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12 de enero de 1881 Batalla de
Chorrillos/San Juan.

Sus pasos débiles eran lo único capaz que se escuchaba en ese fúnebre lugar, se hallaba cojeando levemente de un pie y avanzaba de forma lenta; su uniforme ensangrentado, ojo morado en el lado derecho, labio partido con rastros de sangre seca era lo que más resaltaba de el mismo. ¿Se lo hicieron las tropas chilenas? Sorprendete, no, fue alguien de los suyos. Y eso fue lo que más le dolió.

Avanzaba solo, ya se había perdido aquella batalla sin embargo deseaba con todas sus fuerzas que dejaron de hacerle daño a su gente, a sus casas, o simplemente lo que quedan de ella.

Pequeñas lágrimas se deslizan de sus ojos al percibir el miedo, de los saqueos, quemas¹ e impotencia de su gente, pequeñas manchas aparecen en sus brazos, debido posiblemente a que tras vencer las tropas chilenas, se pusieron a quemar y destruir...ebrios, eso le daba tanta rabia que las lágrimas no tardaron en aumentar. Sus manos se transformaron en puños, enojo, temor, decepción, todo esta mezclado en un amargo sabor de odio.

- ¿Por que...? - soltó un leve murmullo hasta colocarse delante de las zonas centrales en ser dañadas. - ¿Por que hacen esto?

Unas terribles ganas de vomitar lo llenaron por completo al presenciar aquella escena de los soldados totalmente ebrios. Caminaban de un lado a otro que botellas, algunos tiraban líquido extraño al fuego que desprendían múltiples casas del lugar y tan sólo no les importaba. Lo ignoraban. Tal como los saqueos que se ocasionaba delante de su presencia, sin pizca de piedad.

¿Por que no los atacaban sin estaban en ese estado de vulnerabilidad?

Maldijo por lo bajo a todo el mundo, hasta que logró observar a alguien quien se le hizo tan familiar...pero intentaba no creerselo...solo por el hecho de no aceptar el que las muertes lo tome como algo tan simple para dar un trago y alcoholitarse en este tipo de situaciones. ¿Como le hacían para olvidarse de sus soldados caídos? ¿Cual era su secreto o truco para eso? Porque si tenían uno, era capaz de rogarle para que le den ;; hace poco sucedió lo de Miguel Grau y no pudo evitar soltar lágrimas en nombre de aquel peruano que lucho hasta el último segundo de su vida, y el como fue derrotado, aún después de haber salvado soldados chilenos en el combate marítimo.

Retomo su paso acercándose de forma cuidosa, pero su uniforme militar lo deleitaba totalmente, aún así no le importo talvez tenga prohibido el atacarlos sin embargo no tiene el ayudar a la poca gente que quede con vida en aquel mutilado lugar ;; no podía hacer nada más por ahora, la culpa lo consumía vivo y seguir así, perdiendo sin poder hacer algo a su paso era aún peor.

- ¿Q...Q-Quien eri' tu? - Un señor chileno se le acerco, se le notaba la ebriedad por el intenso olor a alcohol, la botella casi vacía en su mano izquierda y los constantes hip's que soltaba entre cada oración. - ¿Per..¡Ja-hip! No p-pueden atacar...¿A-hip-caso el hijo de puta de Nicolás² hip... - El resto de su oración quedó a medias.

El más bajo intento ignorarlo. No quería llamar la atención del resto de ebrios que rondaban, a parte de que aquellos alcohólicos portaban fuego y el peligro aumentaba aún mas.

- ¡Contesta! - Su grito, le erizo totalmente la piel. Pese a eso ni siquiera le dirigió la mirada en ningún momento. No quería seguir tolerando todo esto.

Su cuerpo tembló levemente al ser sujetado de su cuello de manera firme, y el hombre mayor se le quede mirando con rabia, como si quisiera romperlo por el simple hecho de ser un enemigo ;; apretó con algo de fuerza en su cuello, por donde lo sujetaba, intentando ahorcarlo o mínima mente sufrir por un rato, y tal ves luego se divierta un rato matandolo a golpes. A parte con el alto nivel de alcohol en la sangre, sus ideas dispersas y el olor a humo de la quema tan solo colocaban a todos histéricos, irracionales y violentos.

Fue cuando escucho un ruido extraño, sin embargo extrañamente captó la atención de todos. Era la representación de Chile, tras haber partido una botella de alcohol por la mitad en una pared o lo que quedaba de una ;; sonreia de forma sinica...en ese momento el moreno tan solo rogó que fuera porque estaba muy agotado y que su mente, que le gritaba, que se hallaba como todas las tropas: ebrio ; tan solo fuese una mentira.

- Soltálo, ahora. O estrelló esto en tu cráneo. - Estas veces fueron unas de las pocas donde el mismo chileno perdió su auto control con respecto a las bebidas alcohólicas ; a lo cual todo lo que decía era inconsciente.

- Como tu queri' - Murmuró el hombre mayor, botando de forma brusca al menor en el piso y escupiendolo en el proceso, de manera despectiva o un símbolo de asco. - ¿no tenis permitido atacarnos, o si mal nacido?

El moreno quedó con la mirada gacha en el suelo. Su cuerpo tembló de rabia y de miedo ;; fue cuando se dio cuenta que aquel hombre se iba alejando para que alguien más se acercara, tan solo lograba ver los zapatos del opuesto. Ahora como odiaba tanto a su jefe, en ser un desgraciado al traicionar de esa forma a su patria...¡Infeliz! ¿Qué le ocurría? ¿Acaso le agradaba ver como la gente moria? ¿Sus compatriotas, todo por su impertinencia? Lamentablemente, todo esto no se quedaba en aquel gobernante, simplemente pasaba a cargar todo ese peso sobre la espalda del moreno, haciéndose cargo de la culpa y rencor contra uno mismo, siendo más pesado de lo que uno puede y arrastrandolo poco a poco, sin quitar culpa y tan solo aumentandola.

Las lagrima se combinaron con la sangre de su rostro, las machas de tierra que poseía lo hacían lucir cansado y harto de todo esto...cuanta razón tenían, cuanto la siguen teniendo. ¿Porque? ¿Es así de simple? ;; sus ojos se levantaron al sentir que alguien se acercaba hacia su persona, y el único que estaba cerca de él era aquel chileno, al quien se prometió no huir o temerle...no le temía, o tal vez si, su cuerpo a veces le dictaba solo.

¿Y si en vez de que la historia fue borrado, los senti-

...

Un grito lo hizo despertarse de golpe, asustandolo y cayendo de golpe al suelo donde pudo observar al otro peruano en el marco de su puesto intentando contener su risa al verlo en ese estado.

- ¡Ya pe levántate!

- Ugh...¿Qué quieres carajo? - murmuro desde el suelo, con los ojos entrecerrados y soltando unos quejidos por tremendo golpe que se mando. - idiota

- Oe, ya va a ser medio dia - Miro el reloj que había en el cuarto de invitados. - Además, no es necesario que me digas gracias por levantarte; se nota que no querías seguir durmiendo. ¿Todo esta bien?

El mas bajo, se levanto sacudiendo su ropa de polvo, para mirar al opuesto de forma de reproche por lo que acababa de decir. Si, tenia razón ;; no quería seguir durmiendo, pero no pensaba agradecerle por provocar que se diera toda la cara contra el piso. Levanto la mirada hacia el reloj y se dio cuenta que era cierto sobre la hora, tal vez lo que sucedió ayer tan solo fue un sueño, y aunque sabe la verdad se seguirá diciendo a si mismo que solo fue eso.

- Sisisi. - desvio la mirada. - ¿Hiciste el desayuno o algo? Tengo hambre

El de ojos negros asintió algo dudoso, se le hacia raro que el moreno se levantara con hambre, ya que tras todo el tiempo que lo ha estado tratando le ha dicho que a veces literalmente se pasaba días sin comer o su hambre es bastante escaso, por lo cual no sabe si pedir comida de la nada es contraprudecente o algo bueno.

- Deje una tortilla..¿Seguro estas bien, o las pastillas aun te hacen efecto? Si quieres podemos llamar al psico-

- ¡No, no, no bro! Solo por si tu comiste, si, eso, bueno - Jugo con sus pies, esta vez dirigiendo su mirada al suelo pensativo, intentando cambiar de tema. - ¿Sabes si el sigue aquí?

- Se volvió a ir temprano. - Recordo. - A parte lo se, porque me despertó super temprano porque encontró tu cargador...me obligo a buscar tu celular.

Al moreno se le iluminaron sus ojos, su celular se había apagado hace tres días y en un descuido de ambos peruanos, terminaron perdiendo el equipaje en el cual justo estaba los cargadores, dinero, ropa, etc; y si, no se había cambiado desde el lunes que habían llegado, aunque esos les paso por despistados, a lo cual la única cosa que salvaron fue los celulares que lo tenia en los bolsillos.

- ¡Enserio, ¿Dónde esta?!

- Cocina.

El de orbes dorados salio con pereza del cuarto, y detrás de él iba el psiquiatra. Tuvieron que bajar las escaleras donde por mensos casi se caen pero se sostuvieron del barandal, y llegaron a la cocina, mientras que el más alto fue a la sala para arreglar el sillón donde había dormido, el contrario se fue a buscar su celular cargado.

- ¡Oe, Miguel, ponte música!

- ¡Ya ya! - respondió, comenzando a revisar sus mensajes. - ¿Oye, sabes sobre un video llamado las venecas?

- No veas esa huevada.

- Eh ¿porque?

...

El chileno caminaba hacia su caso, hablando por teléfono con su no amigo del argentino, quien lo tenía hasta la puta madre ;; se enojaba y se reía. Además ahora era donde más quería conversar con alguien...o quejarse de ambos peruanos hasta los huesos.

- No jodas Martin. - habló aburrido, con el aparato en su oreja. -No weon, ni idea de quien es el otro culiao' de mierda. Que no conchetumadre. - suspiro resignado, rodando los ojos. - Me teni' hasta la chucha, tu y el weon este, si...si, no es una nación. - alzo la mano. De forma de ademán y realizó una mueca con su boca. - Mi jefe esta hasta la mierda, claro, dos semanas no es na'a po'. - contó, - Si, aun esta acá, al parecer su amiguito sacó los boletos hasta el maldito sábado por la tarde. - Escucho unas risas detrás de él teléfono, haciendo a lo que frunció el ceño. - ¿Y como estai' con Luciano? - Ahora lo que oyó fue a alguien escupir o ahogarse con alguna bebida, posiblemente un mate argentino. - ¿O quien eri'? No me acuerdo, esperate' ¿Itzel o catalina? Lastima que ni se deje ver Maria. - Sonrió burlon. - ¡No te enojei' weon, solo es una wea! Ah...no, eso ya es pasarse lanza idiota, no lo metas a el. Ja-ja - Fue sarcástico. - ¿Sabi' algo? Vete a la mierda.

Colgó su celular, susurrando Puta la wea, con enojo, sacando las llaves de su bolsillo para abrir la puerta de su casa.

Al entrar pudo observar a dos peruanos cantando con cucharas, y con la música a todo volumen ; aparte de que el volumen estaba tan fuerte que bailaban o cantaban, sin percatarse de que el chileno se hallaba ahí...en blanco, apneas pudo percibir la sonrisa que traía el peruano y, aunque fuera por causa de la música además del otro peruano, lo prefería mil veces así a volverlo a ver llorando, aferrándose a él, como si tuviera miedo a caer sin nadie que le ayudase.

- ¡Cuando piense en volver~!

- ¡Aqui están tus amigos, tu lugar y tu mujer ~!

- ¡Y te abrazaran...

-...Y dirán que el tiempo no pasó, y te amarán con todo el corazón ~!

Estaba seguro el castaño que reconocía esa canción sin embargo, no se acordaba del cantante o algo, pero es taba entre que sabía y no sabía. Hasta que ambos pelinegros voltearon y se encontraron al chileno pensativo, y en blanco.

- Hum...¿Que tal? - murmuró el más bajo, haciendo señas al otro para que apague la siguiente canción. - ¿H-Hace cuanto llegaste..¡Apagala te estoy diciendo!

El mas alto se había distraído, a lo cual ni siquiera presto atención a las señas que le había hecho la nación.

- ¡No se puede huevon! Orale, sigue esta, es bacan...hace tiempo no la escucho, era de tus favoritas

- ¿Cuál? E-Espera... - se puso a recordar pensativo, sin dejar de prestar atención al dueño de la casa. - ¡Hijo de puta, haber cojudo apaga el celular!

Ambos empezaron a discutir por el teléfono, por un lado el de orbes dorados saltaba para alcanzar el aparato, ya que el más alto alzó el brazo impiendo que lo alcanzará, se notaba la obvia diferencia de altura así que era bastante difícil. Y fue entonces cuando la canción comenzó a sonar.

Ella bajó la escalera, no fue la primera, y un muchacho muy amable salió.~

Yo soy buena gente, tomate esto que hace calor...¡Y en segundo la puso a dormir! ¡Y en un segundo la pudo desvestir! Cuando ella abrió los ojos estaba tirada en un jardín...~

- Oh, no mames ¿esa era?

El moreno le piso el pie de forma molesta, aún intentando alcanzar el celular mientras la canción se seguía reproduciendo.

¡Degeneración total! ¡Degeneración actual! Escenas de amor ;; la fascinación ;; que te dejo al final.

Dos hombres de la mano, no hay nada de malo si en el futuro no quieres pensar...~ ¡Luego llegan las traiciones, solo y sin amores queda ;; ~!

La nación menor miro de reojo al chileno intentando captar alguna expresión por la música sin embargo parecía que le gustaba el ritmo y ni se fijo bien en la letra, a lo cual suspiro de manera aliviada.

- Ah

El más alto le entregó el celular, el cual fue arranchado de manera posesiva y pisando de nuevo el pie ajeno.

...

El argentino estaba con sus dos primos en Santiago, la capital de Chile, los tres haciendo chacota y riéndose como boludos llamando la atención de varios ; sin embargo las ignoraban ya que seguían riendo, parecían o mongolos o drogados, uno de dos, ya que nadie podria sospechar ia que era la Mafie del Mate reunida para darle sorpresa al chileno, además de posiblemente hacerle una broma y jugarle al vergas.

- ¡LA CONCHA DE LA LORA, DANI! - se quejo al sentir como su nariz se chocaba contra el piso, ya que su primo le puso el pie provocando que los otros dos se rían un chingo. - ¡La puta que te re mil parió, ah, sangra, macri-digo gato!

- ¡Sos un forro Tincho! JAJAJA

- METETÉLO POR EL ORTO JAJAJA

Que linda reunión, un poco más y ya la gente los rodeaba, hacían tremendo escándalo, más que cuando hay un terremoto, ya que los terremotos allá ni se sienten en lo más mínimo y todos siguen haciendo sus cosas ; weones extranjeros.

Ya eran aproximadamente las tres de la tarde cuando perdieron sus maletas, se rieron tanto que ni se fijaron que desde un principio no las tenían y se distrajeron ya que luego les provocó Un Mate, o bueno también un Tetere.

Sebastián más pensaba en unos alfajores, de esos que están bien buenos.

- ¡Mario está desde el comienzo del dia...

- ¡Bajale a tu rola!

- ¡Vete a la mierda!

Ahí, escandalosos por la calle, empujandose sin saber que hacer y con un hambre de la mierda. Y como el argentino esta acostumbrado a venir a Chile conoce el cambio de moneda, a pesar de que se odien son alguna especie de amigos; así que les dijo que conocía un restaurante que estaba bueno por el aeropuerto.

- Mira, ahí dan piñas.. - señaló el paraguayo a un puesto de la fruta.

- ¡¿QUIÉN?! ¡Yo lo voy a cagar a piñas primero, tremendo quilombo de mierda!

- ¡Martín, calláte! ¡Veo a la policía!

- Puta la re mil que te parió..¿Esperate qué?

Aun así llegaron al restaurante.

...

Los tres estaban caminando por la calle, ya que pensaban ir a algún lado a comer pero por ahí cerca, y el chileno seguía intentando recordar al cantante una y otra vez, pero no podía.

- ¿Quieres que comamos ceviche?

- ¿Ahora que, falta su pisco?

O el otro peruano era bien weon, o bien pinche estereotipado con respecto a los gustos ; ahora entendía un poco porque cuando los dos peruanos estaban solos se reían de tonterías, solo faltaba que si comiera palomas, ah, ahí sí se pasó de pinche lanza. La última vez que le dijo eso a Miguel, se ganó una patada en las canillas y que su llama se sentara sobre el por casi dos días. No pensaba arriesgarse de nuevo.

No, no comemos palomas. Aunque sí se sabe que se come pichones de palomas por diferencia de carne, pero esto más se da en el norte, no necesariamente todos los peruanos o todos los norteños traguen eso. Espera-bueno, seguia.

- Solo pidai' algo, no jodan. - rodó los ojos con indiferencia, sacando su celular para distraerse.

- Quiero una arepa...

- ¿Qué wea? - El chileno alzó la mirada.

- ¿Qué wea por dos? - Dijo también el psiquiatra extrañado.

Al final, pidieron coca cola y unas comidas que vieron en el cartel: Una chorrillana, ya que el más bajo se acordó que por Lima hay una zona llamada chorrillos y dijo que sonaba parecido, si, solo por eso pidió la comida. Y solo un plato, el chileno no tenía hambre y posiblemente el único que comería iba a ser el de orbes negros.

A lo que el castaño decidió ignorarlos por un rato, escucho un sumbido de su teléfono y lo prendió, era mensajes de Argentina.

[ ¦ ¬]

Weon culiao argenta'o de mierda .|.

Che, pibe, nos encontramos en la plaza a tomarnos algo por acá..

¿Cuando te desbloquee?

.|.
NOS PERDIMOS ahr¿

Idiotas
Espera¿quienes?

La mafia Italiana~¡la mafia del mate¡! A quien más boludo.

ahora si preferiría estar
trabajando

Trabaja con un buen trago
La buena influencia decían ahrq

Te veo en 40, no sabia que
darles de comer a estos

Yo se que le puedes dar de comer a Migue-
¡No me mates pibe >:^¡

Te dejo durmiendo en la calle,fin.
Fuck you.
Bloddy hell.

MIS MALVINAS
ahora yo te bloqueo siosi.
Nah enserio, forro de mierda
:'^
Esa ya es pasARSE DE
Pinche lanza.jpg

Dramático :^
O espera, bai
Esperenme por la plaza
Esa donde bebiste una tula

¿Esa lata?

La bebida ctm

Ococ, pero en 1 hora
Estamos tragando :')

Me avisas y voy al tiro ;;
Al menos pa distraerme
O burlarme de ti.

Era de esperarse de vos
Wueh, nos vemos

.

Observó la hora, eran casi media hora para las cinco. Que rápido se pasó el día y, mientras esperaba que los otros terminarán de comer (lo cual pidieron sólo un plato, así que el castaño se negó rotundamente a verlos comer juntos) así que se concentró en su celular, puso YouTube para buscar la música que ambos de al frente habían estado cantando. Al parecer era de un tal Pedro Suárez Vértiz³ ;; asi que eso era.

Durante el Fujishock digamos que en los años noventa, la nación peruana la hicieron irse de su propia casa, a varios lugares de hecho, pero en una de esas terminó en Chile, por eso se le hacía tan conocida: A veces el moreno lloraba por la situación actual, y por sentirse incapaz de ayudarlos, entonces ponía esa música y lo alegraba, era uno de sus cantantes favoritos; aún así, recuerda como el de orbes dorados le pregunta si todo se iba a solucionar. ¿Qué respondía? Que si; que todo pasaría y que pronto estaría con su gente.

No habrán sido los mejores amigos después de la guerra del Pacífico, sin embargo después de algunas décadas era imposible no apoyarse, de igual forma con el terremoto de Valparaíso ; a pesar de bromas, el chileno notaba las constantes preguntas del menor por su salud y como se hacía el desentendido, intentando que no se note la preocupación. O de igual forma con otros hechos como la dictadura de Pinochet, y a pesar de cada uno tenga sus problemas, era imposible no verificar la seguridad del opuesto.

¿Entonces, que pasó? Porque el peruano se comportaba tan extraño. El chileno ya no esperaba nada más, tuvo que eliminar sus sentimientos hace tanto, que tan solo esperaba cuidarlo y recuperar alguna parte de su amistad que fue destrozada con los hechos históricos.

- ¡Cuidado!

Ese grito lo provocó el psiquiatra, al ver como el menor de cabello azabache perdía el equilibrio con un plato de ¿sopa? Y se le caía todo encima. ¿Lo peor? Aquel líquido estaba caliente, y comenzó a saltar de puro susto.

- ¡Quema, quema, quema, quema! ¡Huevada de mierda!

El chileno se fijo, en que ya habían acabado su comida, así que le pareció extraño el hecho de que ahora hubiera un poco de sopa revalsado encima del más bajo...suspiro con pesadez para levantarse e irse a pagar, claro, después de que le lanzará unos pedazo de papel toalla para que se secase el líquido caliente.

- ¿Cuanto es?

- 2400 pesos... - dijo la joven, observando a los peruanos intentando secar la ropa del más bajo. - Disculpe ¿vinieron con usted?

- Uh, si, disculpe. - Respondió sacando el dinero de su monedero.

- ¿Ellos sabi' si son pololos?

Que horrible sabor de boca se le formó justo en el momento que se pronunciaron esas cinco palabras ;; no era un idiota, sabia que eran celos, ya los conocía gracias a cuando un ecuatoriano le confesó medio ebrio que estaba detrás del peruano, aún así tenía mucha más seguridad ya que sabía que el amante de las tortugas no le confesara sus sentimientos por temor a joder la amistad. Sin embargo, no conoce absolutamente nada de este, sólo apareció, así de simple, y para colmo, sabe que aún le interesa el moreno.

- No...claro que no lo son.

Se retiro de forma rápida hacia su mesa, donde ambos pelinegros se quedaron observando al castaño, quien ahora traía una cara de pocos amigos.

- Manuel..¿Estas bien? Digo, traes cara de amargado, más ade lo normal. - pregunto el más bajo, alzando los hombros extrañado.

- Nada - Saco su celular para fijarse en la hora. - Me voy, ahí les dejo la llave ¿si sabi' como llegar no? Están a unas cuadras...va para ti weon - miro a Miguel, con el ceño fruncido. - Te perdi' muy rápido ;; y cambiate de polo, esa wea va a hacer que te enfermes además-

- Perdimos nuestras cosas

- ¿Recién se dan cuenta? - pregunto dudoso, alzando una ceja, bastante extrañado. - No podei' ser mas despistado, solo busca en mi cuarto, debe haber algo que te quede. No revisen los demás cuartos...algo más, no hagan problemas de camino

- ¿a donde vas? Pensé que ya no tenias trabajo.

- A la chucha, ahí voy.

El de piel pálida salió del restaurante, como alma que se la lleva al diablo ; ya iban a ser las siete ¿Qué wea'ada pasa con estos? Ahora sí tienes grandes ganas de meterse alcohol, y hasta fumar, costumbre que ya no retomaba mucho o pocas veces cuando iba a visitar a Ecuador o Argentina ;; con quienes más se hablaba.

...

Ambos peruano se hallaban en la habitación del chileno mirando la ropa de este, mientras que el más bajo se cruzo de brazos girando su cabeza de lado a lado.

— Prefiero oler a sopa hasta el sábado, a usar algo de él. — Recriminó.

El más alto alzó una ceja, queriendo ver si era una broma y esperaba realmente que lo fuera. Al no ver resultado, rodó los ojos y se acerco a la cómoda, sacando un polo y tirándoselo a la cara ; aun sin cerrar el cajón.

— Pontelo, te vas a enfermar.

— No huevon. — Sujeto la prenda y la estira. — Está cosa me quedara algo grande.

— Hum...¿Que quieres a cambio de que te la pongas?

El de orbes dorados se quedó pensativo, podía realizar un buen trato así que tenía que meditar muy bien las cosas.

— ¡Huh, ya se! — Alzó el brazo. — Que consigas boletos de avión, hacia donde yo decida.

— ¿Y que haré para que te den permiso? Si sabes que lo de Argentina fue por suerte ; aparte de que por avisar unas horas antes, casi te matan al volver.

— Vienes conmigo, pero te vas de turismo o algo así...ya Maria y Manuel sospechan. — Recordó, no quería que nadie se enterara de sus problemas y presentía que el chileno ya estaba sospechando algo. — No le has dicho nada a él ¿no? Si sabe que, ahora necesito que me vigilen y esas cosas seria muy raro sobretodo por lo de la...

— ¿Guerra del Pacífico? Ni me lo digas, además se nota que no me tolera.

— Así es su rostro.

Una pequeña sonrisa se colo en sus labios, para proceder a soltar un leve risa. Sólo tal vez ;; lo de ayer podría haber mejorado en no estar tan incomodo con el chileno...y de una vez por todas, quitarse aquellas pesadillas que lo atormentan por las noches.

Lamentablemente uno nunca recibe lo que espera.

...

Tres de la mañana. Era ya de madrugada y el chileno aún no había llegado, el moreno tan sólo se moria de sueño sin embargo aún no se había dormido ;; posiblemente apenas cierre los ojos caera en lo brazos de morfeo y pueda descansar ; aunque descansar no pueda, los recuerdos siempre están a espera de que el moreno cierre sus ojos.

El peruano se frotó los ojos con bastante dificultad, mientras tomaba aire para bostezar de forma pesada y tomó su celular para poder contestar la llamada sin fijarse quien era.

— Para eso volvi a cargar esta cosa... — murmuró rodando los ojos y acomodándose la camisa que le quedaba en regular grande; al contestar con una mueca escucho unas risas algo tontas y luego vio el contacto — ¿Aló? ¡NO GRITES TINCHO! — se quejo gritando, amargado y con sueño. — Yaya, no, no jodas...huevon ¿sabes que hora es? Entiendo la diferencia horaria pero..¡Oh, mierda cojudo, estas chupado! — Escucho más voces y música de fondo. — Oe, no, no, ¿y ahora de que hablas? Si si...no te pases idiota y no me llamas así — Ahora eran más carcajada que otra cosa. — ¡Ni que amor, huevon! Vete al carajo ¿que quieres? — Intento prestar atención a algo coherente (si había algo) — ¿Como que Manuel qué? No te entiendo..eres un idiota..esperate sonso..terminamos hace dos décadas...tincho enserio, ¿que quieres? Oe, ¿esta ahí sebas? — preguntó, llegó a oír la voz mareada de Daniel y posiblemente este toda la mafia, y de los tres el de lentes era el más cuerdo. — Ya, pasamelo, agh, callate — Mientras se oía el ruido más fuerte, Daniel grito un "Migue, dejame estar con su hermano, que esta re bueno" — ¿sebas? Dime que sucede, Manuel no llega y tu primo a chupado un chingo para que se le escuche así ; sabes que es uno de los que más resiste al alcohol. — Ahí le explico lo que sucedía, y más trataba de que habían enviado al castaño en taxi a su casa porque este se pasó de lanza con el alcohol ;; parecía molesto o triste cuando bebia y aparte había fumado. — Eh, si, no te preocupes, yo le abro la puerta...

Justo después de colgar la llamada, se escucharon golpes en la planta baja, a lo cual el de orbes dorados camino por las escaleras para poder llegar, bostezando, intentando ignorar la mala sensación que tenia en el pecho y el malo presentimiento que le gritaba que lo dejase afuera de su casa y que ya mañana temprano lo haga pasar ;; a pesar del conocimiento de saber como es aquel chileno ebrio, se dispuso a abrir la puerta.

Lo que no se espero es que aquel castaño se apropiara de su cintura para apoyarse sobre el y a pegarlo completamente. Avanzó unos centímetros para cerrar la puerta y aferrarse al menor, impidiendo que se valla.

— ¡M...Manuel, ya dejame! — Reaccionó, y sin querer su cuerpo tembló debajo del más alto. — ¡O-Oye!

...

/—

Sus miradas chocaron, el mayor aún portaba la botella rota en su mano derecha y aquella sonrisa siniestra que tan solo causaba miedo a quienes le rodeaban ; lágrimas cayeron de sus ojos al verse rodeados de las tropas del enemigo, no por miedo, sino porque sabía que no era capaz de enfrentarlos, sus labios temblaron al intentar pronunciar algo.

El castaño se arrodillo, y sujeto el mento del opuesto con fiereza, como si quisiese arrancar el cráneo de su cuello con un solo movimiento. Todos estaban atentos, aún en su ebriedad, de que destino le deparará a la nación menor, tal vez si lo capturan ganarían la guerra, o mejor aún...si simplemente lo matan; aunque la mayoría más se concentraba en beber y ver el espectáculo.

— ¿Qué haci' aquí?

Fue el leve murmullo que escucho salir de la boca del opuesto. Sus manos se transformaron en puños, sentía tanta rabia en su ser por todo lo que había sucedido, por no ser capaz de evitarlo, por simplemente permitir que todo esto sucediera , por el simple hecho de que todo lo que había pasado fuera su culpa.

Levantó su brazo el moreno, y con su mano formada en puño le borro la sonrisa de un golpe ;; sonrió levemente al ver como la expresión burlona de su adversario se borraba por un instante, y también visualizo a los demás soldados algo impresionados por su reacción y listos para atacar a aquel peruano insolente. Sin embargo, el chileno, se sujetó la parte que había sido golpeada y su cantarina sonría volvió ;; tomó la botella en su mano derecha y la alzó en contra del menor.

Los vidrios se rompieron en el impacto, sin embargo la mayoría se clavo desde el ojo izquierdo dorado del más bajo, pasando por su cuello hasta llegar a su hombro.

Aún conserva alguna de esas cicatrices.

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¬)) ° aclarar, osi.

²Nicolás de pierola, considerado uno de los más grandes traidores a la patria por tantas razones (u.u) ;; se dice que después de que las tropas chilenas vencieron, aquel presidente hizo un trato con el enemigo para que no ataquen en ese estado de vulnerabilidad, en resumen, nos prohibió atacar al enemigo están ebrios.

¹Saqueos, incendios y alcohol, una de las peores batallas de la guerra del Pacífico en el Perú, ya que incluso los mismos peruanos se involucraron en cometer estos actos ;;

³Pedro Suárez vertiz fue uno de los mejores cantantes del Perú :'^ actualmente no tiene voz y creo que tiene una enfermedad mas ; es el único artista peruano que grabo con un tipo de disquera famosa que no me acuerdo el nombre porqueyovalervergas.

...