3 adolescentes van caminando por un parque bastante amplio lleno de arboles que dejan a la vista varios animales que comienzan a despertar de una larga noche de descanso, unas bancas llenas de algunas hojas secas que cayeron durante la noche y un hermoso cielo azul que ofrece varias nubes con formas diferentes y únicas en su estilo.

Hay un chico bastante alto de cabellos oscuros, y despeinados que brillan ante los rayos de luz de la mañana, ojos tan oscuros que por momentos no se le pueden distinguir las pupilas pero que a pesar de ello siempre brillan de emoción, también posee una piel tan pálida que pareciera que jamas lo a acariciado el solo, lleva una camisa escolar bajo una chaqueta azul oscuro en la cual se puede ver el logo de su escuela, unos pantalones negros de vestir en los cuales dentro de sus bolsillos puede notar que el chico tiene una de sus manos, unos converse negros y los mas notorio de el es una bufanda negra que cubre completamente su cuello como si quisiera ocultar algo. En su rostro podía notarse una amplia sonrisa de emoción, mientras llevaba tras su espalda una mochila llena de libros y en una de sus manos una cámara de vídeo bastante grande con la cual grababa todo lo que sucedía en su panorama.

-Jaja, ya verán que este sera el año en que dejen de molestarnos esa pandilla de gorilas en pañales- Jack sonrió todavía mas mientras acariciaba su bufanda.

A su lado había un chico el doble de bajo que el de cabellos tan blancos como la nieve que llegaba hasta sus hombros, ojos azules como un día soleado con un cielo hermoso los cuales expresaban alegría, y los cuales estaban adornados por unos lentes que resaltaban su rostro afeminado, llevaba un suéter bastante holgado encima de una camisa escolar, y que se colocaba con una corbata roja, unos pantalones negros de vestir que son tan largos que tienen que ser acortados en pliegues, también trae unos converse negros y lo mas notorio del chico son sus rasgos femeninos que harían que cualquiera pudiera confundirse acerca de su sexo. Podía notarse a simple vista la felicidad del chico lo cual lo acompañaba un leve sonrojo.

- Confió en que así sera Jack- se acomodo las gafas ligeramente y observo la carta que se encontraba entre sus manos- Ademas, espero que Kary acepte mi confesión que escribí en la carta- abrazo la carta con una sonrisa tierna y un gran sonrojo.

Al lado de ellos había una chica mas alta que el peliblanco y mas baja que el pelicenizo, ella poseía los cabellos completamente castaños y cortos como el de un chico que se volvían bastante rebeldes, ojos grises que hacen resaltar su rostro como si la plata se hubiera fundido en sus iris y lo que mas la caracterizaba era su gran parecido con el de un chico. Llevaba la camisa escolar de las chicas remangada hasta los codos la cual adornaba una corbata roja, una falda corta y roja hecha de terciopelo, unos calcetines desordenados y unos converse rojos; técnicamente ella tenia la apariencia de un chico. En su rostro se podía notar una amplia sonrisa mientras llevaba un balón de fútbol bajo su brazo.

- Vamos Romeo-Akito, si ella acepta recuerda que haré lo imposible para que se aleje de ti- la chica le sonrió de un modo burlón mientras despeinaba su cabello oscuro- Tenlo en cuenta.

-¡Oye, eso no seria muy justo de tu parte!- se cruzo de brazos y miro hacia otro lado manteniendo su sonrojo.

- Bueno, si es justo ya que somos tus mejores amigos y somos mas importantes que la chica de tus sueños- Jack sonrió de un modo burlón mientras encendía su cámara para grabar a sus amigos.

- Pero eso no lo justifica- se quito los lentes y comenzó a limpiarlos con la manga de su suéter holgado, para así ver sus hermosos ojos azules que brillaban.

- Creo que mientras charlábamos de los problemas amorosos de Akito, llegamos al instituto- Aki observo el enorme edificio rustico que se elevaba sobre ellos dejando a su visa los hermosos detalles que este poseía.

-Ehh...creo que ya me entro miedo- Akito suspiro pesadamente.

Los tres notaron como la gente salia y entraba al instituto con mucha emoción ya que era el primer día de clases de su ultimo año de secundaria, sin embargo esa era la época en que los que no tenían esperanza alguna la recuperaban nuevamente por un solo día hasta que la realidad los golpeaba con fuerza nuevamente.

-No seamos cobardes y entremos de una buena vez- Jack se cubrió la nariz con su bufanda que era tan cálida al contacto con su piel y que los tranquilizaba nuevamente.

Entraron a la escuela, mientras la agente corría a su alrededor en busca de sus amigos, aprovecharon esa distracción para pasar desapercibidos de los demás hacia sus casilleros, Jack: 104, Aki: 103 y Akito: 102, técnicamente estaban juntos y ese era un gran alivio para ellos ya que alejarse significaba un gran peligro.

-Sacamos rápido los libros y luego corremos- los ojos azules del chico se perdía en el interior de su casillero, en el cual sacaba con velocidad sus libros.

Cerraron sus casilleros con desesperación y salieron caminando con rapidez hacia su salón el cual era el 32-B, justamente en ese lugar se podía encontrar a los matones del instituto los cuales se hacían temer con el odio y la fuerza. Los tres amigos odiaban a esas personas con todas sus fuerzas ya que desde que tiene memoria los molestan a cada momento del día, sin embargo este años querían cambiar ese hecho.

-¡Finalmente llegamos!- Aki se desplomo en el escritorio que compartía con Akito y Jack

-Y no nos dijeron nada- el chico de cabellos cenizos comenzó a revisar su cámara par así dejarla en el escritorio junto a la chica.

- Eso me preocupa- Akito se sentó entre Aki y Jack.

-No se preocupen por ahora y sonrían- Jack se bajo la bufanda dejando a la vista una brillante sonrisa a la vez que observaba a sus amigos.

- A sonreír se ha dicho- a la chica se le dibujo una amplia sonrisa y observo a Akito.

- Oigan, me dan miedo sus sonrisas. el chico los observo de un modo dudoso.

Ambos se acercaron a Akito con una amplia sonrisa llena de malicia y el intentaba huir pero eso fue en vano ya que tomaron al chico del brazo y comenzaron a hacerle cosquillas por todos lados, mientras este comenzaba a reírse sin para ente la sensación de sus dedos. Ellos eran inseparables desde que tienen memoria y eso era algo que agradecían ya que si no fuera así, en esos instantes estarían solos en el "Infierno" escolar.

-¡Bravo Jack, haces que poco a poco dude de tu masculinidad!- alguien con una voz gruesa y burlona hablo detrás de ellos- ¡No entiendo como eres amigo de este par de monos!-

-Lenny y el par de idiotas- los tres se detuvieron y suspiraron con fuerza mientras se daban la vuelta para ver a un chico pelirrojo y cabellos rebeldes, ojos verdes y burlones y con ropa que no iba con las normas escolares y acompañado de sus típicos subordinados.

- ¿Y bueno, no dirás nada Jack?- Lenny se cruzo de brazos y los observo con cierta impaciencia.

- ¿Te interesa con quien me junte?- Jack lo observo un tanto furioso.

-Así que el pequeño Jack quiere rebelarse- soltó una carcajada la cual fue acompañada con las carcajadas de sus subordinados- Atrévete- se acerco al chico con pasos duros y llenos de cierta rabia.

- Ya me atreví idiota- también dio un par de pasos hacia el y dio una sonrisa un tanto llena de satisfacción al ver la reacción del pelirrojo.

-Jack, para- Akito lo tomo del brazo y lo observo de un modo suplicante ante su actitud tan repentina.

-¡Tu no te metas en los problemas de tu novio, Akito!- Lenny ya se encontraba bastante irritado y no dejaría escapar su modo de desahogo.

-¿¡Que están haciendo!?- el profesor finalmente llego- ¡Silencio, ya vayan a sentarse o les mandare una cita con el director!- en el momento en que les lanzo un fuerte sermón todos comenzaron a pasar para tomar asiento en la clase.

Todos se sentaron, sin embargo la tensión seguía entre Lenny y Jack, pareciera como si se perdiera poco a poco la esperanza que ya comenzaba a alegrarlos. Akito sentía como sus cuerpo perdía el calor de la emoción y el color rojo de sus mejillas, el sabia que si enojaban a Lenny el actuaria lo mas pronto posible y sobre cualquier riesgo para dañarlos y darles una fuerte lección.

-Disculpe, Profesor, nos salto en la lista de asistencia- Aki levanto la mano para prestar la atención del profesor.

-Ahh...¿Ustedes son...?- el profesor intentaba recordar los tres nombres de esos alumnos, sin embargo nada llegaba a su mente.

- Jack Anderson, Aki Miller y Akito Direy- Jack miro al profesor con mucho enojo y este rápidamente anoto los nombres en su lista.

Los tres continuaron hablando en voz baja y las clases continuaron pero cada vez mas la desesperacion de Akito se volvía evidente, quería quitarse el peso de encima que sentía en su pecho, sentía la necesidad de volver a empezar, y eso lo lograría cuando la chica que el amaba aceptara su propuesta que había escrito con cuidado en una carta a mano por el, tal vez así alguien podría aceptarlo ademas de sus mejores amigos, los únicos que han compartido una vida con el, ellos son los único que el aprecia mas que su propia vida ya que son su familia mas preciada y el único motor de su vida complicada.

-Akito, vamos, están llamando a los de jardinería y a las animadoras para practicar- Aki sacudido el brazo del chico el cual estaba sumergido en sus pensamientos lejanos.

-Aprovecha y hablas con tu chica que esta en el club de animadoras- Jack le sonrió ampliamente y le golpe el costado con el codo y se levanto junto a los demás.

-¡Tienes razón, seré valiente y le daré esta carta!- Akito sonrió con un gran sonrojo y salio victorioso del salón.

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Espero disfruten este hermoso capitulo que se llenara de mucha emoción y muchas gracias por leerlo, sigan emocionandose conmigo mientras escribo y leo esto. :D