Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

8

Un pequeño rayo de sol comenzaba a colarse por el cristal. Jimin arrugó con suavidad su rostro; el pequeño resplandor caía sutilmente sobre sus ojos. Comenzó a removerse, buscando escapar de la pequeña luz.

Sus ojos se mantenían cerrados. Quería continuar durmiendo, pero sus sentidos fueron inundados por el aroma de cierto Mera; su cama conservaba su olor. La noche anterior se encontraba tan cansado que sólo se lanzó sobre ella sin tomarle importancia; pero ahora, su fragancia estaba tan presente que casi podía sentirlo ahí junto a él...

Su esencia sólo le hacía recordar lo perfecto que se veía entre sus sábanas...

Sus pensamientos fueron interrumpidos; un pequeño roce en su nariz le hizo regresar al presente... Abrió sus ojos, encontrándose con unos hermosos luceros sobre él.

—Hola —dijo con suavidad—, no quería despertarte. —Jimin sonrió levemente.

—No lo hiciste.

Taehyung asintió, apartó su mano y sonrió. Jimin aún podía sentir cómo aquella esencia le embriagaba. Nunca antes le había pasado algo parecido, ¿por qué tenía tan instalado en su mente a aquel Mera? No quería seguir pensando en él, ni siquiera había sido educado, se había ido sin más, con una idea errónea de lo que había pasado, ni siquiera le permitió presentarse. Frunció el ceño, se levantó y apartó con cuidado a Taehyung.

—¿Qué haces?

Jimin tomó entre sus manos las sábanas y las quitó en un movimiento veloz, tirándolas al piso.

—Iba a cambiarlas ayer; pero ya no pude hacerlo.

Se dirigió hacia su armario para sacar un juego limpio y cambiarlas, no iba a darle más importancia, él no era nadie a quien debía recordar.

—Ya veo —La verde mirada se posó en una carpeta que descansaba sobre la mesa de noche, la tomó—. Siento mucho haberte hecho esperar, traje las partituras que tenía pendientes. —Extendió la carpeta hacia Jimin.

—Sólo fue un día de retraso, no pasa nada —Sonrió—. Gracias por traerlas.

—Es lo mínimo que podía hacer —Jimin seguía con la misma vestimenta del día anterior, eso sólo significaba que había dormido muy pocas horas, Taehyung se sentía muy culpable—. Siento no haber podido ayudar.

—Está bien, siempre me ayudas. Por una noche que no lo hicieras no iba a morir. Además aún hay algunas partituras por revisar, puedes ayudarme con eso — Asintió—. Tomaré una ducha rápida, adelántate, te alcanzaré en unos minutos.

Taehyung le ofreció una pequeña sonrisa y salió de la habitación. Llegó al corazón del apartamento, el lugar era un completo desastre; habían partituras regadas por todas partes, algunas con múltiples anotaciones, otras resaltadas con marcador, otras totalmente arrugadas... claramente había sido una noche larga, probablemente Jimin no había comido bien.

Se dirigió a la cocina para preparar algo sencillo. Puso un poco de arroz a prepararse, sacó de la nevera todos los ingredientes que necesitaría y los preparó de manera perfecta. Tomó dos platos hondos y sirvió la comida...

—Huele delicioso. —Jimin se acercó a la cocina, iba secando con suavidad sus cabellos.

—Justo a tiempo Chim —Sonrió hermosamente—. Ve a la mesa.

Taehyung colocó frente a Jimin un plato de bibimbap. Volvió a sonreír.

—¡Waa! Esto se ve muy bien. —El estómago de Jimin comenzó a rugir. No pudo evitar reír.

—¿Qué esperas? Adelante.

Jimin combinó todos los ingredientes y llevó un gran bocado a sus belfos, gimió de placer.

—¡Está delicioso! Eres increíble.

Taehyung se sentía orgulloso, amaba cuando le hacía un elogió por algo que había hecho.

—Me hace feliz que te gustara.

Ambos continuaron disfrutando de sus platos. Comenzaron a hablar sobre pequeñas cosas del trabajo; pero la conversación terminó poco tiempo después. Volvieron a quedar en silencio mientras los diferentes sabores inundaban sus papilas...

—Dime —dijo Jimin con las mejillas llenas de su último bocado—... ¿Qué tal te fue con Jeon? No has mencionado nada.

Taehyung sonrió con esfuerzo, abrió sus labios; pero volvió a cerrarlos, no sabía cómo decir lo que había pasado sin dejar mal parado a Jungkook. ¿Qué debía decir?

—No llegó... ¿No es así? —Elevó su mirada buscando el ámbar. Por lo contrario a lo que pensó Jimin no lo veía con desaprobación, más bien parecía preocupación. Asintió con suavidad.— ¿Lo sabes cierto?... que puedo pedirle a alguien más que lleve el trabajo de Jeon o incluso puedo hacerlo yo... Tal vez, lo mejor sería...

—No voy a hacerlo Chim.

—¿Por qué? ¿Qué es lo que realmente te impulsa Tae? ¿Querer ayudarle?, claro que creo que es una de tus razones; pero, lo has hecho antes... has intentado ayudar a otros, pero siempre has tenido muy presente cuando es el momento de parar y continuar con tu camino. ¿Qué te lo impide con Jeon?

—Chim...

—Sólo quiero entenderte... No estoy tratando de detenerte, yo mismo te dije que le dieras tiempo... Sabes que respeto tus decisiones, que te apoyó sin importar qué, que estoy para ti siempre —Se formó un nudo en su garganta—... Sólo no puedo seguir con esta incertidumbre. Necesito saber qué está pasando en tu corazón, siento que en el último mes no he podido escucharlo.

—Si dijera en voz alta todo lo que tengo atrapado aquí —Tocó su pecho—... sería demasiado... Con el tiempo he aprendido a aceptarlo...

—Déjame escucharlo... Por favor, déjame escucharlo. —dijo en un hilo de voz, su mirada era suplicante. Taehyung suspiró profundamente.

—... Se siente como si el tiempo estuviera en contra de ambos. Es como si estuviéramos a punto de desaparecer; pero, hay algo que es distinto... Las posibilidades de tener una vida normal son mucho más grandes para Jungkook; su alma puede sanar y vivir una larga vida... Para mí es diferente... No puedo cambiar quien soy y sé que un día perderé por completo mi libertad.

»En ocasiones he llegado a odiar lo que soy; pero siempre termino recordándome que es parte de mí, que no puedo hacerme esto... Sólo no quisiera vivir con miedo... No por mí, por ustedes Chim, las personas que han llegado a amarme. A diario me pregunto, ¿qué pasaría si un día no estoy más? ¿qué pasará con ustedes?

»Lo acepté. Acepté que en cualquier momento mi vida puede convertirse en viento, en lluvia, en un pequeño rayo de sol sobre las flores y esta bien... Estaría bien, porque aprendí sobre el amor, ¿qué tal vez no todo fue perfecto?, es verdad, pero no puedo culpar a ninguna de las personas que alguna vez estuvieron junto a mí... No es fácil amar a alguien cuando sabes que su tiempo acabará... El futuro es tan incierto y no sé qué podría pasar. Un día tal vez no vuelva...

»Quiero darle a Jungkook la oportunidad de vivir, de recuperar un poco de lo que perdió y quiero que sea feliz. Quiero que viva la vida que merece... La vida que yo también merezco; pero probablemente no tendré.

Jimin escuchaba atentamente a Taehyung, podía sentir cómo su pecho se partía en dos ante sus palabras. Él se veía reflejado en Jungkook. Todo se aclaró y dolió...

Ahora entendía porque no lo había dicho en voz alta, Taehyung siempre cuidaba de sus sentimientos y sabía que sí le decía todo aquello, su corazón iba a romperse tal y como estaba pasando en ese momento. Odiaba pensar en un mundo sin él, una persona con un corazón hermoso, alguien que aportaba lo más bello a la vida de quien le rodeaba. El mundo necesitaba más personas como él...

—La tendrás... yo estaré cuidándote y...

—Lo sabes ¿verdad? —Taehyung tomó su muñeca. Jimin comenzó a derramar sus lágrimas—, un día no podrás protegerme de Seokjin o cualquier persona que forma parte de círculo dorado —Los ojos de Taehyung comenzaron a cristalizarse—. Tuve una pequeña esperanza con Geuneul; pero ya no volvimos a saber nada más, no ha vuelto a escribir y todo sigue en el mismo curso.

