Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 11: Lo imprevisto

Después de la noche anterior estaba más que convencido para hacer que Karla fuera mi pareja, me di cuenta que sentía lo mismo por mí. Todo en mi mente estaba muy desordenado, tenía que poner cada prioridad en su lugar, pero estaba muy seguro que si quería hacerla mi novia, tenía que hacerlo de una forma muy mágica y romántica, algo que estaría dispuesto a hacer y no me importaría lo que dijeran las demás.

En realidad, no sabía con certeza que sentía Karla por mí, pero yo estaba dispuesto a arriesgarme. Desde hace un tiempo había un pretendiente detrás de ella, pero siempre le decía que no y lo mandaba a la friendzone, eso no me importaba y me traía mucho sin cuidado.

Para asegurarme que Karla me digiera que sí, tenía que tener como ayudante a Ángel. Después de clases, de regreso a mi casa me acompañó para hablar un rato.

—Creo que ya sé lo que voy a hacer con Karla, le pediré que sea mi novia —comencé entusiasmado.

—¿No crees que lo que hiciste la última vez con ella son motivos suficientes como para que se cataloguen como pareja?

—No, ¿cómo crees? —respondí ofendido—, siempre se le debe de declarar a una mujer de forma cursi y romántica para que no se pierda la magia del amor. Además, estaba ebria y no creo que se acuerde de nada. Asimismo, si ella tuvo relaciones conmigo ebria es porque en realidad quería estar conmigo desde un principio, eso quiero creer yo.

—Está bien, si eso es lo que decides yo te apoyo, ¿quieres que te ayude con algo?

—No, tú tranquilo, ya tengo la idea de cómo lo voy a hacer.

—De acuerdo. Cambiando de tema, mira a esa chica, es muy hermosa, ¿verdad? —dijo señalando a aquella mujer.

—Sí, eso sí no te lo niego —reafirme.

Paradójicamente la chica de la que Ángel estaba hablando era Laura. Le hablé a ella para que se nos acercara y así poder presentársela, además de presumirle que la conocía.

—Hola, Laura, te presento a mi amigo, Ángel Navarro —la saludé.

Ángel se quedó con la boca abierta, literal, no podía creer que yo conociera a esa chica y mucho menos que se la presentara. Se saludaron, pero a la hora de hablar él se quedaba mudo o tartamudeaba por lo nervioso que estaba, no podía ni hablar, lo cual era raro. El chico se destacaba por hablar super bien y con la capacidad de seducir con sus palabras, apoyándose de su buen físico y de su apariencia.

Después de platicar un rato me mandó un mensaje mi madre que necesitaba verme en casa, me despedí y me dispuse a irme.

Llegando a casa me encontré a mamá preocupada en la sala, al preguntarle porque estaba así me respondió de una forma un tanto fría y cortante.

—Hijo, tu padre me llamó y puede ser que regrese.

Yo no lo podía creer, ya había cerrado ese episodio de mi vida y todos los recuerdos de él se habían borrado cuando tenía 11 años, traerlos de vuelta hacía que me sintiera traumatizado.

Después de hablar con ella, supe que algo no era normal, que después de tantos años decidiera regresar. Aun así, por ese tipo de cosas, no iba a dejar que me distrajese de lo que tenía planeado hacer con mi vida, pero también muy en el fondo tenía curiosidad por saber cuál era la razón para que pudiera estar de vuelta.

Pasó una semana de lo sucedido y analizando cuidadosamente en como declararme a Karla por fin tenía todo bien planeado. Además, poco a poco Ángel le empezaba a hablar cada vez más seguido a Laura ya que tenía muchas cosas en común, solo que eso también me empezaba a preocupar, que él estuviera empezando a estar de forma más seguida con una chica que no era su novia era como ver un déjà vu. Cuando por fin tuve tiempo libre hablé con Vladimir, para hacerle el favor que Noemi me había pedido.

—Hola, Vladimir, ¿puedo preguntarte algo? —dije seguro.

—Sí, dime.

—Te gusta Noemi, ¿verdad?

—¿Por qué lo dices? —inclinó la cabeza.

—Por la forma en la que la miras, en la que le hablas, en como la tratas y en todo es. La verdad se ve muy obvio que te gusta, y ya no tiene caso que lo sigas negando.

—Está bien, lo admito, la verdad sí me gusta y mucho.

—¡Qué bien! —me alegré—, porque te tengo una noticia: tú le gustas a Noemi.

—¿En serio? —dijo incrédulo.

—Sí, en serio, es increíble que todavía no te hayas dado cuenta de eso —reí un poco—, es más que obvio que ambos se gustan y ya se tienen ganas de estar juntos desde ya hace bastante tiempo.

—¿Y cómo sabes que le gusto a Noemi?

—Porque ella me lo contó. Un día, cuando el profesor nos encargó de limpiar el salón, fue allí cuando platicamos y me contó que tú le gustas. Yo digo que te le declares, al fin y al cabo, ella te dirá que sí, no pierdes nada.

—Cierto, tienes mucha razón, eso haré —respondió seguro.

Después de esa plática me fui para arreglar lo de la declaración a Karla. Prácticamente ya tenía todo preparado y listo, solo faltaban pulir un par de detalles, pero literalmente ya todo estaba arreglado.

La noche anterior no podía dormir de la emoción, quizás en ocasiones me tardaba demasiado en decir las cosas de ese tipo y algunos me podrían tachar como romántico y detallista, pero así era yo, era el tipo de chico que con tal de tener a la mujer de sus sueños bajaría hasta la luna por ella.

Me desperté en la mañana con unas ansias y nervios, justamente había llegado el día en donde me le declararía a Karla, ya tenía todo planeado y listo para la ocasión. Por suerte nos habían citado antes de las clases para revisar unos papeles de nuestro ingreso al próximo curso, lo cual me daba tiempo de declararme.

Llegué con todo listo, nos dieron la información que necesitábamos y nos retiramos del lugar. En ese momento me encontré a Ángel, y eso era más que perfecto.

—¿Qué pasó?, ¿ya tienes todo listo? —preguntó ansioso.

—Sí, ya tengo todo listo. Le hice un video a Karla con fotos de nosotros y diciéndole que me gustaría algo más con ella y todo eso, ya sabes lo cursi que soy. Aparte de eso, un ramo de rosas y un alhaja que compré para la ocasión.

—Oh, qué bien, te aseguro que a Karla le encantará.

—Sí, eso espero yo igual —dije con mucho entusiasmo.

—¿Quieres que grabe esto? —preguntó con emoción.

—Sería una buena idea, un recuerdo del día tan especial.

Creí que ese sería el día en el que pudiera ser muy feliz, todo iba absolutamente bien. El cielo estaba despejado, no había ruido ni nada extraño que alterase el ambiente para que no pudiera pasar.

Ángel empezó a grabar, iba diciéndole a la cámara lo que pasaría y lo que tenía planeado en el momento, pero no contaba con un gran detalle. Me acerqué a Karla sin que me viera hasta que la vi y oí diciéndole que sí aceptaba la propuesta de ser novia de un chico, resulta que en realidad sí le gustaba él, el pretendiente que ella tenía desde hace tiempo, pero que al fin lo sacaba de la friendzone. Justamente ese maldito día eligió para decirle que sí.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro