunque no se ustedes pero para mí es como si aún siguieramos en 2020 :v)
...
En la oscuridad de esa fría noche solo podía escuchar el sonido de sus botas al caminar y el tintineo de los grilletes que aprisionaban sus muñecas. La capitana avanzaba en silencio, seguida muy de cerca por los dos soldados que habían recibido la orden de escoltarla. Ninguno de ellos hablaba, simplemente mantenían su mirada hacia el frente mientras caminaban.
La albina no sabía bien lo que le esperaba, pero no tenía miedo, después de todo ya no tenía nada que perder. Además, sentía que esa caminata le vendría bien, sería una buena práctica para cuando tuviera que ir hacia la horca...
Minutos después, se detuvieron frente a la puerta del camarote que le pertenecía al capitán.
...
–Sin dudas ésta será una noche interesante...—decía Rabbit mientras movía levemente la copa de vino que sostenía en su mano. Frente a él se hallaba preparada una larga mesa llena de diferentes y deliciosos platillos, la vajilla de plata sobre el mantel brillaba al ser tocada por la luz de la luna mientras que las velas le otorgaban un aire de misterio al ambiente. Seguidamente, el corsario tomó un ligero sorbo de aquel líquido carmesí y siguió mirando hacia la entrada en espera de su invitada—.
Fue entonces que alguien llamó a la puerta, uno de sus hombres informó que habían cumplido su orden y ahora pedía permiso para entrar a la habitación. El peliblanco les dio el permiso para entrar y se levantó de la silla en la que estaba sentado para recibirlos.
Los dos soldados entraron al camarote casi empujando a la capitana, quien tuvo que aguantarse las ganas de gruñir al ver al hombre mitad conejo frente ella. Se limitó solamente a mirarlo con odio y desprecio mientras que uno de sus hombres la tomaba de las muñecas para liberarlas de su prisión de hierro.
–No hace falta,—dijo el corsario deteniendo al hombre en su acción—retírense.
Con una señal, los soldados se retiraron al instante de la habitación. Ni bien los dejaron solos, Rabbit se acercó a Funtime Foxy y la rodeó mientras caminaba.
–Imagino que esto debe ser algo muy divertido para ti...—habló la albina siguiéndolo con la mirada—.
–Oh, no tienes la menor idea—dijo el corsario sonriendo con burla a la vez que la tomaba del mentón. La capitana alejó su rostro, asqueada. Sentía inmensas ganas de matar a golpes al peliblanco, tantas ganas de hacerlo sufrir por lo que les había hecho...—. Ven, hay algo de lo que tenemos que hablar.
Rabbit tomó el brazo de Funtime Foxy y la obligó a caminar hacia la mesa. Ubicó a la albina en el otro extremo de la misma, justo frente a la puerta. Acto seguido, se alejó de ella y volvió a tomar su lugar a la cabecera de la mesa.
Pasaron unos intensos minutos que para la albina se hicieron eternos. El corsario tenía sus fríos ojos negros clavados en ella. Sus codos estaban apoyados sobre la mesa y sus manos entrelazadas debajo de su mentón. Una pequeña sonrisa traviesa asomaba en sus labios mientras observaba atentamente a la capitana.
Aunque era una condenada a muerte, herida y destrozada por dentro, la albina no bajó o desvió su mirada ante él. Se mantuvo firme y con la espalda recta sobre la silla.
–Imaginé que te resistirías más al venir aquí, hubiera sido más divertido—hablo de repente el peliblanco para luego darle un pequeño sorbo a su copa de vino—.
–...
–...No se si lo sabías, pero últimamente han estado apareciendo muchas mujeres como tu. Luchadoras, rebeldes. Mujeres que creen que pueden ser más de lo que son. Algunas de ellas son piratas y salen de los lugares menos pensados. Tú, por ejemplo, ¿creés que no se quién eres?...tu nombre y el de tu madre se hicieron conocidos por toda Marseille. Francheska Funtime, la hija bastarda de una bella joven de la nobleza británica...y de un sucio y vulgar pirata. ¿Quien lo diría?.
Del otro lado de la mesa, las manos de la albina se cerraron tanto que sus nudillos se volvieron blancos. Se sentía furiosa por dentro, ¿cómo ese hombre tenía el descaro de llamarla por su nombre, insultarla a ella y a su padre?.
–Todavía no entiendo como tu abuelo no las echó a la calle a ambas, pero reconozco que hizo bien en no darte su apellido. Ya bastante vergüenza había sido el tener una nieta bastarda, imagina que llevara el apellido de una familia de clase alta tan reconocida como la suya.
–—baja sus orejas con tristeza—...
Flashback
Una pequeña albina mitad zorro de tan solo 5 años de edad se encontraba jugando en voz baja con unas lindas muñecas de tela sobre una alfombra roja en medio de un gran salón. El lugar estaba lleno de muebles finos y sobre las paredes del mismo colgaban bellísimas pinturas de artistas muy conocidos para la época.
La niña se sentía algo triste allí pero no le molestaba del todo estar sola. De hecho, en momentos como esos podía dar rienda suelta a su imaginación.
Estaba tan entretenida hasta que unas voces provenientes de la habitación de al lado la asustaron haciendo que se levantara del suelo. Aunque le daban miedo, la pequeña sentía curiosidad por saber de qué se trataban todos esos gritos. Siguió tímidamente las voces hasta una gran puerta de madera oscura, la cual se hallaba entreabierta.
Su madre y las sirvientas le habían enseñado que era de mala educación escuchar conversaciones ajenas, pero la curiosidad que sentía dentro de ella era demasiado grande como para volver al salón a jugar. Así que alzó una de sus orejitas cerca de la puerta para poder escuchar lo que sucedía. Enseguida pudo reconocer a los dueños de aquellas voces que discutían, una era la de su madre y la otra...la de su abuelo.
–¡Pero padre ella es tu nieta-
–¡Una vergüenza es lo que es, de ninguna manera voy a permitir que esa criatura lleve nuestro apellido! ¡Y ya te he dicho miles de veces que no pienso volver a hablar sobre este asunto contigo Lyrah! ¡Deberías estar agradecida por todo lo que he hecho por ustedes, si fuera un hombre diferente las dos ya estarían en la calle y sin un centavo!
El tono con el que su abuelo dijo equellas palabras hicieron que la pequeña albina se sintiera mal y se alejara lentamente de la puerta. Regresó llorando en silencio al salón en el que antes se encontraba. Vio sus muñecas tiradas sobre la alfombra, pero ya no tenía ánimos para jugar.
Fin del Flashback
–...—vuelve a alzar su mirada hacia Rabbit—.
–¿Sabes?. Hace unos años, cuando su Majestad me encargó la misión de capturarte jamás pensé que lo lograría enserio. Dicen que las mujeres piratas son más difíciles de atrapar que los hombres. Sin embargo, creo que las personas que lo dicen se olvidan de algo importante y es que todas ellas comparten algo especial, algo que las debilita...el miedo. Miedo a ser lastimadas, miedo a perderlo todo, su vida, su libertad, las personas a las que aman...y por más fuertes que se crean, él siempre está ahí. No importa que tan grande o pequeño sea, SIEMPRE está ahí. Arrastrándose...
–—respira algo agitada mientras tiembla—...
Flashback
La joven albina se limpió el sudor de la frente mientras intentaba recuperar el aire después de un duelo intenso entre ella y su maestro. El entrenamiento sin duda la había dejado exhausta.
–—sonríe—. Nada mal, has mejorado mucho—le dijo su padre ayudándola a incorporarse—. Estoy orgulloso.
–Gracias, padre.
–Descancemos un poco, ¿te parece?—propuso el mayor enfundado su espada a lo que su hija aceptó—.
...
Era de noche y en el castillo de proa la hija del Capitán Funtime contemplaba el horizonte con los brazos apoyados sobre la barandilla. Tenía una expresión de inquietud y miedo en su rostro. Dejó salir un profundo suspiro de su boca, el hermoso brillo de la luna se reflejaba en sus ojos haciendo que relucieran aún más en la oscuridad.
De repente, una de sus orejas se movió al escuchar el sonido de unos pasos que venían de detrás de ella. Instintivamente llevó su mano a la pistola que le regaló su padre y volteó para encontrarse con la figura parada detrás de ella.
No pasó mucho tiempo para la que joven bajara el arma, avergonzada de ver a quien estaba apuntando.
–...¿Puedo acompañarte?—preguntó su padre sonriendo cariñosamente—..
–S-Sí, claro...
–¿Hay algo que te preocupe, hija?—le preguntó el mayor al ponerse a su lado—..
–¿Qué? ¿A mi?...No.
–No puedes mentirle a tu padre, conozco bien esa mirada.
–....¿Enserio?—preguntó la albina inclinando apenada sus orejas—.
–Fue la misma que puse hace unos años cuando me volví el capitán de este barco. Tenía miedo y me sentía muy solo sin mi hermano, pero sabía a lo que tendría que enfrentarme si quería sobrevivir en este lugar...Veo ese miedo en ti, pero se que hay más.
–...Yo...—suspira—. Está bien, es cierto. Sí, tengo miedo...a morir y...no ser suficiente-
–Serías tonta si no lo tuvieras. El miedo es algo con lo que todos vivimos, hija. Siempre habitará en nosotros, manifestándose de muchas formas diferentes. Podemos huir de él o enfrentarlo. Solo es cuestión de decidir.
–...¿Y si lo que decido es huir?. Ya sea de una pelea o algo así...?
–Esa siempre será una opción, pero no siempre será una solución.Yo tuve que enfrentarme al miedo de perderlas a ti y a tu madre. Estaba asustado, muy, muy asustado...Pero tenía que tomar una decisión. No fue fácil, pero debía hacer lo que fuera correcto.
–Lo sé...
–...Francheska, mírame.Te he entrenado no solo para ser una buena capitana, sino también para que puedas defenderte sin importar donde estés. Sabemos que este mundo nunca fue amable, mucho menos con las mujeres. Es por eso que debes ser valiente y nunca dejar de creer en ti misma. Como te dije una vez, nunca podrás vencer a un hombre en fuerza, ni aunque entrenes toda tu vida. Pero, podrás hacerlo usando tu astucia, tu destreza, agilidad e inteligencia. Esas armas no las tienen muchos hombres, debes aprovecharlas y si lo haces bien...serás casi invencible.
–...¿Realmente crees que pueda hacerlo?.
–Como tu padre y maestro, siempre voy a creer en ti. Ahora solo falta que tu también lo hagas.
Fin del Flashback
La albina respiró profundamente y volvió a posar sus fríos ojos dorados en el corsario.
–Te ves pálida, capitana. ¿Acaso estás... asustada?.
–...¿Qué es lo que quieres?.
El peliblanco sonrió y alzó una de sus manos ante ella. Aunque se hallaba a una distancia considerable, la capitana pudo ver que el corsario sostenía algo entre sus dedos. Era un objeto pequeño, alargado y brillante y que por su forma parecía tratarse de una llave.
–Quiero proponerte algo.
Rabbit se levantó de la mesa y comenzó a caminar hacia ella, pasando lentamente su mano libre por la superficie de madera.
–Debo confesar que...en este momento no tengo tantas ganas de matarte, no como antes. De hecho, creo que te mereces una segunda oportunidad...
–...¿Qué?...
Cuando llegó hasta la albina, la miró seriamente y volviendo a mostrarle la llave la amenazó diciendo:
–Si llegas a atacarme después de que te libere, te arrojaré a mis hombres y pasarás con ellos toda la noche. Créeme, no querrás eso. No han estado con una mujer en meses.
La albina sintió temblar cada parte de su cuerpo luego de escuchar esa amenaza. Estaba asustada, muy asustada...
Rabbit hizo un gesto con su cabeza indicándole que se levantara. Sin tener otra opción, la capitana obedeció y luego se alejó de la mesa.
Ni bien sus muñecas fueron liberadas de su prisión de hierro, empezó a masajearlas un poco para aliviar su dolor. Pero no por mucho tiempo ya que las mismas fueron atrapadas nuevamente, esta vez, por las manos del corsario. Sintió su espalda chocar bruscamente contra la puerta del camarote, para la albina no hubo diferencia alguna entre el dolor que le causaban la presión de aquellas manos sobre sus muñecas y el que le habían provocado los grilletes que antes llevaba puestos.
Rabbit acercó su rostro a ella lo suficiente como para que las narices de ambos se rozaran. Vio a los ojos dorados de su prisionera, aquellos orbes que expresaban tanto odio. Sonrió por dentro mientras apretaba con más fuerza sus muñecas.
–¿Sabes?...Me he dado cuenta de lo mucho que disfruto de tu compañía aquí. No eres tan molesta como pensaba—murmuró con voz ronca sobre sus labios—. Eres una mujer...muy bella. Sería una pena desaprovechar este momento de soledad entre nosotros...
La albina sintió tanto asco cuando los labios de su captor empezaron a recorrer lentamente su cuello. Quería salir de ahí, prefería volver a su celda y encerrarse ella misma por el resto del viaje.
El peliblanco alejó el rostro de aquella zona tan suave y volvió a fijar su oscura mirada en aquellos orbes dorados.
–Tal vez no lo entiendas, pero quiero ayudarte. Estoy dispuesto a arriesgarme y hacer todo lo posible para que no tengas que morir apenas toquemos tierra. Lolbit se ha ido, estás sola. No tienes a nadie más para protegerte, excepto a mí. Sólo yo podré salvarte.
Funtime Foxy no pudo evitar bajar sus orejas al recordar ese terrible hecho. Deseaba negarlo con todas sus fuerzas pero era cierto, estaba sola. Lolbit había muerto, su padre también y las únicas integrantes que quedaban de su tripulación ya no confiaban en ella. Se sentía tan triste y miserable y estar frente al hombre que la había capturado sólo hacía que todo fuera peor.
Una parte de ella realmente quería matarlo y a cada soldado de ese barco, pero...¿cómo?. Ya no tenía fuerzas para ello, sus amigas no la ayudarían aunque las liberara y eran demasiados hombres como para combatirlos sola. Y aunque pudiera hacerlo, ¿de qué serviría?. Seguiría estando allí, sola, triste y perdida en medio del mar.
–Ahora escucharás mi propuesta y si eres lo suficientemente inteligente como siempre afirmaste ser entonces aceptarás y tendrás la oportunidad de salvar tu vida—dijo suavemente el corsario, sacándola de sus pensamientos—. Dentro de unos días llegaremos a Paris. Si aceptas pasar conmigo todas las noches que resten del viaje haré que tu condena sea rebajada considerablemente y no tendrás que morir en la horca como tus amigas. Claro que eso sólo podrá suceder siempre y cuando tengas algo bueno que ofrecerme...
El peliblanco había bajado su mirada hacia su escote tan sólo unos segundos pero sólo esos segundos bastaron para que la albina entendiera a qué se refería exactamente. Esa atrevida acción de parte suya Funtime Foxy se la devolvió gruñendo mientras mostraba sin vergüenza sus afilados colmillos.
–¿Y bien? ¿Qué dices...Francheska?
Continuará
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