Jimin secaba sus lágrimas y veía como en el rostro de su pequeño Kim había un poco de tristeza, pero ante todo había calma.

—Si te preguntabas cómo me llegué a sentir con lo que leí. Sentí mucho dolor y rabia, me sentí impotente por no poder hacer nada al respecto. Quise vomitar ante la insensibilidad de las personas... No puedo odiarles Chim, pero tampoco puedo perdonarles, cada vida es única y me duele que se esten perdiendo tantas. Espero realmente que un día todo esto se acabe y todos puedan vivir una vida plena.

—Kim Taehyung, haré todo lo que pueda para cuidar de ti, lo haré hasta donde pueda hacerlo y sé... yo sé que verás ese mundo que tanto anhelas y podrás ser libre —Sorbió su nariz—. Tú mereces más —dejó salir un pequeño quejido—... No conozco a Jungkook; pero sé que él también merece más, prometo cuidar de Jeon también.

Por las mejillas de Jimin continuaban cayendo lágrimas, Taehyung lo miró con mucho amor.

—Gracias —Limpio con suavidad las mejillas del contrario—. Soy afortunado al compartir alma contigo.

El corazón de Jimin comenzó a latir con fuerza. Era verdad, ellos eran almas gemelas. No habían tenido el tiempo para hablar sobre aquello, era otra plática que tenían pendiente...

—No Tae —Negó con suavidad—, soy yo el que tiene ese hermoso privilegio, me has hecho crecer en todos los sentidos.

—Ambos lo hemos hecho. —sonrió hermosamente.

Jimin pasó su antebrazo sobre sus ojos; para terminar de secar las gotitas saladas y le devolvió una sonrisa pequeña a Taehyung. La verde mirada se quedó fija en él, su semblante cambió, parecía que él quería decir algo. Jimin se llenó de dudas.

—¿Qué?

—No sé si sea el mejor momento para decirte esto...

—Sólo hazlo.

El ámbar estaba fijo en el verde intenso. Taehyung asintió.

—No soy con la única persona que compartes alma.

Las palabras de Taehyung sonaron; pero no logró darles sentido, ¿qué era lo que acababa de decir? Jimin estaba perplejo.

—¿Qu-qué dijiste?

—Qué compartes alma con alguien más... tu alma tiene dos elementos en ella, el Macasar y...

—La piedra de grafito...

Taehyung asintió.

—La piedra, representa a la persona que está destinada a ti.








Después de aquella noche donde su corazón dolió con tanta intensidad, no había sido capaz de regresar a su apartamento o ir a su trabajo. Los días habían transcurrido con lentitud y los sentía arder en su piel. Jungkook se sentía exhausto. Desde aquella noche no había vuelto a llorar; pero la ansiedad se había adherido con fuerza a él, sus sueños y recuerdos le recordaban continuamente lo que hacía pesar su corazón.

Hoseok y Yoongi estaban junto a él en diferentes momentos del día; a pesar de que les había pedido que no desatendieran sus responsabilidades por su culpa. Por las noches se turnaban para dormir junto a él, esto lograba calmar al menor; la presencia de otra persona a su lado lograba apaciguar un poco su angustia... pero no fue efectivo para siempre, las noches comenzaron a hacerse interminables, con las pesadilla tocando su puerta constantemente...

Llevaba dos días sin dormir, lo prefería así; porque al cerrar sus ojos comenzaban sus tormentos...

—Koo...

Jungkook miraba a través del ventanal, era una mañana tranquila, lograba ver las pequeñas figuras moverse por las calles. Sus oídos parecían no percibir el pequeño llamado, Yoongi tocó su hombro.

—Hola —dijo con suavidad—, despertaste temprano, no sentí cuando saliste de la cama.

—No quería despertarte. —Yoongi asintió con suavidad.

—Ya veo. ¿Tienes hambre?, puedo preparar algo —Negó suavemente—. Bien, entonces ven —Yoongi lo tomó del brazo y lo llevó hasta la cocina. Comenzó a colocar en sus manos diferentes ingredientes—. Me ayudarás a cocinar.

—Pero...

—Nada de peros.

Yoongi colocó lo que utilizarían sobre la mesa de cocina y le puso un delantal al menor, le entregó un plato hondo, un par de palillos y huevos. Jungkook entendió cuál era su tarea. Ambos se quedaron en silencio y comenzaron a trabajar. Los minutos pasaron y la comida estaba casi lista, el aroma había hecho que su apetito volviera.

Sin ninguna palabra de por medio, Yoongi le dio un plato de comida y ambos sonrieron. Comieron sin decir nada. Jungkook se sentía un poco mejor, terminó hasta el último grano de arroz y agradeció que su Hyung le quisiera tanto. Yoongi tomó los platos y los llevó al fregadero.

—Ahora debes dormir Koko —Su cuerpo se tensó—. Sé que no has dormido bien.

—Gigi...

—Por favor. Sólo un poco, ¿sí? —Asintió— Ve tú primero, sólo lavaré los platos y estaré contigo.

Jungkook le miró y afirmó suavemente. Camino hasta el cuarto y se recostó sobre la gran cama. No podía negar que sus ojos pesaban, necesitaba dormir un poco. Escasos minutos pasaron cuando cayó en un profundo sueño.

...

—Cielo, ¿Está todo bien? —Sintió unas pequeñas manos posarse sobre sus mejillas, Jungkook dirigió su mirada hacia su madre— Estás en la luna, ¿verdad cariño? —La mujer se dirigió hacia su esposo.

Yo lo veo normal.

Tú siempre lo ves normal —Le miró con reproche, volvió sus luceros hacia su pequeño—. ¿Te sientes bien mi amor? —Tomó la mano de Jungkook.

Sí, lo siento.

¿Seguro? —Jungkook asintió con una pequeña sonrisa en sus labios— Bien —Su madre acuno su mejilla y acarició con cuidado su pómulo—. Mira compramos tu favorito.

Sobre la mesa habían tres porciones de pastel de galleta junto a tres cafés. Su padre extendió uno de los pasteles hacia él, Jungkook agradeció. Tomó un poco de turrón en su dedo y lo llevó a su boca, estaba delicioso.

Deberías ponerle un poco a tu mamá.

Su padre subió las cejas, Jungkook rio bajito.

Ni se te ocurra Jeon Jungkook. Si lo haces no serán sólo tus mejillas las que se llenarán de turrón. —Su madre señaló sus platinados cabellos.

Yo no estoy haciendo nada.

Jungkook tomó de manera discreta un poco de turrón y dejó salir una pequeña risa traviesa, colocando un poco del dulce en la nariz de su madre. Ambos hombres comenzaron a reír con fuerza, ella los veía indignada.

Perdón cariño, fue mi culpa. —dijo entre risas.

Sí mamá, papá me dio permiso.

La hermosa mujer lo miró con ojos fulminantes y luego comenzó a reír. Su esposo le dio un pequeño beso en la nariz y la limpió con cuidado.

El tiempo pasaba con dulzura, Jungkook miraba los mimos que sus padres se daban, pequeñas sonrisas cómplices y toques delicados.

Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y su pecho comenzó a sentirse pesado. Cerró sus ojos...

Lo tomaron con brusquedad del hombro, tenía la cara roja por el llanto y sentía sus pulmones arder. Con dificultad alcanzó a ver quién había tirado de él, conocía a la perfección aquel rostro. Un rostro que en otras ocasiones lo había visto con amor y deseo... pero ahora lo veía con severidad...

Otra vez llorando por lo mismo. Estoy harto de ti —rodó sus ojos— acéptalo de una vez Jungkook, fue tu culpa...

...


Jungkook despertó con el corazón en la garganta, su pecho pesaba, no quería abrir sus ojos... De sus labios salió un quejido y las lágrimas comenzaron a salir, su boca se sentía amarga y su piel se sentía fría, su alma se sentía desconsolada. Abrió sus ojos y miró alrededor, no había nadie junto a él. No había dormido por mucho tiempo, habían pasado sólo diez minutos, dejó salir de manera silenciosa un sollozo; no quería alertar a Yoongi.

Se metió rápidamente a la ducha, sus lágrimas eran cálidas al lado de la fría agua que caía sobre su cuerpo, dejó el líquido correr sobre él. Como pudo calmó esa horrible sensación que tenía en el pecho y lavó con cuidado cada centímetro de su piel. Se vistió con rapidez y salió de la habitación.

—¿Vas a algún lado? —La mirada felina estaba fija en él.

—S-sí, tengo que ver a Yongbin-ssi. —Yoongi asintió.

—¿Quieres que te acompañe?

—No Gigi. Quiero hacerlo por mi cuenta.

Yoongi no insistió más y dejó que se fuera solo. Se sentía un poco aliviado, Jungkook no había querido salir de su apartamento durante todo ese tiempo y ahora que lo había hecho era para ver a su terapeuta.




[...]




Dos pequeños golpes se escucharon en la puerta.

—Adelante. —dijo con su suave voz.

La puerta se abría con lentitud, como si la persona detrás de ella no quisiera llegar hasta él, mantuvo sus ojos en la entrada, totalmente expectante. El avellana alcanzó a ver unos mechones negros como la noche, era Jungkook, suspiró en alivio. Llevaba un tiempo sin asistir a sus citas y eso estaba comenzando a preocuparle, porque si él continuaba así podría haber un retroceso en su progreso...

Jungkook le miró con culpa, no sabía qué decir.

—Jeon, estoy muy feliz de verte —Yongbin le ofreció una sonrisa sincera, haciéndole sentir más tranquilo—. Pasa, toma asiento. ¿Cómo estás?

Jungkook se sentó frente a Yongbin con la mirada baja.

—Últimamente he estado soñando con mi pasado... —soltó sin más.

—¿Con Guyun? —Asintió— ¿Qué clase de...

—Pero no sólo con él —Yongbin lo miró atentamente—... tam-también con mis padres.

Yongbin miró sorprendido a Jungkook; no podía creer que él estuviera mencionando a sus progenitores. Era algo que parecía estar bajo llave en lo más profundo de su ser.

—Ya veo, es la primera vez que mencionas a tus padres, ¿quieres hablarme un poco más sobre ellos? —Jungkook asintió; pero luego negó— ¿Por qué no?

—No lo sé.

—Sabes que puedes confiar en mí, no pasa nada Jeon. —Su voz salió como un arrullo, con mucha suavidad. Jungkook asintió.

—Ellos so-son maravillosos, amables y cálidos... Hace mucho que no hablo con papá. —Su respiración se volvió pesada.

—¿Qué hay de tu mamá? ¿Has hablado con ella últimamente?

Jungkook por fin conectó su mirada con Yongbin, tragó el nudo que estaba formándose en su garganta.

—Mamá...

La imagen de su mamá sonriendo volvió a sus recuerdos, sus hermosos ojos avellana mirándolo con mucho amor. Cerró sus ojos de golpe.

—¿Sí?

—Ella —frunció el ceño—... Ella murió. —dijo con dificultad.

Con aquella afirmación sintió como si el aire hubiera dejado su cuerpo por completo. Esas palabras comenzaron a retumbar en su cabeza, era tan irreal.

—Lo siento mucho Jungkook —Yongbin no sabía si preguntar al respecto—. Si no quieres hacerlo, no contestes a mi pregunta. ¿Qué sucedió?

Jungkook estaba tratando de no colapsar, respiraba con lentitud. Yongbin era una gran persona quien estaba tratando de ayudarle desde hace bastante tiempo, siendo paciente y esperando por él. Si sus heridas no terminaban de sanar, era porque aún ocultaba la que más daño hacía a su corazón; pero, era la herida que menos entendía.

—No lo sé Hyung —abrió sus ojos, conectando con la serena mirada de su terapeuta—. Mis recuerdos son borrosos, so-son como pequeñas escenas dispersas de una película que vi hace mucho tiempo; pero, no logró recordar de qué va...

—¿Cuáles son esas escenas?

Jungkook apretó con fuerza sus ropas.

—Mamá llorando, un dolor agudo —Tocó su abdomen—, los monitores del hospital, papá cerca de la cama, la foto de mamá entre las flores... —Su voz se quebró.

—Está bien, respira.

Jungkook negó, quería seguir, si se detenía el nudo en su garganta no iba a permitir que dijera una palabra más.

