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11

El silencio permanecía dando pequeñas vueltas en el espacio, dejando su rastro sin remordimiento alguno, no era pesado, era simplemente calmo. Taehyung miraba el perfil de Jungkook, parecía que luchaba por encontrar  una respuesta. Quizás había avanzado más de lo que debía. Había prometido dejarle llevar su propio tiempo. 

Le miró un poco más. La verde mirada recorrió su bonita figura, un total deleite para sus luceros. Jungkook era belleza pura y nadie podría cambiar su opinión al respecto.

En su pecho se instaló una necesidad; quería tenerle cerca. Por alguna razón su cuerpo pedía acercarse lo más que pudiera a él. Tragó con fuerza. 

Taehyung comenzó a dar algunos pasos hacia Jungkook. Podía sentir como su mano ardía por querer rozar su piel, pero, ¿por qué? 

El oro le miró fijamente, sintió por un segundo el aire faltar, ¿por qué esa persona que estaba frente a sus ojos le poseía de la manera en que lo hacía?... Quizás porque se había prometido a sí mismo darle la vida que debería tener… 

—Jungkook-ssi, quisiera tomar un poco de aire. Si me permites… 

—¿Te encuentras bien? —Taehyung asintió suavemente. 

—Sí, no es nada. —Jungkook le miró poco convencido. 

—Si lo deseas podemos ir a la azotea. —
¿Acaso Jungkook acababa de decir "podemos"? Sintió su pecho calentar. 

—Eso sería estupendo. 

Jungkook le miró y asintió. Ambos salieron del estudio. En su pecho aún permanecía la necesidad de tomar a Jungkook entre sus brazos, por eso quería salir de la habitación; porque sentía que estaba ahogándose y no comprendía el porqué. 

Sabía que Jungkook significaba algo, que era un motivo, y que era importante... Desde que le vio algo se sintió encajar, cómo si todo esto fuese algo que debía suceder… 

Las puertas del ascensor se abrieron dejando que el aire llegará a sus pulmones…

El lugar parecía un jardín, con árboles pequeños y flores de diferentes tipos, algunas mesas estaban repartidas por el sitio. Fijó sus ojos en un pequeño espacio bajo la sombra de un árbol, ni siquiera lo pensó, tumbó su cuerpo en el suelo y colocó sus manos sobre el césped, amaba esa sensación. Sonrió. 

Taehyung era realmente peculiar. 

—¿Cómo puedes hacer eso? 

La voz de Jungkook le recordó que no sé encontraba solo. Levantó su cuerpo con ayuda de sus brazos y se sentó. 

—¿Qué? 

—Detenerte en el tiempo y no sentirte culpable.

—No puedo sentirme culpable por vivir —Taehyung le dedicó una hermosa sonrisa—. Creo que la vida está compuesta de pequeños momentos y también creo que los más bellos suceden cuando menos lo esperamos. Si no me detuviera, me perdería de mucho y no quiero hacerlo. 

—¿Aunque tu ropa se ensucie en el proceso? —Jungkook señaló su camisa. Sus mangas tenían pequeñas manchas provocadas por la tierra.

—Es la mejor parte Jungkook-ssi. —Se echó a reír. 

Jungkook le vio con dulzura; Taehyung realmente tenía pureza en su interior… Caminó hacia su dirección y se posó frente a él. Taehyung sintió un escalofrío recorrer su espalda; Jungkook estaba verdaderamente cerca. 

El oro y el verde chocaron. Jungkook sabía que todo estaría bien, sus ojos comenzaron a cristalizarse. Taehyung noto cómo las gotitas saladas comenzaban a aglomerarse en esos bonitos luceros. 

—Jungko… 

—Taehyung-ssi, yo realmente quiero que conozcas mi historia; pero, hay muchas cosas que aún no entiendo —Una lágrima acarició su mejilla—. Lo único que sé, es que algo duele profundamente aquí. —Señaló su pecho. 

Taehyung sentía su corazón estrujar. La necesidad de tomar a Jungkook era tan latente. No podía seguir conteniéndose, torpemente tomó su mano... Dejó salir el aire de sus pulmones. Todo en aquel toque se sentía correcto. 

Por un instante, el tiempo parecía transcurrir en cámara lenta. Acunó el rostro de Jungkook con cuidado y limpio sus lágrimas. 

—Está bien, no debes decirlo. Yo puedo esperar. 

Jungkook dejó salir un pequeño sollozo, Taehyung era tan dulce. Su toque era suave y cálido. No se había dado cuenta de cuánto necesitaba aquel toque hasta que rozó su piel. 

—Gracias. —Taehyung negó suavemente. Alejó su mano del rostro de Jungkook. 

—¿Qué te parece comenzar con algo pequeño? 

—¿Algo pequeño? 

—Sí —sonrió—. ¿Cuál es tu color favorito? 

Jungkook miró a Taehyung con ternura, definitivamente todo iba a estar bien. Taehyung sólo quería abrazar su dolor, ahora lo tenía claro. Sonrió suavemente.
 
—Me gustan los colores del amanecer. 








Yoongi jugaba con uno de sus lápices. Por fin sentía que podía respirar en paz; todo había vuelto a la normalidad con Hoseok. Parecía que el incidente con el dibujo de aquel fastidioso rubio había quedado en el olvido. 

Sabía que al principio Hoseok volvía a su departamento por Jungkook, para cuidar de él, sabía que si no hubiera sido por aquello probablemente no habría tenido la oportunidad de verle. 

Ciertamente continuaron sus días como si nada hubiera pasado, pero era claro que algo no estaba bien o por lo menos eso creía. Hablaban de lo cotidiano, en ocasiones bebían juntos, pero nunca se mencionaba aquel boceto, en realidad… Nunca mencionaban sus sentimientos... Su relación era complicada; no lograba comprender qué era lo que pasaba entre los dos… 

Lo único que sabía era que aquel chico de cabellos grisáceos tenía parte de su corazón, pero, ¿era acaso algo unilateral?
 
Se dejó caer en el respaldo de su silla, suspiró profundamente. Cerró sus ojos, pensando en el hermoso perfil de Hoseok, en sus ojos, en su sonrisa… 

Pero de pronto comenzó a dibujarse un nuevo perfil, unos ojos diferentes y unos labios que le provocaban sed. Tragó con fuerza. No, no y no. 

Su teléfono sonó, pudo ver que la llamada provenía de su asistente. 

—¿En qué puedo ayudarte Rim? 

—Presidente Min, el señor Park Jimin está aquí —¡Maldición! Había olvidado que tenían una reunión. Rio para sí mismo, claro, era exactamente lo que necesitaba, tener que estar con ese sujeto—. ¿Presidente? —se escuchó por medio del altavoz. 

—Claro, déjalo pasar. 

—Entendido. —La llamada fue cortada. 

La puerta de su oficina fue abierta. Trató que sus instintos se mantuvieran en calma; había algo en Jimin que provocaba algo en su interior y era exactamente eso lo que le molestaba. 

—Min. —Hizo una pequeña reverencia. 

—Park —Yoongi detalló a Jimin. Su rostro era duro, todo en él expresaba lo poco que quería estar ahí—. Toma asiento. 

Jimin camino hacia él. Su paso era perfección, todo en él emanaba sensualidad.

Tomó asiento frente al Mera.

—Comprendo que la solicitud de esta reunión es porque también requieres de una composición, ¿es así?

Yoongi le miró, su semblante era realmente severo... ¿Por qué tenía la impresión de haberlo visto sonreír alguna vez? ¿Por qué le ofendía que Jimin no quisiera estar ahí? Se levantó de su asiento y caminó hacia el ventanal; no quería continuar viéndolo. Algo en su pecho quemaba. 

—Estás en lo correcto. 

—¿Necesitas algo en específico? 

—Qué plasme lo que la pieza desea expresar. 

—¿Según quién? 

—Según su espectador.

—El compositor necesitará acceso a la pieza. 

—Así será. 

—Bien. Sólo tengo una pregunta más, ¿hay algún compositor con el que desees trabajar?

Yoongi tragó con fuerza; sabía que la respuesta que estaba apuntó de dar sería su perdición. 

—Sí, contigo Park. 








Taehyung recorría las palabras con diligencia, cada párrafo aportaba algo nuevo a sus conocimientos. Si alguien le preguntaba sobre arte en ese momento, él se nombraría como experto. Sonrió cuando llegó al final de un ensayo muy interesante sobre el lúgubre Johann Füssli. Había terminado. 

Posó su mirada sobre Jungkook se veía muy tierno, su boca se encontraba en puchero estaba tan concentrado en su lectura. Ambos habían pasado una larga tarde leyendo ensayos sobre los artistas que habian seleccionado los estudiantes del menor. 

Taehyung estiró levemente su torso. Llevaba largo rato sentado; sentía sus músculos entumecidos. Necesitaba levantarse un momento.

—Jungkook-ssi —Jungkook elevó su mirada, centró su atención en él—. He terminado. 

—¿Cómo lo hicieron? 

—Excelente. 

—Taehyung-ssi, espero que tu buen corazón no haya nublado tu juicio. —Taehyung rio. 

—Prometo que no lo hizo. —Jungkook negó con una pequeña sonrisa. 

Últimamente era un poco más sencillo hablar. Tal vez aún habían momentos sin palabras entre ambos; pero, ahora era diferente. Porque incluso en esos momentos de completo silencio podía sentir las palabras emanar de la piel de Jungkook, podía sentir la esencia de su ser a través de su mirada…

Jeon Jungkook era una persona que deseaba vivir. Jeon Jungkook era una persona que poseía un anhelo en su interior. Jeon Jungkook era hermoso. 

—Supongo que confío en ti Kim. 

—Muchas gracias señor Jeon —dijo con voz divertida. Ambos sonrieron—. Saldré un momento, vuelvo enseguida. —Jungkook asintió. 

La opaca mirada volvió a su lectura, hizo algunas observaciones y colocó una calificación. Se recostó sobre la mesa. Al fin había terminado. 

Cerró sus ojos, dejando que sus oídos se inundarán de una canción… 

El ritmo era pegajoso y alegre, algo comenzó a sentirse familiar, el estribillo llegó y con él una imagen se instaló en sus recuerdos. No supo en qué momento sus manos tomaron un bastidor y lo colocaron sobre un soporte. Estaba perdido en sus pensamientos. ¿Qué estaba plasmando en el lienzo? Los trazos seguían apoderándose de los espacios en blanco. ¿Por qué sentía tanta rabia? La opaca mirada se fijó en el rostro que estaba pintando, ¿quién era esa persona? ¿Por qué formaba parte de sus recuerdos borrosos? 

Miedo comenzó a recorrer su cuerpo, cerró sus ojos con fuerza. La imagen de ese hombre se hizo aún más presente. Se sintió en otro lugar, sintió como su cuello era tomado con brusquedad… 

—¡Jungkook-ssi, piensa rápido! 

Jungkook abrió sus ojos de golpe, ¿en donde estaba?, se sentía desorientado. Algo golpeó su frente. Parpadeo varias veces tratando de comprender lo que acababa de pasar. 

Taehyung estaba frente a sus ojos, apretando sus labios para no reír. ¿En qué momento había vuelto? ¿Cuánto tiempo llevaba perdido en sus pensamientos? Miró hacía el suelo, había una bolsita de golosinas dulces cerca de sus pies, ¿eso era lo que lo había golpeado? Su ceño se frunció, busco la mirada del contrario exigiendo una explicación. 

—Y-yo, realmente lo siento. Creí que lo atraparías. ¿Te encuentras bien? 

Jungkook asintió con suavidad, colocó su pincel y sus pinturas en una mesa.

—No me di cuenta de cuando volviste. 

—En realidad, acabó de volver. —sonrió apenado. Miró que frente a Jungkook había un cuadro, ¿había estado pintando? Quería acercarse; moría por ver su trabajo. aún no había tenido el privilegio de poder apreciar sus obras; incluso en ello Jungkook era muy reservado—. ¿Estás trabajando en algo? 

—No realmente. —El oro opaco se posó en el cuadro, sintió su estómago revolver. Paso sus dedos sobre la pintura tratando de borrar aquel rostro. No quería volver a verlo. 

—Ya veo.  

Taehyung vio cómo Jungkook tomaba en su mano la bolsita de golosinas, la miró por un momento y una bonita sonrisa se dibujó en sus labios. Amaba hacerlo sonreír. 

Jungkook se acercó a él. 

—Gracias por esto. —sacudió la pequeña bolsa. 

—No hay de qué —Sonrió—. Creí tendrías hambre, ha sido un día largo. 

—Lo ha sido —Suspiró—. Deberías ir a casa a descansar. 

—Tú también deberías hacerlo. 

—Lo haré. 

—Puedo acompañarte si lo deseas. 

Jungkook se detuvo un momento en las últimas palabras de Taehyung, ¿quería acompañarlo a casa? No pudo evitar sentirse nervioso. 

—Y-yo… 

Se escuchó un pequeño crujido en la puerta, algunos mechones blancos se dejaron ver. 

—¿Aún continúas aquí Ko...? —El lila y turquesa chocó con el verde. Taehyung estaba ahí. 

—¿Yoon-Yoongi? —El rostro de Taehyung era de sorpresa total. 

—Hola Tae. 

—¡¡Hyung!! 

Yoongi cerró los ojos; sabía lo que venía a continuación. Taehyung corrió hasta él y lo tomó entre sus brazos para elevarlo, comenzó a moverlo de un lado a otro. 

—También me alegro de verte mocoso. Ahora bájame. —Taehyung rio. 

—Sigues siendo el mismo de siempre Hyung —Colocó al Mera en el piso. 

—Tú también. —Sonrió. Fijó su mirada sobre Jungkook—. Lo lamento, no quise interrumpir. 

—Está bien, presidente Min. 

¿Presidente Min? En la cabeza de Taehyung algo hizo click. ¡Oh por Dios! ¿Yoongi era la persona de quien hablaba todo el tiempo Jimin? 

"Min es un fastidio" "¿Por qué tengo que trabajar con Min?" "¿Taehyung no quieres aceptar un trabajo más?" 

Taehyung comenzó a reír. Ambos chicos le miraron curiosos. 

—¿Así qué tú eres quien ha estado fastidiando a Chim? Mera desconsiderado deberías darle un respiro. Jimin es una buena persona. 

—¿Fastidiando? Él es quien me fastidia. —Taehyung volvió a reír y desordenó las hebras blancas del más bajo. 

—Como tú digas Hyung.

Jungkook miraba divertido todo. Claramente su Hyung y Taehyung se llevaban muy bien. Volvió a pensar en las palabras de Yoongi, “tú también estuviste muy cerca de conocer a Kim”. Definitivamente las cosas habrían sido totalmente diferentes si se hubieran encontrado antes…

Quería ser así de cercano con Taehyung. Quería sentir ese mismo toque sobre su cabello, quería saber más de él… 













Hola personitas,

Aqui vengo una vez más, me disculpo por la tardanza, jajajaja yo aplicó esto de lento pero seguro.

Espero se encuentren con bien, por favor coman bien y tomen awüita.

¿Cómo van viendo la historia?

Dejen sus preguntas aquí (⁠≧⁠▽⁠≦⁠)

Ahora, con mucho amor quería dedicar este capitulo a ClaudiaMon032. Gracias por tus votos y por tus comentarios.
(╥﹏╥) Me han hecho muy feliz.

Ahora sí, me despido.

Besos

🌌 Vera

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