Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

6

Taehyung salió del salón. No supo en qué momento ya se encontraba dentro de su auto, tenía las llaves dentro del cerrojo; pero cuando estaba a punto de ponerlo en marcha no pudo hacerlo… 

La actitud de Jungkook lo había molestado mucho. Quería regresar y decirle a ese chico mal educado que esa no era manera de tratar a una persona; así que volvió. 

Para su mala suerte, el salón ya no se encontraba vacío; varios estudiantes ya estaban ahí. Frunció sus labios. ¿Debería irse? Era lo mejor que podía hacer; pero, no quería marcharse de aquella manera. Tenía mucho por decirle a Jungkook. 

Después de caminar por un rato, terminó sentándose en la cafetería del lugar. Pensaba en lo que iba a decir, las palabras iban y venían al igual que las personas… 

De alguna manera, el tiempo hizo de las suyas; se acercó de manera muy delicada y tomó de la mano aquella molestia, llevándosela lejos, dejándolo en completa calma… Quizás era momento de irse… no había nada que hacer ahí. 

Al encontrarse frente al salón, su corazón resonó en su pecho, ¿por qué quería quedarse? Estaba claro que Jungkook no quería hablar con él; pero, ¿por qué él aún quería hacerlo? 


“—¿Lo conocés?

No realmente; pero quiero hacerlo señor Ryu —dijo casi en un susurro—, quiero conocer a Jungkook. 

Entonces, hazlo. 

—¿Debería hacerlo? 

Cómo la persona que te ama, te diría que no. Pero, sé muy bien que no importa lo que yo diga, no cambiará lo que ya has decidido. Te conozco como la palma de mi mano y sé que la respuesta la has tenido desde el primer día. 

—Nunca podré ocultar algo de usted, ¿no es así? —rio con esfuerzo. En la habitación se formó un pequeño silencio que por alguna razón dolía—... Estaré bien. Lo prometo. 

El señor Ryu suspiró y miró a Taehyung, tenía miedo de lo que estaba por venir. Un alma fragmentada no era fácil de afrontar, las posibilidades de que todo saliera bien eran muy pequeñas; pero debía confiar en su muchacho, él ya no era un pequeño.
 
—No será fácil. Habrán días difíciles en los que todo se complicará

Lo sé. 

—Es posible que no logres salvarlo. —dijo con dolor. 

—Lo sé. —salió en un hilo de voz. 

—Estaré aquí para sostenerte Tae.

Lo sé. —susurró” 


Colocó su espalda contra la pared y se deslizó lentamente hasta llegar al piso. Escuchó la voz de Jungkook; pero no estaba solo, una voz femenina también podía escucharse. 

Taehyung iba a levantarse e ir a algún otro lado, no quería escuchar una conversación privada; pero las palabras de la chica lo hicieron detener. 

—... Es doloroso… tener alas y tener que cortarlas, duele…

Casi como un reflejo tocó su espalda. Él entendía a lo que la chica se refería, no poder ser libre, porque al extender tus alas la realidad te encadenaría y perderías la oportunidad de vivir ¿y todo para qué? 

Pará satisfacer la avaricia y el egoísmo…

Todo por dinero, por poder. El enojo, tristeza y frustración comenzaron a hacerse presentes queriendo cegarle. 

Odiaba sentir que desde el día de su nacimiento estaba condenado a no poder respirar con tranquilidad. Odiaba ser lo que era, odiaba sus alas… La voz de Jungkook volvió a escucharse, evitando que todo lo que estaba sintiendo tomará por completo el control. Prestó atención a cada una de sus palabras. 

Tenía emociones combinadas… el llanto de aquella chica y lo dicho por Jungkook lo habían conmovido mucho “No tengas miedo de conservar tus alas, porque son preciosas”... casi sintió que esas palabras iban dirigidas hacia él… 

Se equivocó, Jungkook no era como los demás Inmar. Miró como un par de chicos se despedían de él.

Se levantó del piso y volvió a reposar su cuerpo contra la pared, cerró sus ojos. 

—Jungkook quiero conocerte. —susurró para sí mismo… Todo era silencio hasta que un suspiro se hizo presente y al abrir sus fanales, logró ver el perfil de Jungkook. 

—Ese fue un gran suspiró. —¿De verdad había dicho aquello? pero que torpe, ¿no se le pudo ocurrir algo más? Jungkook dirigió su mirada hacia él. 

—Se-señor Kim, pensé que se había ido. —Parecía sorprendido.

Taehyung caminó hacia él, tenía algo claro, quería comenzar de cero con Jungkook. 

—Hola. 

Jungkook se sentía un poco desconcertado. ¿Por qué Taehyung estaba ahí? No creyó que él quisiera estar cerca suyo después de cómo lo había tratado; pero ahí estaba, frente a sus ojos…

—Hola. —dijo suavemente. 

—Desde hace un tiempo he querido presentarme contigo —rio delicadamente. Ladeo su cabeza y sonrió—. Soy Kim Taehyung. 

—Je-Jeon Jungkook. 

La sonrisa de Taehyung era hermosa. Como un reflejo, Jungkook le dio una pequeña sonrisa… tan bonita que Taehyung tuvo que contener por un momento su respiración. 

—Jeon Jungkook, realmente quiero conocerte. —El rostro de Jungkook se coloreo de carmesí; lo había tomado por sorpresa, ¿qué quería decir con eso? 

—Yo…  Señor Kim… 

—¡Jay! —Ambos chicos volvieron su vista hacia quien había llamado al menor, Hoseok guardaba algo en su mochila mientras caminaba hacia ellos— Puedes apresurarte, muero de hambre. 

—Hyung… —Hoseok elevó su vista, no se había percatado que Jungkook no se encontraba solo. 

—Oh, lo siento. 

—Está bien, solo necesito un minuto. —Hoseok asintió. 

—Kim es bueno verte otra vez. —Hizo un pequeño gesto y se alejó un poco. 

Jungkook dirigió sus opacos fanales hacia Taehyung. No estaba seguro de lo que significaban sus palabras; pero de algo sí estaba seguro, no iba a permitir que eso sucediera. 

Hoseok había llegado en el momento justo, de no haber sido así, tal vez y sólo tal vez, habría bajado sus defensas y la hermosa luz que Taehyung irradiaba se habría encontrado con toda su oscuridad... No podía hacerle eso. 

—Señor Kim, lo siento; pero debo irme. 

—Claro, entiendo. 

—Puede volver el jueves si así lo desea.

Taehyung no dijo nada, sólo asintió. Vio a Jungkook hacer una reverencia y caminar hacia Hoseok. El Mera elevó su mano para despedirse y él imitó el gesto... Volvió a su auto y a diferencia de la primera vez, ahora sí pudo ponerlo en marcha. 








Los días parecían irse como agua entre sus dedos. El tiempo continuaba su curso; pero él seguía en el mismo lugar.

Tenía la cabeza hecha un lío; acercarse a Jungkook era más complicado de lo que imaginaba. Quería hablar con él, saber más de él; pero, lo único que había logrado en las últimas semanas era mantener conversaciones de una o dos palabras. Parecía que Jungkook evitaba el contacto con él y eso estaba comenzando a frustrarle.

Sus ojos se mantenían cerrados, tratando de disfrutar las suaves caricias que se posaban en sus cabellos. No quería pensar en ello, no en ese momento… pero no podía sacar de sus pensamientos a ese chico. Suspiró.

—Al demonio, no voy a seguir esperando a que lo digas tú, ¿qué es lo que pasa Tae? —Jimin desenredo con cuidado sus dedos de los castaños cabellos, Taehyung tomó la pequeña mano. 

—Por favor continúa. 

—No lo haré. —Taehyung abrió sus ojos encontrándose con la mirada de Jimin. Se encontraban tirados en el piso, uno enfrente del otro. 

—Chim... 

—Son casi tres semanas. Hablame Tae, tal vez puedo ayudarte, ¿qué está pasando? —Taehyung suspiró. 

—Jeon Jungkook, eso pasa Chim. —Taehyung volvió a cerrar sus ojos. Una mueca de confusión se formó en el rostro de Jimin. ¿Por qué Taehyung había mencionado a Jungkook?
 
—¿Jeon?  No entiendo, ¿qué tiene que ver él con el día del teatro? 

—Fue ahí donde lo vi por primera vez. Fue donde todo comenzó… ese día yo me di cuenta de que algo estaba pasando con él… Traté de dejarlo ir, no pensar en ello; pero, por alguna razón, no pude hacerlo. —Taehyung volvió a abrir sus preciosos ojos, Jimin parecía conectar todos los puntos. 

—Y luego lo encontramos en YS. Por eso visitaste al señor Ryu… Ahora entiendo todo… 

—Jimin... Su alma está fragmentada —Jimin se estremeció al escuchar aquello, vio un poco de tristeza en su pequeño Kim—. Ni siquiera sé por qué; pero... 

—Quieres ayudarlo. —Taehyung colocó su cuerpo viendo hacia el techo. 

—No puedo hacerlo, el señor Ryu dijo que es algo casi imposible. 

—Pero tú crees que sí puedes hacerlo. 

—Yo... Yo no lo sé. 

—¿Entonces? 

—Sólo… —Suspiró profundamente— quiero conocerlo.

—Sólo así encontrarás la respuesta ¿no es así? —Taehyung asintió— Ya veo, ¿qué te detiene? 

—No creo que él quiera. Siento que está evitandome. —Abultó sus labios. 

—Ponte en su lugar Tae. Quizás está intentando protegerse. Demuéstrale que puede confiar en ti, que no eres una amenaza.

—¿Cómo lo hago?

Taehyung terminó sentándose, Jimin hizo lo mismo quedando frente a él. Le brindó una pequeña sonrisa. 

—Tú lo sabes bien —Tomó con suavidad la mano de Taehyung—... Tiempo. 

Taehyung fijó sus hermosos ojos sobre la pequeña mano que sostenía la suya, la miraba con profundo amor. Sabía a lo que se refería. Los recuerdos comenzaron a llegar, era cómo si lo tomarán entre sus brazos, llenándolo de todo ese amor que contenían... 

“Taehyung había comenzado a asistir a una nueva escuela. Desde su llegada, a donde él iba una pequeña mata de dorados cabellos le seguía como su sombra. 

Al principio, cuando sus ojos se encontraban su peculiar centinela se ocultaba, pretendiendo que nada estaba pasando. Pero a medida que los días avanzaban él comenzó a acercarse un poco más… 

Nunca decía nada, aún así su presencia era algo que le hacía feliz. 

Un día, mientras Taehyung esperaba que llegarán a buscarlo, el peculiar niño se sentó a su lado y guardó silencio como de costumbre. Pasaron largos minutos sin emitir una palabra… Eso fue así hasta que los dos hermosos luceros color ámbar se posaron en él. Su mirada estaba llena de determinación. 

—Lo he decidido, por favor domestícame. 

—¿Eh? 

—Es lo que el zorro le dice al principito —Sus ojitos desaparecieron totalmente al sonreír—, "Para mí serás único en el mundo, para ti, yo seré único en el mundo". ¿O debería ser yo el que te domestique? —Qué niño más raro pensó Taehyung— Dime, ¿cuál es tu color favorito? El mío es el azul. 

—Tam-también me gusta el azul. —El rubio abrió sus pequeños ojos en demasía. 

—¡Tenemos mucho en común!, definitivamente seremos grandes amigos… Oh por cierto, soy Park Jimin. 

Jimin tomó la mano de su nuevo amigo y la apretó suavemente. Taehyung miró la pequeña mano, lo sostenía con fuerza. Se sintió cálido, sonrió. 

—Kim Taehyung. ” 


—Gracias —Atrapó entre sus brazos a Jimin, sacudiéndolo de un lado a otro—, eres increíble. —Jimin comenzó a darle golpecitos. 

—¡Suéltame ya!

Taehyung lo soltó, Jimin lo veía con el ceño y labios levemente fruncidos. Se echó a reír, su risa era tanta que terminó contagiando al otro, ambos reían sonoramente. Toda su frustración se había esfumado; Jimin realmente le había ayudado. 

Vio la hora, era tarde y él aún tenía que trabajar en composiciones que tenía pendientes. Se levantó del piso y arregló su ropa. 

—Debo irme ya. —Jimin asintió. 

—Ve con cuidado. 

Jimin movió sus manos para despedirse de Taehyung. Volvió a recostarse en el piso, escuchando como la puerta se cerraba. 

Todo había quedado en completo silencio. Fijó su mirada en el techo. La conversación con su pequeño Kim volvió a él. No estaba seguro de cómo se sentía. Una parte de él se sentía inquieta; no quería ver a Taehyung sufrir… pero por alguna razón, otra parte de él se sentía en completa tranquilidad, como la sutil brisa de una mañana de primavera… 

Quizás no debía pensar de más en ello. Sabía que la inquietud era suya; pero la tranquilidad era de Taehyung, confiaba en él…

Su estómago comenzó a hacer pequeños ruidos; tenía hambre, ¿sería mala idea ir por algo de comer? 


[…]


Tomó entre sus manos un paquete de Ramyeon y un par de cervezas, se acercó a la caja a cancelar. 

Del paquete de fideos salía un poco de vapor. Tomó un bocado y sonrió. 

Jimin terminó de tomar su segunda cerveza. Eran casi la una de la mañana. La noche era hermosa; el cielo estaba despejado dejando ver algunas estrellas. El ambiente era un poco frío, pero le gustaba. 

Comenzó a caminar hacia su apartamento, sus pasos eran calmados, quería disfrutar de lo que le rodeaba.
 
A algunas calles de su vivienda había un pequeño parque, se encontraba totalmente iluminado. Algo llamó su atención; fijó su mirada en el piso, en él había un precioso gato blanco dormido. Se acercó con cuidado a él para no asustarlo, comenzó a acariciarlo suavemente. El gato estiró su cuerpo y comenzó a ronronear. 

—Lindo —El felino abrió sus ojos y lo miró fijamente. Puso su panza hacia arriba y comenzó a restregar su cuerpo en la hierba. Jimin sonrió—, muy lindo. 

Volvió a ponerse de pie. Iba a retomar su camino pero el felino le maulló y comenzó a frotar su rostro contra su pierna, dio un par de pasos y el minino lo siguió. 

—Oye no puedes venir conmigo. Eres muy bonito, debes tener dueños se pondrán muy tristes si no vuelves. Ve a casa —Jimin volvió a avanzar, el bonito gato siguió sus pasos—. ¿No dejarás de seguirme cierto? —El felino maulló—... Bien, tú ganas. Hoy vendrás conmigo; pero mañana buscaremos a tus dueños.

Jimin tomó entre sus brazos al minino y lo pegó a su cuerpo, los ronroneos eran más fuertes. 

Después de caminar un poco más, llegó a su apartamento. Abrió la puerta y colocó al felino en el piso. 

—Ponte cómodo, por esta noche mi casa es tu casa —Dejó una pequeña caricia entre sus orejas, el minino la recibió con gusto—. Descansa bonito. 

Tomó una ducha rápida, puso ropa en la parte inferior de su cuerpo dejando su torso desnudo. Al salir del baño vio al felino hecho bolita en su cama "lindo". Se acostó a su lado y volvió a acariciarlo.
 
Jimin no supo en qué momento se quedó dormido; pero, así como había cerrado sus ojos volvió a abrirlos de manera perezosa.
 
Miró su celular, eran casi las once de la mañana, ¿cómo había podido dormir tanto? Sintió cómo algo se removía a su lado, dirigió sus ojos hacia ese punto… ¡Pero qué demonios! Jimin cayó de la cama haciendo un gran estruendo. 

En la cama se encontraba un hermoso chico de cabellera blanca, las largas hebras caían suavemente sobre su pecho. Su cuerpo estaba completamente desnudo, las sábanas sólo cubrían una pequeña parte de su pálida piel. 

—Hoseok, estoy tratando de dormir. —dijo con su voz rasposa. 

—Y-yo… 

—¡Qué guardes silencio!

El chico abrió sus ojos. Pero… ¿en dónde estaba? Esa no era su habitación y ¿su ropa?, ¿dónde estaba su ropa? ¿Qué había pasado la noche anterior? Se sentó rápidamente encontrándose con los bellos ojos ámbar sobre él, ¡oh por Dios! Él definitivamente no era Hoseok. 




—¿¡Cómo qué perdiste a Gigi!? —Jungkook miraba indignado a Hoseok. 

—Jay, ya te lo dije, sólo fue un momento. Le quité la vista sólo por un segundo mientras recogía su ropa y de pronto no estaba más. 

—Hyung, pero ¿cómo pasó? En primer lugar, él no debía estar en su forma animal. ¿Cómo es que una cena terminó así? 

—Creo que nos pasamos un poco con el alcohol. 

—¿Un poco? —Arqueo sus cejas incrédulo. Hoseok bajó la mirada avergonzado y rascó su cuello—. ¡Oh Hyung van a matarnos! ¿Buscaste en su apartamento? 

—Claro, fue el primer lugar al que fui. 

—¿Buscaste en el tuyo? —Hoseok asintió—¿Cómo pudiste quedarte con su teléfono?
 
—Yo… yo no lo sé, pero ya lo dejé en su apartamento. 

—Esto es malo —Jungkook comenzó a caminar de un lado a  otro—. No ha aparecido en toda la mañana, ¿deberíamos ir a la policía? 

—¡Jay! —Hoseok tomó a Jungkook por los hombros— ¡Respira! Estoy seguro de que aparecerá en cualquier momento y estará bien. 

—¿Cómo puedes estar tan tranquilo? Estamos hablando de Min Yoongi, el amor de tu vida… 

—¡No es el amor de mi vida! 

—¡Oh por favor Hyung! Podrías dejar de negarlo. Está claro que sientes algo por él, la forma en que lo miras lo dice todo. —Hoseok desvió su mirada hacia otra dirección, no quería hablar sobre ello.
 
—Jungkook —suspiró—, si vas a basar mis sentimientos en la forma de mirar a otra persona, entonces no sería el único que está enamorado según tu lógica. —Hoseok volvió a mirarle alzando una de sus cejas.

—No sé de qué hablas Hyung. 

—He visto la manera en que miras a Kim. —Jungkook sintió su rostro arder. 

—Yo…yo… 

—Te pierdes en él, como si de arte se tratará. 

—Sólo me intriga, y-yo no estoy enamorado de él. 

—Y yo tampoco de Yoongi. Ves como tu lógica no tiene sentido. 

—Son dos situaciones totalmente diferentes Hyung. Tú conoces a Gigi y pasas la mayor parte del tiempo con él. En cambio yo, no conozco a Taehyung y no convivo con él. 

—Que bueno que lo mencionas Jay. Sé lo que estás haciendo. —Lo miró con ojos juzgadores. 

—¿D-de qué hablas?, yo no estoy haciendo nada. 

—Claro que sí, estás evitandolo… Sé que al principio no estaba de acuerdo con que trabajarán juntos; pero comienzo a creer que no es algo tan malo. He hablado con él, es una buena persona. Deberías darle una oportunidad. 

Jungkook no dudaba de las palabras de Hoseok. El problema no era Taehyung, el problema era él. Un nudo se formó en su estómago… no quería seguir con esa conversación. 

—¿Por qué esto se volvió sobre mí? Eres muy tramposo, estábamos hablando sobre Gigi. —Puso una mueca de desaprobación. Hoseok sonrió. 

 —Yo sólo digo que debería hablar con Kim. 

—Hyung… 

—Deberías hablar con Kim. 

—Lo haré, bien, lo haré —no era cierto, no lo haría, sólo quería pasar del tema—. Ahora sobre Gigi…

—No te creo —Hoseok estaba tratando de provocar a Jungkook—. No lo harás. 

—Claro que sí lo haré, es más, cuando lo vea; voy a invitarlo a tomar algo. —una nueva mentira. 

—¿A sí? 

—Sí. —Hoseok le sonrió ampliamente y palmeó su hombro. 

—Es bueno escucharte decir eso, tu oportunidad ha llegado. 

—¿Eh? 

Hoseok señaló hacia el frente. Volvió su mirada hacia esa dirección, Taehyung estaba caminando hacia ellos. Jungkook sintió como su corazón comenzaba a latir con fuerza. ¡Maldita sea! ¿Por qué estaba ahí?

—Kim, no creí verte hoy; pero, es bueno que estés aquí, Jay quiere decirte algo —Jungkook quería que la tierra se lo tragara en ese momento. Hoseok le brindó una sonrisa pequeña—. ¿Verdad Jay? 

—Umm S-sí. 

La garganta de Jungkook se secó por completo, tragó con fuerza. Taehyung los miraba con un poco de confusión. 

Hoseok decidió intervenir. 

—Jay está un poco apenado por su poca disponibilidad de las últimas semanas. Así que se preguntaba si después de la exhibición, te gustaría ir a tomar algo con él. ¿No es así Jay? —Hoseok le dio unas palmaditas en la espalda. 

Jungkook sentía que sus piernas estaban temblando, quería matar a Hoseok; se había aprovechado del momento. Miró a Taehyung, sus hermosos ojos estaban fijos en él con una expresión de sorpresa.
 
—S-si no puede no h…

—Sí, eso me gustaría mucho. —Sonrió—, sólo que no podré… 

Hoseok se sentía aliviado; por lo menos por lo que quedaba del día sabía que se había librado del tema de Yoongi. Comenzó a alejarse de manera silenciosa. Su teléfono vibró. 






Yoon

Cuando veas este mensaje, por favor escribeme.
Enviado 10:15 am

Estoy bien…
Recibido 1:00 pm
 

Ya veo. Le diré a Jay, se pondrá muy feliz. 
Enviado 1:00 pm





Hoseok volvió a mirar a Jungkook, continuaba conversando con Taehyung, eso era sorprendente. Sabía que había lanzado a su amigo por su propia conveniencia... Para evitar hablar sobre sus propios sentimientos, pero tal vez había sido lo mejor. Sonrió, no sabía que estaba pasando entre esos dos; pero prefería no interrumpirlo.

Alejándose del lugar comenzó a darse palmaditas en su hombro; ese había sido un excelente trabajo. 

—... quedarme toda la tarde; pero regresaré. 

—Oh, no sé preocupe. Si tiene algo más que hacer, podemos dejarlo para otro día. —Apretó suavemente sus manos. 

—No. No Jungkook-ssi, realmente puedo estar aquí cuando la exhibición haya terminado. 

—Bi-bien entonces, ¿lo veo luego? 

Jungkook se sentía un poco aturdido; no podía creer que realmente aquello estaba sucediendo. No sé suponía que esto debía pasar, debía mantener la distancia entre ellos no hacerla más corta. Se maldecía a sí mismo por no haber pensado mejor lo que decía cuando hablaba con su Hyung.
 
—Claro, en la entrada a las seis. 

Ya no podía retractarse. 

—Está bien señor Kim. Si me disculpa debo irme, mis estudiantes deben estarse preguntando dónde estoy. Hasta más tarde. —Jungkook hizo una pequeña reverencia.

Había dado un par de pasos cuando volvió a escuchar la voz del Taehyung. 

—Jungkook-ssi, ¿puedo pedirte algo? —Sus opacos fanales se posaron en Taehyung, hizo una pequeña afirmación— ¿Podrías dejar de tratarme de usted? tal vez sea mayor que tú; pero, estoy seguro que no es por mucho. Estaría bien si usaras mi nombre —dejó escapar una pequeña risa mientras desordena un poco su cabello—. ¿Podrías hacer eso por mí? —Jungkook sentía su corazón latir muy rápido. 

—Cla-claro. 

Una sonrisa cuadrada se hizo presente, algo se removió en el interior de Jungkook.. Taehyung si que era hermoso. 

—Gracias. 

Jungkook asintió y retomó su camino, su corazón aún latía con mucha fuerza, ¿qué le pasaba? ¿Por qué Taehyung ocasionaba eso en él? 











¡¡Hola personitas!! ¡¡Volví!!

Espero el capitulo les gustara 💙.

Díganme, ¿qué les está prereciendo la historia?

¿Esperaban qué Gigi fuera Yoongi?

Por cierto la forma animal de Yoongi, la pensé como los gatitos que son de la raza Maine coon, vayan a buscarla, son bien chulos.

Aquí les dejo a nuestro hermoso Min. (imaginen que el largo de su cabello es por debajo de los omóplatos)

  Yoongi

Así se ve de gatito

Otro dato curioso, en el recuerdo de Taetae con Mimi hago la mención de "El principito" yo amo mucho ese libro y la parte del zorro es una de mis favoritas. En IG subiré en las historias todo ese fragmento (lo dejaré en destacados). Pueden encontrarme como verathk.

Nota del 29 de noviembre de 2023:
jajajajaja hola por ahí me sugirieron hacen un grupo de Whatsapp para hablar de sus teorías y datos curiosos, ¿qué piensan?

Besos.

🌌 Vera

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro