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Capítulo 13: Regalos de una Marioneta

Flashback

La albina corría con todas sus fuerzas a través del bosque con el zorrito fenec entre sus brazos. Un hombre furioso la perseguía con intenciones de hacerla pagar por haberle robado una de sus muy valiosas mercancías.

Corría tan rápido que a penas podía distinguir a los árboles que la rodeaban. De pronto, sus pasos la traicionaron haciéndola tropezarse y caerse, su navaja salió volando hasta aterrizar sobre el suelo, lejos de su alcance. El zorrito de orejas puntiagudas se escapó de sus brazos y se alejó de ella a toda velocidad. La albina intentó levantarse para seguirlo pero fue atrapada por una mano gigante que la tomó fuertemente del cuello y la elevó en el aire.

–¿¡Creíste que podrías escapar, pequeña rata?!.

Trató de extraer la navaja del bolsillo de su falda pero se sorprendió al descubrir que ya no la traía consigo. El hombre la estrelló con violencia contra el tronco de un gran árbol y su quejido se escuchó en toda esa parte del bosque.

–¡Ahora tú ocuparás el lugar de ese zorro, te voy a vender al mejor postor!.

–N-No...

Aquel sujeto acercó su mano para sujetarla, pero cuando estiró su brazo para hacerlo una hilera de pequeños pero filosos dientes se clavaron con fuerza en su piel. El valiente zorrito fenec volvió a defender a quien lo había liberado. Su captor gritó de dolor y con su mano libre lo tomó de las orejas, haciéndolo soltar su brazo.

–¡Percy!.

–¡LIBERE A ESE ZORRO AHORA!—gritó una profundo y aterradora voz masculina. La joven levantó su mirada, muerta de miedo, y descubrió que ahora había un hombre muy alto frente a ella. Estaba de espaldas y vestía una larga capa negra. Al mismo lo rodeaba un aura muy oscura y brillante. Al verlo, el hombre que los había perseguido a ella y al zorrito fenec, soltó a éste y se alejó corriendo de allí asustado mientras gritaba—...

El mayor se relajó, el aura oscura que lo rodeaba desapareció completamente. Cuando se dio la vuelta, encontró a la asustada albina con su amigo zorro entre sus brazos.

–Por favor, n-no nos lastime...—sollozó ella apretando sus ojos con fuerza—

De repente, la menor sintió que la mano de su salvador le acariciaba el cabello. Abrió sus ojos lentamente, vio que su cara estaba cubierta por una máscara; la misma era blanca, con ojos negros vacíos, debajo de éstos corrían dos rayas moradas verticales que asemejaban a un par de gruesas lágrimas. También distinguió dos círculos rojos pintados en las mejillas, y una gran, oscura y exagerada sonrisa.

–Tranquila,—murmuró el hombre con voz suave y amable bajando la capucha de su capa negra y quitándose la máscara que le cubría el rostro.—ya están a salvo...

Extendió su mano para ayudarla a levantarse y ella la tomó. Francesca se sorprendió al descubrir lo pálido que era ese hombre, su rostro se veía casi igual al de su máscara.

Creo que esto es tuyo—sonrió entregándole la navaja que se le había caído en medio de la persecución. La niña la tomó y la guardó en su falda. Acto seguido, volvió a posar su mirada en el hombre que la salvó a ella y a su amigo de orejas puntiagudas—. Dicen que algunas armas son amuletos de buena suerte, pero me sorprende que una chica como tu use una a tan temprana edad.

–Gracias. Fue un regalo de mi madre...

–Ya veo, perdón si te ofendí. No era esa mi intención...

–No se disculpe, no me he ofendido. Usted tiene razón, no es algo normal que alguien de mi edad esté portando una navaja, menos siendo una chica. Por cierto...¿Quién es usted?, o mejor dicho...¿Qué es usted?.

–—se inclina levemente ante ella—Madame...mi nombre es Peter Jackson, pero puede llamarme Puppet. Yo soy una marioneta.

–¿Una...marioneta?.

–—sonríe—Así es. ¿Ha escuchado hablar de mi raza? .

–Una vez, creo que sí. Pero nunca creí que vería a alguien como usted en persona.

–—ríe internamente—Solemos aparecer sin avisar, me disculpo si llegué a asustarla...¿Tu amiguito está bien?—preguntó refiriéndose al zorro fenec—.

–—asiente—Gracias por ayudarnos señor Jackson...quiero decir, Puppet.

La marioneta sonrió y envolvió a la joven albina en un cálido abrazo.

–No me lo agradezcas. Me alegro de que ambos estén bien...

...

–¿Y...qué hace una jovencita como tú en este bosque?. No es bueno venir a ésta hora, es muy peligroso.

La marioneta había creado un refugio con sus poderes luego de que el tiempo comenzara a cambiar. La lluvia los había empapado un poco y el pelinegro no quería que la joven pescara un resfriado.

–Lo se. Yo...estoy buscando a alguien.

–¿En serio?. ¿A quien buscas?, si me permites saber...

–...A un pirata—respondió dejándolo sorprendido—. Mi madre dijo que él cuidaría de mí antes de morir, ella lo conoció hace mucho y él también cuidó de ella...

–Entiendo...Lamento tu pérdida.

La albina acarició al zorro fenec intentando contener su llanto.

–...Descuida, no es tu culpa. Debo encontrarlo...pero no sé dónde está.

–...No pierdas la esperanza. Sé que lo encontraremos, yo voy a ayudarte.

–—lo mira sorprendida—¿E-En enserio?.

–Soy una marioneta, pequeña Franny. Es parte de mi trabajo ayudar a las personas, darles regalos para que tengan una nueva vida.

Los brazos de la menor rodearon la cintura de la marioneta. Puppet correspondió lentamente a su abrazo.

–G-Gracias...Puppet.

–De nada. Ahora, toma mi mano. Te llevaré con él enseguida.

–¿C-Cómo?—preguntó al tomar su mano—.

Percy saltó hacia la albina quien lo atrapó con el brazo que tenía liberado.

–—sonríe—¿Ya olvidaste que tengo poderes?. ¡Sujétense bien!.

Puppet chasqueó sus dedos y los tres reaparecieron en una playa cercana a  un gran puerto. Francesca no reconocía ese lugar pero confiaba en que Puppet la había llevado hasta ahí por una razón.

El pelinegro la condujo hasta allí y le pidió que se escondiera dentro de un barril que se hallaba sobre uno de los muelles.

–¿Estás seguro de que éste es su barco, Puppet?—susurró la albina desviando un poco la vista hacia sus costados. Tenía mucho miedo de ser descubierta junto con su compañero. Miró el barco al que estaba por abordar sin permiso, era enorme, tenía velas negras y había un gran número de hombres sobre la cubierta y otros que subían las mercancías del muelle a través de una rampa de madera. Ella buscaba a uno en particular pero parecía no estar ahí—.

Sí, éste es el barco. La persona a la que buscas se encuentra a bordo, ahora el resto depende de ti.

–...¿Ya te vas?.

–Por desgracia sí...

–Pero que tal si-

–Eres una jovencita muy valiente Francesca. Tengo fe en que en ese barco encontrarás la felicidad que buscas...—sonríe—Considera este pequeño favor mi regalo para ti, ahora comenzará tu nueva vida.

–“¿Mi nueva...vida”—pensó ella—Gracias...En verdad te lo agradezco, Puppet. Nunca habría llegado aquí sin ti.

–De nada. Te deseo lo mejor pequeña, se fuerte y nunca dejes de luchar.

Unos hombres se acercaban, Puppet sabía que su momento con la albina ya estaba por llegar a su fin.

–Es tiempo de que me vaya. Cuídate mucho, ¿Sí?.

–...Lo haré...¿Puppet?.

–¿Sí?...

–¿Te volveré a ver de nuevo alguna vez?...

–Espero que sí. Hasta pronto, Franny.

–Hasta pronto, Puppet...

La menor bajó la tapa del barril y la marioneta desapareció en medio de la noche antes de que aquellos hombres lo descubrieran. Francesca abrazó a Percy sonriendo levemente, extrañaría mucho a Puppet pero tenía la esperanza de que ambos se reencontrarían.

Fin del Flashback

Francesca ahora sentía más curiosidad por saber la historia de su piloto. No podía creer que ambos se habían encontrado con la misma marioneta.

–¿Qué ocurrió después?...

Lolbit le sonrió a la capitana para después mirar al el cielo. La luna y las estrellas se reflejaban en sus ojos oscuros como la noche.

Flashback

–¿Cómo te llamas, pequeño?—preguntó la marioneta poniéndose a la altura del menor—.

–L-Lawrence...Lawrence Lolbit, señor...

–¿Tienes hambre?—el pequeño albino asintió tímidamente con la cabeza. Puppet le sonrió y con su magia hizo que un pequeño paquete envuelto en un moño color morado apareciera entre sus manos. Había una pequeña tarjeta enredada al lazo en la cual se leía en hermosa caligrafía:Para Lolbit”—. Tómalo, es para ti.

Sorprendido por el gesto de aquella marioneta, el pequeño zorrito tomó el obsequio con sus manos temblorosas. Sus ojos se iluminaron al descubrir el contenido del regalo, dentro del mismo había una docena de deliciosos bollos de maíz. 

...¿S-Son para mí?—preguntó atónito mientras sentía la baba escurrir de su boca—

Al menor se le cristalizaron los ojos, quería llorar de felicidad. Puppet sonrió y le acarició el cabello con ternura.

–Feliz cumpleaños, Lolbit—murmuró—.

Los ojos del joven zorro se abrieron como platos al escuchar las palabras del mayor.

–¿¡C-Cómo supo que-—quiso terminar pero el pelinegro hizo que se callara posando su pálido dedo índice sobre sus labios—.

–Soy una marioneta,—le guiña un ojo—sé eso y muchas cosas más sobre ti.

–...¿E-Enserio?.

Puppet asintió sonriente, Lolbit miró su regalo aún sin poder creer que esas delicias ahora eran suyas.

–G-Gracias...señor-

–Peter...Peter Jackson, pero puedes llamarme Puppet.

–Es un...gusto conocerlo.

–El gusto es mío, pequeño Lolbit. ¿Hay algo que pueda hacer por ti?.

–...¿P-Por mí?...¿Por qué querría ayudarne?.

–Veo mucha tristeza en tus ojos...¿A qué se debe?.

–N-No es por nada...Estoy bien...

–...Te diré algo, si necesitas que te ayude haré todo lo posible para verte feliz, si no deseas que lo haga solamente dímelo y lo entenderé.

–...Yo...

Fin del Flashback

–Nunca pensé que encontraría a alguien como él luego de todo lo que había pasado, fue tan amable conmigo...Gracias a él fui acogido por una nueva familia, un hombre y una mujer de edad un poco avanzada pero que me cuidaron muy bien. Me querían mucho...Pero...

–¿“Pero”, qué?...

–Me puse muy triste cuando tuve que despedirme de él...Sabía que tenía un deber como marioneta pero yo...no quería que me dejara tan pronto..

Flashback

–¿Enserio tienes que irte ahora, Puppet? —preguntó el menor con tristeza dando un leve tirón a su túnica. Puppet lo miró enternecido y se agachó a su altura para hablar más cómodamente con él—.

–Me temo que sí, pequeño.—respondió acariciando su cabeza—Mi trabajo aquí ya está hecho. Y ya he liberado a tus otros amigos de las garras de ese hombre, todos ellos ya son libres. Como tu...Es tiempo de que me vaya.

–¿P-Pero a dónde irás?...

–¿Recuerdas cuando te hablé sobre mi forma de trabajar?.

–¿S-Si?...

–Ofrezco mi ayuda a quienes la necesitan dándoles regalos para que tengan una nueva vida...Hay más niños y adultos como tu que necesitan de mi ayuda, Lolbit. ¿Comprendes?.

–...—asiente lentamente—.

–Bien...debes prometerme que serás un niño bueno y que cuidarás de ellos,—dijo señalando con la cabeza a la pareja de ancianos que los miraban conmovidos desde el umbral de la puerta de aquella casa—recuerda que son tu familia ahora. ¿Me lo prometes, Lolbit?.

Lolbit sonrió como más pudo mientras que las lágrimas se deslizaban de sus ojos. Extrañaría mucho a la marioneta pero aceptaba que tenía una misión por cumplir.

–...Lo prometo—respondió suavemente  abrazando el cuello del mayor—. Gracias por ayudarme Puppet, en verdad...muchas gracias.

–—sonríe y lo abraza—De nada, pequeño.

–¿Te volveré a ver algun día?...

–...—le sonríe—Tal vez. Espero que sí.

Luego de despedirse del menor y de la pareja que lo había adoptado, el pelinegro se dio la vuelta y emprendió el camino a su próximo destino. Lolbit lo vio desaparecer por el sendero que llevaba al bosque mientras que su madre adoptiva sostenía su mano.

–Adiós...Puppet.

Fin del Flashback

Continuará

Lamento mucho la tardanza ❤️. Créame que también extrañaba esta historia.

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