—Una casa consumiéndome poco a poco... Es como si meses completos de mi vida fueron arrancados de mi memoria. Peleé conmigo mismo durante mucho tiempo tratando de entender esto; pero, nunca encontré una respuesta, yo... —Su labio comenzó a temblar.

Yongbin estaba sin palabras, ahora muchas cosas comenzaban a tener sentido. Al fin había dado con él núcleo de la fragmentación del alma de Jungkook. Quería llorar de alegría, él podría salvarse, con mucho trabajo él iba a estar bien; pero, había algo que aún no entendía.

—Jungkook, ¿por qué no quería hablar sobre tus padres?

—No merezco recordarles o si quiera decir algo sobre ellos.

—¿Por qué? —Jungkook negó con fuerza.

—Por favor Jeon, ¿Por qué? —dijo con suavidad.

—Porque yo soy el culpable... yo soy el responsable de la muerte de mamá y del dolor de papá y por eso él me odia...

Había salido a la luz su mayor tormento, Yongbin iba a pensar que era un monstruo, iba a decirle que se fuera de ahí, que merecía toda esa agonía. Su cuerpo comenzó a temblar.

—No es así, Jungkook eso no es verdad —Si no hacía algo en ese momento Jungkook iba a tener un ataque de pánico. Se acercó con suavidad a él y tomó una de sus manos y la colocó sobre su pecho, le miró con tranquilidad e hizo lo mismo sobre el pecho del menor—. Mirame —Jungkook no quería conectar sus miradas, Yongbin comenzó a respirar con lentitud. — Mírame Jungkook —El chico le miró, Yongbin sonrió suavemente— Muy bien, respira conmigo.

El temblor de su cuerpo comenzó a disminuir y su respiración era calma. Pasaron algunos minutos en completo silencio. Jungkook no entendía cómo es que la persona que estaba frente a él, lo veía con esa serenidad después de lo que le había dicho.

—¿Cuándo comenzaste a sentirte de esta manera? —Apartó su mirada—. Mírame, sé que no siempre te sentiste así, ¿cuándo? —El oro opaco de centro en el avellana.

—Cuando Guyun me lo dijo.

—¿Qué dijo?

—Qué si no lo recordaba, era por lo que había hecho, que seguramente tenía la sangre de mamá en mis manos y por eso papá había dejado de hablarme.

—Antes de que él lo dijera, ¿te sentías de esa forma?

—No.

Yongbin sabía que no podía continuar abriendo la herida, era momento de parar. Tal vez Jungkook no iba a entender la importancia de su respuesta; pero, era un gran paso. Era momento de acariciar su herida.

—Gracias Jungkook, has sido muy fuerte, se que no fue fácil para ti, se que es duro; pero, quiero agradecerte por la confianza que depositaste en mí, por la valentía de decirlo en voz alta. Que lo hicieras fue el primer paso y a pesar de lo difícil que fue, era el más necesario, esto te ayudará a entenderte y sanar.

»Todo lo que sientes es válido, y es normal que sea algo que te afecte, si me lo permites quisiera seguir hablando sobre esto en la próxima cita.

Jungkook le miró con los ojos cristalizados, ¿cómo podía ser tan amable? Se sentía acogido, era momento de dejar que aquella herida fuera atendida. Sus lágrimas comenzaron a descender.

—Quiero hacerlo. —dijo con un hipido.

Yongbin le miró con orgullo, Jungkook era un guerrero, se sentía muy feliz.

—Ahora puedes llegar a casa, toma una ducha y come algo que te guste mucho. Planea el día de mañana. Al despertar, recuerda que es un nuevo día, un nuevo intento, una nueva oportunidad y que sólo importa el hoy, intenta hacer cada actividad que planteaste y si no puedes hacerlo todo, está bien, siempre hay un nuevo día.

Yongbin puso su mano sobre el hombro del menor y lo presionó con suavidad. Jungkook asintió.

Al salir del edificio, sentía menos pesado su pecho, no iba a mentir aún sentía tristeza; pero también sentía paz.











¡Hola personitas!

Espero les gustara el capítulo. Creí que sería bueno compartirles un poco más sobre todo lo que Kookie y Taetae están sintiendo...

Besos

🌌 Vera

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro