Las prendas de vestir se desplazaban en un movimiento apresurado de un lado a otro. Sus preciosos ojos ámbar paseaban por los diferentes trajes que estaba en su armario. A pesar de haber tantas opciones sentía que ninguno era suficiente. Necesitaba una segunda opinión.

Tanto como sus pies se lo permitieron, bajó a toda prisa las escaleras hasta llegar a la enorme sala del apartamento.

En el corazón del lugar se encontraba una mesa de madera clara que sostenía un pequeño jarrón con flores blancas. En las claras paredes reposaban algunos cuadros, mientras que, sobre una alfombra gris descansaban dos sofás color negro; pero, estaban vacíos, ¿dónde estaba la persona que buscaba?

Caminó a través de la sala hasta llegar a la cocina. Ahí estaba, sentado a la mesa, leyendo algo en su computadora.

—Necesito que me ayudes...

Las palabras seguían saliendo de sus labios; pero la persona que estaba frente a él se encontraba totalmente inmersa en la lectura.

Lo que la élite no quiere que salga a la luz

"Sé que deben estarse preguntando, ¿qué demonios es esto? Simple, un espacio para desahogar todas mis frustraciones. ¿Sobre qué?, sobre el secreto a voces que nadie quiere admitir. Ese del que nadie habla.

Claramente entiendo porque nadie lo hace, ¿quién querría sabiendo que detrás de todo esto, están varias personas de renombre? Personas que podrían hundirte sin que nadie se entere...

Gracias a este monopolio macabro, el día de ayer fueron asesinados cinco de mis hermanos; todo para su propio beneficio, todo por el deseo de poseer más y más.

Mis hermanos están muriendo y muchos de ustedes ni siquiera lo saben... Están muriendo para beneficiar a escorias.

Ya no puedo seguir guardando silencio ¡Estoy harta/o! no deseo seguir pretendiendo que Efís no son arrancados de sus familias, para ser vendidos tal putas; pero, sin el final feliz o más bien como ganado que sólo fue criado para morir.

Sé que no me conocen y que seguramente no creerán en mi palabra sin pruebas contundentes, se las daré; pero, todo a su tiempo pequeños.

No será la primera vez que lean algo sobre mí, este sólo es el inicio. Nombres irán apareciendo y créanme, lo que menos querrán hacer es callar"

Sin más por el día de hoy,

Geuneul.

¿Qué era lo que acababa de leer? Su expresión cambió. Por todo su cuerpo comenzó a esparcirse la frustración. ¿Cómo era posible? Tantas muertes en un sólo día. Estaba harto de aquella situación. ¿Por qué habían personas que permitían que esto pasara? Sus ojos ardían en enojo.

—¡Kim Taehyung! ¿¡Estás prestando atención!?

La voz enfurecida hizo que saliera de sus pensamientos; ante sus ojos estaba un precioso chico de cabello rubio, mantenía un aspecto tierno a pesar del enojo en su rostro. Sus facciones eran hermosas, tenía unos bonitos labios abultados, que sé encontraban en mohín.

—¡Oh por Dios! ¡Realmente me estabas ignorando! Llevo como cinco minutos hablando contigo o por lo menos eso creí —Rio indignado—, ni siquiera te diste cuenta que estaba frente a ti, ¿qué es lo que estás haciendo?

La computadora fue tomada.

—¡No! Espera... —Taehyung intentó quitarle la computadora; pero no se lo permitió. Miró como aquel hermoso rostro perdía luz y sus ojos, esos hermosos ojos ámbar comenzaron a llenarse de una profunda tristeza. Las lágrimas se aglomeraron.  Taehyung lo tomó y lo sentó a su lado.

Lo sabía, podía sentir la tristeza que él estaba sintiendo; pero, no quería inquietarlo. Suspiró...

—Sé lo que debes estar pensando Chim —Con suma delicadeza tomó entre sus manos su rostro, acercándose, plasmó sus labios en su frente en un intento por arrancar todos esos pensamientos que se colaban y le provocaba angustia—, todo estará bien.

Miró como los ojos de Jimin se llenaban de lágrimas, algunas comenzaban a escaparse lentamente; pero antes de que pudieran rodar por sus mejillas, las atrapó entre sus dedos con sumo amor. Jimin le vio, sus miradas se encontraron. Continuo acariciando sus mejillas; comenzó a sentir como su angustia iba desvaneciéndose y las lágrimas iban cesando.

—Gracias —dijo con un hilo de voz—. Tae, yo...

—No tenemos que hablar sobre esto ¿sí? —Taehyung le dio una mirada llena de dulzura, no quería hablar sobre el tema, no quería que Jimin se sintiera preocupado— Realmente siento mucho no haber prestado atención antes, no quería ignorarte, ¿qué me estabas diciendo?

Jimin tomó su mano.

—Tae...

—Chim, prometo que todo estará bien —Apretó ligeramente la pequeña mano del rubio—. Confía en mí. —En su rostro podía verse un poco de súplica, no quería continuar con el tema.

—Confío en ti.

—¿Hasta con los ojos cerrados? —Taehyung colocó una mueca divertida. Jimin rio dulcemente.

—Hasta con los ojos cerrados. —Taehyung sonrió.

—Ahora dime qué es lo que estabas compartiendo conmigo.

Jimin aún tenía sus ánimos decaídos; pero quizás Taehyung tenía razón y todo iría bien. Esperaba que esa triste realidad no llegara a ellos... se levantó de su asiento y comenzó a caminar en dirección contraria.

Taehyung fue por un vaso con agua. Observaba atentamente a Jimin, era más bajo de estatura y poseía un cuerpo notablemente agraciado, veía como su hermosa silueta de paseaba por el lugar; pero, ¿qué estaba haciendo? Mientras esperaba, tomó algunos sorbos de agua. El más bajo se dio la vuelta, entre sus manos tenía dos trajes, fue ahí donde comprendió. Ese era un día importante.

—Sabes, aún sigo sorprendido. No puedo creer que solicitarán la presencia de la empresa para esta reunión; es la primera vez que se nos abre las puertas ante una oportunidad tan grande, si logramos obtener este trabajo seremos reconocidos. —Taehyung lo miró con mucha ternura.

—Jimin cariño, sabes que ya eres suficientemente reconocido ¿cierto? —Jimin suspiró.

—Tae, ni siquiera estoy seguro sobre qué quieren hablar. Llegarán personas muy importantes y yo... yo aún no les llegó ni a los talones...

En el rostro de Jimin se dibujó un puchero, Taehyung rodó los ojos, no podía creer que tuviera tan poca confianza en sí mismo.

—Quien no quiera trabajar contigo es un estúpido.

—Tú lo crees así por el amor que me tienes —Sonrió tiernamente—. ¿Podrías ayudarme? No sé cuál elegir.

—Eso no es así Chim, siempre he sido crítico con todo lo que haces y lo sabes, tienes un talento innato, eres increíble. Lo que uses está demás, podrías llegar en pijamas y aun así te verías perfecto, usa el que más te guste. —Dejó unas palmaditas en su cabeza.

—Necesito una segunda opinión, ayúdame.

—No. —En el rostro de Jimin se dibujó una mueca de indignación. Taehyung trató de contener la risa.

—¡¡Kim Taehyung, Ayúdame!! —Jimin estaba haciendo un pequeño berrinche, saltando en su lugar, Taehyung no pudo aguantar más, comenzó a reír.

—¡Está bien! —dijo entre risas— Déjame ver que tenemos aquí —Miró con atención las opciones—, éste —Tomó entre sus manos un traje color negro con pequeños detalles satinados—, te hace ver elegante y también acentúa más tu bonita figura.

Taehyung sonrió de manera coqueta mientras le guiñaba un ojo. Jimin sintió sus mejillas pintarse de carmesí. Tratando de ocultar su nerviosismo. Fingió seguridad y sonrió.

—Toda mi ropa está diseñada para acentuar mi figura, gracias —Taehyung rio pequeñito. Tomó el traje—, sabes, realmente me habría gustado que me acompañaras, estoy seguro que todos quedarían hipnotizados con tu dulce voz y te dirían que sí a todo. —Taehyung negó con una pequeña sonrisa.

—Exageras, eso no sería así —Mordió levemente su labio inferior—... Realmente me habría gustado acompañarte, de haber sido otro día sabes que estaría ahí contigo.

—Lo sé; pero el señor Ryu llegará hoy.

—Estarás bien sin mí, tú tienes esto en la bolsa Park —Taehyung tomó una de sus pequeñas manos dejando un dulce beso en su dorso, sonrió—, lo harás excelente. —Jimin sonrió ampliamente.

—Gracias —Dirigió su vista hacia el reloj, era tarde—. Creo que debes irte, es tarde, siento mucho haberte distraído. —Taehyung le ofreció una pequeña sonrisa, llevó su mano izquierda hacia sus rubios cabellos para despeinarlos.

—No pasa nada Chim, te veo por la noche. Suerte —Tomó a Jimin entre sus brazos y antes de salir del apartamento volvió a mirarle dándole la sonrisa más amplia y hermosa—. Te amo, todo saldrá bien.

Caminó hacia su lujoso Mercedes y subió a él. El trayecto hacia su trabajo había sido rápido y tranquilo. Se estacionó en el lugar de siempre y al bajar del vehículo cómo de costumbre cruzó la calle y entró a su lugar preferido.

—Bienvenido a Café de Luna. —Detrás del mostrador se encontraba una chica de baja estatura con una cabellera negra que le llegaba a los hombros, la chica dirigió su vista hacia su dirección.

—Oh Taehyung-ssi —Le sonrió—, bienvenido, me alegra mucho verlo ¿qué voy a servirle el día de hoy?

—Hola Suni —Movió su mano de un lado a otro, saludando a la dulce chica—, un sandwich y té con leche por favor.

—Ahora mismo —La joven trabajó en la orden de manera perfecta, colocándola en una bolsita de papel, extendió el pedido hacia él—. Son ₩ 12,000 —Taehyung tomó la bolsa y extendió el dinero hacia la pelinegra.

—Muchas gracias, quedate con el cambio Suni, nos vemos luego.

—Gracias Taehyung-ssi, que tenga un buen día.

Al salir de aquel café, Taehyung dirigió sus pasos de regreso a su lugar de trabajo. Anticipando su llegada las puertas fueron abiertas, los empleados ya se encontraban en fila para recibirle.

—Bienvenido señor Kim. —Dijeron al unísono, haciendo una reverencia.

—Buenos días a todos, como siempre, vamos a dar lo mejor.

Después del saludo, cada persona comenzó a desplazarse a sus lugares de trabajo. Era imposible no contemplar aquella inmensa construcción, era hermosa. Estaba trabajando en el lugar de sus sueños; aún le parecía irreal trabajar como el administrador del teatro principal del país, sonrió y comenzó a caminar hacia su oficina.

La habitación era grande, en ella se podía sentir toda la esencia de Kim Taehyung, era un lugar acogedor, la decoración era moderna pero al mismo tiempo clásica. A las espaldas de su escritorio se encontraba un enorme ventanal que permitía ver al exterior; a él le gustaba de vez en cuando aventurarse en las escenas cotidianas que se le presentaban durante el día, en ocasiones los protagonistas eran personas, en otras lo era el clima, le llamaba su fuente de inspiración.

Sobre su escritorio podían verse algunas partituras y solicitudes para el uso del teatro, tomó entre sus manos uno de los formularios y comenzó a leer los requerimientos de la solicitud. Le estaba siendo difícil mantenerse concentrado; las palabras de Geuneul volvían y golpeaban fuertemente su cabeza.

Él sabía que esto estaba sucediendo, lo sabía, pero nunca estuvo cerca de conocer con certeza lo que realmente pasaba.

Los hermosos Efí estaban sido atacados de una manera silenciosa, casi imperceptible. Cuando se sabía de la existencia de uno; eran tomados sin la opción de poder elegir. Cuando un bebé Efí nacía era arrebatado del seno de su madre.

Con un dolor desgarrador las familias sólo veían partir a sus seres queridos y nunca más volvían a verlos, nunca volvían a escuchar sus voces, nunca volvían a tenerlos entre sus brazos, nunca volvían a verlos sonreír.

En el pasado algunas personas trataron de alzar la voz sobre lo que pasaba; pero esto siempre los llevaba a un destino atroz. Esto hizo que se dejara de hablar abiertamente sobre ello, evitando que muchas personas supieran la realidad. Eligiendo callar, las familias comenzaron a ocultar a sus seres queridos para protegerlos.

Los Efí instintivamente dejaron de extender sus alas. La primera extensión era uno de los acontecimientos más hermosos para presenciar. Era tan importante como los primeros pasos y sucedía cuando se sentían seguros y sin miedo para desplegarlas; pero al sentirse amenazados, sus alas comenzaron a mantenerse ocultas en su núcleo, cómo si desde pequeños su alma les advirtiera sobre la cruda realidad. Muchos llegan al final de su vida sin tener la oportunidad de extenderlas y a otros se les es arrebatada por hacerlo.

¿Cuánto más iba a ser revelado? ¿Realmente Geuneul tenía pruebas? ¿Algún día todo ese sufrimiento iba a parar? Tenía demasiadas preguntas que no poseían respuesta. Le resultaba profundamente dolorosa la incertidumbre que tenía su corazón, quería creer que este era un destello de esperanza, pero ¿realmente lo era?

No podía evitar el sentirse nervioso, en su cabeza repetía una y otra vez como iba a presentarse, debía verse como una persona seria y confiable. Recordó las palabras de su pequeño Kim "tú tienes esto en la bolsa Park", claro que lo tenía, él podía con eso y más. En pocos años había logrado levantar una empresa de cero. ¿Qué podría ser más difícil que eso?

—Buen día —Se dirigió a la chica que se encontraba en la recepción—, tengo una reunión con el señor Eun.

—Bienvenido señor Park, le estábamos esperando, es un placer tenerlo aquí —La joven le sonrió ampliamente, Jimin se sorprendió mucho; ¿esto era real? ¿Ella realmente sabía su nombre? Probablemente estaba soñando, ¿debería pellizcarse?—. Señor, ¿todo está bien? —Salió de su ensimismamiento.

—Oh sí, lo siento. —La joven le dio una pequeña sonrisa.

—Está bien señor Park, por favor vaya con mi compañera, ella lo llevará a la sala de juntas. —Le dedicó una reverencia, Jimin regresó el gesto y prosiguió a incorporarse con quien lo guiaría.

—Buen día señor Park, por favor acompáñeme —La joven lo dirigió por las instalaciones hasta llegar a la sala—. Buen día, SMC ha llegado.

Jimin entró a la habitación, en ella ya se encontraban varias de las personas que participarían de la reunión. Un hombre de cabello castaño, con facciones fuertes, de estatura alta y un porté muy elegante se levantó de su asiento.

—Muchas gracias Rim —La joven dedicó una última reverencia y se retiró del lugar—. Park realmente es un honor poder tenerte en YS Art Corporation. —Definitivamente estaba soñando, ¿realmente el mismísimo Eun Soo Ae dijo que era un honor tenerle ahí?

Soo Ae Era el director general de YS Art Corporation, la empresa de mayor reconocimiento dedicada al arte. La mayoría de los artistas más importantes de Corea trabajaban para esta compañía, no era para menos, ya que era, incluso, reconocida fuera del país; lo que hacía que sus artistas fueran impulsados en el extranjero. Además, recientemente se habían incorporado asociaciones con diseñadores de renombre; definitivamente esta era una oportunidad en un millón.

—Ven pasa adelante —El más alto lo tomó por los hombros y lo acercó a quienes se encontraban ya reunidos—, déjame presentarte a algunas personas. Esta hermosa dama es An Mihwa directora de la compañía de danza "La Nuit d'or". Por aquí tenemos a Sung Ji Byung embajador de la marca "2Souls" y estos jóvenes son dos de nuestros artistas prodigios Gil Eunjoon y Wang Jein, estimados colegas, él es Park Jimin el presidente de SMC.

Jimin hizo una reverencia.

—Es un placer tener la oportunidad de conocerles.

—Por favor toma asiento —Soo Ae Le mostró un asiento vacío—, en unos minutos comenzaremos con nuestra reunión, sólo estamos esperando al representante gubernamental.

Jimin se sentó junto a la señora An, era una mujer que poseía una elegancia sin igual, su mirada era muy dulce, tenía unos ojos cafés verdaderamente expresivos. Sus negros cabellos tenían pequeños destellos blanquecinos, estos estaban recogidos en un moño, la bonita mujer se acercó más a él.

—Cariño, estaba loca por conocerte. Desde que Soo me dijo que vendrías me emocione mucho, tu trabajo es hermoso, cada que escucho algunas de tus composiciones no puedo evitar moverme como pluma al viento...

La dulce dama fue interrumpida por Jein. El chico era notoriamente un Mera, sus ojos parecían los de un reptil, algunas escamas podían visualizarse en su sien, su cabello era de un azul tornasol y su semblante era realmente intimidante.

—Así que tú eres Park Jimin, he escuchado mucho sobre ti. Uno de los presidentes más jóvenes que posee nuestro país, el prodigio que tiene bajo su mando la empresa que está dominando la música académica y cinematográfica en estos momentos.

—He tenido la oportunidad de escuchar algunos de los trabajos realizados por tu compañía, debo decir que llegan a lo más profundo de mi ser. Es increíble lo que haces. —agregó Eunjoon, la chica tenía su largo cabello rosa en trenzas, sus ojos eran de un naranja profundo y de su pálida piel emanaba un poco de luz.

Byung escuchaba atentamente la conversación, al igual que Eunjoon era un Inmar. Poseía rasgos preciosos, su cabello borgoña estaba acomodado hacia atrás y sus ojos tenían un bonito color azul.

—Lo has hecho bien, por lo que escucho. —opinó por fin Byung, la dama de dulce mirar dejó unas palmaditas en el hombro de Jimin.

Soo Ae miraba divertido la escena.

Jimin sabía que se encontraba ruborizado; no estaba acostumbrado a toda esa atención. Se sentía atónito, las personas a su alrededor realmente lo conocían y no sólo eso, también apreciaban su trabajo. No sabía qué decir, abrió levemente su boca para poder responder; pero, antes de siquiera poder hacerlo se escucharon unos golpes en la puerta, advirtiendo la llegada de una nueva persona.

—Buen día, el señor Kim Seokjin está aquí. —La chica dio una reverencia y salió del lugar, Soo Ae hizo una reverencia.

—Señor Kim le estábamos esperando.

—Por favor Soo puedes llamarme por mi nombre —rio—. Siento mucho el retraso. Ya saben agenda apretada. —Soo Ae dibujó en su rostro una pequeña sonrisa de lado.

—Prefiero mantener la formalidad señor Kim, por favor tome asiento.

Seokjin rodeo la mesa tomando asiento frente a Jimin. Seokjin era realmente hermoso. Su belleza era totalmente etérea, tenía unos labios esponjosos, sus cabellos eran castaño oscuro, era muy alto y como todo Inmar, en su piel podía verse un resplandor.

Jimin podía sentir un cambio en el ambiente desde la llegada de Seokjin, era difícil respirar; no lograba comprender a qué se debía esto.

La reunión se estaba desarrollando sin ningún percance, pero se sentía intimidado; unos ojos grises se encontraban totalmente fijos en él, ¿por qué Kim Seokjin lo miraba de esa manera? ¿Acaso tenía algo en el rostro? Trató de ignorar aquellos ojos y prestar total atención a lo que se estaba conversando, definitivamente sería un evento de gran magnitud.

Antes de que la reunión se diera por finalizada, se les fue entregado un documento con todos los detalles del proyecto.

—Esto sería todo por hoy, realmente agradezco su asistencia, como siempre es un honor trabajar con ustedes. Park bienvenido. —Todos a excepción de Seokjin le animaron. Sonrió ampliamente y agradeció la cálida bienvenida.

Seokjin se encontraba fijo en la documentación que le fué entregada, tenía en sus manos tanto el proyecto como la solicitud de aprobación. Cada línea era leída y analizada con total detenimiento.

—Como siempre no encuentro fallos, no hay ningún incumplimiento de los requerimientos del gobierno, firmaré la aprobación ahora mismo —Seokjin sacó un bolígrafo para dejar su firma en la documentación y extendió los papeles hacía Soo Ae—. Esto es todo por mi parte.

—Muchas gracias señor Kim, esperamos poder contar con su presencia y la del Señor Presidente en nuestro evento. —Seokjin se limitó a sonreír levemente.

—Claro Soo —Ambos castaños se dieron un pequeño apretón de manos. Por sobre el hombro de Soo Ae, Seokjin alcanzó a ver a Jimin, camino hacia él—. Park Jimin ¿no es así?

Jimin se estremeció al escuchar su voz, está persona realmente no le inspiraba nada de confianza.

—Así es, es un placer conocerlo señor Kim. —El de cabello oscuro lo analizaba meticulosamente.

—Park si que eres peculiar —En el rostro de Seokjin se dibujó una sonrisa desdeñosa, esto logró incomodarlo más—, tu energía es muy interesante.

—¿Interesante? —Arrugó levemente su ceño.

—Sí, como la de un Efí me atrevería a decir. —En ese momento Jimin sintió como el aire no llegaba a sus pulmones, trató de no sucumbir ante el pánico y actuar de manera normal. Se echó a reír.

—Oh no señor Kim, no soy un Efí —Hizo una pequeña pausa—. Es curioso, es la primera vez que me perciben como uno —sonrió—. Me resulta halagador. —Seokjin continuó viéndolo de una manera muy penetrante.

—Ya veo... Nos seguiremos viendo en el futuro Park.

Seokjin se retiró del lugar, no sin antes ofrecerle una sonrisa que contenía un poco de malicia. Esperó a que Seokjin abandonara el cuarto para por fin dejar salir el aire de sus pulmones, se sentía angustiado, no sé dio cuenta en qué momento había dejado de respirar.

Esto no podía estar pasando. Despidiéndose de manera fugaz se dirigió al estacionamiento, tenía que hablar con Taehyung. Se subió a su coche. Se quedó inmóvil... Sus planes tendrían que esperar...

Tae

Chim me quedaré con el señor Ryu por unos días.

Recibido 5:22 pm

¡Maldición! lleno de frustración golpeó el volante y maldijo en voz baja. Desde la oscuridad un par de ojos lo miraban atentamente.

—Muy peculiar.

¡Hola personitas!

Una vez más vengo a entregarles un pedacito de mi corazón. Espero les gustara.

díganme, ¿a qué raza creen que pertenecen los chicos?

Antes de despedirme, quiero mostrarles como imagino a los tannies en mi historia.

El día de hoy les presento a Jin y a Mimi.

Jin

Jimin

Demasiado hermosos.

Nos vemos pronto.

un beso.

🌌 Vera