Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo X

PABLO

Noria (Quevedo)

Me despierto y miro a Cami dormir. Todos los recuerdos de anoche, tal y como se llama el álbum de la morena que duerme plácidamente a mi lado, viajan por mi mente. Bailando Daddy Yankee a todo volumen en esa pista de baile, donde pasamos desapercibidos. Yo nunca fui de salir de fiesta ni mucho menos de bailar, pero Cami sacaba cosas de mí que nadie más hacía. Eso era lo que más me gustaba de ella.

–¿Tengo algo en la cara? – pregunta Cami medio dormida.

Aparto la mirada con rapidez muerto de vergüenza.

–No, solo miraba lo guapa que estás.

–¿Con el maquillaje corrido y el pelo alborotado?

–Como si llevas un saco de patatas a lo Marilyn Monroe, estarías preciosa.

–Oh venga no alardees Pablo.

Suelto una risilla sarcástica.

–Va en serio, estás guapa con todo y ya. No me lo discutas.

Se incorpora en la cama y me abraza.

–Te quiero mucho Pablo.

Sonrío abrazándola.

–Oye, ¿por qué no contestabas a mis mensajes? – pregunta, con cierta preocupación.

–Oh em - rasco mi nuca con nerviosismo –. Miento de pena y no quería arruinar la sorpresa. Eso es todo Cami.

–¿Seguro? – pregunta con miedo –. ¿No te has cansado de mí ni nada? – su tono pasa a uno más triste.

–Pasé quince horas en un avión, salí delante de cincuenta mil personas con un ramo de flores y te dije que te quería, claro que no me he cansado de ti. No me cansaría de ti nunca.

Pasamos la mañana por las calles de su ciudad. Me llevó a su barrio, uno de los más humildes de la zona. Me habla de su vida, anécdotas por casi cada rincón del lugar y yo la escucho fascinado.

–Aquí canté por primera vez de manera más oficial – dice, cuando llegamos a la plaza principal.

Hay una gran cantidad de niños jugando a fútbol en medio de todo, en los alrededores, señoras sentadas en bancos leyendo, tejiendo o hablando.

–¿Diste un concierto? – pregunto con curiosidad.

–No lo llamaría concierto. Fue en las fiestas, había un concurso de talentos y – suspira, melancólica – y yo me presenté porque mis amigos decían que cantaba bien. Y a raíz de ahí comenzó todo.

–Osea que gracias a ese concurso te he conocido, dios bendiga a esos amigos pues – digo y ella sonríe.

–Pues sí – sonríe.

Pasamos el resto de mañana hasta la hora de comer paseando por las curiosas calles de Mendoza. Me enamoro de cada rincón, supongo que más por las cosas que me va contando la mitad argentina. Porque le presto atención a todo lo que va diciendo, a como se emociona cuando cuenta algo de su abuela, que falleció cuando ella era pequeña y vivía en Canarias.

–Bueno, llega mi sitio favorito Pablito. Te va a gustar. Ya verás.

Veo una especie de puerta, y miro a Cami, quien está muy nerviosa.

–Bienvenido al Parque General San Martín Pablito. Aquí fue donde todo cambió.

Le miro extrañado.

–¿Qué cambió? – pregunto.

Ella no dice nada, solo cruzamos las puertas y comenzamos a pasear.

–Aquí mi padre me dijo que iríamos a Canarias. Y también fue aquí donde quedé con Bernan para firmar un contrato que lo cambió todo.

Asiento.

–Muchas cosas pues.

–Muchos cambios.

–Pero gracias a esos cambios me conoces a mí – digo y ella sonríe.

Me abraza.

–Gracias por no cansarte de mí Pablo.

–Nunca bombón, nunca. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro