Lolbit se hallaba al frente del barco, sus ojos negros como la noche miraban fijamente hacia la isla. Tenían un plan de rescate y debían apresurarse si querían llegar a tiempo. Solo unas horas habían pasado desde su encierro en el calabozo y el cielo ya se encontraba cubierto por un manto de nubes grises. Podía empezar a escucharse a los truenos, anunciantes de la llegada de una tormenta.

Desde el castillo de proa, el piloto veía cómo las palmeras de la isla eran sacudidas fuertemente gracias al viento. Nunca se imaginó estar al mando de este tipo de misiones pero estaba dispuesto a hacer todo lo necesario para salvar a su capitana y a sus compañeros.

–Lolbit,—se dio la vuelta al escuchar que lo llamaban. Era Ennard, quien se hallaba detrás de él junto a Ray, ambos iban armados y con una mirada seria en sus rostros—estamos listos.

–Bien,—dijo el piloto asintiendo con la cabeza—suelten el bote y vámonos. Rabbit y sus hombres quizás ya-

–¡Esperenme!—gritó BonBon corriendo hacia ellos—¡Los acompañaré!.

–BonBon no puedes venir con nosotros, es muy peligroso—dijo Lolbit—.

—¡Pero quiero ayudarlos, Funtime Freddy también está en peligro! ¡No les tengo miedo a esos guardias, por favor déjenme ir con ustedes!.

Ennard alzó una mano hacia sus dos compañeros pidiéndoles que le dejaran manejar la situación. Lolbit y Ray asintieron y el peligris se acercó a BonBon para hablar con él .

—Sabemos lo valiente que eres niño, pero Lolbit tiene razón. Esta misión es muy peligrosa para ti, si Funtime Freddy estuviera aquí te diría lo mismo. Además, sabes bien que no podemos dejar el barco sin vigilancia,  alguien debe quedarse.

–...Llevo 6 años en esta tripulación, he aprendido mucho de todos ustedes, en especial de Funtime Freddy. Ahora ellos están en peligro y lo único que quiero es ir a ayudarlos...¿Creen que no se que es arriesgado? ¡Los he visto pelear, se que hacer para defenderme ante un ataque, soy muy valiente y estoy dispuesto a morir por cada uno de ustedes!...En especial por él.

–...—suspira—BonBon yo-

–¡Por eso les pido que me dejen acompañarlos, quiero ayudarlos como lo hice antes cuando los Rodents nos atacaron!. Juro que haré todo lo que me digan y no causaré problemas. Sé lo que debo hacer, yo...¡Ya no soy un niño, Ennard!.

Las palabras del menor dejaron impresionados a los tres adultos. Después de unos segundos, Ennard volteó hacia Lolbit, esperando una respuesta ante la petición del grumete.

–...Lolbit, sin la capitana y Funtime Freddy aquí, tu estás al mando. ¿Qué decides?.

Lolbit miró a BonBon y a Ennard durante unos momentos sin saber que decir o hacer. No era una decisión fácil de tomar...

–...—suspira y mira directamente a BonBon—Lo siento BonBon, pero lo mejor para ti es quedarte en el barco, es por tu bien. Nosotros nos encargaremos de esto.

BonBon miraba a los tres hombres con suma triteza y enojo. Se sentía decepcionado al ver que no confiaban en él. Unas gruesas lágrimas amenazaban con salir de sus grandes ojos morados.

–¡BIEN, SI NO QUIEREN CONFIAR EN MÍ HAGANLO, PERO SI FUNTIME FREDDY MUERE NUNCA SE LOS PERDONARÉ!—gritó él para después  alejarse de ellos y subirse hasta lo más alto del palo mayor...—

–...Vámonos chicos,—dijo Lolbit rompiendo el silencio que se había formado luego de que BonBon se fuera—ya no podemos atrasarnos más.

Los tres hombres remaron hacia la isla esperando que todos los demás estuvieran bien. Desembarcaron en la arena junto a otro bote que también se encontraba sobre la arena. Lolbit lo reconoció, era el que la albina y el resto de la tripulación habían usado para llegar hasta allí. 

El piloto miró hacia abajo y descubrió unas cuantas huellas qu parecían pisadas, muy cerca del bote abandonado. Se arrodilló en el suelo para ver hacia donde iba el rastro...las huellas seguían su camino hasta lo más profundo de la selva.

–Sigamos el rastro,—dijo mientras se incorporaba y desenvainaba su espada—estas huellas nos llevarán a ellos..."Sólo espero que aún no sea tarde..."—pensó el piloto mientras él y sus dos amigos se adentraban en la basta vegetación en busca de la capitana y sus marineros—.

...

Mientras tanto

La albina y sus compañeros habían sido capturados y llevados a un gran barco anclado al otro lado de la isla. Y aunque intentaron resistirse no pudieron escapar, los soldados los superaban en número y lograron someterlos en poco tiempo.

–¿Saben?. Tenía la esperanza de que fueran más listos.—dijo Rabbit mientras miraba sonriente y divertido al grupo de piratas arrodillados frente a él. En ese momento, el peliblanco ya no vestía como un marinero cualquiera, más llevaba puesto un atuendo digno de su título de corsario real. Se acercó a la albina y la tomó del mentón, obligándola a que lo viera a los ojos—En especial tú, capitana.

—...—empieza a gruñir mostrando sus colmillos—.

–Señor, estamos listos. Esperamos sus órdenes—llamó un soldado detrás de él. El peliblanco permaneció allí un momento, observando el par de ojos dorados que lo miraban con profundo odio y desprecio—.

–Perfecto—dijo para luego soltar a la albina—.

Rabbit quería estar en primera fila durante ese momento, por ello ordenó a su primer oficial que se encargara del timón. "La vista será mejor desde la cubierta, pensaba". Pronto las velas volvieron a izarse y la bandera francesa comenzó a ondear victoriosa sobre el palo mayor. Luego de unos minutos, el barco se iba alejando lentamente de la isla, pero antes de seguir su curso hacia París, el corsario aún tenía algo que hacer.

Y se aseguraría de que los piratas fueran testigos de ello.

–Dejen a los prisioneros aquí por ahora,—ordenó al ver que algunos de sus hombres se acercaban a ellos para llevarlos al calabozo—no quiero que se pierdan del espectáculo.

–¿Espectáculo?—habló Funtime Foxy sin comprender a qué se refería. Sus marineros tampoco entendían nada de la situación pero tenían un mal presentimiento de ello...—

–¿Le gustaría verlo conmigo, capitana?—preguntó haciendo que sus labios se curvearan en una sonrisa perversa. La albina sintió asco al verlo sonreír de esa manera—.

Sin esperar una respuesta, ordenó con una señal de su cabeza a dos soldados que la acercaran a la barandilla de babor. Y así lo hicieron, Funtime Foxy fue bruscamente pegada a la barandilla. Rabbit la tomó del mentón y la obligó a posar su mirada en un punto a la distancia.

–Imagino que lo reconoces, ¿cierto?...

Lo que la albina vio a lo lejos fue nada más y nada menos que un barco. Su barco...

–...

...

–¿Qué es eso?.

Ray vio algo que brillaba entre los helechos y quiso acercarse un poco más para ver de qué se trataba. Cuando apartó con su mano las hojas lo que descubrió fue una espada tirada en el suelo. La misma se encontraba en la entrada de una cueva, a su alrededor había marcas de pisadas, manchas de sangre y los cadáveres de algunos hombres uniformados...

–...—se acerca lentamente y toma la espada—"...Franny"—pensó el mitad mapache al observar con detenimiento la empuñadura de la espada. Él sabía que su amiga nunca iría a ninguna parte sin su espada, era un objeto de gran importancia para ella. No era sólo un arma, era un tesoro, un recuerdo, un legado que le dejó su padre antes de morir...—.

–...Debo avisarle a Lolbit.

...

–...¿Qué-

–Hay algo que siempre me ha gustado hacer desde que me convertí en corsario...Destruir barcos—habló Rabbit en voz baja dirigiéndose a la albina, sin borrar aquella siniestra sonrisa de su rostro—.

La capitana vio su mano apoyada sobre una pistola en su cinturón. Eso no era lo que la inquietaba, sino cómo los ojos negros de aquel corsario miraban fijamente su preciado barco. Parecía un depredador observando a su presa desde lejos, listo para atacarla en cualquier momento.

–Es mejor que usted y sus amigos se despidan,—dijo entonces alzando el tono de su voz para que los demás lo escucharan—porque voy a convertir ese lindo barco suyo...en cenizas.

–¡NO! ¡NO LO HAGAN, BONBON ESTA AHÍ!—gritó Funtime Freddy. Al escucharlo, recordó con temor que el menor todavía se encontraba en el barco. Intentó levantarse para detener a Rabbit pero los soldados que lo custodiaban se acercaron a él y lo sujetaron contra el el suelo de la cubierta—.

Aunque una venda cubría sus ojos, Ballora se sentía muy mal e igual de asustada que Funtime Freddy. Baby se hallaba en el mismo estado de desesperación que su compañero, pensaba en su amado peligris mientras a lloraba desesperada.

–¡ENNAAAARD!

–"No...no...Lolbit..."
—

...

–...¿Dices que la encontraste aquí, Ray?.

–Así es...

Lolbit no dejaba de observar la espada de la capitana. Estaba muy preocupado por ella y sus compañeros.

–Llegamos tarde...—gruñó Ennard con cierto enojo y angustia en su voz—.

–...Fran...maldición...

...

–No te atreverías...

Rabbit alzó una de sus cejas divertido al ver como la capitana lo miraba de forma amenazante.

–...Vuélenlo—ordenó en el oído a uno de sus hombres. Él soldado asintió a la orden del capitán y los cañones fueron  encendidos—.

–...¡FUEGO!.

–¡NOOOO!

Mientras tanto

En el White Fox, BonBon estaba sentado en la cesta del vigía, llorando mientras abrazaba sus rodillas, deseaba que Lolbit y los demás regresaran pronto y que estuvieran bien.

Debajo del menor y sobre la cubierta del barco, cierto zorrito fénec había despertado de su larga siesta en el camarote de su capitana y ahora buscaba a la albina y al resto de la tripulación por todos lados.

Ninguno de los dos tenían idea de lo que les esperaba...

De pronto, BonBon escuchó el sonido de una explosión a lo lejos. Aquel ruido lo hizo levantarse de inmediato.  Tomó su catalejo y empezó a mirar el mar en busca del causante de ese ruido.

–...¿Huh?. ¿Qué es-

El menor no pudo terminar su oración ya que una bala de cañón incendiaria había chocado contra el barco haciendo que el mismo se tambaleara bruscamente hacia un lado. El golpe había hecho que BonBon casi saliera disparado de la cesta del vigía, gritó del susto y como pudo se sujetó de la bandera del White Fox para evitar caerse al suelo.

La bala había causado un gran agujero en el barco y todo a su alrededor comenzaba a incendiarse... El olor del humo llegó hasta la nariz del menor e inmediatamente empezó a gritar.

–¡SOCORROOO!

...

–¿Oyeron ese ruido?—preguntó Ennard a sus compañeros—.

–—inclina sus orejas preocupado—...¡Tenemos que volver al barco!—dijo Lolbit enfundando la espada de la capitana en su cinturón junto a la suya. Empezó a correr de vuelta hacia la playa, seguido de Ray y Ennard mentras que el sonido de aquellas explosiones aumentaba cada vez más. Al principio, el piloto creyó que solo eran truenos de la tormenta que se avecinaba, pero se trataba de algo mucho peor—.

A medida que él y los demás se acercaban a la playa, vio cenizas flotando en el aire y sintió el aroma del fuego volverse cada vez más intenso. Cuando por fin sus botas tocaron la arena blanca de aquella isla, se detuvieron en seco al ver con terrible horror la imagen que tenían frente a ellos.

El White Fox estaba cubierto en llamas y una gran nube de humo y cenizas se formaba a su alrededor.

–...¡Al bote, deprisa! ¡Tenemos que sacar a BonBon de ahí!.

–Esos malditos cobardes...—gruñó Ennard al mismo tiempo que seguía a los otros dos para subirse al bote—.

Mientras tanto

Las llamas del fuego lamían por completo el barco como si de un monstruo voraz se tratase. BonBon aún se sujetaba con sus manos la bandera del White Fox. Pero no duraría mucho allí, la tela de la misma comenzaba a rasgarse y el fuego casi lo alcanzaba.

Para empeorar, el humo comenzaba a llenar sus pulmones y sus gritos de auxilio se veían interrumpidos por la fuerte tos que este le provocaba. En un momento, el menor sintió que la bandera ya no aguantaba más su peso y vio aterrorizado como esta terminaba de rasgarse.

–No...

...

–¡LOLBIT, NO LLEGAREMOS!—gritaba Ennard mientras remaba—.

–¡TENEMOS QUE HACERLO, BONBON NOS NECESITA! ¡SIGAN REMANDO, YA ESTAMOS CERCA!

–¡EL BARCO EXPLOTARÁ EN CUALQUIER MOMENTO, HAY QUE DARNOS PRISA!—dijo Ray—.

Lolbit trataba de pensar lo más rápido que podía de que forma podrían salvar a BonBon y salir de allí con vida. Fue entonces que vio una cuerda bastante larga escondida bajo uno de los asientos traseros del bote, miró hacia el barco y tomó la decisión de soltar el remo y tomar la soga entre sus manos.

–¿¡Qué estás-

–¡Sujeta esto y haz un lazo!—le dijo a Ray. El peligris tomó la soga tratando de no soltar el remo—¡Acérquense más al barco, voy a subir! ¡Cuando traiga a BonBon, arrojen la soga hacia nosotros y tiren de ella!

Los dos peligrises no estaban seguros de que pensaba hacer el piloto pero decidieron confiar en él. Hicieron lo que les ordenó y se acercaron lo más que pudieron al barco. Afortunadamente, el fuego aún no había alcanzado la escalerilla de cuerda. Lolbit subió por ella hasta la cubierta.

En cuestión de segundos, el piloto se vio rodeado de intensas llamas. Se cubrió la cara con los brazos tratando de que las cenizas no le llegarán a los ojos.

–¡BONBON!—gritaba buscando al menor, esquivando el fuego tanto como podía—¿¡BONBON DONDE ESTÁS?!

Lolbit avanzó entre las llamas y la inmensa nube de humo que rodeaba el barco. Finalmemte logró encontrar a BonBon cerca del palo mayor, el menor estaba inconsciente sobre un montón de sogas enrolladas. Percy estaba junto a él, asustado y temblando escondido bajo su brazo. Él piloto no perdió tiempo y los cargó a los dos sobre sus hombros.

Escuchó el crujido de algo romperse desde arriba. Cuando alzó la mirada vio que un pedazo del mástil estaba a punto de caer sobre ellos. La bandera del White Fox era consumida por las llamas.

El piloto logró esquivarlo a tiempo y corrió para lanzarse de la nave antes de que toda la pólvora en la armería explotara.

–¡Allí están!—gritó Ray al distinguir la figura del piloto subida sobre la barandilla de babor. El Infierno se alzaba detrás de él—

De pronto, una gran explosión se escuchó dentro del barco. Lolbit saltó al agua con BonBon y Percy sobre sus hombros. Fue tan grande la ola de fuego y agua que los sacudió que Ray y Ennard fueron lanzados del bote.

Mientras tanto

Rabbit observaba muy satisfecho todo el espectáculo. Aunque su idea era capturar a toda la tripulación no le molestó tanto el perder una parte de su recompensa en aquella explosión.

Después de todo, la cabeza de la Capitana Funtime valía más que la de tres miserables marineros.

Continuará

Holi, un consejo: si quieren proteger su salud mental no hagan más de tres materias durante un cuatrimestre, en cuarentena y con una pandemia de fondo. Y...¿qué más?...

Ah sí, no me odien plz que yo los quiero mucho u.u

Bye~❤